Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir


Parashat Shlaj Leja     21 de Sivan 5769     No 721

La difamación moderna
Rav Lior Engelmann

La difamación de Eretz Israel (la Tierra de Israel) con la que empezaron los espías no concluyó. Los espías presentaron a Eretz Israel como una tierra que cría personas extrañas, gigantes, como una tierra que amarga la vida de sus habitantes, "una tierra que devora a sus habitantes" (Bamidvar 13:32). La difamación hoy en día no culpa a la tierra de esos temas, sino que pinta de negro el anhelo por esa tierra y sus páramos, de una falta de moralidad que inspira escalofríos.
Ya hace mucho tiempo que la visión de "Eretz Israel Completa" es presentada como una utopía mesiánica, que tiene por objetivo plasmar deseos capitalistas de una minoría religiosa dentro del Pueblo Judío. Con la ayuda de la retórica, los Mitnajalim (colonos) son presentados como personas con alucinaciones, que sólo tiene un incentivo para todas sus acciones: El odio infernal a los árabes. Los que aman a Eretz Israel – nos enseñan a recitar – no se interesan por dilemas morales, y no les importa los problemas sociales. Los techos de tejas rojas que coronan sus torres de marfil en los "territorios ocupados" fueron construidos a cuestas de los sectores débiles de la sociedad, y en resumen, la visión de Eretz Israel – que ellos pretenden imponer por la fuerza a toda la sociedad israelí – se encuentra en contradicción con todos los demás valores que le son tan preciados al resto del pueblo.
No hay dudas que hemos avanzado desde el Pecado de los Espías. Mientras que ellos pretendieron apagar el deseo de llegar a Eretz Israel, en nuestra generación la discusión ya no habla de la necesidad de vivir aquí: Eso ya es un consenso.
La difamación en su nueva versión – como en la antigua – no se interesa por los hechos, no le importa que ese público que se aferra en el suelo de nuestra patria también aporta en el plano social y de valores con todo su ser: Mientras se pueda pintar todo eso con colores de "ojos mesiánicos inyectados de locura", mientras se le pueda adherir a la cara de la tierra una barba deshilachada del que la estética no le importa en lo más mínimo y todo su interés es conquistar más y más zonas de una tierra sin ningún sentido – así lo hará.
Esa es la peor difamación. Presentar el amor por Eretz Israel como un terco apego a los terrones de la tierra sin ningún sentido, como darle de espalda a todos los demás valores morales es una terrible calumnia para con la tierra y los que la aman. Todo lo contrario es lo cierto: El que buscará en las fuentes de la Torá y los escritos de nuestros sabios encontrará enseguida que la calidad moral de la sociedad que habita en Eretz Israel y su capacidad de subsistencia en ella están íntimamente vinculados. El amor por la tierra no se encuentra en oposición a los demás valores – por el contrario, los incluye en él. No deseamos un vínculo con la tierra por algún deseo capitalista, o alucinaciones religiosas: Sabemos que hay una estrecha relación interna entre nuestra presencia en todo lo largo y ancho de nuestra tierra y la plasmación de todas las normas morales plenas que Am Israel (el Pueblo de Israel) tiene que expresar en su estado. Queremos vivir en esta tierra según los criterios morales que nos entregó la Torá.
Rashi comienza su comentario a la Torá con la conocida pregunta:
¿Por qué la Torá no empezó con las mitzvot, y prefirió antecederle el relato de la creación? Y su respuesta: "Si las naciones les dirán; ustedes son unos ladrones, porque han conquistado las tierras de los siete pueblos de Knaan, ellos contestarán que toda la tierra es del Eterno, Él la creó y la entregó a quien le pareció correcto a Sus ojos. Por Su voluntad se la entregó a ellos, y por Su voluntad se las quitó y nos la entregó" (Rashi, Bereshit 1:1). Tal parece que la decisión de la entrega de la tierra es caprichosa, "por Su voluntad". Y a primera vista, la respuesta de Rashi no contesta la pregunta: Hubiese alcanzado con el primer versículo - "en el principio creó D's el cielo y la tierra" - para enseñarnos que la tierra es de D's, y se la da al que Le plazca.
El Ramba"n recalca que en el comentario de Rashi está escrito: "La entregó a quien le pareció correcto a Sus ojos". No se trata de una decisión arbitraria, sino que de principio: La tierra será entregada al que se comporte con rectitud moral adecuada, al que vivirá según pautas de justicia como corresponde en la "tierra en que los ojos del Eterno se encuentran en ella" (Dvarim 11:12). No alcanza con el primer versículo: Todo el libro Bereshit (Génesis) nos enseña la relación entre el nivel moral y esta tierra. Adam y Java – que escucharon la proposición de la víbora – fueron expulsados. Kain – que asesinó a su hermano Hevel – se transformó en un errante. La generación de Noaj – que corrompieron su comportamiento – fueron borrados de la tierra totalmente. Y a Avraham le es dicho dirigirse a la Tierra de Knaan, porque sólo en ella logrará edificar una vida moral plena como corresponde. Al final del libro Bereshit, las tribus de Israel perderán su tierra por muchos años, porque Iosef y sus hermanos pecaron diciendo Lashón HaRrá (calumnias) y odiándose los unos a los otros.
Los amantes de Eretz Israel saben que durante dos mil años de anhelo de la tierra no añoramos sus paisajes y sus terrones de por sí, ni buscamos apoderarnos de las tierras por algún impulso capitalista: Deseamos volver para vivir en ella como corresponde, para volver a practicar en ella la moral judía – que tiene un mensaje auténtico para todas las personas del mundo.
¿
Qué debemos hacer frente a esa difamación moderna? ¿Cómo debemos reaccionar frente a esa falsa evaluación de la realidad, como si el amor por la tierra fuese ajeno a los otros valores morales?
Debemos escuchar y fortalecernos. Frente a las críticas, conviene primero escuchar, prestar atención:
¿Quizás algo se nos escapó? ¿Quizás en nuestro apego por la tierra desdeñamos – sin darnos cuenta – en alguna forma otras cosas importantes? Si descubriremos que hay un poco de cierto en las críticas, lo corregiremos con alegría – y por supuesto, no dejaremos de amar la tierra. Nos fortaleceremos en nuestro amor por Eretz Israel, y también en nuestras aspiraciones de una vida con justicia auténtica dentro de ella. Nos fortaleceremos en nuestras acciones idealistas, que son capaces de alumbrar y alegrar, y debemos saber que como toda otra difamación, también la moderna finalmente demostrará su falsedad de por sí misma, y todos reconocerán que el asentamiento de la tierra y una vida correcta dentro de ella esconde una gran bendición para Am Israel y para todo el mundo. 

