Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Parashat Bo
3 de Shvat 5774 No
950
Rav
Azriel Ariel (reimpresión)
Un pueblo de esclavos se encuentra a
punto de salir libre, luego de 210 años de terrible esclavitud.
No sólo su
cuerpo fue esclavizado por el duro trabajo: El espíritu - del
particular y de
la sociedad - también fue esclavizado por el imperio egipcio y
su cultura.
Mientras sus pies se sumergían en la arcilla, el limo y los
ladrillos, el
espíritu de nuestros antepasados se sumergía en los 49
portones de la impureza de
Egipto. Por ello, no alcanzaba con el consentimiento de Paró
(El Faraón)
de que sus cuerpos saliesen de Egipto: Hubo que esforzarse mucho por
sacar al
espíritu del confinamiento espiritual y cultural en el que se
encontraba
cautivo. Un proverbio jasídico famoso expresa con buen
gusto esa doble
salida a la libertad, diciendo: ¿Para qué llega el Meshiaj
Ben Iosef
(Redentor del linaje de Iosef)?. Para sacar a los judíos de la galut
(el
exilio). ¿Y para qué llega el Meshiaj Ben David
(Redentor del linaje de
David)?. Para sacar la galut de los judíos...
Un largo "curso" le es
impartido a Am Israel (el Pueblo de Israel) en el proceso de la
salida
de Egipto. De esa forma podemos entender por qué era tan
importante endurecer
el corazón de Paró y hacer recaer sobre él
diez plagas, antes de la
salida de Am Israel de Egipto. El judío humillado, que
asimiló su
situación de inferioridad frente al opresor egipcio,
tenía que ver una y otra
vez a su amo siendo vencido frente a sus ojos por el D's de Israel,
hasta el
punto que "y vio Am Israel a los egipcios muertos sobre la
orilla
del mar" (Shmot 14:30). Y eso se lo contará al hijo simple que
le nacerá:
"Con fuerte mano el Eterno nos sacó de Egipto, de la casa de
servidumbre" (Shmot 13:14). Pero no alcanza con eso. Una
revolución
espiritual no puede lograrse sólo desde "afuera", mirando en
forma
pasiva lo que le ocurre a los demás. La revolución de
la libertad debe
llegar a través de las acciones de los hijos de Israel mismos.
La primer mitzva que fueron
ordenados los miembros de Am Israel - es el calendario
judío. El
ciclo anual es el que modela la identidad de cada persona y de cada
pueblo.
Cesar de utilizar el calendario egipcio, y adoptar el calendario
nacional
auténtico - es capaz de expresar profundamente la salida del
pueblo a la
libertad eterna. La cuenta de los años comenzará de
nuevo, a partir de la
salida de Egipto, y no del reinado de Paró. Los
años de esclavitud
anteriores serán sólo prehistoria, carentes de
significado para la nueva
identidad. Los meses serán enumerados de una nueva forma, y los
nombres de los
meses les serán dados en base al mes de la libertad, que "os
será el
primero de los meses del año" (Shmot 12:2).
Luego, será anunciada la rebelión
religiosa. Cada familia de Am Israel tomará el
ídolo del esclavizador
- el cordero - y lo atará por cuatro días a la pata de su
cama. Y luego - lo
degollará, y mojará con su sangre el dintel y las jambas
de la puerta. No lo
hará en secreto, sino que a los ojos de todos. No en la
oscuridad de la noche,
sino que a la luz del día. Y a la par de Su pueblo, dirá
D's: "Y sobre
todos los dioses de Egipto ejecutaré juicios, Yo soy el Eterno"
(Shmot
12:12).
La libertad no es sólo "dejar
de hacer", no es sólo liberarse del yugo del opresor: La
libertad exige
que sea consolidada una identidad propia autónoma. Esa
identidad
nacional no se obtiene sólo a través de las acciones y
los pensamientos, sino
que también a través de la boca. Cada pueblo - tiene su
comida nacional típica.
Y aquí, D's nos ordena el "menú de la libertad": El
sacrificio de Pesaj,
que debe ser comido "asado al fuego" (quizás esa es la
razón - en
forma inconsciente - por la cual se acostumbra a comer carne asada en Iom
HaAtzmaut), acompañado de matzá (pan
ácimo) y maror (hierbas
amargas). Y más tarde, en el desierto, comenzará la
disputa entre el "pan
celestial" - el man - y la olla de la carne de Egipto, o los
pescados, los cohombros, los melones, los puerros, las cebollas y los
ajos
(Bamidvar 11:5). Hasta hoy en día, incluso en los lugares
más alejados de la identidad
judía, es cuidado cierto recuerdo de ella bajo la forma de las
comidas típicas
festivas: Kneidalaj de Pesaj, Oznei Aman de Purim,
o las Sufganiot de Januca.
Pero no se puede basar la identidad
propia en la comida. Justamente en ese momento en que "la matzá y el maror se
encuentran frente
a ti" (Hagadá de Pesaj) -
cuando la vista y el gusto se encuentran
en su máxima actividad - cada miembro de Am
Israel debe contar a
sus hijos el relato que ellos expresan, el relato de la salida de
Egipto.
