Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Kdoshim     26 de Nisan 5774     No 965

El mecanismo secreto
Rav Eran Tamir

La naturaleza del mundo es que el proceso de desarrollo de la persona – pasando de bebé hasta llegar a la adultez – es paralelo al desarrollo de Am Israel (el Pueblo de Israel) en las etapas de la gueulá (Redención), es un pasaje de la fase de “supervivencia” a la fase de “esencia”. En otras palabras, es un pasaje de la ocupación casi absoluta en los campos existenciales como seguridad y economía a la aclaración y descubrimiento de los valores e ideales Divinos espirituales que son la base y la meta de la gueulá material.
Pero, ¿cómo ocurrirá eso? ¿Qué fenómenos caracterizarán ese pasaje? ¿Cómo podremos identificar la nueva etapa? El Rav Kuk trata mucho esos temas y preguntas. Esta vez, hablaremos del punto álgido de ese tema.
Explica el Rav Kuk (Maamarei HaReaya, pág. 29) que “cuanto más se va basando el mundo y el espíritu del hombre se desarrolla en él, vemos que la vida pasa de la fase instintiva a la fase de conciencia”. Cuanto más se desarrolla la vida en la persona particular y también en la humanidad en general, es notorio que la actividad humana pasa de una orientación basada en las leyes naturales sin intervención de una conciencia racional ni libre albedrío, a una orientación racional producto de la elección. Por ejemplo: En el pequeño bebé está acuñada la capacidad de comer, de mamar, hasta el saciado. Cuando él se sacia, aparta su cabeza y se duerme – y comerás, y te saciarás, y te dormirás… Pero ese bebé – que es cada uno de nosotros – cuando madure llegará a una situación en la que su conciencia y su raciocinio dirigirán su vida, y entonces comerá basado en su entendimiento, su conciencia y su libre albedrío.
Pero es una buena pregunta, ¿para qué necesita la persona adulta su raciocinio, de momento que el instinto se encuentra en él en forma natural, y a primera vista su vida puede ser dirigida por él? Es más, como personas adultas no actuamos según nuestros instintos. ¿A dónde, cuándo y cómo desaparece nuestro instinto? Continúa el Rav Kuk y explica: El mecanismo secreto Divino para hacer crecer a la persona funciona así: Cuando D’s entiende que la persona ya es capaz de dirigir su vida basada en su comprensión, su identificación con las metas y su elección – que son las virtudes del hombre – a pesar que no vive en la práctica de esa forma, entonces D’s debilita, limita y a veces incluso anula el instinto, para que el conocimiento complete el lugar vacío que dejó el instinto y se eleve, basándose en la necesidad, “no hay más remedio”. Pero justamente de momento que hay un gran potencial en la persona en ese momento, puede llegar a caer en una crisis muy grande, porque si cuando los instintos son debilitados no llegará todavía el conocimiento a suplir su carencia, la persona se encontrará en una situación muy difícil, en la que el instinto se perdió, pero aún no ha llegado al entendimiento racional, y puede llegar a caer en un profundo precipicio…
D’s no espera que completemos en la práctica nuestro conocimiento y entonces Él debilitará el instinto, porque si así fuera todavía estaría esperando, porque el instinto es más seguro, más estable y cómodo, y nos “trancaríamos” en él sin revelar el nivel humano racional y de elección elevados. Por ello, a pesar nuestro, crecemos. Es como la etapa de la adolescencia: La crisis y la destrucción a la par de la edificación y el desarrollo se encuentran uno al lado del otro, cuando los separa sólo un pelo, y no sabemos lo qué hacer.
