Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Vaieshev     20 de Kislev 5774     No 944

Busco a mis hermanos
Rav Azriel Ariel
(reimpresión)

Una de las desgracias que acompañan a Am Israel (el Pueblo de Israel) a lo largo de toda la historia, es el pecado del odio entre hermanos – comenzando por el episodio de la venta de Iosef, continuando con la separación del reinado en la época del rey Ierovam, más tarde con Sinat Jinam (odio gratuito) y guerras fratricidas que destruyeron el segundo Beit HaMikdash (El Templo), y hasta nuestros días (y es curioso que la mayoría de esos incidentes ocurren justamente en el Norte del Shomrón…).
Nuestro Rav Bejaiei en su comentario – utilizando términos cortantes – hace recaer parte de la responsabilidad de la tragedia de la venta sobre Iosef mismo. Y así escribe (en su comentario a Bereshit 37:31, 38:1): “Y el pecado de ellos – como fue dicho explícitamente respecto a los Diez Ejecutados - es que fueron los que ocasionaron la venta de Iosef. Y tratándose de grandes personas como ellas se merecen semejante castigo… y la razón por la que fueron ejecutados diez grandes sabios - mientras que los que vendieron a Iosef fueron sólo nueve, ya que Reuven no estaba de acuerdo – es que también Iosef pecó, porque el pecado de los hermanos fue motivado por su conducta, cuando se enseñoreó sobre sus hermanos, que se merecían más respeto y eran mayores que él…”.
Es sabida la diferencia entre “culpable” y “responsable”. El “culpable”, es el que cometió una acción prohibida y provocó un daño. Pero al lado del “culpable”, puede encontrarse también un “responsable”: El “responsable” no hizo nada prohibido, pero de momento que tiene libre albedrío podría haber hecho algo para cambiar el rumbo de los acontecimientos. No podrá culparse a sí mismo por haber cometido algún pecado, y a veces ni siquiera es consciente en el momento de los acontecimientos que él puede cambiar las cosas si así lo decide, pero cuando él toma responsabilidad de sus actos, puede aprender algo de ello e influir por lo menos en el futuro: “Si tú crees que se puede dañar, cree también que se puede corregir”. Y nosotros, intentaremos estudiar ese episodio desde ese punto de vista: La responsabilidad de Iosef de la degradación de las relaciones familiares.
“Iosef, siendo de edad de diecisiete años, apacentaba el ganado con sus hermanos” (Bereshit 37:2). No está escrito “im ejav” (junto a sus hermanos, en hebreo) – un término que expresa unión e identificación con ellos, sino que “et ejav” (con sus hermanos, en hebreo): Se encuentran cercanos físicamente, pero no hay una cercanía afectiva. “Y era un muchacho, con los hijos de Bilhá y con los hijos de Zilpá, mujeres de su padre” (Bereshit 37:2): En contraste con los hijos de Lea – que alejaban a los hijos de las sirvientas – él los acercaba. Le dolían las “diferencias sociales” dentro de la familia. Mientras que los hijos de Lea veían a Bilhá y Zilpá como “sirvientas”, para él son “mujeres de su padre”. Pero su actitud no fue bien recibida: Para con los hijos de las sirvientas, se trataba solamente de una relación práctica (nuevamente, la expresión “con”), que no acarreó un vínculo afectivo profundo (que sería expresado como “junto”). Y para con los hijos de Lea, su actitud era interpretada como una crítica a ellos. Tanto estos como aquellos pensaron que era un vanidoso.
