Beahavá   Ubeemuná

Majón Meir
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Parashat Bahar - Bejukotai     24 de Iyar 5773     No 916

Ierushalaim del cielo y de la tierra
Rav Iaacov Filver
(reimpresión)

Una antigua leyenda cuenta: "Cuando fue destruido el Beit HaMikdash (El Templo), se reunieron los clanes de Cohanim (Sacerdotes) novicios, con las llaves de los portones del Eijal (Sacrosanctorum). Se subieron al techo del Eijal y dijeron: 'Señor del Mundo, de momento que no fuimos merecedores de ser buenos custodias, Te devolvemos las llaves'. Tiraron las llaves al cielo, salió como una mano y las recibió" (Taanit 29A). Junto con las llaves del Eijal que se elevaron al cielo, abandonó el mundo también la independencia de Am Israel (el Pueblo de Israel). Am Israel fue exiliado de su tierra, y la idea de la gueulá (Redención) fue atesorada en el cielo, hasta que llegue el momento adecuado y Am Israel renovará sus días como antaño. Así fue con la destrucción del primer Beit HaMikdash durante 70 años, y así fue nuevamente con la destrucción del segundo Beit HaMikdash, cuando salimos a la larga galut (exilio).
Ya hace casi cien años que el Pueblo Judío se debate entre galut y gueulá, entre destrucción y renacimiento:
¿Cómo terminará la galut, y cómo comenzará la gueulá? El Rav Eliahu Gutmajer ya escribió que hubo muchos que se equivocaron, y pensaron que cada uno se quedará sentado en su lugar apaciblemente, hasta que "de pronto, se abrirán los Portones de la Misericordia, y habrán grandes maravillas, en el cielo y en la tierra" – y con grandes milagros y maravillas llegará la gueulá de Am Israel. También el Rav Kalisher en su libro "Drishat Tzion" (Maamar Alef) niega esa actitud, y escribe: "La gueulá de Am Israel que esperamos, no pienses que de pronto descenderá D's del cielo a la tierra, y le dirá a Su pueblo 'váyanse!', o enviará Su Ungido del cielo, y tocará el gran Shofar (cuerno) para reunir a los exiliados, y los reunirá en Ierushalaim, y les hará una muralla de fuego, y el Beit HaMikdash de D's descenderá del cielo, como prometieron los profetas. No será así. Por supuesto que los vaticinios de los profetas se cumplirán al Fin de los Días, y nada de lo que dijeron dejará de cumplirse. Pero no marcharemos apresuradamente, ni en un solo día, sino que lentamente llegará la gueulá de Am Israel".
Tal parece que la Providencia Divina resolvió esa discusión, y dirige la gueulá de Am Israel en forma natural, no apresuradamente sino que gradualmente. Y lo que es más, no se comienza con el kodesh (lo sagrado) y después con lo secular, de lo más selecto a lo más numeroso, sino que de lo secular se eleva al kodesh, de la cantidad se llega a la calidad.
Respecto a la concepción de la gueulá - que cuando fue plasmada descendió de su nivel de grandeza y pureza  - escribió el Rav Kuk en su libro "Orot HaTshuva" (Cáp. 12, inciso 12): La razón de ese descenso es "porque cuando fue plasmada en la práctica, las personas que lo hicieron no eran dignas, y por ello oscurecieron su brillo". Pero agrega allí: "Ese descenso no es eterno, porque el bien espiritual no puede transformarse en algo malo, es sólo un descenso momentáneo". Y ese descenso momentáneo tiene por cometido volver a elevarse, porque el concepto de la gueulá en toda su grandeza sólo unos pocos elegidos podrían haberse unido a él. Y ahora que descendió hasta el suelo, se juntan alrededor de él muchas personas, que si bien no son las más selectas, su número unido a los pocos elegidos es como una corona para ella. En estos momentos, el proceso de la gueulá fue tirado al suelo, los hacendados hijos de Su pueblo profanan su santidad, pero más tarde – nos cuenta el Rav Kuk – despertarán las personas de corazón sensible y exhalarán un aliento de vida en el movimiento de renacimiento judío, y lo devolverán a la cima de su origen.
Nos encontramos hoy en día al límite - entre el renacimiento físico y el renacimiento espiritual. Es una situación que nos recuerda la "Visión de los Huesos Resecos" del profeta Iejezkel (Cáp. 37), que describe los huesos del Pueblo Judío que vuelven a reunirse y conformar un solo cuerpo: "Y observé que había nervios sobre ellos, y surgió la carne, y fueron cubiertos de piel, pero no había aliento en ellos" (Iejezkel 37:8). También nosotros somos como "tizón salvado del fuego" (Zjaria 3:2), los pocos que se salvaron y se reunieron de las cuatro puntas del mundo. Y también muchos de los reunidos en nuestros días, se puede decir respecto a ellos que "no había aliento en ellos". Y tenemos la certeza que también como en la Visión de los Huesos Resecos se cumplirá finalmente "y pondré Mi espíritu en vosotros, y viviréis y os pondré en vuestra propia tierra, y sabréis que Yo, el Eterno, he hablado y lo he cumplido, dice el Eterno" (Iejezkel 37:14). Porque así es la gueulá de Am Israel: Al principio una gueulá física, y sólo más tarde llega la gueulá espiritual. Ese orden es insinuado en dos grandes obsequios que recibimos en nuestra generación, gracias a la Providencia Divina: Primero, Iom HaAtzmaut (el Día de la Independencia), la base física de nuestra independencia que nos permite cumplir la mitzva del asentamiento de la tierra. Como fue definido por el Ramba"n (acotaciones al Sefer HaMitzvot, precepto positivo 4): "Que no la abandonemos [a la Tierra de Israel] en manos de otra nación, o desolada". Y después, fuimos merecedores de Iom Ierushalaim (el Día de la Liberación de Ierushalaim), la Ciudad del kodesh y del Beit HaMikdash, que fue unificada en ese día. Y no sólo en la redención de la tierra primero llega el turno de la redención física y después la redención espiritual, sino que también en la redención de Ierushalaim así es, como dicen en la Gmará (Taanit 5A): "Dijo D's, no entraré en Ierushalaim del Cielo, hasta que primero entre en la Ierushalaim de la Tierra". Y la Ierushalaim de la Tierra nos fue descrita por el profeta Zjaria (Cáp. 8, versículos 4-5): "Así dice el Eterno de los Ejércitos, se sentarán los ancianos y las ancianas en las plazas de Ierushalaim, cada uno con su bastón en su mano. Y las plazas de la ciudad estarán llenas de niños y niñas jugando…". 

