Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Nitzavim - Vaielej     23 de Elul 5769     N^o 734

“Vosotros todos os encontráis”
Rav Ioram Eliahu

En la Parashá anterior leímos las 98 maldiciones que podrán recaer sobre nosotros si abandonaremos el camino de D’s, y el que lee o escucha esas maldiciones puede llegar a estremecerse y preocuparse: ¿Cómo podremos soportar algo así? Rashi nos enseña en nuestra Parashá el midrash: ¿Por qué se encuentra nuestra Parashá, “vosotros todos os encontráis” (Dvarim 29:9) justo después de esas maldiciones? “Porque Am Israel (el Pueblo de Israel) escuchó casi 100 maldiciones… sus semblantes empalidecieron, y se dijeron ‘¿quién puede soportar algo así?’, entonces Moshé los tranquilizó: ‘Vosotros todos os encontráis hoy’. Ustedes han enojado muchas veces a D’s, y Él no los exterminó, y todos ustedes se encuentran vivos hoy en día”. Y continúa Rashi: “Hoy – como este día, que existe y alumbra, así también los alumbrará y volverá a alumbrar en el futuro, ya que las maldiciones y las penurias los perpetúan, y los presentan delante de D’s” (Rashi, Dvarim 29:12). Es decir: Hay épocas oscuras, cuando los astros se nublan, épocas de sufrimiento – pero todo es para el bien de Am Israel, y finalmente nos presentaremos frente a D’s. Rashi agrega que también la Parashá, al final de Ki-Tavo, después de las maldiciones, es para tranquilizar a Am Israel, como dice Moshé: “Vosotros habéis  visto todo lo que hizo el Eterno frente a vuestros ojos en la tierra de Egipto…” (Dvarim 29:1). Las grandes maravillas que vieron nuestros ojos, el camino por el desierto durante 40 años en los que D’s nos dio de comer y nos vistió, con grandes milagros – todo eso es para tranquilizar a Am Israel después de las maldiciones y mostrarles que D’s está con nosotros, nos mantiene en todo momento, en todas las situaciones.
Y así dice el midrash (Midrash Rabah, Dvarim, Ki Tavo, al final): “‘Y Yo fui con ustedes 40 años en el desierto’ (Dvarim 29:4). Dijo Rabí Iehudá; prestemos atención, cuán elevada es la humildad de D’s. Se acostumbra que el que tiene un hijo y lo carga, si lo enoja enseguida lo tire al suelo. Pero D’s no es así; Am Israel en el desierto, durante 40 años, lo enojó, y Él continuó cargándolo”.
Y el midrash trae otro ejemplo: Se acostumbra que cuando una persona tiene un hijo que hay que amamantarlo, se lo entrega a una sirvienta o cuidadora que lo amamante dos o tres años. Pero D’s no hizo así, sino que “también hasta vuestra vejez soy Yo el mismo, y hasta las canas Yo cargaré con vosotros” (Ishaya 46:4). Les dijo D’s: Mis hijos, de la misma forma que los crié en este mundo, los criaré y valoraré en el Mundo Venidero. ¿De dónde lo aprendemos? Del versículo “Efraim es para Mi un niño querido” (Irmya 31:19).
También el Netzi”v (Rav Naftali Tzvi Iehudá Berlín) en su comentario “HaAmek Davar” explica que esos versículos al final de la Parashá Ki-Tavo (Dvarim 29:1-2) son “consuelos para los Hijos de Israel por las 98 maldiciones”. Y él continúa su comentario, y explica cómo de cada cosa que parece mala sale algo bueno para Am Israel. Así también la marcha de 40 años en el desierto, ya que “fue decretado que estén en el desierto 40 años, y les parecía como una gran desgracia… y a pesar que ese decreto se cumplió, de todas formas ‘no han envejecido los vestidos sobre vosotros, ni se ha gastado el calzado sobre tu pie’ (Dvarim 29:4). Y todo eso nos enseñó que D’s los cuida incluso cuando les esconde Su rostro… y de esa forma deben comprender que también en lo más profundo de las desgracias D’s continuará teniéndolos presentes también en esos duros momentos, y por ello no es en realidad tan malo” (HaAmek Davar, Dvarim 29:4).
Cuando nos encontramos al final de un año que no fue nada fácil para Am Israel, cuando se perdió la confianza en los líderes, con problemas internos y externos, amenazas de otras naciones y más – la persona se pregunta a sí misma, ¿cómo comenzamos ahora un nuevo año? Llega la Torá y nos enseña que hay alguien que lo dirige todo, y después de todas las dificultades, “vosotros todos os encontráis hoy”, y D’s continúa conduciéndonos, a pesar de todo.
