Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Ki Tavo     18 de Elul 5771     No 835

Con alegría
Rav Ioram Eliahu

Hay quienes piensan que el proceso de Tshuvá (arrepentimiento sincero) o acercamiento a D’s en general debe ser a través de cierto abatimiento, debilidad o tristeza. Y si no sienten algo deprimente o triste no han cumplido con su obligación en su arrepentimiento. Y hay quienes quieren ser más “piadosos”, y se hacen sufrir y ayunan para sentir que realmente su Tshuvá fue bien recibida.
Rabí Iehudá HaLevi en su libro “HaKuzari” nos enseña que “la Torá Divina no nos esclavizó con sufrimientos, sino que nos enseñó la medida correcta cuando nos ordenó darle a cada fuerza de nuestra personalidad y del cuerpo lo que le corresponde, justamente”. Y dice más adelante que “hay tres principios básicos en el culto a D’s según nuestra Torá – el temor, el amor y la alegría. Debes vincularte a D’s a través de cada uno de ellos. Y en efecto, a través de tu sumisión en los días de ayuno no te acercarás más a D’s que a través de tu alegría en los días de Shabat y las fiestas – si esa alegría llega a través del pensamiento adecuado”. Porque todo necesita intención. "Y si tú sabes por qué te alegras en el cumplimiento de una mitzva, y hasta qué punto debes agradecerle a D’s porque te ordena cumplirla, entonces sabrás también alegrarte y rendirle culto a través de esa alegría, que te puede hacer llegar incluso a cantar y bailar" (Kuzari 2:50).
Encontramos al respecto algo maravilloso en las palabras de nuestros sabios, relativo a la época de la inauguración del primer Beit HaMikdash (El Templo). Así cuenta la Gmará (Moed Katan 9), que la culminación de la construcción fue el 7 de Tishrei, y los Hijos de Israel festejaron durante 7 días, hasta el 14 de Tishrei para no mezclar la alegría de la inauguración del Beit HaMikdash con la alegría de la fiesta de Sucot. ¿Qué hicieron en Iom Kipur (Día del Perdón)? “Dijo Rabí Parnaj citando a Rabí Iojanan, ese año Am Israel (el Pueblo de Israel) no ayunó en Iom Kipur, y pensaban que quizás por ello serán castigados. Escucharon una voz que les dijo: Todos ustedes son merecedores del Olam HaBa (el Mundo Venidero)”. Pregunta la Gmará: ¿No pueden alegrarse sin comer? Y contesta que no: No hay alegría auténtica sin beber y comer.
Es algo maravilloso, de momento que era necesario expresar la alegría de la edificación del Beit HaMikdash - y una alegría plena debe ser acompañada de bebida y comida - eso aplazó incluso el ayuno de Iom Kipur. Y la elevación en esos días por supuesto que los hizo realzarse y ser merecedores del perdón incluso si no ayunaron en ese año. Y así les fue prometido, “todos ustedes son merecedores del Olam HaBa”.
Esa idea - que la alegría es importante en el culto a D’s - también se encuentra en nuestra Parashá. La Torá escribe que la causa de todos los deterioros espirituales que hacen recaer las maldiciones que son citadas en nuestra Parashá, es la falta de alegría en el culto a D’s. Como dice el versículo “porque no has servido al Eterno, tu D’s, con alegría y buen corazón, cuando abundaba todo” (Dvarim 28:47).
También el autor del libro “Pele Ioetz” explica en extensión la medida de la alegría, y dice que si bien no hay una recompensa por el cumplimiento de las mitzvot en este mundo, pero "recompensa por la alegría la persona disfruta en este mundo, y la mayor recompensa la recibe por la alegría que siente cuando logra alcanzar la sabiduría y la plenitud. Así reveló ese secreto el Ar”i z”l, cuando dijo que se hizo acreedor de alcanzar la sabiduría maravillosa y la inspiración Divina porque sentía una gran alegría cuando estudiaba la Torá y cumplía alguna mitzva, más de lo que se alegra el que encuentra un gran tesoro. Entonces, la recompensa por la alegría en el cumplimiento de la mitzva, es una mitzva" (Pele Ioetz, Simja).
Por ello nos enseña el Rav Avigdor Nebentzal shlit”a en sus charlas que si bien es cierto que sentimos temor por el Rey del Mundo que se nos acerca en estos días, pero “¿cómo podemos no alegrarnos cuando el Rey del Mundo se nos acerca? ¿Cómo podemos no colmarnos de regocijo cuando nos desentendemos finalmente de los problemas y las vanidades de este mundo, y nos acercamos a la verdad absoluta? Debemos sentir dentro nuestro una gran alegría por la cercanía a D’s de la que somos meritorios una vez al año, porque ‘la cercanía de D’s es mi bien’ (Tehilim 73:28), atestigua el rey David… de modo que el acercamiento al Rey de los reyes debe hacer despertar dentro nuestro alegría por la cercanía misma en sí a el D’s vivo y el Rey del Mundo. Gran parte del culto a D’s en el mes de Elul debe ser entonces el agregado de la alegría hacia el encuentro de Rosh HaShaná (Principio del Año), como dijeron Ezra y Nejemia al pueblo en Rosh HaShaná ‘coman manjares y beban vino dulce y envíen porciones para quienes nada se han preparado, porque este día es santo para nuestro Señor. Cesen las lamentaciones, porque la alegría del Eterno es vuestra fuerza’ (Nejemia 8:10). El regocijo del acercamiento al D’s es nuestra fortaleza en Rosh HaShaná” (Sijot Le Rosh HaShaná).
Y sabiendo vincular la alegría a nuestro culto - como dice el versículo “alegraos con temblor” (Tehilim 2:11) - seremos merecedores de la Tshuvá plena, y de ser inscritos y sellados para bien, para una vida buena y de paz. 

