Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Toldot     3 de Kislev 5773     No 893

Hacer escuchar la voz de Iaacov
Rav Ioram Eliahu

Nuestro patriarca Itzjak determinó con su bendición la marca de Israel y los pueblos para todas las generaciones, diciendo “la voz es de Iaacov, y las manos son de Esav” (Bereshit 27:22). Dicen en el Midrash (Midrash Raba 65): “Dijo Rabí Pinjas, cuando la voz de Iaacov cesa, las manos son de Esav, que le insinúa y él llega”. Explica el autor del libro “Matanot Kehuna” que “cuando cesa su voz, no se lo escucha estudiando Torá y rezando, D’s le insinúa a Esav, y este llega enseguida”. Continúa el Midrash diciendo que “dijo Rabí Aba Bar Kahana… se reunieron todos los idólatras [con Bilam] y le dijeron; dinos si podemos dañar a esa nación. Les dijo: Vayan a los Batei Knesiot (sinagogas) y Batei Midrashot (centros de estudio de la Torá) de ellos. Si encontrarán allí niños pequeños que estudian en alta voz, ustedes no pueden hacerles nada, porque ya les prometió su padre y les dijo ‘la voz es de Iaacov’. Cuando la voz de Iaacov se escucha en los Batei Knesiot, las manos no son las manos de Esav. Y si no, las manos son de Esav, ustedes pueden atacarlos”. Las palabras de nuestros sabios son muy claras: Cuando nos ocupamos de lo que nos fue destinado – la Torá y el rezo – lo añadimos y lo hacemos escuchar en alta voz, somos meritorios de que ni Esav ni los pueblos del mundo puedan dañarnos o someternos. Y si – D’s no lo permita – cesamos de hacer escuchar la voz de la Torá, entonces nos pueden atacar.
Pero el Malbi”m lo explica de otra forma: Esa era la razón por la que D’s hizo que Iaacov reciba la bendición de este mundo – que le pertenecía a Esav – porque las manos, que son la bravura y la fuerza del cuerpo, le pertenecen a Esav. Y la voz, que es la fuerza anímica, le pertenece a Iaacov. Y D’s hizo que Iaacov también reciba las manos de Esav, es decir, la fuerza del cuerpo y sus asuntos. Y también recayó sobre él la bendición de la voz de Iaacov, junto con las manos de Esav, siempre que sean unidos. “Es decir, que a través de la fuerza espiritual que es la voz de Iaacov, tendrá también fuerza física, la bravura y la riqueza y el gobierno, de forma que los bienes materiales que tendrá no serán según su naturaleza, sino que por la Providencia, por la voz de Iaacov y su Torá. Y cuando cese la voz de Iaacov, no se esfuerza lo suficiente en el estudio y cumplimiento de la Torá de D’s, tampoco tendrá las manos de Esav. Y respecto a ello dijeron nuestros sabios, cuando la voz de Iaacov se escucha en los Batei Knesiot… entonces las manos no son las manos de Esav, porque las manos le pertenecen a Iaacov. Porque Iaacov no podrá conseguir esas manos, sólo a través de su voz y su Torá” (Malbi”m, Bereshit 27:22).
Según el
Malbi”m por mérito de la Torá nos hacemos merecedores no sólo de la Torá sino que también de la bendición de las manos de Esav – la bravura e incluso los otros aspectos de este mundo, la riqueza y todos los bienes materiales.
En estos días, cuando los padres y los niños piensan dónde estudiarán el próximo año – escuela o
talmud Torá (centro de estudio de la Torá para niños), alguna ieshiva que conjuga los estudios religiosos con estudios laicos o no - frente a los ojos de los padres se encuentra el título de bachiller, con el que saldrá o no el hijo, con el que podrá estudiar a continuación alguna profesión, para poder procurarse su sustento y ser independiente. El Malbi”m nos enseña que el camino para hacerse merecedor de los bienes de este mundo es sólo a través del añadido de la voz de la Torá. Porque nos enseñó el Rav Kuk que “la meta de la educación es permitirle a la persona llegar a su corrección, cuyo punto central es hacer el bien y lo correcto”. ¿Cómo será la persona buena y recta? “Todo lo que sea más arraigada en el corazón de la persona la declamación del Nombre de D’s, así aumentará su bondad y rectitud, y será más feliz para consigo mismo y toda la sociedad”. Y para declamar el Nombre de D’s, dice el Rav que “es necesario el estudio fijo, desde la tierna infancia de la persona… y justamente el estudio de la Torá, y no otros conocimientos cuya meta no es más que preparar a la persona para la lucha de la vida, y no hacerla buena y recta frente a D’s y las personas” (Igueret 170). Y también debemos saber, dice el Rav, que “no debe pensar la persona que se puede vivir una vida espiritual sin el resplandor de la Torá, de la misma forma que no se puede vivir sin la luz y el aire, sin comida ni bebida. Mucho menos que eso se puede vivir sin la vitalidad de la Torá” (Orot HaTorá 12:66).
Por ello, debemos encontrar un lugar de estudio tal que le entregue al niño las herramientas apropiadas para dirigir sus actos y su espíritu durante toda su vida, según el resplandor de la Torá, y de esa forma se hará merecedor de vivir una vida espiritual auténtica. Y así también será merecedor de la abundancia material que le es prometida a los que se ocupan y hacen escuchar la voz de Iaacov en los
Batei Knesiot y los Batei Midrashot. Y también vigorizará a toda la nación en su lucha contra las manos de Esav que desean hacernos el mal, y de esa forma será en efecto más feliz consigo mismo y toda la sociedad.