"Y en aquel día contarás a tu hijo, diciendo; es a causa
de lo que hizo
conmigo el Eterno cuando salí de Egipto" (Shmot 13:8). El relato
de la
salida de Egipto es mucho más que el relato de la bondad y los
milagros que D's
nos hizo. Ese es el relato de la creación del pueblo como
Pueblo de D's,
como un pueblo que
Con la
salida de Egipto fueron entregadas otras mitzvot,
que
profundizan la conciencia de la libertad y la identidad propia. Brit Milá (circuncisión) - como el sello de la
libertad en el
cuerpo del judío, y los Tfilin (filactelias) -
que
nos recuerdan los principios básicos de la fe y el relato de la
salida de
Egipto - que imprimen el sello de la libertad en su espíritu.
El camino
a la libertad es largo, y muy complejo. Debe abarcar todos los campos
de la
vida, y todos los aspectos de la psicología individual y
nacional. Ella exige
un cambio envolvente y genérico, en el calendario, en la comida
y en la salida
de un lugar determinado, también en la economía y en la
lengua, y sobre todo -
en la conciencia, que su principal consolidación llegará
al cabo de cincuenta
días, el día en que será entregada
¿Y quién
sabe, quizás todos los eventos de nuestros días tienen
como objetivo volver a
plantearnos la exigencia de "sacar la galut de
los
judíos"?...
Midreshet
Majón Orá
Centro de estudios
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¿Qué
será de nuestro público?
Rav
Shlomó
Aviner
Esa es una buena pregunta: ¿Qué
será de nuestro público?
Pero hay una pregunta que la antecede: ¿Cuál es la
definición de
“nuestro público”?
Y otra pregunta que antecede a ambas: ¡¿Quién dice
que es correcto que
haya “nuestro público” y otros públicos distintos?! Busca
en toda la Torá,
la Torá escrita y la Torá oral, y no
encontrarás que D’s distinguió
dentro de la nación grupos o corrientes, fracciones ni
segmentos, sectas o
públicos. Am Israel (el Pueblo de Israel) es un
solo pueblo.
Por supuesto que hay diferencias entre las personas. Hay quienes se
esfuerzan más en el cumplimiento de ciertas mitzvot, y
hay quienes se
esfuerzan en el cumplimiento de otras mitzvot. Hay quienes
cumplen todas
las mitzvot, y hay quienes no cumplen todas las mitzvot.
Por
supuesto que existe una diferenciación personal - pero no
encontramos que eso
justifique la división en públicos, grupos o fracciones.
Lamentablemente, eso ocurrió en la práctica en la
época del Segundo Beit
HaMikdash (El Templo) – por el odio gratuito. Hay un odio que no es
gratuito: Por ejemplo, una persona hirió a otra o le produjo
algún daño – por
ello, su compañero lo odia. No es el tema ahora si está
permitido odiarlo por
ello, o quizás hay alguna otra solución, pero no se trata
de un odio gratuito.
Odio gratuito es el odio a una persona porque no se me parece, y no es
parte de “mi grupo”. En mi grupo se encuentra toda la verdad y toda la
justicia
y toda la rectitud - y en el grupo contrario toda la maldad y todos los
defectos. Y como dijo el filósofo Kant, es muy peligroso decir:
¡Nosotros!,
porque de esa forma también estamos diciendo: ¡Ellos!
En efecto, no sólo que está prohibido sino que
también es peligroso. El
que hace divisiones en la nación se desentiende de algo muy
severo, que no nos
podemos permitir el lujo en nuestros días: Tenemos 300 millones
de enemigos por
fuera, y otros millones por dentro, y otro millar de cristianos y
millar de
musulmanes que los ayudan. En nuestra situación, debemos
permanecer unidos.
Estar divididos es una tontería y un peligro de suicidio. Como
dijo
Binyamin Franklin en la guerra de la independencia de los americanos
contra los
británicos: Debemos depender los unos de los otros, porque de lo
contrario
estaremos colgados los unos por encima de los otros…
Y no sólo es peligroso, sino que tampoco es cierto, es una
división
imaginaria. Esa división en grupos no existe en la realidad, es
una
alucinación. Por ejemplo, un grupo es apodado “nacionalista
religioso”. Pero el
Rav Kuk nunca utilizó ese término, ni tampoco nuestro
Rav, el Rav Tzvi Iehudá
Kuk. Por el contrario, el Rav Kuk comienza su libro “Orot” (al
final de
Orot HaTjia) diciendo que la división entre religiosos y
nacionalistas es
imaginaria.
Entonces, en base a ello, ¿quién es “nuestro grupo”?
¡Nuestro grupo es Am
Israel! Los ingleses o los franceses no son nuestro grupo. Nuestro
grupo es
Am Israel.
Hay que acostumbrarse a ello: ¡Am Israel tiene muchos
matices,
pero siempre es Am Israel!
“Y quién como Tu pueblo Israel, un pueblo en la tierra”.
Departamento
ibero-americano
Majón Meir
abrió sus
puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y
portugués, y te invita
a tener esta experiencia única de estudiar Torá en
su ambiente tan
especial en la ciudad de Ierushalaim.
El
programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está
destinado para jóvenes
de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad
judía por medio
del estudio de
Para más
información los
invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del
Departamento ibero-americano
Rav Rafael
Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail: machon.espanol@gmail.com,
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