La persona tiene muchos instintos, pero el instinto más fuerte es el instinto de la supervivencia – el instinto de la vida, de la existencia, ya sea en la persona como particular o en el pueblo, el público. Y por ello cuando llegue la capacidad de entendimiento y conocimiento de la esencia de la vida y su sentido, el instinto de la supervivencia se debilitará, y si el conocimiento racional no completará en la práctica ese debilitamiento, las crisis serán terribles. Como dice el Rav Kuk: “La ley del deseo de la existencia y su cuidado reina en forma obligatoria en la tendencia natural de todo ser viviente sobre la faz de la tierra… en vez del raciocinio que juzga, que discierne el valor de la existencia no como algo natural [instintivo] sino que según el razonamiento, enseguida cuando el raciocinio comienza a desarrollarse incluso un poco, y todavía no alcanza para resolver y guiar en la práctica la vida en toda su firmeza, la impresión negativa de la situación anterior ya es puesta en evidencia, y eso también es bueno… para que la nueva elevada situación desde el punto de vista de la conciencia, se apresure por completarlo y se base en vez de la situación anterior, antes que esa impresión negativa no llegue a un profundo nivel…”.
Y hablando de nuestro tema, el proceso de nuestra gueulá en su aspecto superficial práctico, comenzó como un proceso impulsado por el instinto de supervivencia nacional como pueblo, y por ello el “refugio seguro”, “solución Uganda” y “ser un pueblo libre en nuestra tierra” son sólo parte de las expresiones de ese instinto nacional, que es la fuerza natural que impulsó el proceso Sionista [en forma superficial y práctica, por supuesto, como hemos dicho]. Y sobre todo luego del espantoso Holocausto, cuando el Estado de Israel era la solución de supervivencia material para evitar otro holocausto, D’s no lo permita.
Pero la vida continúa y se desarrolla, como hemos dicho, de instinto a conciencia, y por ello ha llegado la etapa en la que ya estamos maduros y preparados para la profunda conciencia esencial de qué es el Estado de Israel realmente. El Sionismo Laico en su vestidura primaria no alcanza, y por ello debe surgir lentamente el mecanismo Divino, y comienzan las grietas en los instintos nacionales en cuanto a diferentes temas, como aliá (inmigración a Israel), honor nacional, enrolamiento en el ejército, consentimiento a sacrificarse siendo emisarios públicos auténticos, basados en la humildad y el vigor moral, etc. Pero justamente ese debilitamiento que es definido por muchos como “Post-Sionismo” es la demostración que avanzamos en el proceso de nuestra gueulá, ya que ahora somos capaces de aclarar y estudiar en forma más profunda qué es Sionismo realmente, qué es el Estado de Israel realmente, y qué es realmente nuestra gueulá. Ese es nuestro papel en este momento, y con la ayuda de D’s profundizaremos, aclararemos, haremos y tendremos éxito.

Cuántas cosas buenas hay en el ejército
Rav Shlomó Aviner

El ideal es “y convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces, ninguna nación levantará espada contra otra nación, ni aprenderán más la guerra” (Ishaya 2:4). Pero hasta ese entonces, la voluntad de D’s es que hayan guerras en nuestro país y en el mundo. Y si esa es la voluntad de D’s, “Señor de las batallas, siembra la justicia, trae aparejada la salvación”, entonces hay en ello también una bendición. Es cierto que con sufrimiento, pero a fin de cuentas bendición para todos – para los jaredim (ultra-ortodoxos), los religiosos y los jilonim (seculares). “El Eterno es bueno para todos, y Su benevolencia para con todas Sus obras” (Tehilim 145:9). Y en efecto, hay varias cosas buenas en el ejército:
1. Mitzva de salvación: Es una gran mitzva salvar a alguien que está en peligro. “No te quedarás quieto frente a la sangre de tu prójimo” (Vaikra 19:16. Sanhedrin 73A. Ramba”m, Hiljot Rotzeaj UShmirat Nefesh cap. 1). Y también arriesgarse cuando se trata de un peligro que no es seguro (Hagaot Maimoniot y Kesef Mishne allí, citando el Talmud Ierushalmi). Y por supuesto tratándose de Clal Israel (la totalidad genérica del Pueblo de Israel).
2. Protección de la tierra: La mitzva del asentamiento de Eretz Israel (la Tierra de Israel) es equivalente a toda la Torá, y fuimos ordenados poseer la tierra y no abandonarla en manos de otra nación (Ramba”n, mandamiento positivo cuarto en los agregados al Sefer HaMitvot del Ramba”m).
