Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Haazinu     13 de Tishrei 5773     No 887

Un día de reposo completo
Rav Azriel Ariel
(reimpresión)

En la Torá no solamente el séptimo día de la semana es llamado “shabat”, sino que también todo Iom Tov (día festivo). Así nos enseñaron nuestros sabios cuando comentaron el versículo “y os contaréis siete semanas desde el día siguiente al shabat” (Vaikra 23:15), y dijeron que se debe comenzar la cuenta a partir de la salida del primer Iom Tov de la festividad de Pesaj. Y de esa forma, es más recalcada aún la singularidad de Iom Kipur (el Día del Perdón), que no sólo fue llamado por la Toráshabat”, sino que “shabat shabaton” (Vaikra 17:31).
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En qué sentido Iom Kipur es considerado más shabat que el shabat mismo? Si buscamos en el plano de la severidad de sus prohibiciones, encontraremos que el shabat es más severo – ya que si se lo trasgrede, su castigo es la muerte por apedreamiento, mientras que si se trasgrede las prohibiciones de Iom Kipur se es castigado con la pena de Karet [castigo Divino, que es considerado menos severo que el apedreamiento. N. del T.]. Quizás esa fue la razón por la cual el Ramba”m formuló la halajá de la forma siguiente (Hiljot Shbitat Asor 1:1-5): “Es un precepto positivo el no realizar melajot en el décimo día del séptimo mes, como dice el versículo ‘shabat shabaton será para ustedes…’ (Vaikra 17:31)”. “Hay otro precepto positivo en Iom Kipur, y es no comer ni beber, como dice el versículo ‘afligiréis vuestras almas’ (Vaikra 17:29)”. “Y también nos fue trasmitido por la tradición que está prohibido bañarse o untarse aceite en él… y tenemos prohibido hacerlo, de la misma forma que no comemos ni bebemos, como dice el versículo ‘shabat shabaton’: ‘Shabat’ – en cuanto a las melajot, y ‘shabaton’ – en cuanto a todas esas otras cosas que no hacemos en él”.
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Qué sentido tiene centrar todas las halajot de Iom Kipur en el concepto de “shabaton” (reposo absoluto)? Podemos encontrar en ello un mensaje básico en lo que respecta al significado del ayuno: ¿Cuál es el objetivo del ayuno? Él reprime las tendencias corporales del individuo. Con él, se expresa que estamos dispuestos a renunciar a los placeres materiales. Estamos dispuestos a sufrir, a sentir hambre, sed, incomodidad. Y todo eso - ¡¿para qué?! ¡¿Acaso la Torá de Am Israel (el Pueblo de Israel) le exige a sus hijos ser masoquistas, y amar el sufrimiento?!
Es muy conocido el refrán jasídico que dice: “En el ayuno del 9 de Av [por la destrucción del Templo. N. del T.] – ¡
¿quién es capaz de comer?! Y en Iom Kipur – ¡¿quién necesita comer?!”. Seamos sinceros con nosotros mismos: ¿Quién estaría dispuesto a renunciar a Iom Kipur? – ¡con toda su dificultad! Necesitamos esa vivencia de purificación. Necesitamos esa sensación de elevación espiritual. Necesitamos sentir que por un momento salimos del círculo egoísta de nuestras vidas, y trepamos a un lugar más alto, más valioso.
El ayuno no es un día de sufrimiento para la persona. El ayuno es el reposo absoluto de sus fuerzas creativas. El ayuno es la anulación de las pasiones materiales. El ayuno es la supresión de la avidez por el placer efímero. Él refrena cierto aspecto de nuestra personalidad
- para permitirle a otro aspecto de ella salir a flote. Es una expresión de nuestro profundo deseo de encontrarnos en otro lugar, totalmente distinto. Es una expresión de nuestro deseo de vivir algo con un contenido eterno, profundo, elevado. El ayuno no tiene por objetivo arruinar a la persona: Su meta es revelar su deseo más auténtico, más profundo y más sincero.
Por ello, hay una
mitzva de comer y beber en vísperas de Iom Kipur. Por ello, hay una mitzva de comenzar a construir la Suca (tabernáculo) inmediatamente a la salida del ayuno. El descanso del décimo día del mes de Tishrei no es para hacer sufrir a la persona. Es para permitirle regocijarse con un placer mucho más profundo. Es para permitirle un “nivel de vida” mucho más alto, para hacernos salir de las nimiedades cotidianas, para revelar nuestros más elevados anhelos de valores, para encontrarnos con el profundo sentido que le damos a nuestras vidas.
En base a la profunda vivencia de ese día de reposo absoluto, seremos merecedores del perdón, la absolución, indulgencia y purificación.