Esa idea es recalcada también por el Shofar (cuerno), que es el instrumento principal en la coronación de D’s sobre el mundo, en Rosh HaShana (Principio del Año), ya que en el Beit HaMikdash (El Templo) habían trompetas y shofarot, pero “en Rosh HaShana el Shofar alarga su sonido y las trompetas acortan, porque la mitzva en ese día es tocar el Shofar” (Rosh HaShana 26B). Y nos enseña el Rav Kuk “nosotros vivimos dentro de la naturaleza, que nos envuelve con sus leyes, y somos ordenados andar con ellas, unidas con la Torá y las mitzvot… pero también estamos unidos con todos los adelantos técnicos y sus ramificaciones a través de todas nuestras acciones que el espíritu del hombre innova. Tenemos entonces un judaísmo natural y un judaísmo técnico. El judaísmo natural es expresado por el sonido del Shofar, un instrumento natural. Pero el judaísmo técnico es expresado por el sonido de las trompetas, instrumentos que fueron hechos por las obras humanas, con la ayuda del arte y las técnicas”. Y por ello, hoy en día, que no tenemos Beit HaMikdash y no podemos escuchar las trompetas, dice el Rav que “no se alegren nuestros enemigos, es cierto que la maldad puede herir el judaísmo técnico, cuando el esplendor de las trompetas nos fue quitado temporalmente… pero nuestro judaísmo natural ninguna mano ajena puede tocarlo, y en eso somos los más robustos y los más audaces de las naciones, y por siempre quedó en nuestras manos el Shofar, y al tono de su voz nos reconfortamos y estamos seguros que nuestro anhelo vencerá, y pronto regresarán también las trompetas.. y con las trompetas y la voz del Shofar vitorearemos frente al Rey, frente a D’s, en la casa que será construida y se elevará” (Maamarei HaReaya, Pág. 146-147). Así también el Shofar mismo, que quedó en nuestras manos desde siempre, expresa esa misma presencia frente a D’s, y la mano de ningún enemigo o contrincante podrá quitárnoslo realmente.
Seremos merecedores de escuchar y comprender la profundidad de las consoladoras voces del Shofar y nos reforzaremos en la convicción y el rezo que pronto D’s devuelva el honor a Su pueblo, alegría para Su tierra, regocijo para Su ciudad, y se eleve el resplandor de Su siervo David, cuando sepa toda criatura que Él la ha creado, y comprenda todo ser quién lo hizo, y entonces se revelará Su honor y Su magnificencia frente a los ojos de toda criatura, y seremos merecedores de un buen año nuevo, y ser escritos y sellados para  bien, ¡Amen! 

Los niños del Ritalin
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Mi hijo sufre de déficit de atención con hiperactividad – ADHD. Hace problemas en la clase, molesta, emite todo tipo de sonidos, pelea con su compañeros. Una situación insostenible. El maestro ya no sabe lo que hacer, trató de ir por las buenas sin éxito, trató de ponerle castigos y no tuvo éxito – y por ello, nos propone pasarlo a otra escuela. Me aconsejaron que le de Ritalin o algún medicamento similar, y todo se arreglará como por milagro. Yo no creo en ese tipo de cosas. No quiero meterle en el cuerpo venenos. En las generaciones anteriores no existía el Ritalin, y a pesar de ello los maestros solucionaron los problemas. Ahora, la sociedad se ha vuelto holgazana, le tiene miedo a los que son distintos. Los maestros quieren que los dejen enseñar en paz, que la clase sea uniforme y utilizan esa droga tranquilizante para anular comportamientos sociales indeseables. En vez de adaptar el marco para la persona, ellos intentan adaptar la persona al marco. ¿Qué hay si el niño hace tonterías de vez en cuando? ¡A fin de cuentas, es un niño! Que le permitan crecer, y no se trastornen tanto – cuando crezca, todo se arreglará. Y si el maestro está tensionado – ¡que él tome Ritalin!... En la Torá aprendemos que si hay problemas, no hay que escaparse de ellos en forma artificial, sino que enfrentarlos, esforzarnos, ser valientes para someter al bajo instinto – entonces, crecerá un niño valeroso, serio, alegre, independiente. Y no un felpudo, deprimido con medicamentos. Mi sobrino tiene déficit de atención con hiperactividad, no le metieron productos químicos en el cuerpo, y creció muy bien, con un poco de esfuerzo…
Respuesta: Antes que nada, no es algo que ustedes y yo tengamos que decidir juntos. Es un tema médico, que hay que sopesar según parámetros serios, profesionales y meticulosos. Y si también decidirán darle Ritalin, deberá estar vigilado todo el tiempo para determinar la dosis, el éxito del tratamiento y controlar los efectos secundarios. No es una ciencia exacta como la matemática u otras ciencias naturales, pero es una ciencia estadística. Me alegra mucho que tu sobrino haya logrado salir adelante sin medicamentos, pero no se puede comparar un caso con otro y determinar algo tan serio en base a teorías personales.
