Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Parashat Balak 14 de
Tamuz 5770 No
773
En la
actualidad
Tierra de Israel) y mueran en el desierto, el primer y segundo Beit
HaMikdash (El Templo) fueron destruidos, Ierushalaim fue arada para
que sea
olvidada - D’s no lo permita - y fue destruida la ciudad Betar por la
rebelión
de Bar Kojva. Y como es sabido, también la expulsión de
España y la expulsión
de Gush Katif (los asentamientos judíos de la Franja de
Gaza) ocurrieron
en fechas cercanas al 9 de Av. Por todas esas desgracias, Am Israel
acostumbra a ayunar en esos días y practica hábitos de
duelo.
El objetivo del ayuno y el duelo es el
arrepentimiento y la corrección de las faltas que hicieron
recaer sobre
nosotros esas desgracias (ver Shuljan Aruj, Orej Jaim 549). Es cierto
que parte
de esas desgracias ocurrieron hace miles de años, pero
repercuten hasta hoy en
día, como dijeron nuestros sabios que “cada generación en
la que no se
reconstruye el Beit HaMikdash, es como si hubiese sido
destruido en
ella”.
En la actualidad, como es
sabido, la destrucción del segundo Beit HaMikdash fue
sobre
todo por Sinat Jinam (odio gratuito), y nuestra
corrección y edificación
llegaran gracias a Ahavat Jinam (amor gratuito). Es decir, amar
a todos
y a cada uno, a pesar de las faltas, juzgar para bien como lo
hacía nuestro
patriarca Avraham, esa buena mirada que se encuentra en cada
judío. Juzgar para
bien y amar a todas las criaturas.
La corrección del Pecado de los Espías – se
hará a través del amor por Eretz Israel (la
Tierra de Israel), que tiene
su expresión práctica en la reunión de los
exilios, el asentamiento de la
tierra en todo lugar, y sobre todo los lugares que hay más
peligro que nos sean
robados – como Iesh”a (Iehudá, Shomrón y Aza), la
Galilea, el Neguev y
las ciudades mixtas.
Para corregir el quemado de la Torá
– cuyo objetivo era que Am Israel se olvide de ella, D’s no lo
permita –
hay que añadir el estudio de ella, multiplicar los
discípulos, engrandecerla y
enaltecerla.
Y a través de todas esas buenas acciones
seremos merecedores del cumplimiento en nuestros días de las
palabras del profeta
Zjaria: “Así dice el Señor de los Ejércitos, el
ayuno del mes cuarto, y el
ayuno del quinto, y el ayuno del séptimo, y el ayuno del
décimo, se convertirán
para la casa de Iehudá en días de gozo y de regocijo, y
en fiestas alegres.
¡Amad, pues, la verdad y la paz!” (Zjaria 8:19).
Del
que anhela la salvación plena
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Rav
Shlomó Aviner
Yo no
confío en nadie -
sólo en D’s y en Tzaha”l (Ejército de Defensa de
Israel), que es su fiel
enviado. Por supuesto que no se puede confiar 100% en Tzaha”l –
sólo un
99%.
En su momento, los americanos
nos prometieron un estado, pero después se arrepintieron y hubo
una gran
decepción en la nación. Nuestro Rav, el Rav Tzvi
Iehudá Kuk dijo: “¿De qué se
sorprenden? ¿Acaso no saben que ‘su boca habla mentira, y su
diestra jura en
falso’ (Tehilim 144:8)? No se puede confiar en ellos. ¿En
quién podemos
confiar? En nuestro Padre en el cielo” (LeNetivot Israel Alef 116-117).
Yo no confío en los
gentiles. Tampoco recuerdo que los vi apiadándose de nosotros en
el Holocausto.
Yo también les recomiendo no confiar en sí mismos. Como
está escrito en un
poema que por lo visto fue escrito por el Pastor protestante Martin
Niemoeller
en cuanto a la pasividad frente al peligro de los Nazis: “Al principio
ellos
conspiraron contra los comunistas, y no dije nada porque yo no era
comunista. Luego
conspiraron contra los judíos, y tampoco dije nada porque yo no
era judío.
Entonces conspiraron contra los católicos, y no dije nada porque
yo era
protestante. Más tarde comenzaron a conspirar en contra
mía - pero hasta ese
entonces ya no había nadie que pueda decir algo”.
Por ello, yo confío en Tzaha”l,
y tú también puedes confiar en él. Cuando
tú duermes, hay un soldado que se
queda despierto velando por ti. Cuando tú te deleitas con tu
comida, hay un
soldado que se contenta con latas de conserva para tu bien. Cuando
tú bebes un
jugo delicioso, hay un soldado cuya garganta se seca, porque se
preocupa por
ti. Cuando tú te encuentras protegido, hay un soldado que se
expone al peligro
de las balas. Él es tu fiel emisario.
