Beahavá   Ubeemuná

Parashat Bahar - Bejukotai     24 de Iyar 5770     N^o 766

Este año y también el que viene en Ierushalaim
En la actualidad

“Ierushalaim la edificada como ciudad bien unida entre si” (Tehilim 122:3). Dijo D’s: No llegaré a Ierushalaim en el cielo, hasta que llegue a Ierushalaim en la tierra, cuando Ierushalaim esté reconstruida (ver Taanit 5A). Am Israel (el Pueblo de Israel) en todas sus generaciones se une en Ierushalaim con sus rezos y ruega su reconstrucción; “a Ierushalaim, Tu ciudad, retorna con misericordia, y mora dentro de ella como dijiste, y reconstrúyela pronto en nuestros días” (Rezo Shmona Ezre). Los judíos en todo lugar rezan en dirección a Ierushalaim, y expresan de esa forma el anhelo de unirse en ella. En toda ocasión que bendecimos “Birkat HaMazon” (bendición después de la comida) rogamos la reconstrucción de Ierushalaim, “y reconstruye a Ierushalaim, la ciudad santa, pronto en nuestros días”. Todo novio proclama bajo la jupa “si te olvidare, oh Ierushalaim, que se seque mi diestra”. Y cuando nos sentamos en la noche del Seder decimos con certeza y alegría “el año que viene en Ierushalaim reconstruida”.
Ierushalaim no solo une a Am Israel en todas las generaciones, ella es también la luz del mundo. A través de la edificación de Ierushalaim y el Beit HaMikdash (El Templo) - que será reconstruido pronto- se plasmarán los vaticinios de los profetas de Israel: “Y acontecerá que en los postreros días, el monte de la Casa del Eterno será establecido como cabeza de los demás montes, y será ensalzado sobre los collados, y afluirán a él todas las naciones. Pues caminarán muchos pueblos, y dirán: Venid y subamos al Monte del Eterno, a la Casa del D’s de Iaacov, a fin de que Él nos enseñe en cuanto a Sus caminos, porque también nosotros queremos andar en Sus senderos. Entonces saldrá la Torá  de Tzion, y de Ierushalaim la palabra de D’s” (Ishaya 2:2-3). Porque “el Eterno ha elegido a Tzion, deseóla como habitación para Sí” (Tehilim 132:13).
En la actualidad, vivimos en una generación en la que - con la ayuda de D’s - reconstruimos a Ierushalaim en la tierra. Y ya nos dijeron los profetas y nos enseñaron nuestros sabios que las fuerzas de la oscuridad y la maldad se opondrán a la reconstrucción de Ierushalaim, porque no pueden soportar el éxito de Israel en Eretz Israel (la Tierra de Israel) en general, y en Ierushalaim en particular. Y en efecto, desde que nació el Estado de Israel – gracias a D’s – nos atacaron los árabes varias veces, cuando tenían por meta exterminarnos – pero no lo lograron. Por el contrario, con la ayuda de D’s les provocamos grandes derrotas. También en estos días, nuestros enemigos aspiran no sólo dividir Ierushalaim sino que quitárnosla, y quitarnos todo Eretz Israel. Entre ellos hay quienes lo dicen en forma clara – como el gobernante de Irán y el Hamas – y hay quienes lo esconden y utilizan perversas artimañas para alcanzar la misma meta, valiéndose de nuestro sincero anhelo de paz para destruir nuestro país y apoderarse de Ierushalaim, nuestra capital. Como dijo el Rav Kuk: “Am Israel ya se asentará en su tierra, e intentará alcanzar la paz con sus vecinos” (Ein Aya, Brajot, Pág. 69), pero nuestros enemigos que son asemejados a una víbora pretenderán detener la salvación de Israel luchando en contra nuestro (ver allí). Lamentablemente, también el presidente de EE.UU. Barak Hussein Obama se adhirió desvergonzadamente a los que se oponen a la reconstrucción de Ierushalaim, obrando junto a las fuerzas de la oscuridad como Irán y los musulmanes extremistas, que tienen por meta conquistar a Ierushalaim y desapoderarnos de la tierra de nuestra vida.
La respuesta a todos los que quieren evitar – D’s no lo permita – la reconstrucción de Ierushalaim, es que durante miles de años no lograron desbaratar nuestra fe y nuestra convicción que Ierushalaim será reconstruida, y tampoco hoy en día lo lograrán. Continuaremos proclamando con seguridad y alegría: “El año que viene, y también este año, en Ierushalaim reconstruida”. Porque en la lucha por Ierushalaim nos fue prometido que Am Israel vencerá, como dijeron nuestros sabios: “La eternidad – es Ierushalaim” (Brajot 58A. Ver Marsh”a allí).

