Beahavá   Ubeemuná

Parashat Shlaj Leja     23 de Sivan 5770     N^o 770

“Y ellos conocerán la tierra”
En la actualidad

Los espías despreciaron a Eretz Israel (la Tierra de Israel), como dice el versículo “mas en cuanto a vuestros pequeños, de los cuales dijisteis que iban a ser una presa, a éstos introduciré, y ellos conocerán la tierra que vosotros habéis despreciado” (Bamidvar 14:31).
El desprecio de Eretz Israel, una tierra codiciada, hizo que los espías hablen calumnias respecto a ella, lo que influyó en toda la Generación del Desierto. Finalmente, ellos no quisieron entrar en ella, y fue una tragedia para todas las generaciones.
En contraste, respecto a sus hijos, la generación que los continúa, fue dicho “a éstos introduciré, y ellos conocerán la tierra” (Bamidvar 14:31). No es suficiente llegar a Eretz Israel y asentarse en ella, también hay que entender qué es Eretz Israel para Am Israel (el Pueblo de Israel) y todo el mundo. Esta fue la tierra que D’s eligió de entre todas, de la misma forma que eligió a Am Israel de entre todos los pueblos, como dicen los versículos: “Porque el Eterno ha elegido a Tzion, deseóla como habitación de Sí” (Tehilim 132:13), “porque D’s ha elegido a Iaacov para Sí, a Israel como Su tesoro especial” (Tehilim 135:4). La elección Divina de Eretz Israel y de Am Israel tiene por meta iluminar y hacer el bien, y poner en evidencia el fulgor Divino, y no puede ser cambiada, como dice el versículo “porque no desechará el Eterno a Su pueblo, ni desamparará a Su tierra” (Tehilim 94:14). También cuando la mayoría de los espías se oponían a entrar en la tierra, y sólo la minoría – Ioshua Bin Nun y Kalev Ben Ifune – estaban a favor, la minoría tenía razón. Y no sólo en la Generación del Desierto, también en la época de Ezra y Nejemia, sólo la minoría llegó a Eretz Israel, y la mayoría del pueblo se quedó en la galut (exilio). Y así también en nuestros días, sólo unos pocos judíos llegaron a Eretz Israel hace 150 años, al principio del renacimiento nacional, y la mayoría se quedó en la galut. Pero finalmente los pocos idealistas con motivación, con un gran espíritu de amor por Eretz Israel, con fe y confianza en D’s, fueron los que se hicieron merecedores – e hicieron merecedora a toda la mayoría del pueblo que no fue partícipe del esfuerzo del asentamiento. Y en nuestros días, con la ayuda de D’s y el sacrificio de esa minoría, edificamos un magnífico estado.
En la actualidad, en nuestra generación, todas esas personas que amaron la tierra antes de la creación del estado y también después, todos esos colonos que supieron y saben cuál es el valor de Eretz Israel y actuaron de acuerdo a ello – llegando a la tierra y asentándola – son los continuadores del gran espíritu y del camino de Ioshua Bin Nun y Kalev Ben Ifune.
Y los que se hicieron merecedores de llevar en alto el estandarte del amor por la tierra y su asentamiento en los últimos años, son los mitnajalim (colonos) de Iesh”a (Iehudá, Shomrón y Aza) y todo el público que los apoya. Es cierto que los mitnajalim que sacrifican sus vidas por el asentamiento de Eretz Israel son una minoría, pero son ellos los que tienen la razón – como en aquel entonces – y continúan por el camino correcto, haciendo merecedor al resto del pueblo. Y de la misma forma que en la Generación del Desierto se opusieron a Ioshua Bin Nun y Kalev Ben Ifune, también hoy en día hay quienes se oponen a los mitnajalim y los asentamientos, y conspiran contra ellos. Como lo vimos en la expulsión de los asentamientos de Gush Katif (los asentamientos judíos de la Franja de Gaza) y el norte del Shomron. Pero los mitnajalim con su sacrificio y nobleza cumplen con “los que son ofendidos y no ofenden, escuchan su oprobio y callan”.
En contraste a la fe y el vigor de los mitnajalim que asientan la tierra, se encuentran dentro nuestro personas – y también dirigentes – cuya fe y espíritu se debilitó, y por ello también su actitud frente a Eretz Israel cambió, hasta tal punto que desprecian esta tierra codiciada. Esa posición se expresa en su consentimiento a entregar a los árabes trozos de nuestra tierra de vida, e incluso edificar un estado para ellos – que no solamente pone en peligro nuestro país como el Estado del Pueblo Judío, sino que también puede llegar a reducir la luz de D’s en este mundo, que se expresa a través de Am Israel y Eretz Israel. Todo judío – y por supuesto la dirección del país – debe reforzar su espíritu y fe, su conocimiento y reconocimiento del valor de Eretz Israel, debe tener claro para qué edificamos este país después de dos mil años de galut – por supuesto que no para comer jumus (pasta de garbanzos) en Nablus o Damasco, ni para pasarla bien… Nuestro pueblo y nuestra tierra tienen una elevada meta, no sólo construir una casa nacional para el Pueblo Judío, sino que también ser un farol para toda la humanidad. Con esa fe y convencimiento podremos hacerle frente a las presiones de EE.UU. y Europa, y podremos vencer.
Bendeciremos a nuestro Primer Ministro y su gobierno con la bendición de Ioshua Bin Nun: “Ten fortaleza y buen ánimo, porque tú harás que este pueblo herede la tierra que juré a sus padres que les daría” (Ioshua 1:6).