Y en general, Tzaha”l
no es alguna otra persona: Eres tú, tu padre, tu abuelo, tu
hijo, tu nieto.
Eres tú, soy yo, somos nosotros.
Por ello, piénsalo,
debemos fortalecer nuestro ejército, y por supuesto que no
debemos debilitarlo.
Es realmente peligro de muerte, peligro de muerte nacional, tú
vida está en
peligro, también la de la nación, la del país, de
la gran contienda, de la gueulá
(Redención) de nuestro pueblo.
No provoques fisuras y desintegración
– eso es justamente lo que nuestros enemigos están esperando. No
hagas una
escisión como la hubo en la época de Ierobam y Rejabam.
Por supuesto, eso no
ocurrirá, eso ya ocurrió y ahora estamos inmunizados.
Cuida de un ejército
único y unido, un ejército sin manifestaciones, sin
escándalos. Es una cuestión
de vida o muerte. Un ejército al que le obedecen, un
ejército al que se le es
fiel, un ejército en el que todos son amigos. Un ejército
en el que cada uno
cuida de su compañero, un ejército inteligente, un
ejército agradable - un
ejército maravilloso.
El ejército es una mitzva,
una gran mitzva, una mitzva de sacrificio de la vida,
del cuerpo
y el alma, un ejército que santifica a la persona: “Que nos
santificó con Sus mitzvot”.
Tú te equivocas, mi
amigo, cuando no te enrolas. Ya sea porque eres jaredi
(ultra-ortodoxo),
izquierdista o derechista. Cometes el más grave error de tu
vida. Tú sales
perdiendo mucho. Tú te equivocas cuando no prestas servicio de
reservista, o cuando
no haces el Curso de Oficiales. No comprendes qué felicidad es
ser soldado, con
ese uniforme que honra a tu pueblo, y el arma al hombro.
Quizás tú piensas que
el que va al ejército es un tonto. ¡No! ¡Tú
eres el tonto! Pero no te obligaré:
Esperaré hasta que lo comprendas y lo desees.
Porque no estoy
dispuesto a quedarme en la estación del tren en Alemania,
esperando para subir
al carrón de los animales. Porque estoy harto de ser una oveja
entre 70 lobos.
Ahora la oveja tiene un rifle, y cuando llegan los lobos, ella les
dispara y
los lobos protestan: ¡Ese no era el plan de las cosas! En efecto,
los planes
cambiaron. En Tzaha”l saben improvisar, todo plan es
sólo una base de
cambios.
Es cierto, hemos pasado
por una revolución, hemos pasado del judío galuti
(del exilio) al judío
del ejército, el judío luchador, el judío
genérico, el judío que no piensa sólo
en sí mismo, sino que también en los amigos, el
judío que retorna a la unión,
el judío decidido que no renuncia a la meta, el judío
soldado que lleva sobre sus
hombros el peso de la responsabilidad del destino de la nación,
el judío
orgulloso que lleva sobre su espalda la gran historia de nuestro
pueblo. ¡El
judío maravilloso!
Porque a fin de cuentas
no pedimos mucho: Sólo que nos dejen vivir. No es mucho, pero
exige mucho
sacrificio. Yo vivo por tu mérito: Soldado, yo te amo. Y
tú, soldado, también me
amas: Para protegerme a mí no has visto a tu esposa y a tus
hijos por más de
una semana, de dos semanas, de un mes…
¿Qué te puedo decir, mi
querido soldado? Te diré lo que digo todo Shabat santo,
en un lugar
santo: “El que bendijo a nuestros patriarcas, Avraham, Itzjak e Iaacov,
Él
bendecirá a los soldados del Ejército de Defensa de
Israel, que cuidan de
nuestra tierra y de los poblados de D’s, desde el Líbano hasta
el desierto de
Egipto, dese el Mediterráneo hasta el llano, por la tierra, el
cielo y el
mar…”.
Departamento
ibero-americano
Majón Meir
abrió sus
puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y
portugués, y te invita
a tener esta experiencia única de estudiar Torá en
su ambiente tan
especial en la ciudad de Ierushalaim.
El
programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está
destinado para jóvenes
de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad
judía por medio
del estudio de
Para más
información los
invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del
Departamento ibero-americano
Rav Rafael
Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail: sfaradit@emeir.org.il,
editorial@alumbrar.org
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