Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Parashat Ajarei Mot
12 de Nisan 5774 Shabat
HaGadol No
964
Rav Jagai
Londin
Primera copa - “y os sacaré de debajo de las cargas de los
egipcios”:
La primera copa es también la copa del Kidush: Hasta esa
noche
toda la humanidad se encontraba sin kdushá (santidad) a
primera vista,
toda ella bajo “las cargas de los egipcios”. Tal parecía que el
destino del
hombre será vivir con sufrimiento y esclavitud. Es decir, en
contraste con la
situación sencilla del mundo mineral, vegetal y animal cuyo
sustento le es
provisto en forma natural sin un esfuerzo especial – la persona
necesita trabajar
duro para procurarse sus necesidades. El género humano se ve
obligado a
adaptarse a la situación natural, en vez de lo contrario. En
Segunda copa - “y os libertaré de
la servidumbre”:
La segunda copa la bebemos cuando terminamos el relato de
Tercera copa - “y os redimiré con brazo extendido y con grandes
juicios”:
Luego de haber comido, con la tercera copa bendecimos Birkat HaMazon:
Luego de habernos liberado de las limitaciones de la naturaleza (“y os
sacaré”)
y habernos liberado de los elementos ajenos (“y os libertaré”) –
nace una
nación que redime el aspecto material grosero. Am Israel
fue redimido de
Egipto “con brazo extendido y con grandes juicios”, de forma que se
encuentra
por encima de las leyes de la naturaleza. Las naciones del mundo forman
su
identidad nacional lentamente, en base a las necesidades existenciales
de la
vida como economía y seguridad. El nacimiento de Am Israel
en contraste
es como
Cuarta copa - “y os tomaré por pueblo Mío, y Yo
seré vuestro D’s”:
La cuarta copa se bebe recitando el Halel: Luego de los tres
niveles de liberación de la esclavitud llegamos a la meta: “Y os
tomaré por
pueblo Mío”, una situación que en forma natural nos hace
recitar cantos de
alabanza a D’s. Fue determinado en la halajá que en un
principio no se
debe hacer ninguna interrupción comiendo o bebiendo entre la
tercera copa y la
cuarta. Es decir, es aclarado que no se puede separar entre
Ahora sólo nos queda servir la quinta copa, paralela a la gueulá
futura – “y os llevaré a la tierra acerca de la cual juré
que la daría a
Avraham, Itzjak e Iaacov y os daré a vosotros en
posesión” (Shmot 6:8). La copa
que, con la ayuda de D’s, beberemos el año que viene en
Ierushalaim reconstruida
(basado en Gvurot HaShem, Mahara”l de Praga, cap. 60).
Rav
Shlomó Aviner (reimpresión)
La redención no es algo que
ocurrió una sola vez. Comenzó con el éxodo
de Egipto y prosigue a lo largo de todas las generaciones hasta la
redención
completa. En forma constante y perpetua, “los hijos de Israel salieron
con mano
alta” (Shmot 14:8). El Mahara"l de Praga explica en la
introducción al
libro “Netzaj Israel” que el potencial de la redención
futura se
encuentra ya incluido en la primera redención.
Sin embargo, existe una gran diferencia entre esas redenciones, tal
como lo explica nuestro maestro el Rav Kuk (Maamarei HaReaya pag.164). La salida de Egipto estuvo
acompañada
por la prisa, “la prisa del pueblo de Israel y de los egipcios”
(Brajot, 9) y
por sobre todo,
Éramos un grupo de esclavos dentro de Egipto, fuimos levantados
rápidamente por una mano maravillosa, y hemos sido transformados
en una gran
nación, llena de poder y de fuerza para separar a este pueblo
recién nacido del
caos y la oscuridad del entorno.
Sin embargo, acerca de la redención futura está escrito:
“Porque no
saldréis con precipitación, ni con fuga os iréis”
(Ishaya 52:12). Debemos andar
a paso lento y no escapándonos del mundo entero.
El mundo ya no es el mismo mundo corrupto y abominable de Egipto.
Tiene muchas chispas de luz. En el curso de varios miles de
años, hemos logrado
introducir en ese mundo mucho bien y bendición. Hemos logrado
resistir con gran
entrega y hemos propagado luz entre todos los pueblos. Por lo tanto, no
es un
momento para separarnos en forma absoluta y repentina. Sino más
bien, es un
momento para absorber todo lo puro de ellos, alejando al mismo tiempo
todos los
rastros de idolatría que contienen.
Debemos hacer una gran tarea de esclarecimiento entre nosotros:
¿Cuáles
son las buenas cosas que hemos absorbido durante nuestro prolongado
exilio, que
forman ya parte de nosotros? ¿|Y cuáles son las impurezas
de las que debemos
limpiarnos? Es imposible realizar esta tarea en forma apresurada.
Cuando esta tarea sea concluida, tendrá efecto en toda la
humanidad:
“Visión que tuvo Ishaya, hijo de Amos, concerniente a
Iehudá y a Ierushalaim. Y
acontecerá que en los postreros días, el monte de la casa
del Señor será
establecido como cabeza de los demás montes, y será
ensalzado sobre los
collados, y afluirán a él todas las naciones. Pues
caminarán muchos pueblos, y
dirán: ‘Venid y subamos al monte del Señor, a la casa del
D’s de Iaacov, a fin
de que Él nos enseñe en cuanto a Sus caminos, porque
también nosotros queremos
andar en Sus senderos’. Entonces saldrá
Por este sendero no es posible marchar en forma apresurada. Por lo
tanto, no debemos preocuparnos demasiado si vemos que la luz y la oscuridad coexisten en nuestra jornada.
Así decimos en
Debemos hacernos de coraje y paciencia, tal como decimos en la
plegaria de Halel: “Conservo la fe incluso cuando digo: ‘estoy
muy
afligido [aniti]’. Dije en mi premura cada hombre es falso”. Una
interpretación de la palabra “aniti” es la del Talmud
Ierushalmi:
“Esperé”. Esto nos permite la interpretación del
versículo: Si hablo a partir
de la fe, entonces estoy dispuesto a esperar mucho tiempo; pero si
exijo que se
haga todo con premura, entonces digo que todo es falso”.
Junto a la aplicación es necesario paciencia. Los problemas que
no
tienen solución ahora, con la ayuda
de
D’s, serán resueltos en un año, en dos o en varios
años.
Cuando hay fe, hay paciencia.
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