Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Vaiera     18 de Jeshvan 5773     No 891

Avraham madrugó
Rav Ioram Eliahu

Tres veces fue dicho en nuestra Parashá que Avraham se levantó temprano por la mañana, y todas ellas nos enseñan respecto a la dirección de nuestro patriarca Avraham en su culto a D’s.
La primera vez, luego de haber sido destruido Sdom: “Y a la mañana temprano Avraham se fue al lugar donde había estado en pie delante del Eterno” (Bereshit 19:27).
Nuestros sabios (Brajot) aprenden de ello que Avraham instituyó el rezo de Shajarit (rezo matutino), y comenta el Sforno: “Porque pensaba pedir misericordia por ellos, luego que no logró encontrar algún mérito según la Medida de la Justicia”. Y así escribió “Jidushei Anshei Shem”: “Tal parece que se levantó temprano por la mañana con intención de rezar otra vez por la salvación de Sdom”. Es decir, también luego de no haber logrado encontrar ni siquiera 10 tzadikim (justos) en Sdom Avraham no claudicó, y siendo fiel a su camino, sacrificándose por su amor por todas las criaturas, se levantó por la mañana temprano para tratar de salvarlos con su rezo – pero descubrió que Sdom ya fue destruida.
La segunda vez, es cuando se relata en cuanto a la expulsión de Ishmael luego que D’s le dijo “todo lo que te dijere Sara, oye su voz” (Bereshit 21:12). Allí está escrito “y a la mañana madrugó Avraham y tomó pan y un odre de agua, y lo dio a Hagar poniéndolo sobre su hombro, y el niño, y la despidió” (Bereshit 21:14). El comentarista “Biurei HaInianim” dice que “el escrito nos indica lo fervoroso que era nuestro patriarca Avraham, que a pesar que eso era cruel en cierto aspecto – enviar a su esclava y su hijo al desierto, sobre todo cuando se trata de su descendiente – de momento que era la orden del Creador, se apresuró para cumplirlo como corresponde, ‘los diligentes se apresuran con las mitzvot’, y se levantó por la mañana temprano para expulsar a su esclava y a su hijo como D’s le dijo”, y agrega que incluso si se trataba de algo muy contrario a su forma de ser - porque deseaba la bondad y toda su labor siempre era hacer el bien todo lo que pueda - “de todas formas para cumplir el mandato de su Creador se comportó en contra de su naturaleza, y se levantó temprano por la mañana y se comportó con crueldad para con su hijo, porque no hay más grande que D’s”.
Nos enseña Avraham que también cuando se trata de algo que es totalmente ajeno a nuestra naturaleza, de momento que se trata de una orden de D’s, no sólo que se lo cumple sin chistar, sino que incluso se lo debe hacer con celeridad para cumplir con la mitzva Divina.
Y el más maravilloso de los madrugados, la tercera vez, con la Prueba del Sacrificio de Itzak. “Y por la mañana madrugó Avraham, aparejó su asno” (Bereshit 22:3). Comenta Rashi: “‘Madrugó’ – se apresuró para cumplir la mitzva”. Y el Rada”k: “‘Madrugó’ – se apresuró para cumplir la voluntad de D’s”. Y el Ramba”n: “‘Partió la leña para el holocausto’ – se apresuró para cumplir la mitzva, quizás no encontrará en aquel lugar árboles, y los cargó tres días”. Todas sus acciones expresan celeridad y amor para cumplir la voluntad de D’s.