Midreshet Majón Orá

Centro de estudios de Torá para chicas en
español y portugués.
¡¡Están todas invitadas!!
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No cualquiera es Beit Hilel
Rav Shlomó Aviner

Hay una nueva moda entre las personas que hablan en nombre de la Torá, y es mostrarse a sí mismos como representantes del camino de Beit Hilel (los discípulos de Hilel), un camino que es descrito como cómodo, no rígido, que marcha a la par de la vida, abierto, posible. Y no como Beit Shamai (los discípulos de Shamai) que son rígidos, dificultan la vida y la transforman en imposible. Hay organizaciones de estudiantes en el mundo que adoptaron ese nombre, y también organizaciones reformistas.
Hay que tener mucho cuidado, porque de esa forma se comete una ofensa triple: Se ofende a los otros talmidei jajamim (eruditos del estudio de la Torá), se ofende a Shamai y se ofende a Hilel.
1. Se ofende a los otros talmidei jajamim: Como si ellos no entendiesen, no se esforzasen todo lo posible por ayudar, como si estuviesen congelados y fuesen rígidos, en contraste con los que adoptan el nombre de Beit Hilel - que se apropian de su camino y lo monopolizan. Como es sabido, la halajá fue determinada como Beit Hilel, y por ello la inculpación colectiva insinuada para con todos los otros talmidei jajamim es como si no se comportasen según la halajá, no marchasen por el camino de la Torá, y se negasen a acatar la voz del cielo que determinó la halajá como Beit Hilel.
2. Se ofende a Shamai: Es cierto que está escrito "la persona siempre debe ser humilde como Hilel y no debe ser estricta como Shamai" (Shabat 30B), pero el Rav Kuk explica que no se trata de alguna crítica para con ese gigante espiritual, sino que nos están diciendo que semejante actitud es adecuada sólo para grandes talmidei jajamim. Pero si una pequeña persona intentará comportarse como Shamai, no lo logrará: Le es más adecuado comportarse como Hilel. Pero siempre son necesarios ambos caminos para la edificación de la nación (Ein Aya, Shabat 2:112).
"La estricta conducta de Shamai quiso alejarnos del mundo, la humildad de Hilel nos acercó bajo las alas de la Shjina (manifestación de la Presencia Divina)" (Shabat 31A). También respecto a esa cita explica el Rav Kuk que no puede ser que la actitud de Shamai no sea necesaria en el mundo, ya que se trata de una doctrina constante de una gran persona, sino que es una doctrina compleja basada en un pensamiento profundo. En la práctica, ambas actitudes son necesarias, y depende de la situación. Si se debe luchar contra los que quieren dañar lo bueno, y cuidar de los logros que fueron alcanzados por el individuo particular y la nación, es necesaria la rigurosidad y ser estricto para bien, para alejar toda amenaza que intenta devorar y destruir – según el camino de Shamai. Pero si se desea alcanzar nuevas adquisiciones espirituales, en la persona y en el público en general, o reforzar lo que se perdió o debilitó, hay que marchar según el camino de Hilel, acercar lentamente bajo las alas de la Shjina (Ein Aya, Shabat 2:152).
Eso nos recuerda lo que dijo una vez el Gaón (genio del estudio de la Torá), el Rav Tzvi Shijter hablando del Gaón, el Rav Dov Solovietchik, que era más Beit Shamai
que Beit Hilel, muy riguroso y muy conservador en cuanto a toda halajá de la Torá. Hay que entender que él hablo respecto a todos los que intentan dañar la Torá.
Y en esta oportunidad mencionaremos que el que salvó la Smija – es decir, la continuación de la Torá fiel a la tradición – fue Baba Ben Bota, de Beit Shamai, que lo pagó con su vida.

