Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Vaietze     10 de Kislev 5773     No 894

Ética de trabajo
Rav Azriel Ariel
(reimpresión)

Iaacov es un hombre simple y sincero, que se encuentra en la tienda. Pero llegó el momento que salga de ella, y se incorpore a la vida práctica. No es fácil el pasaje de la "torre de marfil académica", del Beit HaMidrash (centro del estudio de la Torá) a la vida del comercio, con toda su problemática. En el Beit HaMidrash se habla de justicia y rectitud, verdad y fe, pero en la vida práctica - se encuentra la envidia y la competencia, la astucia y el engaño, se encuentra el "mundo de la mentira", realmente.
Con esa disparidad se enfrenta Iaacov cuando llega a Jaran. Llega cuando todavía restan muchas horas del día, y ¿qué encuentra?: "He aquí un manantial en el campo, y allí tres rebaños de ganado menor que yacían junto a él" (Bereshit 29:2). La escena no es comprensible: ¡¿En la mitad del día yacen tres rebaños al lado del manantial?! ¿Acaso los pastores no son jornaleros, que deben pastar el rebaño? ¿Por qué yacen, descansando, en medio del día? Nuestro patriarca Iaacov no es ciego: Él ve que "no podemos, hasta que se junten todos los rebaños y hagan rodar la piedra de encima de la boca del manantial, para que abrevemos el ganado" (Bereshit 29:8) y devuelvan la piedra a su lugar. Pero a pesar de ello, Iaacov no puede contenerse, y pregunta contundentemente: "¡He aquí, aún resta mucho del día, no es tiempo de ser recogido el ganado, abrevad el rebaño e id y apacentadlo!" (Bereshit 29:7). Iaacov siente que se trata de una artimaña de los pastores, para engañar a sus patrones: ¿Qué necesidad había de poner una piedra tan grande sobre el manantial? ¡¿Acaso había escasez de agua?! ¡No se trata de un pozo, como se acostumbraba en Eretz Israel (la Tierra de Israel) donde el agua no es abundante, sino que de un manantial, de aguas corrientes! Y si temían que algún niño resbalase y cayese, ¿acaso no alcanzaba con una piedra más pequeña, que una persona mayor fuese capaz de levantarla? ¿O a lo sumo solo con la ayuda de otra? Iaacov comprendió que esa gran piedra fue puesta para proporcionarles a los pastores un pretexto para realizar un largo "recreo" al mediodía: Hay que esperar que se reúnan todos, hay que levantar juntos la piedra, y también hay que devolverla a su lugar, después que el último haya terminado de dar de beber a su rebaño. La reacción de Iaacov - no es con palabras, sino que con hechos: "Y sucedió que como viese Iaacov a Rajel, hija de Lavan, el hermano de su madre, y al ganado de Lavan, hermano de su madre, llegóse Iaacov e hizo rodar la piedra de sobre la boca del manantial y abrevó al ganado de Lavan, hermano de su madre" (Bereshit 29:10). No hay duda que Iaacov levantó una gran piedra que tres o cuatro pastores no eran capaces de levantar, con fuerzas sobrehumanas. Pero la facilidad con que lo hizo, bajo la mirada de los pastores, reveló su vergüenza frente a todos. Si hubiesen tenido suficiente motivación, si hubiesen sido fieles a sus patrones, habrían podido resolver el problema de la piedra con relativa facilidad (dicho sea de paso, viendo el comportamiento de los pastores, es comprensible por qué prefirió Lavan despedirlos y entregar el rebaño en manos de su hija menor...).
No sabemos cuál era la situación que generó ese comportamiento de los pastores. ¿Acaso los dueños de los rebaños no les pagaban a tiempo? ¿Acaso se comportaban con ellos como la conocida "costumbre del lugar" que aprendimos de la conducta de Lavan, el Arameo? ¿O quizás la holgazanería de los empleados generó ese comportamiento? Sea cual sea la razón - esa no es la forma de comportarse de Iaacov.