La experiencia demuestra que la mayoría de los niños con ADHD sufren en su niñez, y también les quedan profundas cicatrices para toda la vida: Sentimientos de fracaso, de defraude, baja autoestima, y muchas veces serias dificultades de asimilación a la sociedad. También una pesada sensación de cansancio y tensión. Por supuesto que aspiramos educar niños que hagan frente a las dificultades, creativos, independientes y singulares, pero justamente los problemas de atención y concentración son los que les impiden serlo, porque todo el tiempo están ocupados en una lucha por su supervivencia: Cada pequeña dificultad les exige mucho esfuerzo, y toda tarea les demora diez veces tanto. Ese Ritalin – que salva al cerebro de un bombardeo de sensaciones sin control, sin clasificación y sin orden – es el que le permite liberarse y ocuparse de tareas más elevadas, más profundas y creativas. Y también es así respecto al segundo tipo de problemas de atención y concentración sin hiperactividad (ADD), que es característica de un niño lento, soñador y un poco desconectado de su entorno, que si bien no molesta en la clase, por supuesto que no utiliza todo el potencial que se encuentran en él.
Dicho sea de paso, también si tu sobrino logró salir adelante sin utilizar medicamentos, quizás habría llegado más alto si los hubiese utilizado. Quizás él desaprovechó parte de sus habilidades.
De todas formas, no se puede juzgar esos temas en forma puntual, sino que con la ayuda de herramientas de investigación y experimentación estadística.
Por supuesto que la Torá nos dice que debemos luchar y no escaparnos, pero también después de todo el Ritalin que tome él seguirá luchando – pero más alto. ¡¿Acaso le quitaremos a un niño un aparato para sordos o los lentes, arguyendo que debe acostumbrarse a vivir sin ellos, como lo hicieron las generaciones anteriores?!
Por supuesto que el Ritalin no es un medicamento milagroso. A veces no tiene efecto, a veces los efectos secundarios son demasiado severos – pero justamente se trata de un medicamento que en corto tiempo puede evaluarse su efecto. Por ello, no se debe utilizar términos humillantes – como “veneno” – para con un medicamento que trajo mucha bendición para toda la humanidad, y en la mayoría de los casos cambia la vida del tratado como por milagro.
Un niño aburrido, que se comporta como loco, que explota, deprimido, que se siente un fracasado, que vuelve a casa con notas malas, que sus padres son llamados a una y otra vez a duras reuniones con los maestros, recibe gritos y sermoneos, que se ofende y llora, que no logra controlarse, que no sabe entender correctamente situaciones sociales, que es rechazado por la sociedad – se transforma casi en un solo día en un niño que cumple sus tareas, que tiene buenas notas, que siente satisfacción en su estudio, que tiene éxito y seguridad en sí mismo, que colabora con sus compañeros y se controla a sí mismo, y siente que es capaz.
Por supuesto, eso no quiere decir que no se deben utilizar otros medios para liberar el exceso de energías, y debemos alabar la actividad física fija – como caminatas, e incluso el baile – que ayudan en los dos casos: Ya sea el niño con hiperactividad, o el niño soñador que esta en las nubes.
La idea que en vez de adaptar al niño al marco hay que adaptar el marco al niño tiene mucha profundidad educativa, pero también en ese tema no se debe ser extremista. En la larga y complicada vida de la persona él se verá obligado a adaptarse a muchos marcos, que no podrán cambiar.
La mayoría de los adultos que sufrieron de ADHD en su niñez no logran adaptarse correctamente en la sociedad e incluso en el marco matrimonial – y hay muchos que continúan arrastrando su problema también cuando son mayores.
En resumen, atención y concentración no son lujos, sino que necesidades básicas de la vida. Robárselos a los niños es una irresponsabilidad y una crueldad. Hay que utilizar todas las herramientas que D’s nos da, a través de la “imagen y semejanza Divina” del raciocinio científico.

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