3. Se ofende a Hilel: Como si él no entendiese que a veces la realidad es compleja y es necesario ser estricto. No estamos hablando de lo que dicen en el tratado Eduiot, donde hay 32 veces en que Beit Hilel son más estrictos que Beit Shamai, porque esos son casos extraordinarios. Sino que estamos hablando de los 18 casos en los que Beit Shamai obligaron a Beit Hilel a aceptar su opinión (Shabat 1:14). ¿Cuál es el denominador común de esos 18 casos? El Rav Kuk explica que la intención era limitar las expresiones de alegría natural según los canales culturales acostumbrados entre los gentiles. Shamai temía que esa alegría arrastre las personas en dirección negativa, por ello "no te regocijes Israel como los demás pueblos" (Hoshea 9:1). Beit Shamai permitieron expresar esa alegría sólo cuando es acompañada del cumplimiento de alguna mitzva. En contraste, Hilel mira la vida desde un punto de vista del bien, vio el alma humana pura y pensó que se le puede permitir a la alegría ensancharse y no producirá ningún daño (Ein Aya, Shabat 1:76-81). Esa es una discusión semejante a la nuestra de hoy en día en cuanto a la cultura occidental: ¿Acaso se la debe degustar, tomar de ella lo bueno sin temer? ¿O quizás se debe alejar de ella todo lo posible?
Como sea, en forma extraordinaria, a pesar que en general Beit Hilel
eran la mayoría, en esa ocasión Beit Shamai fueron la mayoría, porque no dejaron entrar a los sabios de Beit Hilel (Shabat 17A). Según el Talmud Ierushalmi incluso los amenazaron con las armas (Ierushalmi Shabat 1:4, véase Korban HaEda), según otras opiniones los convencieron para que no entren (Jatam Sofer Shabat 12A). De una forma u otra 1:4, véase Korban HaEda), o , la halajá en esas 18 cosas fue determinada como Beit Shamai, y vemos que consideraron eso una decisión clave para el futuro de la nación. Por ello utilizaron medios extraordinarios, "clavaron una espada en el Beit HaMidrash (centro de estudio de la Torá)" (Shabat 17A). Mientras que Hilel mismo "ese día Hilel se sentó encorvado frente a Shamai como cualquier otro discípulo" (Shabat 17A), es decir, según el Rav Kuk se rindió frente a Shamai, y coincidió con él que esta vez debemos cuidarnos mucho del mal que se esconde en las almas que puede llegar a brotar y destruir si no se limitará la expresión cultural de la alegría en forma estricta (Ein Aya, Shabat 1:80). "Y ese día era difícil para Israel como el día en que se hizo el Becerro de Oro" (Shabat 17A). ¿Qué relación tiene con el Becerro de Oro? El Pecado del Becerro de Oro demostró que también después de haber alcanzado un elevado nivel espiritual como en la Entrega de la Torá todavía no hemos purificado lo recóndito del alma. Podemos llegar a levantarnos y reír (Shmot 32:6), perder todo freno (Shmot 32:25) y caer en el culto a otros dioses, relaciones prohibidas y asesinato, como dijeron nuestros sabios (Shmot Rabah 42:1). Como en aquel entonces también hoy en día debemos tener mucho cuidado, de momento que no fuimos purificados internamente totalmente. Y también Hilel consintió con ello (Ein Aya, Shabat 1:80).
Por ello, no debemos faltarle el respeto a Hilel como si él no entendiese que a veces hay que actuar justamente como Shamai.
Ocurrió una vez que los alumnos le preguntaron a nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk cómo es que a veces él es tan amable, tan sensible, tan paciente y sonriente, y a veces es tan severo y tan tajante. Explicó: Hilel se podía permitir a sí mismo ser Hilel porque también existía Shamai. Y Shamai se podía permitir a sí mismo ser Shamai, porque también existía Hilel. Y yo, tengo que ser Hilel y Shamai juntos...
Todos recordamos que el que apostó que logrará enojar a Hilel dijo:
¿Quién es acá Hilel? ¿Quién es acá Hilel? (Shabat 31A). Y nosotros diremos: En efecto, no cualquiera es Hilel, y no todo el que quiere pronunciar el nombre de Hilel podrá hacerlo. Y también no todo el que desea utilizar el nombre de Shamai podrá hacerlo, no debemos olvidar que fue Shamai el que dijo: "Recibe toda persona con buen semblante" (Avot 1:15). 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
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