El Rav Kuk en su libro “Olat Reay"a” explica de una forma muy especial ese episodio. Del versículo “Y por la mañana madrugó Avraham” aprende que Avraham durmió como toda otra noche, “la tranquilidad del alma santa del patriarca santo… no cesó. Su sueño no fue incomodado, por su clara convicción producto de la palabra Divina, y no sintió ninguna debilidad, negligencia ni pesadumbre, nada de eso se mezcló en su pasión pura. Un sueño tranquilo y un descanso santo pasó esa noche, y la hora de levantarse llegó como siempre, y el vigor Divino que imbuye sus pies como gacelas, para correr como un siervo y ser valiente como un león, para cumplir con la voluntad del D’s, bendito sea, lo apuntaló, porque se levantó por la mañana”.
Nuestro patriarca Avraham se encuentra en control absoluto. Él no se marea, no teme, sino que la orden Divina le marca el camino para rendirle culto con plenitud, y entonces él se levanta temprano con celeridad para cumplir la voluntad de D’s.
Fuimos merecedores y el Rav Uzi Kaljaim z”l explicó en su artículo “Orot HaAkeda” un comentario maravilloso y especial de lo que escribió el Rav Kuk en “Olat Reay"a”, y él marcha en su artículo junto con nuestro patriarca Avraham hasta el elevado momento del sacrificio. En la primera parte explica el Rav Uzi cómo debemos cumplir una mitzva como corresponde, y recalca varios puntos: Alegría, celeridad, honor, etc. Y respecto a la celeridad escribe que “la alegría que acompaña a Avraham en su marcha al sacrificio se expresa en su celeridad”. En base a lo que dijeron nuestros sabios, “si una mitzva llega a tus manos, no la desaproveches” él explica que “la celeridad y rapidez generan una tensión que vincula y conecta a la persona a ese otro mundo de plenitud en el que no hay frenos ni contratiempos”.
“Resulta entonces que la celeridad no es algo agregado a la mitzva, sino que parte esencial del carácter de ella, para acercarse a la mitzva y encontrarse con ella es necesario actuar con celeridad”.
Y continúa enseñándonos el Rav Uzi zt”l que “todas las acciones anteriores al sacrificio y posteriores demuestran que su madrugado por la mañana y la preparación de todo lo necesario para el cumplimiento de la mizva de la mejor forma, son consecuencia de la celeridad de esa gran persona, que ama y se alegra con Sus mitzvot. Por ello, se apresura y no se demora en hacer la voluntad de Su creador” (Aderet Emuna, Pág. 67).
Nos vincularemos, con la ayuda de D’s, con esas virtudes de nuestro patriarca Avraham, sabremos levantarnos temprano y apresurarnos para cumplir las mitzvot de D’s, y de esa forma seremos merecedores de cumplirlas con plenitud y alegría. 

