Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Parashat Matot
21 de Tamuz 5774 No
977
Rav Zeev
Karov (reimpresión)
En
Moshé ataca a las tribus de Gad y
Reuben, y les dice que su cultura es producto de “hombres pecadores”.
¿Qué
cultura ve Moshé, que tanto le preocupa? Moshé ve una
cultura de codicia:
Tribus que ponen en la cima de sus preocupaciones su ganado, por encima
de la
preocupación por sus hijos. Él ve tribus que están
dispuestas a desconectarse
de sus hermanos y quedarse en la orilla oriental del Yarden, tribus que
están
dispuestas a desconectarse de Eretz Israel (
Hay dos motivos por los cuales se
peca y se fracasa: El primero, es el anhelo por el bien. Hay personas
que pecan
no por desear hacer el mal, ni por ser impulsadas por una cultura
pecadora,
sino que justamente impulsadas por buenas intenciones, que fueron
materializadas en forma incorrecta. Por ejemplo, Rabí
Iehudá HaLevi explica de
esa forma el Pecado del Becerro de Oro, cuando el pueblo fue incitado
por su
deseo de acercarse al D’s. Es decir, hay una cultura pecadora a
pesar que
las personas no son pecadoras en sí.
El segundo motivo, son los valores
negativos. Por ejemplo, cuando el valor del “Yo” es el supremo, y la
persona se
encuentra en el centro y exige atención sin límites. En
esa situación, el “Yo”
somete todo lo que llega a tener contacto con él
inclinándolo en su provecho, e
intenta saciar los deseos más bajos y vulgares de su vida. Quien
vive de esa
forma, somete a su familia y a su pueblo utilizándolo para
saciar sus
necesidades materiales, y desde su punto de vista Eretz Israel
es algo
laico, que tiene por función ayudarlo a saciar sus bajas
necesidades.
Nuestro Rav Moshé observa la
conducta de las tribus de Gad y Reuben, y teme que lo que está
presenciando es
una cultura que es producto de “hombres pecadores”. Por ello,
Moshé los pone a
prueba, diciéndoles: “Si saldréis a la vanguardia para
luchar frente a D’s”
(Bamidvar 32:20), “y será conquistada la tierra frente a D’s”
(Bamidvar
32:22). ¡Si los hijos de Gad y Reuben colaborarán en la
conquista de la tierra,
y saldrán a la lucha al frente del pueblo, todavía no es
suficiente! Lo que
Moshé intenta evaluar es si ellos son capaces de ir a la
vanguardia frente a
D’s: ¿Acaso lo que los impulsa es su dinero y riquezas, hasta
tal punto que son
capaces de conquistar la tierra por su causa, o lo que los impulsa es
“frente a
D’s”? ¿Acaso se trata de una cultura pecadora de buenas
personas que
equivocaron su camino, o se trata de una cultura de pecado que es un
medio de
expresión de “hombres pecadores”?
También en nuestros días, somos
testigos de una cultura pecadora que es semejante en sus
características a la
cultura que Moshé presenció. Una cultura que está
dispuesta a someter todo
valor y todo lo que tiene importancia para satisfacer las necesidades
más
vulgares e inmediatas del “Yo”. Una cultura en la que el dinero es
más
importante que los niños, es más importante que
prestarles atención con tiempo
y dedicación, una cultura en la que se está dispuesto a
desconectar de los
hermanos y de Eretz Israel, una cultura en la que se
desentiende con grosería de
plebiscitos y forma de gobierno correcta. ¡No hay duda que se
trata de una
cultura muy pecadora! Pero debemos saber que no se trata de personas
pecadoras
en sí: Se trata de un público que está
decepcionado de distintos ideales, según
su punto de vista. Se trata de personas que en lo profundo de su alma
anhelan
redimirse, y no son capaces de ver el camino que conducirá a la
codiciada gueulá
(Redención).
Cuando le preguntaron al Jafetz
Jaim respecto a la posibilidad que la gueulá llegue
en su generación
- en la que parte de los judíos abandonaron el camino de la fe
enorgulleciéndose por ello - contestó: “Cuando se
esté acercando la gueulá
habrán dos tipos de personas, y ambos colaborarán en su
acercamiento, como
explicaré. Habrá algunas personas de Am Israel
(el Pueblo de Israel) que
se fortalecerán a sí mismas en el culto a D’s con todo su
corazón y toda su
alma, ellos y sus hijos... pero nuestros sabios también nos
dijeron que no
todos lograrán llegar a ese nivel, y nacerá una nueva
generación contraria a
los anteriores, que se encontrará en un nivel muy bajo, en
cuanto a lo que la
religión respecta, y cada uno hará lo que le
parecerá correcto. Y a pesar de
ello, no debemos desesperar, porque eso mismo es parte de las
señales de la gueulá,
ya que los primeros acercarán la gueulá con sus
buenas acciones, y los
segundos también la acercarán” (Tzipita
LeIeshuá).
La búsqueda interna - que tiene por
consecuencia el desecho de todo tipo de valores kdoshim
(santos) que aún
no fueron aclarados todo lo necesario, que aún no se han
liberado de todas las
impurezas que se les han adherido en el correr de la galut
(exilio) -
también es un proceso de gueulá, que finalmente
nos conducirá a la
edificación de la kdushá (santidad) plena.
Al término del proceso,
comprenderemos que toda esa “cultura pecadora” provenía del
anhelo de llegar
“frente a D’s”.
