Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Vaetjanan     13 de Av 5771     Shabat Najamu     N^o 830

“Consolad, consolad a Mi pueblo”
Rav Iaacov Filver (reimpresión)

El doble consuelo del profeta Ishaya - "consolad, consolad a Mi pueblo" (Ishaya 40:1) - no se refiere solamente al término de la galut (exilio), como parecería ser del versículo "ha sido perdonada su iniquidad" (Ishaya 40:2): También se refiere a las primeras fases de la gueulá (Redención) misma, como dice el profeta "di a las ciudades de Iehudá" (Ishaya 40:9). Y las palabras del profeta son necesarias porque "verdaderamente el pueblo se ha secado como hierba" (Ishaya 40:7), el espíritu del pueblo ha decaído por las dificultades que surgen en su camino, dificultades que harán dudar al pueblo de la plasmación de los vaticinios de los profetas de Am Israel (el Pueblo de Israel), hasta que el profeta eleve su voz y diga: "Mas la palabra de nuestro D's permanecerá por siempre" (Ishaya 40:8), las promesas de los profetas se materializarán sin duda, "ninguna de sus palabras dejará de cumplirse".
Hay varias razones para ese debilitamiento, y la principal es la falta de conciencia auténtica del renacimiento de la nación en su tierra, como explicó el Rav Kuk (Orot, pág. 70): "Aspiramos al renacimiento de la nación y la tierra para revivir nuestra alma, para que vuelva a vivir Am Israel vida plena. Anhelamos reconstruir la tierra y reconstruirnos en ella para asimilar su espíritu y su aliento. Por ello, exigimos mucha Torá, y para ello aspiramos llegar a la plena salud y fuerza física inviolable y valerosa". Y otra razón de ese debilitamiento del espíritu es la sensación como que si el proceso de gueulá se encontrase en regresión. También al respecto habló el Rav Kuk después de las revueltas árabes del 5699, en las que decenas de judíos fueron asesinados por los árabes revoltosos y muchos asentamientos judíos fueron abandonados por sus habitantes, lo que provocó la desesperanza y las dudas de muchos. En reacción, publicó el Rav Kuk su artículo llamado "Shuvu LeBitzron" donde explica: "Todo el que observa con atención el proceso de asentamiento desde su principio hasta hoy en día, ve en forma palpable que de todo descenso que sufrimos, después surgió una elevación y un desarrollo mayores, y un gran paso de avance surgió de toda crisis… todo descenso en el proceso de esa obra es como el Redentor que se esconde, y toda elevación que surge después de ella es como su redescubrimiento".
Con esa perspectiva optimista antecedió el Ramja"l (Rabí Moshé Jaim Lutzato) en su libro "Daat Tvunot" al Rav Kuk, escribiendo: "D's nunca desdeña su obra - D's no lo permita - y no abandona al mundo. Pero cuando nos parece que el mundo fue abandonado a la deriva, en realidad es justo lo contrario, Él está renovando su bien, y sus maravillas y pensamientos siempre, todo el tiempo, son dedicados al corregimiento del mundo, y no su desbaratamiento. Pero Él esconde su propósito profundamente, y parecería ser que el mundo fue abandonado y las personas sufren los castigos de sus pecados". Si los procesos que ocurren hoy en día en Eretz Israel (la Tierra de Israel) fuesen producto de las acciones de las personas solamente, producto de las resoluciones de políticos y otras personas influyentes, entonces deberíamos afligirnos: ¿Quizás todo el proceso puede llegar a desplomarse? Pero no es así, y al respecto escribe el Rav Kuk: "Nosotros pensamos que con nuestra inteligencia y astucia hemos llegado hasta aquí, y olvidamos que si no fuese por la mano del 'luchador, que siembra justicia, produce triunfos y crea la curación' todas nuestras acciones no habrían obrado nada en absoluto, nos olvidamos que fue la mano secreta (de D's) que hizo toda la obra".
Esperamos que también de las complicaciones con las que nos encontramos surja la salvación y el desarrollo para bien. 