Midreshet Majón Orá

Centro de estudios de Torá para chicas en
español y portugués.
¡¡Están todas invitadas!!
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o escribir a anachman2@walla.com, editorial@alumbrar.org
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Educando a la Gueulá
Dr. Mijael Abulafia

En esta generación, debemos educar nuestros hijos no sólo a comportarse con buenos modales, a cumplir mitzvot y rezar, sino que también a la Gueulá (Redención). Porque cuanto más sepa el niño dónde estábamos, a donde hemos llegado y a dónde nos dirigimos, así también tendrá más motivación para alcanzar la meta. Y en general, la motivación crece cuando se observa la realidad en forma genérica. Debemos comprender que si no los educaremos ahora a la Gueulá, ¿cuándo lo haremos? Por lo menos debemos hablar de ello, por lo menos debemos elevar el mundo imaginativo del niño, incentivarlo, que no se “apague” por los crueles medios que atacan su capacidad imaginativa por fuera…
¿Cómo educaremos nuestros niños a la Gueulá? Antes que nada, podemos ver síntomas de Gueulá. Por ejemplo, este año la mayoría de Am Israel (el Pueblo de Israel) cumplió con el Shabat, y también Iom Kipur
(Día del Perdón) y el Iom Kipur pasado. Y es sabido que “Rabí Iojanan dijo citando a Rabí Shimón Bar Iojai: Si Israel respetasen dos shabatot como corresponde según la halajá, enseguida serían redimidos” (Shabat 118B). Y hay muchos otros síntomas interesantes. Según las estadísticas y también según muchos grandes Rabanim (Rabinos) – como el Rav Moshé Refael Luria z”l – la mayoría de Am Israel es la porción que se encuentra en Eretz Israel (la Tierra de Israel), es decir, la mayoría de Am Israel ha regresado a su tierra. Y así dice: “Y me fue comunicado con permiso del Elevado, que la Shjina (manifestación de la presencia Divina) ha vuelto a la tierra…” (escritos que aun no han sido publicados respecto a Eretz Israel). Todas las dificultades: Desmantelamiento de asentamientos, violencia en la familia, enfermedades y guerras, todas ellas son por lo visto los dolores de parto de la nación que vuelve a su tierra y sale de la galut (el exilio). Hasta ahora lentamente, paso a paso, pero de ahora en más el ritmo comienza a aumentar, como dice la sabida Gmará: “Dijo Rabí Jia a Rabí Shimón ben Jalfata; así es la Gueulá de Israel, al principio lentamente, y cuanto más se avanza, aumenta más” (Ierushalmi, Brajot 4:2).
¿Por qué es tan importante educar a la Gueulá, enseñarle a los niños versículos del libro Ishaya respecto a ella? ¿Por qué es importante enseñarle a los jóvenes libros de
Emuná (estudio de la fe)? Porque eso es lo que les da fuerzas para salvar las muchas complicaciones, “luchar” de forma que sea provechoso a largo plazo, y para prepararnos a la próxima etapa, la etapa que tanto tememos hablar de ella - como si la queremos, pero tememos defraudarnos: La profecía, la restauración del Reinado de David, la edificación del Beit HaMikdash (El Templo)…
Por lo menos podemos aprender a renovarnos en este año, y aclararnos de qué forma plasmamos la anhelación de la salvación, una anhelación activa, cada uno con su forma especial. ¿Cuánto somos partícipes de la
aliá (inmigración a Israel) de millones de judíos? ¿De qué forma somos partícipes de la vinculación de lo laico con lo santo? ¿De qué forma convertimos la casa y la vida familiar en un pequeño Beit HaMikdash? ¿De qué forma elevamos la capacidad de imaginación como preparación para la profecía? ¿Cómo nos acercamos a D’s? ¿Cómo hacemos avanzar la justicia social? ¿Qué hacemos para que haya menos personas que sufran? ¿Cómo añadimos amor gratuito por cada uno de Am Israel?...
Lo que el niño recibirá de su casa es principalmente lo que sus padres sienten y viven, estudian y anhelan la salvación de
Clal Israel (la totalidad genérica del Pueblo de Israel), porque la dimensión interna de su personalidad es un lugar que no es conciente, llamado Kneset Israel. Y no se puede educar respecto a esa dimensión sino que educando en forma activa respecto a la Gueulá que va avanzando…
Se puede intentar vencer el enojo, las bajas pasiones o la herejía en forma puntual, o conductista, pero sin la dimensión genérica que emana de la dirección general, puede llegar a desarrollarse una psicología que no es profunda… La persona será capaz de comer menos, de dejar de enojarse o fortalecer su fe sólo cuando oriente todas las líneas de su personalidad en una dirección más elevada y genérica.
La educación a la Gueulá
es sobre todo una educación en la que haremos crecer grandes talmidei jajamim (eruditos del estudio de la Torá), pensadores, vinculados a Eretz Israel y su redención y la Torá en profundidad a un mismo tiempo. 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail:
machon.espanol@gmail.com, editorial@alumbrar.org

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