Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Ekev     23 de Av 5772     No 880

¿Por qué nos pone a prueba?
Rav Ioram Eliahu

De vez en cuando debemos salvar pruebas fáciles o difíciles, parte de ellas incluso acompañadas de sufrimiento, y la pregunta que surge dentro nuestro es: ¿Por qué? ¿Por qué D’s me pone en esta prueba? ¿Cuál es el objetivo de ella? ¿Acaso el sufrimiento es sólo un castigo, o tienen alguna otra meta? Debemos profundizar en el tema, y entender cuál es el objetivo de la prueba, ya sea en el plano particular como en el plano general.
En el Midrash (Midrash Rabah 55) respecto al versículo “D's puso a prueba a Avraham” (Bereshit 22:1) dicen que nuestros sabios comparan esa prueba con tres metáforas: Rabí Ionatan dice que es como el que vende lino, que cuando su lino no es bueno, no lo golpea porque entonces se desgarrará, pero cuando su lino es bueno, lo golpea una y otra vez, porque de esa forma se va mejorando. Y agrega Rabí Ionatan una segunda metáfora, que es como el alfarero que no pone a prueba las vasijas peores porque de un solo golpe se romperán, sino que golpea a las fuertes vasijas, que incluso si las golpeará varias veces lo resistirán. Y Rabí Elazar agrega que “es semejante al que tiene dos vacas, una fuerte y la otra no. ¿Sobre cual pone el yugo? Sobre la fuerte”. Y las tres metáforas terminan: Así D’s no pone a prueba los malvados, porque no son capaces, sino que pone a prueba a los tzadikim (justos), como dice el versículo “el Eterno pone a prueba a los justos” (Tehilim 11:5). El comentarista “Iefe Toar” al Midrash explica que hay distintos niveles y distintas metas de las pruebas, “y esas tres raíces hacen recaer sufrimientos sobre los tzadikim. La primera, es para limpiarlos de los pocos pecados que tienen”, y esa es la metáfora del lino, que lo golpean para limpiarlo y mejorarlo. La segunda razón es para hacer conocer su rectitud en el mundo, ya que los tzadikim "cargarán" con los sufrimientos y no le protestarán a D’s, y de esa forma será santificado el Nombre de D’s en el mundo y se elevará Su honor. Y esa es la metáfora del alfarero que golpea las vasijas fuertes varias veces y no se rompen, y de esa forma se enorgullece de su labor. "Y la tercer causa es que los tzadikim sufren por los pecados de su generación, y de esa forma la protegen". Y esa es la metáfora de la vaca fuerte que su dueño la hace cargar.
El Netzi”v (Rav Naftali Tzvi Iehudá Berlín) en su comentario “HaAmek Davar” a la
Torá profundiza en esos tres aspectos de la prueba, y explica que a través de ella le hacen descubrir a la persona fuerzas que le serán de ayuda en el futuro, y también lo apresuran. Así explica él la prueba del Sacrificio de Itzjak: Respecto al versículo “D's puso a prueba a Avraham” (Bereshit 22:1) dijeron nuestros sabios “‘Tú has dado una bandera a los que Te temen para honrarse’ (Tehilim 60:6)... de esa forma realzó D’s la fuerza de nuestro patriarca Avraham al extremo de la elevación de la nación de Israel”. No debemos pensar que esa prueba era como las vasijas del alfarero, cuando Avraham no se elevó en nada, sino que “como la alegoría del lino, de la misma forma que el lino bueno se mejora cuando lo golpean mucho y se pone en evidencia su calidad, también el tzadik, a pesar que su fuerza se encuentra en potencia, a través de la acción, a través de la prueba, se eleva hasta que después le es fácil expresarla en la práctica”. Y toda la meta de esa prueba para Avraham era “para que Avraham y su descendencia se eleven, que sean capaces de sacrificarse con amor por la kdushá (santidad) de D’s, y esa acción de Avraham le fue de provecho para su simiente, la nación de Israel”. A través de la acción de Avraham, esa cualidad dentro de él - “lo que le ocurrió a los patriarcas insinúa lo que le sucederá a los hijos” - de ella surge la fuerza y la capacidad de sacrificar nuestras vidas por el honor y la Torá de D’s. Y así escribió el Rav Kuk respecto a la prueba del Sacrificio de Itzjak: “La fuerza de la kdushá del pensamiento kadosh de nuestro patriarca Avraham cimentó la base de la fuerza del sacrificio de Israel por la kdushá de D’s y la Torá kdoshá” (Olat Reaya Alef, Pág. 33).
Así también estudia el Netzi”v los versículos de la Entrega de la
Torá cuando Am Israel (el Pueblo de Israel) pidió que Moshé les hable y no D’s. Les dijo Moshé: “No teman, pues para elevar a ustedes es que D's ha venido” (Shmot 20:17), “que la principal intención era para elevar la cualidad de su ser, como el buen lino que lo golpean mucho para elevarlo y mejorarlo (y así también fue con Avraham en la prueba del Sacrificio de Itzjak), así es que ese episodio eleva su ser a la esencia de su fuerza para el cumplimiento de la Torá. Cuando sea necesario sacrificarse por ella, no les será difícil, porque en la grandeza de su ser encontrarán la fuerza para ello, como cuando recibieron los Diez Mandamientos” (HaAmek Davar, Shmot allí). D’s puso a Am Israel en esa prueba, ya que no les era fácil escuchar la Palabra de D’s, pero de esa forma adquirieron las fuerzas anímicas necesarias para sacrificarse por la Torá e hicieron merecedor a Am Israel de descubrir esas fuerzas para todas las generaciones.
De esa forma también explica el Netzi”v el concepto de prueba en nuestra Parashá, cuando D’s dijo que los condujo 40 años en el desierto “para afligirte a fin de ponerte a prueba, para saber lo que hay en tu corazón, si cuidarás sus preceptos o no” (Dvarim 8:2). Ya que a primera vista es extraño: ¿Por qué hizo D’s que andemos 40 años en el desierto? Explica el Netzi”v que “aquí nos comunicó Moshé la meta, que es para hacerte sufrir, para que estemos acostumbrados al exilio y el vagabundeo como en el desierto cuando anduvieron varias estaciones, para ponerte a prueba y saber lo que se esconde en tu corazón”. Aquí, explica el Netzi”v, es como la prueba del alfarero que D’s quiso ver si los Hijos de Israel tienen las fuerzas necesarias para cuidar las mitzvot - también las que todavía no ha llegado el momento de cumplirlas en el desierto, sino que sólo cuando lleguen a la tierra, y a pesar de ello les advirtió que las estudien para que puedan cumplirlas cuando lleguen a Eretz Israel (la Tierra de Israel). Y ahora que sabemos que Am Israel
tiene las fuerzas necesarias, dice D’s, Yo os advierto que lo hagan así ahora y también en el exilio. Aprendimos entonces que la prueba, que a veces incluso es acompañada de sufrimiento, no llega para castigarnos o vengar, sino que para descubrir y expresar en la práctica fuerzas positivas que hay en la persona, y de esa forma elevarlo”. Así escribe el Rav Kuk: “De momento que la persona llega a alguna prueba, saldrá purificado y depurado” (Ein Aya, Brajot Bet, Pág. 344).
Y así me enseñó mi querido amigo, Rabí Tzvi Glat, que D’s lo vengue, que fue asesinado en Jebrón en la noche de Shabat de la Parashá Emor en el año 5740, que se elevó a altos niveles en su vida y en su muerte, y alcanzó a escribir un importante libro en el que aclara la obligación de hacer alia a Eretz Israel en nuestra época – MeAfar Kumi. Y así escribió en su diario personal: "Aprecia cada momento de sufrimiento que te es difícil, ama esos momentos, desea esos momentos, eso te prepara para la meta por la cual tú existes en el mundo, son momentos muy preciados". Es cierto que rezamos "no nos pongas a prueba", pero de todo lo que hemos dicho aprenderemos a evaluar en forma correcta la prueba por la que pasamos, profundizaremos en ella y en su meta y sacaremos de ella grandes fuerzas para nuestra labor a D's.

