Parashat Itro 17
de
Shvat 5785 No 1497
El
respeto por los padres
Rav
Jagai Londin (reimpresión)
En
nuestra Parashá está dicho: “Honra a tu padre y
a tu madre, para que se
prolonguen tus días sobre la tierra que el Eterno, tu
Señor, te da” (Shmot
20:12). Tal parece que la mitzva del respeto
por los padres tiene en el judaísmo un
lugar muy honroso, más que toda otra. Nuestros sabios (Kisushin
30B) se
expresan: “Hay tres socios en el nacimiento de la persona; D’s, su
padre y su
madre. Cuando la persona respeta a su padre y su madre, dice D’s, es
como si Yo
viviese entre ellos y me honrasen”.
La
actitud para con los padres es semejante a la actitud que se debe tener
para
con D’s. ¿Por qué?
La
actitud frente a los padres edifica en la persona la virtud más
básica:
Agradecimiento. El Rav Kuk escribe (Ein Aya, Shabat Alef 9): “El
agradecimiento
es el pilar moral más grande y elevado, y cuando se arraigue
como es debido en
el corazón de las personas será de mucha ayuda en el
corregimiento general… el
respeto por los padres, y sobre todo el respeto de su memoria luego de
su
muerte, es muy fuerte en el corazón de las personas, y muchas
veces ablanda
incluso muy duros corazones… cuando se eleve la humanidad…
surgirá esa fuerza
de agradecimiento en gran esplendor, hasta que influya su potencia
sobre todas
las obras humanas, generales y particulares”. Según su
opinión, el
agradecimiento para con los padres es la clave de todo el desarrollo
moral. La
fuerza del agradecimiento que surge para con los padres es el
portón de entrada
para una personalidad comprendiente, y no egoísta. Cuando la
persona es capaz
de agradecer al origen del que ha llegado su vida – sus padres –
podrá también
desarrollar una conciencia buena y humilde para con “El” origen de la
vida –
D’s. Los padres son un conducto a través del cual
descendió su alma a este
mundo, y de momento que así es la actitud para con D’s es
también la actitud
para con la fuente de vida. El respeto por los padres es una
expresión del
hecho que la persona comprende que ella no está sola, sino que
es un eslabón de
una gran cadena. Podemos decir que nuestra relación correcta
para con nuestros
padres es nuestro vínculo con la eternidad.
La
afirmación “no hay como mamá” no es sólo una frase
que escribe un soldado
desalentado sobre la pared de su puesto de guardia, sino que expresa un
punto
muy esencial en la persona. Los padres son la base, el origen. El
primer
círculo de la célula familiar nos entrega fortaleza y
alegría para toda la
vida. Conviene cultivarlo.
Cura
con agua sagrada
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta: Hay un
lugar en Francia llamado Lourdes, donde hay un manantial
con agua santa. Ya desde hace unos 140 años llegan millones de
visitantes y se
curan de todo tipo de males. ¿Acaso debemos creer esos cuentos?
¡Se trata de
millones de personas! ¿Está permitido viajar allí,
o es considerado idolatría?
Respuesta:
1. En
efecto, una muchacha llamada Bernadette Soubirous vio allí
una visión de la santa virgen, madre del dios (que por supuesto,
no era virgen,
no era santa ni fue la madre del dios, pero no es el tema ahora). Tal
parece
que era una muchacha sincera y no una mentirosa, y tampoco
aprovechó esas
visiones para su provecho propio. Por lo visto, fue alguna
perturbación o
realmente algún tipo de visión. Y desde ese entonces
muchas personas se dirigen
allí para beber del agua santa.
2. En
cuanto a la autenticidad de las curas, hay que analizarlo
con dos tipos de herramientas: Medicas y estadísticas.
Desde el
punto de vista médico, hay que verificar:
a.
¿Acaso hay algún testimonio médico que la persona
que se
dirigió allí realmente estaba enferma de algo que no
tiene cura?
b.
¿Acaso realmente se curó, y no sólo por un
momento, y la cura
persistió y no se desvaneció después de un tiempo?
c.
¿Quizás la cura no fue por mérito del agua del
lugar, sino que
por distintos tratamientos que recibió, y ahora se vieron los
efectos?
3. Hay que
tomar en cuenta que hay fenómenos de cura por placebo.
La fe de la persona que algún tratamiento lo curará, en
efecto lo cura, en un
tercio de los casos. Es un fenómeno psicológico sabido,
que disminuye la
tensión, la depresión, el temor, y agrega vigor para
luchar y curarse.