Del que anhela la salvación plena
Dov Bigun

Yo también soy Jaredi
Rav Shlomó Aviner

Yo también soy Jaredi (ultra-ortodoxo). Por supuesto que soy Jaredi. ¿Qué es ser Jaredi? Es ser una persona que le tiene temor a la Palabra de D’s, que se esfuerza por cumplir las mitzvot, estudiar la Torá, corregir sus virtudes, no hacer el mal y hacer el bien. Todos fuimos ordenados hacer eso, todos debemos esforzarnos por hacerlo. Eso es lo que hay en la cabeza del Jaredi: Ser temeroso de D’s. Y ese es el ideal de todos: “Tus siervos, que desean temer Tu nombre” (Nejemia 1:11). No he dicho que yo ya soy temeroso de D’s, pero soy de los que aspiran serlo.
Por supuesto, hay muchos tipos de judíos temerosos de D’s, o que anhelan ser temerosos de D’s, o se esfuerzan sinceramente por ser temerosos de D’s. Pero el común denominador, es temor a D’s. Y ese común denominador es mucho más importante que todos los matices que los separan.
Es muy importante que todos los temerosos de D’s de todo tipo reconozcan y sientan que tienen eso en común, y de esa forma obrarán en colaboración. Como está escrito en “Pirkei Avot” (Avot 6:6): “Llevar el yugo con su compañero”. Quizás no coincide con su compañero, quizás incluso tiene lo que criticar a su compañero, pero junto con ello obra junto a él, y se dirigen hacia la gran meta conjunta de la aceptación del yugo Divino.
Ocurrió una vez que un alumno nuevo llegó a la ieshiva (centro de estudio de la Torá) “Merkaz HaRav”. Nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá, le habló con amistad y le dijo, más o menos: “A partir de este momento, tú eres Jaredi, no te ocupas más de entretenimientos ni paseos, ni pasatiempos. Ahora, tú te ocupas del estudio de la Torá y el cumplimiento de las mitzvot, tú eres Jaredi”.
¡Qué mundo maravilloso! Es un mundo maravilloso que le permitió subsistir a Am Israel (el Pueblo de Israel) durante miles de años, y continuará persistiendo gracias a él. Ese es el mundo que construyeron “Anshei Kneset HaGdola”, regimientos de judíos “todos los que se habían apartado de las inmundicias de los pueblos paganos de la tierra” (Ezra 6:21, Nejemia 10:29, Orot Pág. 110). Y tú ves la maravillosa continuación hasta hoy en día de ese judío temeroso de D’s y Jaredi: Cuánta Torá, cuántas mitzvot, cuántas buenas virtudes, cuánta felicidad familiar y qué pocos divorcios, gracias a las bondades de D’s.
No busques en esas personas maravillosas alguna otra cosa. No es su oficio, no es su misión. No busques demasiado en ellos el renacimiento de la nación en su tierra, en el estado y en el ejército – no es su tarea. Cada persona y su misión, cada persona y su tarea. De la misma forma que no se buscan pancitos en una tienda de materiales de construcción. Busca en ellos amor por la Torá y por las mitzvot – y lo encontrarás.
El Rav Kuk nos advierte en su famosa carta (Carta 378), que fue impresa como prólogo al libro “Orot HaTshuva”: Ten cuidado que todos los ideales como el vigor y la valentía, la alegría y la renovación que son tan actuales hoy en día, no debiliten en lo más mínimo el temor a D’s. Por el contrario, hay que añadir más temor a D’s, porque la vida colectiva es mucho más compleja que la vida del particular. Por ello, hay que ser más temeroso de D’s, y - que D’s no lo permita - no anulemos nada del temor a D’s de los Jaredim.
Por el contrario, hay que ser más Jaredi que los Jaredim. Hay que edificar un nuevo nivel de Jarediut maravilloso. Jarediut de reconstrucción de la tierra y el regreso a Tzion, edificación del estado y las Guerras de Israel. Por supuesto, no es algo nuevo, sino que algo viejo que fue olvidado por la Galut (exilio), y ahora debe volver a despertar. Algo semejante a lo que dijeron nuestros sabios al principio del tratado de “Meguila”: Lo olvidaron, y lo volvieron a instituir.
Pero todo eso en base a la misma Jarediut que existe miles de años, para bien y para bendición. ¿Qué es Jarediut? Es el primer nivel del libro “Mesilat Iesharim”: Cuidarse de todo pecado, cumplir las mitzvot con celeridad, limpiarse de toda iniquidad – todo eso es la obligación de toda persona. Y también continuar adelante con la pureza, hacerlo todo por la buena causa, cuidar la sobriedad y la devoción, y continuar elevándose más y más en el kodesh (lo santo).
Bienaventurada es la persona que es temerosa de la Palabra de D’s, bienaventurada es la persona temerosa de D’s que se dirige por Sus senderos.

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