Midreshet Majón Orá

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¿Ha llegado el momento?
Rav Shlomó Aviner

Muchos preguntan: ¿Quizás ha llegado el momento de estudiar el plano esotérico de la Torá?
Y la respuesta, es que sin dudas así es. Por lo menos en la opinión del Rav Kuk, que dice que esa es la única forma de salvar a nuestra generación de la herejía – que es la peor desgracia – y hacerla regresar a la fe (Orot HaTshuva 4:9).
Por supuesto, no se deben despreciar todos los demás aspectos kdoshim (santos) de la Torá -  Gmará, halajá, musar y emuná. Pero todos esos estudios no serán exitosos sin el estudio del alma de la Torá - los temas más profundos.
Quizás ustedes digan: ¿Acaso somos más que las generaciones anteriores? ¿Acaso no se trata de un falso orgullo? ¿Acaso no nos alcanza con los temas sencillos de la Torá para colmarnos de pureza y kdushá?.
La respuesta: Por supuesto que somos más pequeños, pero no se debe comparar una generación con otra. En esta generación, ha llegado el momento – antes, no había llegado.
Por ejemplo, el Rav Kuk explica (al final de su artículo LeMaalaj HaIdeot) que durante la galut (exilio) todas las ideas nacionales fueron ocultadas en los secretos de la Torá, porque no podían ser llevados a la práctica. Pero ahora, cuando la nación ha renacido, hay que rescatar todas esas ideas que se encuentran escondidas - que están relacionadas con la nación y el estado - para darle vida al renacimiento (Orot, Pág. 117-118).
Por supuesto, eso no quiere decir que ha llegado el momento de revelar todos los secretos. El Rav Kuk atestigua que le es difícil definir el límite entre los secretos que su revelación producirá daño y los secretos cuya revelación será una bendición. Él habla de la renovación del camino a la Tshuvá (arrepentimiento sincero): En la galut el concepto de Tshuvá estaba relacionado con el Temor a D’s y la sumisión – pero ahora, cuando comienza a brillar el resplandor de la salvación, hay que relacionarlo con la alegría y el vigor. Pero eso debe ser hecho con mucho cuidado, para que nuestra educación con alegría y vigor no menoscabe en lo más mínimo la cautela y el Temor a D’s que durante todas las generaciones poseyeron los judíos buenos y tzadikim (justos) (Igueret 378).
En efecto, es un asunto de gran responsabilidad. Pero en general, por supuesto que ha llegado el momento de revelar los secretos de la Torá. Como dice el Rav Kuk: “No hay nada, de mis ideas y pensamientos, que no tengan una fuente explícita en los escritos del Ar”i z”l” (LeShlosha BeElul 1:46).
Quizás ustedes digan: ¿Acaso nuestro gran Rav ha olvidado lo que fue escrito en forma textual en el Shuljan Aruj (el libro de halajá por excelencia), que el estudio de los temas esotéricos es sólo para el que ha estudiado mucha Torá y “ha llenado su barriga con carne y vino – que son las reglas de las prohibiciones y obligaciones de las mitzvot” (Shuljan Aruj, Iore Dea 246:4, acotación)?.  ¡Y todos los comentaristas reforzaron sus palabras!. Por supuesto que no olvido. El escribe muchísimas veces que los profundos conocimientos no son para el público general, que de todas formas no podrá entender nada. Son sólo para unos pocos elegidos (Orot Acodes 1:86). "El deseo de estudiar esos temas es sólo de unos pocos elegidos, y no es para los que utilizan la cáscara de esos conceptos sin entender su contenido interno" (Iguerot Alef, Pág. 232). “Es una gran carencia de los que estudian por lo general la Kabalá que no han paseado antes con sus pensamientos a través de las fuentes de la Torá para comprender los temas Divinos” – es decir, no estudian emuná en profundidad – “sino que devoran las insinuaciones que están escritas en los libros, porque de esa forma no se eleva su conocimiento, sólo un sentimiento hueco alumbra dentro de ellos” (Orot HaTora 10:7). “Hay quienes la falta de intelecto los impulsa a estudiar los secretos” (Orot HaTora 10:8). Porque,  “¿cuándo es correcto que se estudien los secretos de la Torá?”. Sólo después de haber agotado todos los otros estudios kdoshim (Orot HaTora 10:1). Porque los secretos de la Torá no son “para aquellos que se adhieren a ellos sin la preparación adecuada” (Orot HaTshuva 4:9).
Ellos “toman todos esos secretos kdoshim, que son las cosas más profundas e importantes del mundo, y las interpretan al pie de la letra, y de esa forma alimentan las controversias dentro de Am Israel (el Pueblo de Israel)”, cuando hablan del “Erev Rav”, por ejemplo (Maamarei HaReaya, Pág. 59).
“Si la persona trata de saltar alto, antes de haber estudiado los libros comunes, sólo dañará y lo perderá todo” (Limud Rujaniut HaTora, del Rav Kuk. Orot HaTora, en la edición de Sifriat Java, Pág. 193). “Sin haber refinado el intelecto antes, se produce mucho deterioro en el mundo a través del estudio de la Kabalá” (Limud Rujaniut HaTora, del Rav Kuk. Orot HaTora, en la edición de Sifriat Java, Pág. 225). “La investigación de los elevados conceptos antes de tiempo, produce alucinaciones – alucinaciones de fe, o de herejía” (Limud Rujaniut HaTora, del Rav Kuk. Orot HaTora, en la edición de Sifriat Java, Pág. 240). “La falta de vinculación con los secretos de la Torá - cuando se zambulle dentro de ellos sólo por debilidad, por un apetito interno unido con la falta de responsabilidad y la holgazanería - hace que la forma de esos conceptos sea borroneada. Sólo el deseo de negar lo tangible, de la debilitación de la vida y la falta de destreza para comprender el mundo que vive…” (Orot, Pág. 93).
Por supuesto que el Rav Kuk sabía que los secretos son sólo para unos pocos elegidos, y en efecto, ese tema no figura en el detallado programa de estudio que escribió para la ieshiva (centro de estudio de la Torá) “Merkaz HaRav” (Maamarei HaReaya, Pág. 62).
Entonces, ¿a qué se refiere cuando dice que ha llegado el momento de revelar los secretos de la Torá? Se refiere a la formulación de esos secretos en un estilo común, como él mismo lo hizo en sus muchos libros. O como hizo anteriormente el Mahara”l. “Esos pocos elegidos de cada generación, que estudian el aspecto esotérico de la Torá, elevan a la generación a través de su influencia y de la bendición de todos los planos de la vida con el resplandor de esos elevados secretos, y de esa forma traen bendición para siempre” (Orot HaKodesh Alef 86).

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail:
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