3. Santificación del Nombre de D’s: “Y seré santificado entre los Hijos de Israel” (Vaikra 22:32). Cuando los gentiles nos golpean y nos hieren – esa es una profanación del Nombre de D’s, ya que somos el Pueblo de D’s. Pero cuando nosotros nos protegemos, y les devolvemos los golpes el doble – esa es una santificación del Nombre de D’s (véase Iejezkel 28).
4. Kdushá (santidad): El cumplimiento de una mitzva nos santifica, como formularon nuestros sabios en la bendición antes del cumplimiento de alguna mitzva: “Que nos santificó con Sus mitzvot”. Por supuesto, no todo el que cumple una mitzva se transforma en una persona kdoshá como lo define el libro Mesilat Iesharim, pero toda mitzva agrega kdushá. Por supuesto que sí tratándose de una mitzva triple tan grande, como la salvación del pueblo, la tierra y la santificación del Nombre de D’s. Lamentablemente, muchos de los periodistas y los activistas jaredim mienten – y no por equivocación, no menos que los periodistas y activistas de otros sectores de la sociedad - y dicen que los jilonim quieren enrolar a los jaredim para convertirlos en seculares. Esa es una terrible mentira, que no tiene sentido ni siquiera discutirla, para no darle ninguna importancia.
Lamentablemente cada gran talmid jajam (erudito del estudio de la Torá) de Am Israel (el Pueblo de Israel) tiene un Gueijazi o incluso varios Gueijazies [Gueijazi era el nombre del sirviente del profeta Elisha. En un principio pareció ser una persona noble, pero finalmente fue puesto en claro que se trata de una persona corrupta, el profeta Elisha lo maldijo y lo expulsó. N. del T.]. Cada sector jaredi sostiene que los grandes talmidei jajamim del sector contrario tiene Gueijazies que lo confunden, y también confunden a gran parte del público incauto. Ellos les mienten a los grandes talmidei jajamim, y al mismo tiempo les mienten al público en nombre de los grandes talmidei jajamim, provocan y producen distanciamiento – como lo hacen gran parte de los periodistas y los activistas en la nación.
En el Naja”l Jaredi y en el Shaja”r (marcos de servicio militar para jaredim) no hay muchachas y la comida es kasher según las más estrictas normas – algo que en su vida particular parte de los que se enrolan no cumplen al detalle. Pero Tzaha”l (el Ejercito de Defensa de Israel) hace todo lo que puede para facilitarle a los jaredim, y cumple con sus promesas, incluso sin un contrato firmado.
5. Fortalecimiento en la Torá: Por el contrario, en el ejército se fortalecen en la Torá. Es cierto que hay quienes se debilitan en el ejército, pero eso es por su baja situación antes de llegar allí. Por el contrario, la mayoría de los que se debilitaron antes se fortalecieron en el Naja”l Jaredi. Lamentablemente las ieshivot para fortalecer a los que se debilitan casi no logran su objetivo. No así el Naja”l Jaredi, y lo correcto sería cerrar todas esas ieshivot y enviar a los alumnos al Naja”l Jaredi. Y gracias a D’s la actitud frente al Naja”l Jaredi dentro del público jaredi va mejorando.
6. Buenas virtudes: Responsabilidad, seriedad, ayuda mutua, determinación, persistencia. En resumen, ser persona. Cuanto más combatiente es la unidad, edifica más la personalidad de sus luchadores. Es lo que hemos dicho, como toda mitzva, también el ejército es una bendición para el soldado. O en otras palabras: Ejército no es sólo una obligación, es también un mérito. El corazón se entristece cuando vemos cuánto salen perdiendo los jaredim que no se enrolan. Por supuesto que la Torá es nuestra vida, pero también las buenas virtudes lo son.