Midreshet Majón Orá

Centro de estudios de Torá para chicas en
español y portugués.
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El error principal
Rav Shlomó Aviner

¿Cuál es el principal error de los discípulos del Rav Kuk y el sionismo religioso en general?
Por supuesto, somos sólo personas, y cometemos muchos errores. Pero es bueno saber cuál es el punto central que todos los problemas emanan de él, de forma que si lo corregiremos, todos los otros detalles serán también corregidos.
El principal error es que la aspiración al temor a D’s fue desplazada a un lado, por el fortalecimiento de la aspiración al amor a D’s, alegría con D’s, vigor y valor, encanto y tranquilidad, confianza en sí mismo y seguridad en sí mismo.
Por supuesto, todos ellos son buenos e importantes y necesarios en nuestra generación, que es la generación de la gueulá (Redención). Como dijo el Rav Kuk en su famosa carta (Carta 378), en la que recalca la necesidad del esclarecimiento de la Tshuva (arrepentimiento sincero) en la forma adecuada a la generación: “En la base de todo, debe llegar la explicación general de la seguridad de la Tshuva, y la potencia de la tranquilidad, y la alegría y vigor, que el alma de cada persona en la que el resplandor de la Tshuva alumbra debe vestir…” (Pág. 36). Y la razón de esa necesidad es que “si llegará alguna persona para innovar elevadas ideas en lo que la Tshuva  respecta en esta época, y a la clara señal [de la gueulá] y el resplandor de la salvación que alumbra no prestará atención, no podrá decir nada auténtico según la Torá verdadera” (Pág. 37).
Ahora, podemos comprender lo que dice el Rav Kuk respecto a sí mismo: “Cuánto debo luchar esa lucha interna, y un fuerte espíritu me impulsa a hablar respecto a la Tshuva, y todas mis ideas sólo en ella se centran” (Prólogo a Orot HaTshuvá).
Por ello, nos extrañamos: Si esa carta fue escrita en el año 5671, ¿por qué se demoró hasta el año 5685, cuando escribió los tres primeros capítulos y cesó de escribir? Hasta que nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk editó el libro, compaginando distintos manuscritos del Rav Kuk, su padre. Es sabido que el Rav Kuk estaba imbuido de espíritu santo: ¿Cuál fue la razón por la que se demoró? Él mismo lo dice: “Según la grandeza del tema, así también los obstáculos” (Carta 378). Porque debe “tener la intención de explicar cómo es que esa alegría auténtica y esa ternura santas no deterioran, D’s no lo permita, el temor a D’s, y no disminuye en lo más mínimo toda la estimulación del alma que se adquiere a través de todo tipo de conceptos de temor. Por el contrario, agrega la potencia focalizada del cuidado y la diligencia del alma” (Carta 378). Es decir, el Rav Kuk teme que la elevada Tshuva dañe el temor a D’s acostumbrado, y también el cuidado y la diligencia que son explicados al principio del libro “Mesilat Iesharim” – cuidado de todo pecado y diligencia en el cumplimiento de toda mitzva. “Sobre todo me es muy difícil la explicación y orientación exactas” (Carta 378), el equilibrio exacto de cuánto se debe hablar respecto al vigor y la alegría, y cuánto se debe callar. Esa es una difícil tarea de equilibrio (véase Orot HaTshuvá, al final del capítulo 14).
Esa es la regla, alegría y vigor no borran al temor a D’s, son un nivel que se edifica sobre él. Y por el contrario, lo fortalecen. Y así escribe el Rav Kuk en el primer capítulo del libro “
Orot HaTshuvá”, que la elevada Tshuva se revelará después de los niveles más bajos de ella, que ellos mismos se desarrollarán hasta ser enaltecidos.
Y así está escrito en el libro “
Zohar”, que hay una contradicción aparente entre dos versículos: “Servid al Eterno con temor” (Tehilim 2:11), y “servid al Eterno con alegría” (Tehilim 100:2). Y contesta que primero el hombre debe rendirle culto a D’s con temor, y después con alegría (Zohar Vaikra 56:1).
Es cierto que el Rav Kuk escribe en su artículo “