Midreshet Majón Orá

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¿Enrolar a los alumnos de las ieshivot?
Rav Shlomó Aviner
(reimpresión)

Pregunta: ¿Acaso ha llegado el momento de obligar a todos los alumnos de las ieshivot (centros de estudio de la Torá) a enrolarse en el ejército? ¿Acaso no constituye un precepto religioso que todos participen y sirvan a la patria?
Respuesta: Durante la Guerra de la Independencia, hubo Rabanim (rabinos) que amaban a la tierra de Israel y creían en la redención que consideraron que los alumnos de las ieshivot debían consagrarse día y noche únicamente al kodesh (lo santo), a la enseñanza divina, a través del estudio de la Torá.
Sin embargo, en la ieshiva de Merkaz HaRav, la opinión de nuestro maestro el Rav Tzvi Iehudá Kuk fue que había que alistarse en el ejército, tal como lo aclaró en su artículo: “Para los preceptos de la tierra”, donde detalló los preceptos y la fe que nos vincula a la Tierra de Israel (LeNetivot Israel Alef 118). De este modo, siguiendo sus enseñanzas, todos los alumnos de la ieshiva se alistaron en el ejército.
Nuestro Rav precisó que no hay exención alguna ni consideraciones especiales. Enseñó que se podía aplazar el servicio hasta que el alumno se sienta fuerte en su espíritu y se transforme en un talmid jajam (erudito del estudio de la Torá), sea grande en la Torá. Pero todos, sin excepciones, están obligados a realizar el servicio. Sus alumnos y los alumnos de sus alumnos actúan hasta el día de hoy siguiendo estas enseñanzas. Finalmente, todos llegan a las filas de Tzaha"l, el Ejército de Defensa de Israel, en diferentes marcos y por distintos períodos, siendo excelentes soldados.
No pensemos que la edad joven es la condición para el servicio militar.  Hay quienes se alistan en una edad más tardía y se transforman en soldados ejemplares. Los alumnos de las ieshivot sionistas quieren al ejército y sirven en él con una alta motivación.
En cambio, en cuanto a los alumnos de las ieshivot Jarediot (ultra ortodoxas), tal parece que no hay lugar de imponer el servicio en las filas de Tzaha"l. No es posible obligarle a una persona a que sea un soldado si no tiene la motivación necesaria. Se puede imponer el pago de impuestos, el dinero llegará de todos modos. El emperador Vespasiano en su época instaló baños públicos pagos. Se sorprendieron en el Senado y dijeron: “¿Acaso de eso haremos dinero?”. Les respondió: “el dinero no tiene olor”. Así también el pago de impuestos: con o sin voluntad, contribuye al estado.
Pero un soldado contra su voluntad, no actuará como corresponde. Por lo tanto, con todo el dolor que esto significa, hay que ser pacientes.  Si D’s quiere, con el tiempo, encontraremos soluciones que sean también aceptadas por el público Jaredi.
Un ideal no puede ser impuesto por la fuerza: ni forzando a los jilonim (judíos seculares) para que lleguen a la Torá, ni a los Jaredim para que se enrolen en el ejército. Hay que convencer, hay que entusiasmar.
Llevará tiempo, pero con la ayuda de D’s, lograremos hacerlo.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
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