Nuestro patriarca Iaacov no sólo habla bien, sino que también lo lleva a la práctica. Y así dice en su discurso de renuncia, en el Galed: "Estos veinte años que he estado contigo, tus ovejas y tus cabras no han quedado sin cría, y los carneros de tus rebaños no me los he comido. Lo despedazado por fieras no lo traje a ti, yo llevé la culpa, de mi mano lo exigirás, ya fuese hurtado de día, ya hurtado de noche. Donde estaba yo de día, me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño de mis ojos huía" (Bereshit 31:38-40). Nunca hice huelgas o pretendí presentar exigencias a trav
és de medidas de fuerza. Ese es el trabajo de un obrero fiel y honesto, que realiza su labor también cuando sabe que su patrón se burla de él y lo engaña, cambiándole su salario diez veces.
No nos engañemos pensando que nuestro patriarca Iaacov era una persona cándida, que se dejaba engañar fácilmente por los mentirosos. Iaacov bien sabía cual era el tortuoso camino de Lavan el arameo, y no dudó en declamar que "soy su hermano en astucia". Por ello, encontró una forma legal y honesta de recibir lo que merece, cuando hizo que las ovejas dieran a luz justamente “listadas, salpicadas y manchadas” - como convino con Lavan. Pero rebajarse al nivel del mentiroso Lavan, el arameo - eso no lo hizo, porque también habitando en el campo de Aram, siguió siendo "Iaacov, el hombre simple y honesto, que habita en la tienda". "La verdad prometida a Iaacov" (Mija 7:20).

Midreshet Majón Orá

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Los que le dicen a D’s qué hacer
Rav Shlomó Aviner

Seguramente Bilam creía en D’s – incluso se atrevió a discutir con Él. También creía en la capacidad Divina, pero pensaba que se puede cambiar la voluntad de D’s según lo que él quiere, obligar a D’s, ordenarle hacer algo. Por ello, no era un profeta, sólo un hechicero – es decir, un técnico espiritual, que pensaba que por ciertos medios místicos se puede cambiar la voluntad de D’s, se lo puede persuadir, se lo puede engañar, se lo puede utilizar como una herramienta para mis metas.
Estaba bien claro que D’s no quería que Bilam maldiga a Am Israel (el Pueblo de Israel), “no has de maldecir al pueblo, porque es bendito” (Bamidvar 22:12). Y a pesar de ello, Bilam buscó un truco tras otro para hacer lo que tramaba, y maldecirlo. Bilam pensaba que a veces D's no lo sabe todo, que no siempre se encuentra en la misma situación de conocimiento. Se pueden aprovechar esos momentos de descuido para maldecir (Rashi, Bamidvar 22:9). También si D’s no quiere que él vaya con los ministros de Balak para maldecir, quizás se los puede maldecir desde su lugar (Rashi, Bamidvar 22:12). O si no se los puede maldecir, quizás se los puede bendecir – y deslizar dentro de las bendiciones alguna maldición disimulada. Le era bien claro a Bilam que D’s se opone y está enojado con él, y a pesar de ello fue a maldecirlos, pensando que quizás lo persuadirá y consentirá (Rashi, Bamidvar 22:20). Y todo eso, porque deseaba maldecirlos (Rashi, Bamidvar 22:22), y por ello buscó hacerlo de toda forma posible.
Le dijo al ángel: "Si te parece mal, yo me volveré" (Bamidvar 22:34) – es decir, tú me obstruyes el camino, pero D’s me permitió ir (Rashi, Bamidvar 22:34). Por supuesto, no es cierto: D’s no le permitió ir, sólo le permitió el libre albedrío (Rashi, Bamidvar 22:9). “Por donde la persona quiere ir, lo hacen ir” (Rashi, Bamidvar 22:9).