Midreshet Majón Orá

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¿De quién es Migrón?
Rav Shlomó Aviner

Bagat”z (la Suprema Corte de Justicia de Israel) determino que los habitantes de Migrón deben abandonar el lugar, porque se apoderaron de tierras árabes particulares.
A primera vista, es una cuestión de rectitud: “No robarás”.
Pero a pesar de ello, ¿quizás alguien puede explicarme quiénes son esos árabes que son los dueños de ese terreno? No hay problema – contestará Bagat”z. Hay una lista exacta de los nombres, todo el que quiere puede leerla.
Y a pesar de ello, pido permiso para preguntar: Entonces, ¿cómo puede ser que esos árabes mismos no sabían de ello? Y cuando los habitantes de Migrón llegaron para pagarles, ellos se sorprendieron mucho por ese “regalo” que les cae del cielo, porque nunca se asentaron en ese terreno ni lo labraron. Los constructores del asentamiento Migrón se cuidaron mucho en asentarse sólo en tierra virgen, como se puede ver en las fotografías aéreas de decenas de años atrás. No había ni una sola casa, ni un solo árbol. Y en efecto, durante 9 años ese asentamiento floreció, y ningún árabe no dijo ni media palabra. Entonces, si no les molesta, me alegraría mucho saber ¿cómo es que de pronto se hizo de ellos? Sencillamente - explica Bagat”z - antes de la Guerra de los Seis Días, alrededor del año 5724 el rey de Jordania anotó y repartió en forma ficticia esos terrenos a las personas importantes cercanas a él. Es elemental: Esas tierras le pertenecen a esas personas y sus descendientes, y los descendientes de sus descendientes para todas las generaciones…
Es muy interesante saber que el rey de Jordania es el dueño de nuestra tierra. Pero antes que eso, quisiera preguntar algo a Bagat”z – que se basa en las resoluciones del rey de Jordania. Ese rey de Jordania mismo hizo una condición: Si esas personas no trabajarán la tierra que les da y le pagarán impuestos, en cuestión de un determinado número de años le será devuelta al rey. Entonces, esas tierras volvieron a ser posesión del rey de Jordania, y por lo tanto son propiedad del Estado de Israel.
Al respecto contestó Bagat”z: Es cierto que según el rey de Jordania esas tierras le fueron devueltas, pero nosotros somos más cuidadosos que el rey. Determinamos como el rey de Jordania y al mismo tiempo no como el rey de Jordania. Determinamos como el rey de Jordania que esas tierras pasan a manos de esos árabes, y no determinamos como el rey de Jordania que esas tierras vuelvan al rey a pesar que esas personas no materializaron su derecho. Determinamos que les pertenece, y ahora es ley. ¡La ley es ley, y debe ser respetada! ¡Dina DeMaljuta Dina! [concepto de la halajá, según el cual la ley del estado tiene vigor. N. del T.].
A esta altura de la conversación, mis respetados amigos, yo dejo de preguntar objeciones inocentes, y digo lo que llevo en mi corazón, en mi mente y en mi conciencia.
Antes que nada, los habitantes de Migrón son personas que respetan la ley – la respetaron, la respetan y la respetarán. Dicho sea de paso, ellos también se enrolan en el ejército, y parte de ellos son también oficiales. Y las mujeres en su mayoría son maestras, enfermeras y trabajadoras sociales.
Es cierto, Dina DeMaljuta Dina, pero Gazlanuta DeMaljuta Lo Dina [lo que roba el estado, no tiene vigor. N. del T.]. Una ley discriminativa no tiene vigor. Incluso según su argumento, que se trata de tierras de árabes, alcanza con que los habitantes de Migrón los reembolsen por ellas. Hay un antecedente legal de un asentamiento que fue edificado sobre tierra particular de un judío, cuando el jurado determinó que no se puede arrancar las familias del centro de su vida, no se puede destruir sus casas, y de momento que el asentamiento fue edificado sin malas intenciones, alcanza con que lo indemnicen.
Y también Migrón fue edificado sin malas intenciones, ¡fue edificado por el estado mismo, según el planeamiento del estado y con su presupuesto! No hay mejores intenciones que esas. El estado estaba interesado desde el punto de vista estratégico en su edificación, para cuidar la continuidad geográfica entre los asentamientos.