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Vamos
por buen camino
Rav
Shlomó Aviner
A veces hay momentos difíciles para Am
Israel (el Pueblo de
Israel). Pero como está escrito en el libro “Mesilat Iesharim”
(cap. 19)
somos puestos a prueba justamente en esos momentos. Si la persona ama a
D’s,
pero en momentos de angustia su amor a D’s se enfría, no decimos
que él no lo
ama en absoluto, pero su amor depende de algo, y no es un amor pleno.
También
al principio del libro “Mesilat Iesharim” (cap. 1) escribe que
la vida
está colmada de crisis y dificultades. Por ello, no debemos
espantarnos de las
crisis.
La definición de crisis es: Un fenómeno en contra de
nuestra voluntad.
Siempre hay fenómenos de ese tipo en la vida, no es razón
para detenernos, sino
que para continuar.
Hay cosas en la vida que cuando no se tiene éxito en ellas, eso
nos
enseña a cesar. Por ejemplo, compraste una birome pagando
algunas decenas de
agurot, y no escribe. No pierdas tu tiempo intentando arreglarla,
tírala a la
basura y compra una nueva. Pero hay cosas en las que está
prohibido
desalentarse, porque así es su naturaleza: No tener éxito
con facilidad. Son
cosas que siempre hay dificultades con ellas, y por ello debemos
fortalecernos
en su cumplimiento: “Hay cuatro temas en los que se debe fortalecer, Torá,
buenas acciones, rezo y derej eretz” (Brajot 32B).
1. El estudio de
2. Rezo. Rezamos, pero hay rezos que no se cumplen y nos resulta
difícil
seguir rezando. “Ten esperanza en el Eterno”, no resulta,
“anímate, y sea
esforzado tu corazón, y ten esperanza en el Eterno” (Tehilim
27:14).
3. Buenas acciones. La persona hace un bien para con su prójimo,
y a
cambio recibe bofetadas. ¡No importa! ¡Empecínate, y
continúa!
4. Derej Eretz – Rashi lo relaciona con el sustento: “Si tiene
algún oficio, en su oficio. Si es comerciante, en su comercio.
Si es un
guerrero, en su lucha”. Pero nuestros sabios demuestran que la
intención es Eretz
Israel (
En todos esos temas se debe reforzarse y empecinarse.
Esas son las cuatro cosas que requieren refuerzo, y también
después de
ello el éxito no es garantizado. Por ejemplo, Iehudá
HaMacabi luchó una
contienda difícil, pocos frente a muchos. Sus soldados le
preguntaron: ¿Estamos
seguros que venceremos? Contestó: No, nosotros haremos lo que
D’s nos ordenó, y
D’s hará lo que le parece mejor.
Iehudá HaMacabi lo aprendió de Ioav Ben Tzruia, el
Comandante en Jefe de
Israel que dijo el versículo anteriormente citado:
“Esforcémonos por nuestro
pueblo y por las ciudades de nuestro Señor, y haga el
Señor lo que bien Le
pareciere” (Shmuel Bet 10:12). D's es el que decidirá si
tendremos éxito o no.
¡Marchamos por el buen camino! Es decir, el retorno a Tzion, la
edificación de la tierra, edificación del estado, el
ejército, el renacimiento
de la nación en su tierra, el renacimiento de
Tratándose de los temas que necesitan refuerzo, el camino es
largo, hay
dificultades, crisis y tropiezos, pero eso no es razón para
perder la
esperanza. Suele ocurrirle a todo valiente que se complica en la lucha.
Es
triste, duele y enoja, pero no es una tragedia, no es el fin del mundo.
Una
tragedia es ser vencido sin haber luchado. El que es vencido en la
lucha –
vencerá en la próxima vez.
También un buen oficial de batalla a veces es derrotado, y
también
padres que son buenos educadores a veces hacen errores.
La primera pareja sobre la tierra, su hijo fue asesinado por su
hermano.
Esa es una terrible tragedia, pero finalmente el Primer Hombre
logró
recuperarse y trajo a Shet al mundo – que nosotros somos sus
descendientes.
Nuestro patriarca Avraham tuvo un hijo que se hizo árabe: Una
terrible
desgracia, y a pesar de ello él continuó.
A veces se tropieza y se cae, hay que saber cómo levantarse y
continuar,
e incluso sacar alguna ventaja de las caídas para salir con una
gran riqueza de
las desgracias. No enseguida, al principio se está triste, se
enoja y se culpa.
El que reacciona de esa forma es señal que tiene un
corazón sensible y es saludable.
Pero más tarde se asimila el golpe, e incluso se puede evaluar
la riqueza que
se adquirió. Entonces, el camino es correcto.
Alrededor nuestro hay trecientos cincuenta millones de enemigos, y
dentro nuestro otros tres millones, que cuentan con el apoyo de varias
potencias mundiales. El ejército es una gran mitzva:
Salvación del
pueblo, salvación de la tierra y santificación del Nombre
de D’s. Cuando
gentiles asesinan judíos – esa es una profanación del
Nombre de D’s. Cuando
judíos se defienden, luchan, cuando un judío se encuentra
en peligro y un
millón de judíos acuden en su ayuda – esa es una
santificación del Nombre de
D’s.
Tzaha”l (el Ejército de Defensa de Israel) es una gran
santificación del Nombre de D’s. ¡El estado es algo bueno!
¡El ejército es algo
bueno! ¡Debemos continuar! ¡No perdemos la esperanza!
¡No dejamos de confiar en
el país ni en el ejército ni en el sionismo! ¡Nada
ha cambiado! Que sea Su
voluntad que lo veamos con nuestros propios ojos.
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