Del que anhela la salvación plena
Dov Bigun

¿De qué valgo?
Rav Shlomó Aviner

No hice nada importante en mi vida. Nada salió de mí. Todos mis amigos son admirados, son brillantes, tienen respetables profesiones – y yo, soy una persona simple.
Es realmente triste. No tengo éxito en nada. Nadie me valora, y nadie me dice: ¡Muy bien!
Pero yo no me quejo – ni a D’s, ni a las personas. A veces se burlan de mí, me desprecian – pero yo callo. También cuando no dicen ni una palabra, yo siento que no me valoran – y me duele. Muchas veces le hago algo bueno a alguien, pero después el me da la espalda, e incluso me ofende. No importa, yo callo.
Pero hay un lugar donde soy importante: En el Beit HaKneset (Sinagoga). Allí soy como todos, igual a todos. Yo me siento en silencio en mi lugar, rezo, digo Tehilim (Salmos), estudio. Y D’s me escucha, y se alegra conmigo. Aquí, todos son iguales. Yo contesto Amen - y también el director general de la empresa contesta Amen. Es el mismo Amen. D’s es tan grande, y nosotros tan pequeños, que ya no hay ninguna diferencia entre nosotros.
En general, en Shabat y en los días festivos yo siento que todos son iguales: No se trabaja, y entonces no hay quien sea “director” y otro que sea “simple”, no hay diferencias de clases. Todos visten la misma camisa blanca. Y también mi delicada esposa está vestida como una reina. A ella le gustan las vestimentas recatadas y sencillas, pero a mis ojos es como una reina. Es la más hermosa de todas las mujeres del mundo. En realidad, también en los días comunes es la más bella. Y a veces me pregunto cómo puede ser que los demás se casaron con mujeres tan feas. Pero no es mi asunto, y no me ocupo de ello.
Ella no es sólo la más hermosa del mundo, es también la más delicada e inteligente. Me encuentro con tantas personas problemáticas en el mundo, y en ese mundo hay una flor excepcional – que es mi esposa. Esa es la demostración más clara que yo valgo algo, porque ella me eligió a mí. Ella justamente me valora mucho. Por lo visto, ella encuentra en mi algo maravilloso, del que nadie se percata, ni siquiera yo mismo. Pero su delicadeza y su inteligencia la proveyeron de ojos penetrantes.
Entonces, ¿qué me importa si afuera no tengo valor? En mi hogar yo valgo, mi esposa me conoce mejor que todos y ella me trata como a un rey. Yo me pregunto, ¿qué es lo que ella vio en mí?
Por supuesto, también a los ojos de la adorable bebita – que es tan parecida a su madre – yo tengo valor. Yo lo soy todo para ella. Cuando ella se aferra a mi, yo siento que soy todo el mundo, que el mundo fue creado para mí.
Entonces, si hay tantas personas que no me valoran, me duele. Me duele por ellos, que no entienden nada. Ellos parecen ser muy inteligentes, pero hay algo tan sencillo que no comprenden, algo que mi esposa y D’s saben. 

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