HaDor”: “[Nuestra generación] no podrá arrepentirse por temor, pero es muy capaz de arrepentirse por amor” (Ikvei HaTzon 111), pero esa es una situación especial, cuando no hay más remedio, y se comienza de arriba. Porque cuando se trata de salvar, se salva como se puede.
Pero es sobre entendido que después se debe completar el temor a D’s, ya que en la Torá hay una
mitzva de temor a D’s, y por supuesto que no fue borrada. Y es la base de todo. “El principio de la sabiduría, es el temor al Eterno” (Tehilim 111:10), “¿qué es lo que el Eterno te pide? Que Le temas y sigas Sus caminos” (Dvarim 10:12), “al Eterno, tu Señor, temerás y a Él le servirás” (Dvarim 10:20). “Todo el que estudió Torá y no tiene temor a D’s, es como un tesorero al cual le dieron las llaves de adentro, pero no le dieron las llaves de afuera” (Shabat 31). “Habiendo sido todo escuchado, he aquí la conclusión; teme a D’s y cumple Sus mitzvot, porque eso es todo el hombre” (Kohelet 12:13).
Es más, si no hay temor a D’s, también el amor a D’s se desmoronará, como dicen en el
Talmud Ierushalmi: “Un versículo dice ‘y amarás al Eterno, tu Señor’, y otro versículo dice ‘al Eterno, tu Señor, le temerás, y a él le rendirás culto’. Hazlo por amor, y hazlo por temor. Hazlo por amor, porque si llegas a detestarlo, sabe que el que ama no puede odiar. Y hazlo por temor, porque si llegas a despreciarlo, el que teme no desprecia” (Ierushalmi Sota 5:5).
El que ama no odia, pero puede llegar a despreciar. Hay muchos tipos de desprecio. Hay un desprecio burdo, como rebelión, trasgresión, crimen, herejía. Y hay un desprecio más sutil, que es encubierto con un disfraz de amor por D’s. Algunos ejemplos de desprecio sutil de
mitzvot o prohibiciones: “Yo no logro conectarme con eso”, “ese no soy yo”, “yo lo debo hacer por mí mismo”, “yo escucho la voz interna mía”, “yo escucho al dios que se encuentra dentro mío”, “acéptame tal cual soy”… Ese es el estilo de la última moda, del “New Age” que fue adoptado por los Neo-jasídicos – que en realidad es Neo-paganismo, es decir, el nuevo culto a otros dioses.
Por supuesto, se pueden encontrar expresiones de ese tipo tratándose de grandes sabios jasídicos o el Rav Kuk, pero en muy baja proporción. Pero cuando eso es la mayoría, se trata de un culto a otros dioses, cuando algo parcial se transforma en el todo. Ese desprecio sutil genera pecadores de todo tipo y color, con un camuflaje de culto a D’s con alegría.
Pero el temor a D’s nos salva del desprecio, porque temor a D’s quiere decir verse a sí mismo como un siervo de D’s, porque Él nos creó y también nos saco de la Casa de la Esclavitud. Y como está escrito en el libro “
Sefer HaGan” de Rabí Itzjak Ben Elazar, uno de los discípulos de Rabí Moshé HaDarshan: El temeroso a D’s piensa siempre “fui creado sólo para ser un siervo del Creador, bendito sea con todo el corazón. Como dice el versículo ‘y lo servirás con todo tu corazón’, por la buen causa”. “Y toda persona debe aceptar ser muy humilde frente al Creador, bendito sea, y temerle todo el tiempo y rendirle culto como un esclavo que debe servir a su amo, y no como una persona que a veces lo hace y a veces no, sino que siempre cumplirá las mitzvot del Creador, bendito sea Su nombre”. “Y no trasgredirá ninguna mitzva - incluso pequeña - de las mitzvot del Creador, bendito sea” (Sefer HaGan, Iom Rishón).
Hay quienes arguyen: Nosotros nos sentimos más ligados al ser hijos de D’s que al ser siervos de D’s. La respuesta ya se encuentra en el libro “
Zohar”: Tampoco el hijo puede desentenderse del ser siervo, solo que le es permitido ver los secretos del Rey, y continúa siendo esclavo e hijo (Zohar Vaikra 111:2:272).
Esa es la regla: “Habiendo sido todo escuchado, he aquí la conclusión; teme a D’s y cumple Sus
mitzvot, porque eso es todo el hombre” (Kohelet 12:13). 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail:
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