La ley tiene vigor
Rav Shlomó Aviner

¿Quién es el que determina: La Torá o la ley? ¿Quién es superior? ¿Quién es más importante? ¡No hay lo qué preguntar! La Torá se encuentra por encima de todo, y la palabra de D's es la raíz de todo, y el origen de todo.
Por supuesto, la palabra de D's es más elevada. ¡Pero la palabra de D's te dice que debes respetar la ley! Las leyes del rey de Inglaterra en Inglaterra, y las leyes del gobierno americano en EE.UU. Dina demaljuta, dina [concepto de la halajá según el cual las leyes de un gobierno tienen vigor también desde el punto de vista de la Torá. N. del T.]. Si las leyes no te parecen buenas, eres libre de irte a otro país y vivir en otro lugar.
Y por supuesto tratándose de las leyes del Estado de Israel, las leyes del gobierno de Israel, las leyes de Kneset Israel (el parlamento). Por supuesto, aquí no argumentaremos que si las leyes no te parecen buenas puedes ir a vivir a otro país, sino que te diremos que a pesar que las leyes no te parecen correctas debes quedarte, porque esta es tu tierra. ¡Pero debes respetar la ley! Incluso si el rey no es tzadik (justo) - sino que un malvado como el rey Ajav - a pesar de ello sus leyes tienen vigor (Tosafot, Sanhedrin 20A). Esa es la voluntad del Rey de los reyes, que las leyes del reinado tengan vigor (Darshot HaRan 11). Y lee las largas respuestas del Rav Kuk en las que dice que un líder elegido por la nación tiene atributos de rey (Mishpat Cohen 337-338).
Pero la verdad es que incluso sin leer lo que dijeron nuestros sabios Rishonim ni Ajaronim llegaríamos a la misma conclusión por nosotros mismos: ¿Cuál es la alternativa, si no habrá leyes ni gobierno? ¡Un caos, guerras civiles, una jungla, como en el Lejano Oeste, la ley del más fuerte! Por ello, "reza por la estabilidad del reino, pues si no fuera por el temor que infunde, los hombres se devorarían vivos los unos a los otros" (Avot 3:2).
Pero nosotros sostenemos que la ley y el orden tienen valor no sólo como medios, sino que también tienen valor espiritual, según la halajá, un valor Divino. Y véase más en el libro "Ein Aya (Brajot 89) respecto a cuatro personas que tienen que dar gracias, cuando una de ellas es la persona que vuelve del desierto – un lugar donde no hay leyes ni orden estatal, y entiende de pronto el valor de ellos y acepta con alegría las limitaciones de la ley.
Por ello, por favor, respeta la ley con alegría, y también respeta a los representantes de la ley.
Ocurrió una vez que un alumno fue detenido por un policía por no haber respetado las leyes de tránsito cuando conducía, y justo en ese momento pasó por allí nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk. El alumno le pidió que el Rav hable con el policía, y este le dijo: ¡Por favor, dale una multa!
Quizás tú dirás: ¿Acaso toda ley tiene vigor? ¡¿Incluso si es una ley contraria a la Torá?! ¡¿También una ley que Hitler determino tiene vigor?!
Estaba esperando esa pregunta demagógica. Por supuesto que hay excepciones, toda persona con un poco de cabeza entiende que así es. También en la halajá hay situaciones extraordinarias, e incluso un gran talmid jajam (erudito del estudio de la Torá) lleva en auto a su mujer al hospital cuando ella tiene que dar a luz en shabat. Pero no por esas excepciones pervertiremos todas las reglas en situaciones corrientes.
Es cierto que Hitler determinó leyes, pero no por ello el concepto de "ley" es negativo. Las Leyes de Núremberg no tienen vigor, pero en forma básica las leyes sí lo tienen. Ese argumento es llamado "reductio ad hitlerium", negación del valor de algo determinado porque Hitler lo utilizó.
¡Por favor, dejen de poner a la Torá "por encima" de la ley! En ese juego, cuando se habla de dos posiciones extremas – estos alaban la Torá y desprecian la ley, y estos otros alaban la ley y desprecian la Torá – el común denominador de ese pacto no santo es el desbarato de la unidad de la nación.
Cuando decimos que la Torá se encuentra por encima de la ley no pretendemos decir que la Torá es como un déspota que aplasta a sus vasallos, sino que ella le da el alma a la ley, valor, importancia, dulzura. Y por supuesto que también es capaz de criticar la ley – pero también la eleva y la suaviza.
Sí, la ley tiene vigor - no por encontrarse por encima de la Torá, sino que porque la Torá nos enseña a respetar la ley. Esa es la halajá, y por supuesto, también en esa halajá los piadosos agregan... 

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