La sensibilidad moral de Iosef lo incitó a criticar a sus hermanos en oídos de su padre, e interpretar para mal su conducta, “y llevó Iosef noticia de la mala conducta de ellos a su padre” (Bereshit 37:2). Y de esa forma la brecha dentro de la familia se ensanchó.
Iaacov supo valorar las virtudes excepcionales de Iosef, y lo amó más que todos los demás. Los hermanos – que todavía lo veían como un hermano más, “viendo, pues, sus hermanos... lo amaba más que a todos los hermanos...” (Bereshit 37:4) - comenzaron a tomar una actitud más negativa, hasta tal punto que todos los intentos de Iosef de acercarse a ellos se toparon con un recelo creciente: “Y no podían hablarle pacíficamente” (Bereshit 37:4).
Así explica el Rav Shimshón Refael Hirsh: “No podían soportar cuando les hablaba amistosamente. Cuando hay amistad, no hay enfados. Pero cuando hay tensión todo provoca enfado, y se interpreta para mal justamente actitudes amistosas”.
Iosef no renuncia a la hermandad, e intenta otro medio. Cuando tiene el primer sueño, se apresura a contárselo a sus hermanos: Por su parte, era una expresión de un vínculo íntimo que existe sólo entre hermanos cercanos. Pero en la atmósfera de recelo que había, logró justo lo contrario incluso antes de haber detallado su sueño: “Y ellos por esto lo odiaron más todavía” (Bereshit 37:5). Iosef no desiste, y solicita su atención: “Oíd, os ruego, este sueño que he soñado” (Bereshit 47:6). Y en efecto, el contenido del sueño comienza con cooperación y unión entre los hermanos: “He aquí, que estábamos atando gavillas en medio del campo” (Bereshit 37:7). Y así lo explica el Rav Shimshón Refael Hirsh: “En el sueño, no estábamos tan distanciados, nos encontrábamos unidos trabajando... yo también estaba dispuesto a aportar mi pequeña gavilla a la montaña de todos. Pero lo que ocurrió después - dice Iosef a sus hermanos – no fue porque yo quise que así sea, sino que esa es la realidad: La realidad me llama a dirigir y liderar, a pesar que si fuese por mí, estaría dispuesto a renunciar a ello con alegría. Pero mi gavilla se levantó derecha, se negó a ser agregada a la montaña. Y como si ello fuese poco, también sus gavillas se acercaron a ella, y parándose alrededor se le arrodillaron”.
Los hermanos interpretan todo el cuento según su forma de pensar: “¿Reinarás tú sobre nosotros?. ¡¿O te enseñorearás tú de nosotros?!” (Bereshit 37:8). La gavilla que se para derecha es para ellos una muda expresión de enseñoreo y un deseo amenazador: Algo que se dice al principio sin palabras, y finalmente provocará violencia. Y en consecuencia – “y lo aborrecieron todavía más, a causa de sus sueños y sus palabras” (Bereshit 37:8).
Más adelante en el relato, Iosef clama: “¡Yo busco a mis hermanos!” (Bereshit 37:16). Pero los hermanos ya no le esperaron: “Se han ido de aquí” (Bereshit 37:17) – “han abandonado la hermandad” (Rashi). En esa situación, todos los intentos de acercamiento y todas las expresiones de hermandad de Iosef sólo fueron interpretados como un engaño: “Conspiraron contra él para hacerle morir” (Bereshit 37:18).
La primera fase del remedio llegará en las Parashot Miketz y Vaigash. La Segunda fase – con la espantosa muerte de los Diez Ejecutados. Y la última fase – en nuestra generación, como dijo el Rav Kuk: “Y si fuimos destruidos - y todo el mundo junto con nosotros - por el pecado de Sinat Jinam, volveremos a reconstruirnos - y todo el mundo será reconstruido - por mérito de Ahavat Jinam (amor gratuito)” (Orot HaKodesh Guimel, Pág. 324). 