Volviendo a nuestro tema, Bilam le dijo al ángel: D’s me lo permitió, y tú quieres anular Su decreto. Y así es Su costumbre, que decreta algo y un ángel lo anula, “le dijo a Avraham, toma tu hijo…, y finalmente un ángel anuló sus palabras”, y así también ahora (Rashi, Bamidvar 22:34). En resumen, no es D’s el que tiene la última palabra, sino que el ángel, y alcanza con arreglarse con él. También después del milagro del asno que habló y un ángel le obstruyó el camino, Bilam piensa que logrará encontrar alguna forma de sobornar a D’s. Durante todo el episodio, Bilam pensó que quizás D’s consentirá de alguna forma (Rashi, Bamidvar 24:1). El ideal de Bilam era doblegar la voluntad Divina según sus deseos. Pero de momento que los intentos anteriores no tuvieron éxito, toma una estrategia alternativa: “Recalcaré sus pecados, y la maldición recaerá sobre ellos” (Rashi, Bamidvar 24:1). Finalmente, después de todos sus esfuerzos sin éxito, utilizó el arma del juicio final para hacerlos pecar, “te diré qué hacer. ¿Cuál es la sugerencia? El D’s de estos odia la lujuria… te propongo hacerlos pecar” (Rashi, Bamidvar 24:14), con las hijas de Moav (Bamidvar 25:1).
No hay dudas que esa persona es muy inteligente, un genio, armado de elevados talentos místicos, pero él los utiliza para marchar en contra de la voluntad Divina, y doblegar Su voluntad: “Y si dirás, ¿por qué se le reveló D’s a ese gentil malvado? Para que los pueblos del mundo no puedan argüir que si hubiesen tenido profetas se habrían arrepentido de su mal camino. Les dio profetas, y estos pervirtieron el mundo. Al principio, se cuidaban de relaciones prohibidas, y él les sugirió la prostitución” (Rashi, Bamidvar 22:5).
Bilam murió - pero sus discípulos, y los discípulos de sus discípulos continúan contaminando el aire del mundo, en todo pueblo y toda lengua. Hay quienes lo más importante para ellos, es su propia voluntad. El mundo es para ellos un mundo para satisfacer sus deseos, ellos quieren hacer la voluntad de D’s como la voluntad de ellos.
Pero nosotros, los discípulos y los discípulos de los discípulos de nuestro patriarca Avraham, decimos: “Haz tu voluntad como la voluntad de Él [haz que tu voluntad sea como la voluntad Divina], para que haga Su voluntad como la tuya [de tanto amor por D’s, tu voluntad será como la voluntad de Él]. Anula tu voluntad frente a la Suya [temor a D’s], para que se anule la voluntad de otros frente a la tuya” (Avot 2:4). Nuestro ideal es añadir honor a D’s en el mundo.
El Rav Shimshón Refael Hirsh ejemplifica que cuando nuestro patriarca Avraham fue a sacrificar a Itzjak, dijo “y nos arrodillaremos”, se postra frente a Él. Mientras que Bilam le dijo a Balak “párate”, erguido.
Los discípulos de Bilam piensan que la meta de los sacrificios es doblegar a D’s, por ello de momento que los patriarcas edificaron todos juntos siete altares, también Bilam hizo siete altares y similares (Rashi, Bamidvar 23:4). Somos los discípulos de nuestro patriarca Avraham, no nos ocupamos de hechicerías sino que de rendirle culto a D’s, y no lo “obligamos” a hacer lo que queremos. Ofrecemos sacrificios para añadir honor a D’s en el mundo. Desearíamos sacrificarnos a nosotros mismos, como en el Sacrificio de Itzjak, y deseamos hacer todo lo que podemos por Su Nombre, bendito sea.
Los discípulos de Bilam buscan toda forma posible para adecuar las mitzvot a su mundo, anular, borrar y achicar, andar al margen de la halajá, anular las halajot con todo tipo de argumentos seudo halájicos – todo su mundo es el yo, mi voluntad, lo que yo siento. Siempre me tengo presente a mí mismo. Lo que determina si la mitzva es válida y relevante, es si yo me conecto con ella o no, si yo me siento bien con ella o no…
Ellos apoyan sus argumentos con todo tipo de tonterías, como que nuestros sabios anularon mitzvot que no les eran cómodas – como Shofar en Rosh HaShaná que cae en Shabat, o Lulav en Shabat, Prozbul, Eter Izka, etc. Se trata de un modelo elástico adaptado a las necesidades de la persona - dicen ellos.
