Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Metzora     5 de Nisan 5771     No 813

"Y Te desposaré conMigo para siempre"
Rav Ioram Eliahu

En cuanto a las reglas del distanciamiento entre marido y mujer que figuran en nuestra Parashá escribieron nuestros sabios: "Decía Rabí Meir, ¿por qué dijo la Torá que la mujer será Nida siete días?" (así debería ser según la obligación sencilla, pero hoy en día ese distanciamiento es más largo). Contesta él "porque su marido se acostumbra a ella y no la desea, entonces dijo la Torá; será impura 7 días, para que le sea adorable como cuando se casaron" (Nida 31B). Nuestros sabios supieron descender hasta las profundidades de la persona y nos enseñan que con todo lo maravilloso que es, el vínculo entre los cónyuges puede llegar a desgastarse, y es bueno entonces crear ese distanciamiento forzado, que los devolverá al amor inicial, como el momento del casamiento.
El Rav Kuk nos enseña que ese tipo de distanciamientos son un proceso necesario para el florecimiento y desarrollo del vínculo entre las personas: "Tratándose de la satisfacción del amor por las personas - que revela su potencia cuando se encuentran cara a cara - las interrupciones momentáneas intensifican la majestuosidad del amor fiel de los compañeros y amados. El progreso y florecimiento del cariño a través de interrupciones como esas, es una de las condiciones del amor y el camino fijo del desarrollo de las personas" (Ein Aya, Brajot, Pág. 303). De la Gmará que mencionamos entendemos que el distanciamiento tiene por objetivo la añoranza, e incluso genera fuerzas para desarrollar el vínculo y el amor entre los cónyuges.
Pero hay otra explicación más, que profundiza nuestro concepto de ese período. Cuando colocamos los Tfilin (filactélias) todas las mañanas recitamos el versículo en el que D’s expresa la situación que habrá entre Él y Su pueblo en la gueulá (Redención): "Y Te desposaré conMigo para siempre. Y Te desposaré conMigo con justicia y con rectitud, y con misericordia y con compasión. Y Te desposaré conMigo con fidelidad, y conocerás al Eterno" (Oshea 2:21-22).
Y esa expresión nos sorprende: ¿"Y Te desposaré conMigo para siempre"? ¿Acaso nos quedaremos solamente "desposados" con D’s, y no llegaremos al profundo vínculo del matrimonio? El Rav Kuk explica: "A pesar que el matrimonio es una vinculación más estrecha que el desposorio, hay una ventaja en él, porque expresa la noble base legal del apego, que por su elevado nivel no tiene expresión material en absoluto" (Olat Reaya Alef, Pág. 35).
El desposorio es definido como un vínculo elevado, porque expresa la relación espiritual interna, justamente porque todavía no ha llegado el momento de su expresión física corporal. Y de esa forma expresa la fuerza del vínculo entre los cónyuges, que no depende de nada externo. Y eso es lo que D’s le dice a Am Israel (el Pueblo de Israel), "Te desposaré conMigo para siempre" – Mi vínculo contigo es como el desposorio, no depende de nada en absoluto, y por lo tanto es eterno, para siempre.
Y por ello, hay también en la vida de la pareja épocas en las que se dice "tiempo de rechazar al que abraza" (Kohelet 3:5) – se vuelve a la época del desposorio, y de esa forma los cónyuges profundizan el vínculo mutuo (Pirkei Ahava, Rav Shlomó Aviner).
Y explicándolo más podemos decir que toda persona fue creada con un cuerpo y un alma, y se debe proporcionar sustento a ambos. El cuerpo – con toda su potencia – se va desgastando, y no se queda en su vigor y  belleza. Por ello, es necesario que haya también un vínculo espiritual entre los cónyuges, que siempre los acompañe. Para eso, la Torá determinó ese distanciamiento, durante el cual los cónyuges se ocupan de la edificación del vínculo espiritual interno entre ellos, y de esa forma todo el vínculo se elevará a niveles más altos y profundos. Por ello, "hay que entender que matrimonio no es sólo un asunto físico. Un estudiante se le quejó a nuestro Rav – el Rav Tzvi Iehudá Kuk – que le resulta muy difícil cuando debe alejarse de su esposa. Le contestó el Rav: Está escrito ‘amor y fraternidad, paz y armonía’ (Séptima bendición matrimonial). Casamiento es también amor, fraternidad, paz y armonía. El casamiento es en su esencia un vínculo espiritual entre las personas, que tiene su expresión también en un vínculo físico – pero lo principal, es el vínculo espiritual. En general, se debe basar el matrimonio sobre el vínculo espiritual – ya sea en el sentido del desarrollo conjunto espiritual, ya sea en el sentido de la valoración misma de la personalidad y buenas virtudes de su esposa" (Ajoti Kala, Pág. 77, Rav Shlomó Aviner).
Por ello, bajo la jupa acostumbramos a realizar el desposorio y enseguida después el casamiento, y debemos encargarnos que el vínculo siempre se base a lo largo de toda la vida conyugal sobre esos dos cimientos al mismo tiempo: Una vinculación abstracta de las almas, y una vinculación material. Y de esa forma seremos merecedores del amor, la fraternidad, la paz y la armonía a lo largo de muchos años. 

Midreshet Majón Orá

Centro de estudios de Torá para chicas en
español y portugués.
¡¡Están todas invitadas!!
Para más detalles llamar al 052-4621830
o escribir a anachman2@walla.com, editorial@alumbrar.org
Para las interesadas, hay dormitorios en el lugar.