7. Estudio de la Torá por si misma: Hay que estudiar la Torá por la Torá en sí, y no hacerse como que se estudia la Torá para “escabullirse” del ejército. “Está prohibido obtener algún provecho de la Torá en este mundo. Dijeron nuestros sabios: Todo el que recibe algún provecho de la Torá, quita su vida del mundo. También dijeron: No la hagan una diadema para honrarse con ella, ni un pico para escavar” (Ramba”m, Hiljot Talmud Torá 3:10). Y ya dijo el Gaón (genio del estudio de la Torá), el Rav Avramski que el que no estudia Torá
y no se enrola en el ejército es considerado “persecutor”, es decir, persigue a los otros que estudian realmente.
8. Estudio de una profesión: En el Naja”l Jaredi se estudia una profesión en el tercer año, y durante toda la duración del marco en el Shaja”r. Y de esa forma el ejército también salva de la pobreza. La pobreza es algo espantoso, que provoca el deterioro religioso y moral de la persona. Es un grave peligro, que no es posible evitar con supercherías ni talismanes. La pobreza le hace perder la cordura a la persona, y la hace trasgredir la voluntad de D’s. Lo que la cabeza no hace, ni siquiera del que estudió Torá, lo hará la necesidad. Pero qué bueno es que el estudio de la profesión se haga en forma planificada y organizada, dentro del marco del ejército.
9 Agradecimiento: Hay que ser agradecido para con los soldados. Ser mal agradecido es muy malo. Véase Jovat HaLevavot. Hay que bendecirlos, hay que recordar sus caídos, y hay que enrolarse en el ejército. Y no digas: “De todas formas hay demasiados soldados y desocupación disfrazada, por lo tanto yo estoy de más”. Es una mentira. No hay desocupación, salvo la “desocupación funcional” de todo gran sistema. Faltan soldados que tomen sobre sus hombros el peso de la seguridad. Por ello, es moral que todos se adhieran.
10 Amor por todo Am Israel: En el ejército se conocen unos a los otros, y aprenden a valorar los unos a los otros. De lo contrario, corremos peligro que seamos como dos pueblos totalmente ajenos, cuando cada sector piensa que los otros tienen cuernos. En el ejército se conocerán, los jaredim verán las buenas cualidades de los jilonim, sus ideales y valores, y abandonarán la difamación sistemática que genera una profanación del Nombre de D’s y reacciones negativas. Es un error pensar que el fortalecimiento de la Torá llegará a través de la difamación de los jilonim. Dijo Rabí Israel de Salant: “Si quieres estar en lo alto, no caves una fosa a tu prójimo, sino que edifícate un monte”. Y también los jilonim verán que el jaredi es una persona buena y valiosa, es una base natural y sana para la nación, ya que a fin de cuentas todos tienen que ser jaredim [jaredi, en hebreo, es temeroso de D’s. N. del T.]. De esa forma cesará el enajenamiento recíproco, y la mentira recíproca. Se repite la misma mentira muchas veces, hasta que se transforma en “verdad”. Por supuesto que en cada sector hay también personas anormales, pero son una minoría infinitésima.
Ocurrió una vez que un estanciero que se emborrachó en la taberna apostó con otro estanciero que la próxima semana cada uno traerá su oso y harán una lucha con apuestas. Cuando volvió a su estancia y recobró su sobriedad se acordó que no tiene ningún oso. Le llamó al judío y le encomendó ir al mercado y comprar una piel de oso para disfrazarse, y él será el oso que luchará. El judío suplicó que se trata de una condena a muerte, pero el estanciero no cedió y lo amenazó con expulsarlo a él y su familia si no lo hace. En el día convenido el judío vestido con la piel de oso se paró temblando de miedo frente al terrible oso del otro estanciero, congelado en su lugar, pero el público de apostadores lo empujó en dirección al otro oso. Entendió que ha llegado su último momento, y gritó: “Escucha Israel, el Eterno es nuestro Señor…”. Y el otro oso completó la frase: “El Eterno es uno”.
Nadie es un oso, todos somos queridos, “y quién como Tu pueblo Israel, un pueblo en la tierra”.

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