4. Se
puede mencionar también la Gmará respecto a una
persona que le preguntó a su Rav: ¿Cómo puede ser
que personas demolidas entran
al santuario de otros dioses, y salen sanos? Le contestó su Rav
que la
enfermedad tiene un tiempo determinado en que fue decretado que se
marche, y
llegó exactamente cuando la persona entró en el santuario
(Avoda Zara 55A).
5. En
cuanto al plano estadístico: Durante 140 años visitaron
ese
lugar 7 millones de personas. Entre ellas, 100 mil se curaron en forma
inexplicable. Luego de la verificación de la Iglesia, quedaron
70 mil. Es
decir, la cantidad de gente que se curó en forma inexplicable es
una de cada
100 mil – lo que es idéntico al porcentaje de cura inexplicable
en los
hospitales. Entonces, no hay ninguna demostración.
6. En esta
ocasión mencionaremos que en EE. UU. hay organizaciones
cristianas que están en contra de los tratamientos
médicos y las vacunas, sólo
tener fe en el dios y rezar. A consecuencia hay muchos casos de muerte,
parálisis, mortandad infantil, y por ello pusieron a los padres
en la cárcel.
Que D’s se apiade.
7. Por
supuesto que el rezo ayuda, y es D’s el que cura. Pero nos
cura a través de los médicos, que son sus fieles
emisarios.
Meorot
HaShabat
El cometido
de esta sección es familiarizar a los
lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno
debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las
numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no
limitarse a lo
escrito en esta sección.
Encendido
de las velas
Kidush
y
cena donde están las velas
La
mitzva del encendido de las velas se refiere en un principio a
las velas
en el lugar donde cenarán, porque cuando se cena a la luz de las
velas eso es
parte del deleite del Shabat, como fue explicado anteriormente.
Por
ello, hay que cenar en el lugar donde encendieron las velas en honor al
Shabat,
y no se debe abandonar el lugar donde alumbran las velas y comer en
otro cuarto
o en el patio[1].
De
momento que la cena se debe comer en el lugar donde las velas alumbran,
también
el Kidush (las bendiciones con las que se santifica el Shabat)
de
la noche debe hacerse en ese mismo lugar, porque la regla es que “no
hay Kidush
sino que en el lugar donde se come”[2].
Si
implica un gran sufrimiento
Cuando
el cenar en el lugar donde las velas alumbran implica un gran
sufrimiento, por
ejemplo porque sufre por las moscas que hay en ese lugar, puede hacer Kidush
y comer en el patio u otro cuarto, a pesar de que no puede ver las
velas desde
ese lugar, porque la mitzva del encendido de las velas fue
dictaminada
para deleitarse, y no para sufrir[3].
Y de
todas formas, es mejor que haga Kidush donde alumbran las velas
y coma
allí un poco, y sólo después salga a otro lugar
donde continuará allí la cena[4].
[1](Shuljan Aruj 273 inciso 7, Mishná Brurá
inciso 32, Biur Halajá
comienza veaji mistabra).
[2] Allí
Es decir, la persona no cumple con la obligación del
Kidush sino cuando hace Kidush donde come, y eso se aprende del
versículo “y
llamarás al Shabat deleite”, respecto al cual dijeron nuestros
sabios: Donde
hay deleite, es decir donde se come, allí habrá de llamar
al Shabat, es decir,
hacer Kidush (273 inciso 1, Mishná Brurá inciso 1).
[3]Allí, inciso 7. Y véase Biur Halajá
allí, que lo que el Shuljan Aruj
citó “y hay quienes opinan que el Kidush depende del lugar donde
encendieron
las velas”, y dijo al respecto que “así parece”, se refiere a
que disfruta más
en el patio, pero si no es así hay que ser estricto y comer en
el lugar donde
se encuentran las velas, y también hacer Kidush allí.
Pero Kaf HaJaim (allí,
inciso 48) citó al Birkei Iosef que escribió al respecto
que el Shuljan Aruj
demostró con ello que la halajá fue determinada como la
última opinión, que es
también la opinión de la mayoría de los poskim, y
también hay que determinar
así según la lógica sencilla. Y véase
más en Kaf HaJaim (allí, inciso 47 y 262
inciso 1 7) que escribió que las velas estén encendidas
delante de él cuando
hace Kidush según los escritos esotéricos.
Y véase más adelante que cuando no se come donde
alumbran las velas, las velas deben permanecer encendidas en la casa
hasta
después de la cena o debe utilizar la luz de las velas un poco
en los
preparativos de la cena.
[4](Allí, Mishná Brurá inciso 32)