No seas demasiado selectivo
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Uno de los problemas de los solteros mayores es que cuanto más pasa el tiempo, se hacen más selectivos (al revés de la lógica sencilla, porque cuanto más mayor se es a primera vista debería estar dispuesto a renunciar más). Tal parece que la razón es que los solteros mayores ya tuvieron decenas (e incluso centenas) de citas, y cuanto más conocen personas - que cada una tiene ciertas virtudes - buscan alguien que comprenda en él todas las virtudes, y en la práctica tal parece que no hay una persona así. El gran problema con eso es que cuando se encuentran con una nueva persona no comienzan una nueva hoja, sino que llegan a la cita cargados con sus experiencias negativas del pasado. ¿Cómo se puede desentender de toda la historia personal de cada uno, y llegar "como nuevos" a la cita?
Respuesta: Tal parece que ese es un problema de muchachos, y no de muchachas. En efecto, el selectivo se justifica a sí mismo: "Esperé tanto tiempo, por lo menos que no sea en vano, y que salga ganando algo de ello". Ese es el pensamiento equivocado de los perdedores compulsivos: "Aposté y perdí, pero esta vez acertaré. Esta vez seguro ganaré, y entonces recuperaré todo lo que perdí antes".
Es la victoria de la imaginación sobre el raciocinio. Lamentablemente, la mayoría de la gente vive en sus imaginaciones. En vez de pensar en forma lógica, ellos prefieren pensar lo que les es bueno y agradable, incluso si no es lo real. Por supuesto, ese escape del raciocinio no sólo tiene su consecuencia en el campo de las citas, también más tarde en el matrimonio y en otros campos de la vida, y produce muchos estragos. La persona debe hacerse un bien a sí mismo y pensar en forma lógica que es él el que se produce ese daño.
Ocurrió una vez que un muchacho preguntó: "Es predestinado por el cielo que tal muchacha será para tal muchacho. Entonces, ¿dónde se encuentra mi muchacha?" Y la respuesta: La has perdido cuando la rechazaste porque no era 100% afín a tus virtudes, sólo 90%. Por eso, ella se casó con otro muchacho, que le es 80% afín – pero ellos fueron capaces de salvar las diferencias y viven felices. Es decir, el matrimonio no es distinto de todos los otros asuntos de la vida en los que hay afinidad natural y esfuerzo. Véase "Mesilat Iesharim" (Cáp. 1), donde dice que la persona se encuentra en este mundo en una lucha a ambos frentes. Todo en este mundo exige esfuerzo. También así es explicado en el capítulo 6 allí.
El que piensa que podrá vivir una vida de matrimonio feliz sin invertir en el vínculo, vive en imaginaciones. El que piensa que encontrará su pareja que le es perfectamente afín, vive en una película. No será pareja, se quedará impar.
Parte del culto a D's de encontrar pareja es esforzarse, conversar, salvar las diferencias, ver las cosas en su perspectiva real, aconsejarse con amigos y personas con más experiencia.
Una vez le preguntó un muchacho a su Rav: "Yo estoy saliendo con una muchacha, pero tiene tal y cual defecto".
Le contestó el Rav: "Tiene también muchos otros. Los descubrirás después del casamiento".
"¿El Rav la conoce?".
"No".
"Entonces, ¿cómo sabe?".
"Yo observo el género humano más de 5000 años, y trato de entender la naturaleza humana. Tú buscas un ángel. No hay muchachas ángeles. Y si hubiese, no se casaría contigo, porque tú no eres un ángel. Por ejemplo, tienes un defecto; eres selectivo, y eso será un problema después del casamiento. Se trata entonces de una pareja perfecta: Una no-ángel, con un no-ángel. El fruto de la vid con el fruto de la vid. No un 100% fruto de la vid, sólo 90%. Mazal Tov".
Lamentablemente, los solteros mayores tienen fama que no conviene fijar citas con ellos. Porque se han quedado tanto tiempo sin casarse, por lo visto son demasiado selectivos, y no hay muchas esperanzas. Por supuesto, es una generalización injusta. Hay también solteros muy modestos, sin exigencias desmedidas, pero que todavía no han encontrado su pareja. Por ello, todo soltero mayor debe realizar una auto retrospección, quizás él es demasiado selectivo, y si así es, debe arrepentirse y corregirlo. En resumen, hay dos criterios para casarse: Valorización y amor.
La valorización del semejante se basa sobre todo en el buen corazón y las buenas virtudes – si esos requisitos se dan, todo se arreglará.
El amor, es un proceso que no es racional. Por supuesto que la pareja debe caer en gracia, pero tampoco se debe exagerar en ese criterio, y condicionarlo a detalles sin sentido. Por ejemplo, ella no es suficientemente delgada - ¿qué será cuando, con la ayuda de D's, quede embarazada después del matrimonio? Hay que digerir lentamente desde un punto de vista sentimental los detalles secundarios, para poder amar.
Y sobre todo, no perder la esperanza. Muchos solteros y solteras se casaron mayores, y ahora viven felices.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail:
machon.espanol@gmail.com, editorial@alumbrar.org

Es posible leer la publicación de esta semana y las anteriores en www.alumbrar.org. Para recibirla directamente a su casilla de correo electrónico, escríbanos a suscribame@alumbrar.org