Midreshet Majón Orá

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Estamos vinculados con el D’s de Israel
Rav Ioram Eliahu

Ya en el segundo versículo insinuó la Torá el proceso mundial que ocurrirá a lo largo de la historia, como dice el Midrash respecto al versículo “y la tierra era confusión y vacío, y la oscuridad se cernía sobre el abismo” (Bereshit 1:2). “‘Y la tierra era confusión’ – ese es el reinado de Babilonia… ‘vacío’ – ese es el reinado de los madeos… ‘y la oscuridad’ – ese es el reinado Griego, que oscureció los ojos de Am Israel (el Pueblo de Israel) con sus decretos, que les decían escriban sobre el cuerno del toro que no están vinculados con el D’s de Israel. ‘Sobre el abismo’ – ese es el reinado de Edom… ‘Y el aliento Divino surcaba’ – ese es el aliento del Meshiaj (Redentor)” (Bereshit Rabah 2:5, citando a Reish Lakish). Nos enseña la Torá que hay un programa Divino, cuando Am Israel tendrá que enfrentar los cuatro reinados. Ese camino no será sencillo, pero finalmente llegará el reinado del Meshiaj y la Gueulá (Redención) plena.
El Mahara”l en su libro “Ner Mitzva” relativo a Januca profundiza en la esencia de esos reinados, y explica que en realidad el mundo debería ser creado todo él para la gloria de D’s. Pero de momento que fue creado eso en sí implica que tiene carencias, y esas carencias exigen que gobiernen en él esos 4 reinados, cuando a veces tal parece que anulasen la unidad de D’s en el mundo, ya que la principal gloria de D’s es que es uno en el mundo y no hay nada aparte de Él. Para ese papel fue creado Am Israel, que son uno y atestiguan que D’s es uno, como dice el versículo “pueblo que Me creé para que cante Mis alabanzas” (Ishaya 43:21), y venciendo los otros reinados y haciéndolos desaparecer, será D’s rey sobre toda la tierra y Su nombre será uno.
De modo que todo lo que pasa en el mundo en nuestro largo proceso histórico, tiene una meta. Todo está orientado al acercamiento del reinado del Meshiaj.
Nos encontramos en los Días del Meshiaj, y el conocimiento que nos encontramos en un proceso que tiene una meta, que tiene principio y fin, nos da fuerzas y paciencia para hacerle frente a todas las dificultades y actuar con D’s para hacer aparecer ese reinado pronto.
Explica también el Mahara”l en su libro “Ner Mitzva” que los griegos “quisieron anular de Am Israel su nivel Divino, e insinuaron diciendo ‘escriban sobre el cuerno del toro’ el Pecado del Becerro de Oro. A su entender, semejante terrible pecado demuestra que no tienen un vínculo fijo con el D’s de Israel, D’s no lo permita. Pero en realidad el pecado en Am Israel no es parte de su esencia, y su nivel Divino es esencial para ellos, porque emana de D’s, bendito sea, y algo que es parte de la esencia no puede ser olvidado o anulado”.
El autor del libro “Netivot Shalom” aprende de ello que el Midrash recalca justamente ese punto  - es decir, anulación del vínculo con el D’s de Israel – que “lo principal en Am Israel es que tienen un vínculo fijo con el D’s de Israel”, y eso es “la principal labor del judío y su meta, que tenga un vínculo con el D’s de Israel. Todas las 613 mitzvot son consejos para ‘y a Él se apegarán’ (Dvarim 13:5), es decir, que ustedes estén apegados al D’s de Israel, cada judío está vinculado con el D’s de Israel en todos sus asuntos y en todo lo que hace”. “Y los griegos, con la sabiduría griega que tenían, sabían eso, que lo principal para Israel es ese vínculo con el D’s de Israel, y ese es el punto de apoyo del judío, que no importa lo que es o incluso si pecó, esta vinculado con el D’s de Israel”. Y eso intentaron los griegos desarraigar, “porque sabían que cuando Am Israel está vinculado a D’s, bendito sea, y Él se vincula con ellos siendo llamado el Eterno, D’s de Israel, entonces ninguna nación puede gobernar sobre ellos”, y por ello “de momento que los griegos vieron eso como lo principal, debemos aprender que lo más importante para nosotros es que tenemos parte en el D’s de Israel”.
Y así nos enseñó el Rav Kuk, que esa pequeña vasija de aceite que quedó pura, sellada con el sello del Cohen Gadol (Sumo Sacerdote) insinúa que “esa pequeña vasija… los griegos no lograron impurificar, arrancar de Clal Israel (la totalidad genérica del Pueblo de Israel) su profunda vinculación interna con el D’s de Israel, eso no podían desbaratar todos los potentes enemigos, ‘muchas aguas no pueden apagar el amor, ni los ríos pueden ahogarlo’ (Shir HaShirim 8:7)” (Ein Aya, Shabat Alef 69).
Esas son las luces de Januca que alumbran dentro nuestro todos los años, y nos enseñan a fortalecernos en el conocimiento de dos puntos: Todo judío, no importa dónde se encuentre, tiene un vínculo con el D’s de Israel. Y de toda contienda salimos más fortalecidos y más cercanos a la aparición del rey Meshiaj, pronto, en nuestros días.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
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