¡D’s no lo permita! ¡Justamente al revés! ¡Es para cumplir la voluntad de D’s! ¡Un santo temor de la voluntad de D’s, de cuidar el Shabat! ¡Un santo temor de la voluntad de D’s, de que los pobres necesitados no encuentren quién les haga un préstamo!
Así también los reformistas y los conservadores no querían al principio oponerse frontalmente, por ello se inventaron todo tipo de Prozbul, Eter Izka y Shaón Shabat para cambiar la Torá, para que les sea cómodo, hasta que finalmente revelaron su auténtico rostro. También Eretz Israel (la Tierra de Israel) no les resultaba cómoda para los reformistas, y por ello la borraron de sus libros de rezo y de sus aspiraciones – y en efecto, en nuestra tierra son una minoría insignificante. Y véase otros auto-engaños como si fuesen en nombre de la Torá en el libro “Mesilat Iesharim” (en los capítulos que hablan de la medida de la Limpieza).
El elemento “bilámico” – preferir la voluntad mía a la voluntad de D’s – también tiene su expresión en el estudio de la Torá. Hay dos orientaciones en el estudio de la Torá: La orientación judía tradicional, y la orientación académica. La orientación tradicional de nuestros sabios, sus discípulos y los discípulos de sus discípulos dice: Moshé es auténtico, y su Torá es auténtica, las palabras de los Rishonim son auténticas y las palabras de los Ajaronim son auténticas, y nosotros nos presentamos frente a esa verdad celestial con santo temor. No todo lo comprendemos, pero sabemos que esa es la verdad, y por ello nos rompemos la cabeza y tratamos de entender esa verdad. Y cuando no lo logramos, bajamos nuestra cabeza con humildad y decimos: "No se entiende". ¿Qué no se entiende? Nosotros. Cuando el Gaón (genio del estudio de la Torá) Rabí Akiva Iguer escribe respecto a Tosafot “no se entiende”, él no quiere decir que le recomienda a Tosafot volver a profundizar, sino que se refiere a sí mismo: Debo tratar de entenderlo una y otra vez, hasta que logre entender a Tosafot.
“Si los
Rishonim son como ángeles, nosotros somos como seres humanos. Si los Rishonim son como seres humanos, nosotros somos como burros” (Shabat 112B). Por ello no es de extrañarse que no siempre logremos entender lo que dice Rashi. Por el contrario, es todo un milagro que a veces logramos entenderlo. Intentamos adaptar y elevar nuestro cerebro a la altura de Rashi.
Pero los modernos discípulos de Bilam dicen: Yo decido qué es correcto y qué no lo es, cuál es el comentario del versículo y cuál no lo es, y si Rashi no dice lo que yo pienso, o nuestros sabios no dijeron lo que a mí me parece – es todo un cuestionamiento a ellos. Por lo visto ellos no entendieron bien el asunto, y nosotros lo entendemos mejor que ellos.
“Habiendo sido todo escuchado, he aquí la conclusión; teme a D’s y cumple Sus
mitzvot, porque eso es todo el hombre” (Kohelet 12:13). Eso es todo el hombre: ¡Temor a D’s! Si tú le dictas a D’s qué hacer, no tienes temor a D’s.
Quizás tu digas: Es cierto que a los discípulos de nuestro patriarca Avraham les es bien en el mundo venidero, pero a los discípulos del malvado Bilam les es bueno en este mundo, porque ellos hacen lo que quieren. Y si D’s nos “roba” este mundo, debemos ser sinceros con nosotros mismos y reconocer que los discípulos del malvado Bilam tienen razón. ¡No es así! Los discípulos del malvado Bilam heredan el infierno y descienden a los abismos sin fondo, y los discípulos de nuestro patriarca Avraham disfrutan en este mundo y heredan el mundo venidero, como dice el versículo “para hacer que los que Me aman hereden posesiones verdaderas” (Mishlei 8:21. Avot 5:23).
Ese es nuestra tarea, acercarnos a D’s – y no acercarlo a nosotros. Bien sabemos cuál es la voluntad de D’s, no nos hagamos los inteligentes. Cumpliremos nosotros mismos: “Sincero serás con el Eterno, tu D’s” (Dvarim 18:13).
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
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