Beahavá Ubeemuná
Majón
Meir |
Teléfono: 972-2-6511906 fax: 972-2-6514820 |
Parashat Ekev 18
de Av 5769 No
729
La
conducción especial de Eretz Israel
Rav
Iaacov Ariel
Es cierto que Eretz Israel (
“Una tierra que el Eterno, tu D's, se
preocupa por ella, los ojos del Eterno se encuentran siempre sobre
ella, desde
el principio del año hasta su término” (Dvarim 11:12). La
lluvia es sólo una de
las características de la conducción Divina especial de Eretz
Israel.
Pero hay otros campos en los que se ve en forma directa su influencia:
Así es
en el plano de la seguridad, la economía, y también
Midreshet
Majón Orá
Centro de estudios
de Torá para chicas en
español y portugués
Están todas
invitadas!!
Para mas detalles
llamar al : 052-4621830
o escribir a: anachman2@walla.com
, editorial@alumbrar.org
Para las
interesadas, hay dormitorios en el lugar
Rav
Shlomó Aviner
Durante
toda la operación, él no regresó a su hogar –
salvo las pocas veces que
abandonó el frente de batalla para participar de los entierros,
y entonces pasó
un momento por su casa. En la batalla, no se quedó en las zonas
de reunión de
soldados, sino que se encontró en las casas del enemigo, junto
con los
luchadores de vanguardia. Pasó de casa en casa, de soldado en
soldado, y
fortificó a los luchadores. No es necesario explicar que la
simple presencia de
un General de Brigada eleva la moral de todo luchador. No había
allí otro
oficial de su rango – salvo los oficiales de
También
en la actividad rutinaria él no tiene vida propia: Pasa de
puesto en puesto del
ejército, y duerme con los soldados. Es el único oficial
de ese rango que
participa de toda maniobra de División. Es el único
oficial que visita a los
heridos todo el tiempo – y no sólo visitas oficiales de vez en
cuando, sino que
todo el tiempo, sin descanso. Es el único oficial que visita
familias que
perdieron hijos en la batalla – y no sólo una vez, para decir
que estuvo, sino
que de todo corazón, con gran sacrificio, día y noche, y
sobre todo en las
noches. Y no es raro que se duerma frente a los ojos de la familia, a
las 2 de
la mañana. Y no se equivoquen: Él no llega sólo
para cumplir con la mitzva
del consuelo, sino que más bien para escuchar a la familia.
Escribió una madre
que perdió a su hijo en la lucha: "Mi hijo fue al frente para
sacrificar
su vida, incluso si el peligro es pequeño. Lo hizo por la
nación, por la
patria. Y de pronto, cuando mi hijo cayó en la lucha,
¿dónde está la nación? De
pronto, llegó el Rav Rontzki, entró en nuestra casa – y
junto con él entró la
nación. Yo ya no estoy sola. Ese Rav escucha, invierte su
tiempo, se sacrifica.
Yo siento que la nación está conmigo. Estamos tan
acostumbrados en nuestro
mundo a las mentiras y la corrupción, la desesperación y
la indiferencia – y de
pronto, llega una persona que no piensa en sí misma, no piensa
en su salud, que
llega no para sermonear, sino que para escuchar…".
En
efecto, esa persona escucha a los demás. Escucha, y dice:
"Ustedes me dan
fuerzas, ustedes me colman de fuerzas". Y no piensen que es una frase
educada, para quedar bien. ¡No! ¡Es la verdad! ¿Cómo lo se? Porque a veces ese
Rav se sienta
al lado mío, en un banco de la plaza, y me cuenta con entusiasmo
de sus simples
soldados. ¡Cuánto los ama! ¡Cuánto los
aprecia! Quizás ustedes pregunten, ¿por
qué en un banco de la plaza? Porque esa persona es muy humilde,
y va a todos
lados sin acompañamiento de un cortejo, y no se encuentra con la
gente en
lugares suntuosos, sino que simplemente, en un banco de la plaza...
Porque
esa persona fue un Rosh Ieshiva (director de una ieshiva),
y
ahora es el Rosh Ieshiva más grande del país y de
todo el mundo: ¡El
Ejército de Defensa de Israel! Es una ieshiva
extraña, en la que no se
estudia Gmará o Shuljan Aruj. Allí se
aprende a ser miembros de Am
Israel (el Pueblo de Israel), a ser personas sacrificadas y fieles,
rectas
y buenas. Quizás es lo que aprendieron en la ieshiva de
Shem y Ever, que
fue como una preparación anterior a la ieshiva de
nuestro Rav Moshé.
En esa ieshiva
que es llamada "ejército", hay muchos maestros – y son llamados
"comandantes". Lo que tienen de especial esos maestros, es que antes
que nada, ellos mismos cumplen lo que pregonan: Ponen sus vidas en
peligro,
junto con sus soldados, y los alientan. Y por ello, sus
discípulos-soldados
confían en ellos a ciegas, y marchan tras ellos por fuego y
agua. Porque esos
maestros bien saben que la base de toda enseñanza, es el ejemplo
– "de mí
verán, y así harán ustedes" (Shoftim 7:17) – y por
eso llevan sobre sus
hombros, con gran seriedad, la responsabilidad personal.
En
efecto, una responsabilidad enorme descansa sobre los hombros de
nuestro
ejército: No solamente el patrullaje y el cuidado de la
seguridad rutinaria,
sino que mucho más también – ¡la supervivencia de
la nación en su tierra!
Porque tenemos muchos enemigos alrededor que quieren exterminarnos,
nosotros
hablamos de paz, y ellos hablan de guerra. Y por ello nosotros luchamos
constantemente una guerra de defensa, por nuestra supervivencia. Por
supuesto,
nuestros soldados quieren la paz, pero bien saben el refrán
romano: "Si
quieres paz, prepárate para la guerra".
Por
ello, en esa ieshiva genérica del ejército se
aprende que tenemos la
obligación de ser fuertes, debemos vencer en la batalla, debemos
ser perseverantes
hasta alcanzar la meta, debemos cumplir nuestra grandiosa misión
con sacrificio
y determinación, debemos cumplir toda orden responsablemente. En
esa ieshiva
se aprende lo que es hermandad de compañeros de armas, lo que es
confianza, lo
que es sobriedad. Todo eso puede ser resumido en una sola
expresión: Se aprende
lo que es espíritu de lucha. Ahora comprendo por
qué ese Rosh Ieshiva dice:
"Aprendí de mis alumnos más que de todos los
demás".
Y en esa ieshiva hay
muchos alumnos, de todos los tipos: Religiosos y laicos, sionistas y jaredim
(ultra-ortodoxos), derechistas e izquierdistas, muchachos y muchachas.
Mi
amigo, el Rav del ejército, es el Rav de todos, y se preocupa
por todos. El
espíritu de lucha no tiene gusto, olor o color. Sólo
tiene aroma de ejército...
Departamento
ibero-americano
Majón Meir
abrió sus
puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y
portugués, y te invita
a tener esta experiencia única de estudiar Torá en
su ambiente tan
especial en la ciudad de Ierushalaim.
El
programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está
destinado para jóvenes
de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad
judía por medio
del estudio de
Para más
información los
invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del
Departamento ibero-americano
Rav Rafael
Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail: sfaradit@emeir.org.il,
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