Entonces, si un asentamiento sobre el terreno de un judío no es arrancado, ¿sobre terreno árabe debe ser arrancado? Es una ley discriminativa. Y una ley discriminativa no tiene vigor. ¡Cuán tzadikim (justos) son los habitantes de Migrón, que respetan una ley que no tiene vigor!
Pero debemos hablar más de las decisiones de Bagat”z: Como hemos dicho, el estado decidió ser más cuidadoso – a nuestras expensas – que el rey de Jordania, y según ello el jurado actúa en forma legal. Es decir, según las decisiones del estado es determinado lo que es legal y lo que no lo es.
Pero hay una pregunta anterior: ¿¡Cómo es que esas tierras le pertenecen a los jordanos!? ¿Alguien se las vendió? ¿Alguien se las entregó? ¿Acaso en el pasado tuvieron ellos un estado aquí, o fuimos nosotros los que tuvimos? ¿“Y Shaul se apostó en el extremo del monte, bajo el granado que está en Migrón” (Shmuel Alef 14:2), o el rey de Jordania se encontraba allí? ¿Nosotros conquistamos a Migrón de manos del rey de Jordania, o regresamos a nuestra tierra? ¿Es conquista, o es nuestro?
Casi 2000 años se alternaron todo el tiempo los conquistadores de esta tierra, y ahora hemos vuelto. Y si en nuestra ausencia vinieron ladrones y se apoderaron de ella, ¿es de ellos?
¡Hemos vuelto a nuestra casa! Es nuestra, no fue conquistada. Esta es nuestra tierra, según D’s, según la historia, según la naturaleza. D’s nos la entregó y nos prometió a través de Sus profetas que regresaremos – y ahora volvimos.
Con perdón del gobierno y de Bagat”z, decir que le pertenecía al rey de Jordania es una superchería. ¿Cómo es que de pronto “nacieron” aquí terrenos árabes? Ellos eran nuestros, y los romanos nos expulsaron de nuestra tierra. Durante 2000 años los añoramos y rezamos por ellos. Y de pronto, porque el imperio turco se desmoronó, ¿le pertenecen al rey de Jordania? ¡Eso es una mentira! No. Es nuestro, durante todas las generaciones, como el cielo sobre la tierra.
El Rav Kuk escribió al Keren Kaiemet LeIsrael que nosotros nos comportamos más allá de nuestra obligación y les pagamos a los árabes por las tierras que en realidad nos pertenecen, porque queremos cumplir “amarás a tu prójimo como a ti mismo” incluso para con los gentiles (Maamarei HaReaya). Y también nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk dijo que no tenemos nada en contra de un gentil determinado, y si se trata de su tierra particular, no nos asentaremos en ella. Porque lo principal es que desde el punto de vista nacional esta es nuestra tierra. Y en efecto, también hoy en día estamos dispuestos a pagarle a un árabe particular por su tierra – que no le pertenece. Pero no podemos aceptar de ninguna forma que se diga que esta tierra le pertenece al rey de Jordania, y él la reparte como le place. Esa es una debilidad insoportable.
Ya antes de la edificación del estado se habló de renunciar a parte de nuestra tierra, cortarla en pedacitos, y nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk escribió un artículo: Debemos ser plenos en la Torá y en la tierra. No es un problema nuevo, es una debilidad y falta de vigor. Sólo debemos hacer una cosa, gritar en alta voz: ¡Es nuestra! Es nuestra según la ley. Todo es legal.
En la época del Mandato Británico dijo el gobernador al Rav Kuk: "¿Cómo es que usted apoya la aliá (inmigración) ilegal?" Le contestó el Rav Kuk: "Cuando la ley nacional y la ley internacional son contrarias, se dictamina según la ley internacional". Se sorprendió el gobernador: "No conozco ninguna ley internacional que le permita a los judíos venir a la tierra de Palestina". Le dijo el Rav Kuk: "¡El Tana”j (La Biblia)!" ¡El Tana”j es internacional! Según la ley internacional del Tana”j Migrón nos pertenece, y no al rey de Jordania. También los gentiles lo aceptaron en la Asamblea de San Remo, hace 90 años.
Decir que el rey de Jordania determina es una tontería sin par, y no tiene similar en la historia mundial. Por ello, fortalezcámonos y nos reforzaremos por nuestra tierra y por las ciudades de nuestro D’s.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
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