Midreshet Majón Orá

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No cualquiera es llamado judío (primera parte)
Rav Shlomó Aviner

El que quiere solucionar el problema de nuestro pueblo anotando a alguien como “judío” basándose en una conversión que no es aceptada según la halajá, y se piensa que se puede solucionar ese profundo problema de identidad con ese procedimiento burocrático, se equivoca y confunde a su prójimo, y agregan más sufrimientos a nuestra nación. En vez de esforzarse por acercar los alejados, ellos justifican en forma oficial dos tipos de judíos: Judío según la halajá, y judío según la ley del país. Pobre de nosotros, si el día de mañana un muchacho le propondrá casamiento a una muchacha que ama, pero ella le contestará: “No puedo casarme contigo. Yo soy judía según la halajá, pero tú sólo según la ley. Te soy prohibida”.
Es cierto que hay grupos – ya sean religiosos o laicos – que pretenden separar la religión del estado. Ellos no comprenden que no se solucionan problemas y altercados a través de la separación, sino que a través del añadido de amor. Ellos no comprenden que nos dirigen a una profunda crisis, y quién sabe cómo terminará todo eso.
No podemos consentir que haya dentro nuestro dos tipos de judíos, de la misma forma que no se debe consentir a que hayan dos estados separados para el Pueblo Judío.
Hace unas generaciones éramos un pueblo esparcido y diseminado en muchos países, pero ahora somos un estado, y también la Torá debe expresarse en forma estatal. Cada grupo no se hará su propio estrado, pensando que él es el representante de la halajá, sino que la Rabanut HaRashit (el Supremo Rabinato) es el que decidirá y determinará. Cuando no hay una concepción estatal de la Torá, surgen grietas que amenazan con desmenuzar toda la nación. Por ello, debemos añadir unión y unir la Torá con su estatismo genérico de todo Israel, alrededor de la Rabanut HaRashit de Israel. Entonces ella también podrá solucionar el asunto de las conversiones en el exterior y evitar los terremotos, efervescencias y fraccionamientos dentro del público.
En cuanto a la pregunta misma, “¿quién es judío?”, debemos recordar lo que le contestó en su momento Iosef Shijter – intelectual, educador, pensador e investigador – a David Ben Gurión: Cuando un investigador tiene que tratar algún tema, antes debe analizar todo lo que fue publicado al respecto, revisar todas las conclusiones que se acumularon, y sobre eso agregar su opinión – a no ser que encuentre contradicciones en todo ese material. Y esa pregunta fue tratada por las generaciones de los sabios de Israel: Ellos la aclararon en suma profundidad, y revisaron cada detalle con maravillosa meticulosidad. Y no solo eso, sino que también nosotros vemos con nuestros propios ojos la maravillosa consecuencia de su largo y agotador camino, que es la supervivencia de un pueblo perseguido a lo largo de una galut (exilio) tan peligrosa. Es cierto, en nuestra generación fueron desarrollados métodos de investigación científicos nuevos, pero en cuanto a los problemas espirituales no es sólo el material experimental lo que cuenta, sino que también el pensamiento. Y en ese campo tenemos la obligación de aceptar que el avance de la civilización disminuyó la profundidad de nuestro pensamiento.
¿Y quién se atreverá en nuestra oscura generación, en la que se cometieron los crímenes más terribles en contra de la humanidad, tratar de modelar la Torá de Moshé según nuestra forma de pensar? Ese es el resumen de sus palabras.
El juez de la Suprema Corte de Justicia, Dr. Moshé Zilberg – que en paz descanse – escribió en su momento que no se trata de una pregunta concreta sencilla burocrática, sino que de una aclaración profunda de la esencia del concepto “judío”. El que se encuentra frente al juez no es el empleado de oficina que debe anotar o el Ministro de Interior, sino que Am Israel (el Pueblo de Israel) en todas sus generaciones – la totalidad genérica de Am Israel. ¿Acaso una aclaración subjetiva es la que determinará el judaísmo? ¿Acaso alcanza para ser judío con una identificación interna acompañada de alguna ceremonia, que las personas se inventaron según la forma en que ellos entienden el espíritu del judaísmo? ¿Dónde se encuentra el límite? ¿Acaso también un cristiano que se siente fuertemente vinculado a Am Israel será considerado judío? Dijo un soldado que el locutor de radio que hizo saber el día 28 de Iyar la liberación del Kotel (Muro de los Lamentos) se merece nuestro agradecimiento, porque “logró aclararnos en un momento hasta qué punto nuestra discusión en cuanto a quién es judío es una tontería” (Siaj Lojamim, Pág. 236). Am Israel  no nació hoy. ¿Acaso profanaremos el nombre “judío”, tacharemos su sentido histórico santo, y nos desentenderemos de todos los valores espirituales a los que estuvimos acostumbrados todos los días en la larga galut? Ya sea que somos llamados religiosos, o seculares, no podremos desconectarnos de nuestro pasado histórico, y no podremos desentendernos de él. Continuamos. No todo el que quiera podrá utilizar el nombre “judío”. Fin de la cita.
Quizás se levante alguna persona – de las que son llamadas seculares – y dirá: “¿Qué nos importa las definiciones de la
halajá? Nosotros no la cumplimos, y los que la cumplen a veces nos hieren llamándonos “goiim” (gentiles). De todas formas, no somos judíos según la halajá”. No es así. La esencia judía no se mide según criterios de comportamiento, y no depende del cumplimiento de las mitzvot. Un judío, incluso si es secular, es judío. El judaísmo en sí no depende de las acciones. Debe expresarse en acciones, pero no depende de ellas. Es una cualidad interna y carácter del alma.
Nos encontramos en una profunda crisis de pérdida y búsqueda de identidad, y eso nos molesta mucho. En situaciones de ese tipo no podremos escabullirnos: Debemos recordar qué somos, qué es nuestra vida, qué somos como pueblo especial de entre todos los pueblos. Somos una fracción singular de la humanidad, un pueblo con una psicología nacional especial. Pertenecemos a un pueblo que no nació ayer, sino que hace muchas generaciones: El Pueblo Eterno, el Eterno de Israel.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
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