Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Parashat Vaietze
7 de Kislev 5775 No
995
Rav David
Landau
Con todo eso, cuando observamos la manifestación
Divina singular de cada patriarca, notamos que
Avraham e Itzjak se ven grandes gigantes. En contraste, Iaacov parece a
primera
vista un “pobrecito”. En todas sus Parashot – Vaietze hasta
Vaishlaj,
desde el principio hasta el final – todo está lleno de
complicaciones: El
nacimiento, la primogenitura, la bendición y todos los asuntos
con Esav, con
Rajel, con Lea, con Lavan, con Dina, con Iosef, etc. En forma
básica y
esencial, estamos vinculados con la maravillosa y gigantesca
valentía de
nuestro patriarca Avraham, la elevada Medida de
En general, la persona está colmada de
complicaciones, y el mundo entero está lleno de complicaciones.
No debemos
olvidarlo o escabullirlo. Respecto al versículo “si pone el ojo
en la copa, se
conducirá por derechuras” (Mishlei 23:31) dijeron nuestros
sabios: El borracho
“le parece todo el mundo como una llanura”. El que está
borracho, cuando toda
la realidad le es borrosa y entreverada, se desentiende de las
complicaciones
que colman el mundo, y se olvida que el mundo se encuentra en una
situación de batalla
continua, como es detallado en los primeros capítulos del libro “Mesilat
Iesharim”. El encuentro de lo espiritual con lo material
está lleno de
problemas, complicaciones y dolor. Hay que saberlo y reconocerlo. Pero
también
hay que saber que D’s, que creó al hombre, no abandona al hombre
y al mundo, y Él “nos
diferenció de los que se
equivocan”, y la palabra de D’s nos educa y nos dirige y nos alumbra
también a
lo largo de las complicaciones. No debemos desentendernos de las
complicaciones, pero tampoco debemos desesperar por ellas. Hay muchas
complicaciones, y dentro de ellas se revela el resplandor de
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¿Halajá
fija, o atenta?
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta: ¿Qué es preferible, una halajá
fosilizada, congelada, fija, estancada en la época medieval,
que aleja
muchos de
Respuesta: Es una pregunta muy interesante.
Por supuesto, la pregunta no es nueva, sino que muy antigua. Tampoco es
una
pregunta típica nuestra, sino que es una pregunta común a
toda corriente que
con el tiempo debe hacerle frente al agudo cuestionamiento:
¿Tradición, o
cambio?
En toda corriente hay agitación
entre esas dos tendencias: Tradición - es decir, preservado de
los valores
espirituales del pasado - y cambio - en base a los problemas nuevos que
deben
ser enfrentados. En el sistema tradicionalista todo es absoluto, fijo,
congelado. En el sistema cambiante, todo es flexible según la
nueva realidad,
todo es elástico e invitante. Cada una de esas tendencias tiene
defectos.
Los adeptos de la reforma y los
cambios en la religión se quejan: Ustedes están
desconectados de la vida y de
la realidad, ustedes están sordos y no son sensibles a las
necesidades del
público, y por ello finalmente perderán todos los
clientes. Los adeptos del
tradicionalismo se quejan: Es cierto que ustedes son muy amados y les
prestan
atención, pero ya no son la corriente auténtica, la
primera. Eso es otra cosa,
es una traición. Los corregidores contestan: No es cierto,
nosotros hacemos
todo de acuerdo a la tradición. Los conservadores arguyen: Es
sólo un acuerdo
formal, es un engaño del público.
En efecto, una dura decisión.
Por un lado un tradicionalismo acompañado de un sentimiento de
distanciamiento
que sólo aumenta, por otro lado cambios para vincularse con el
público,
traicionando la idea original. Es un tema muy interesante, muy
desafiante. Y a
pesar de ello, a nosotros no nos interesa. ¿Por qué?
Porque todo eso es cuando se
trata de una corriente humana, porque lo humano forzosamente cambia de
apariencias. Pero cuando se habla de algo Divino, es algo eterno, D’s
sabe el
futuro y nos entregó
El que piensa que
Y nuestros sabios explican: “Las
palabras de los sabios son como acicates” – “¿por qué las
palabras de
Preguntan nuestros sabios:
“¿Pero el acicate es móvil, entonces también las
palabras de
“Dice el versículo: Clavos”.
¡Divino! ¡Eterno! Todo cambia, pero la palabra de D’s queda
para siempre. La halajá
no es cambiante. Por ejemplo, decir algo así como: Hay que ser
realista, y si
la sociedad de todas formas es mixta, debemos hacer que sea permitido
según la halajá.
De todas formas esa es la realidad, entonces hay que renunciar, para
que no te
encuentres afuera, para que no seas irrelevante y pierdas tu
influencia… ¡No!
Entonces, volvemos a preguntar:
“Entonces, de la misma forma que el clavo disminuye y no agrega,
¿las palabras
de
¡No es así! “Nos enseñaron;
plantados. De la misma forma que lo plantado se reproduce y multiplica,
también
las palabras de
Al respecto hay una alegoría,
basada en un versículo: “Tu vestimenta no se desgastó de
encima de tí” (Dvarim
8:4). Rashi explica, citando a nuestros sabios: “Las nubes de gloria
frotaban
sus vestimentas, las limpiaban y alisaban, haciéndolas parecer
nuevas. Y
también los pequeños, cuando crecían las
vestiduras crecían con ellos, como el
vestido de la lagartija que crece con ella”. Porque está escrito
“vestimenta”
en singular, es decir, siempre era la misma vestidura. Y también
está escrito “de
encima de tí”, que no era necesario sacársela para
limpiarla o ensancharla. Así
también
Por ello, si la halajá no
te parece agradable, no te es dulce, el problema no es de ella, D’s no
lo
permita, sino que tuyo. Y debes arrepentirte y corregirte (Orot
HaTshuva
14:26). “No es algo vacío de ustedes” (Dvarim 32:47). “Si es
vacío – es de
ustedes” (Ierushalmi, Pea 1:1). ¿Por qué? “Porque ustedes
no se ocupan
suficiente de
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