Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir


Parashat Beaalotja     14 de Sivan 5769     No 720

"Por favor, no sea como un muerto"
Rav Eran Tamir

Lo que voy a escribir lo escuché decir al Rav Janan Porat en uno de los Shabatot  que estuvimos en Sderot en los últimos años – palabras que fueron muy apropiadas e importantes en ese entonces, y no menos importantes e incluso más aún hoy en día.
El último tema del que habla nuestra Parashá es la lepra de Miriam - quien habló Lashón HaRrá (calumnias) de su hermano, nuestro Rav Moshé. Y cuando Aharón ve que ella es castigada con la lepra, le pide a Moshé: “Por favor, no sea como un muerto, que cuando sale del seno de su madre tiene consumida la mitad de su carne” (Bamidvar 12:12). Según la interpretación sencilla, explica Rashi que Aharon le reza a D’s rogándole que cure a Miriam, su hermana, y le dice: Que nuestra hermana no sea como un muerto – porque el leproso es considerado como un muerto. Y por ello, Aharon le ruega a D’s que la salve de su lepra – de la muerte. Pero el Rashba”m explica los versículos de forma que Aharon  no le habla a D’s, sino que a Moshé: “Le dijo Aharon a Moshé…” (Bamidvar 12:11). Y le dice: No seas tú mismo, Moshé, como un muerto. Tu hermana nació de la misma matriz materna, y no debes ser como un muerto: Si tu hermana – que salió del mismo seno – se ha vuelto leprosa, eso quiere decir que también tú propia carne es como si hubiese sido consumida. Si ella es considerada como muerta – también tú, que no eres leproso, debes sentir como si estuvieses muerto la mitad. Debes actuar como si tú mismo fueses leproso…
No hay dudas que siempre, en toda ocasión, y sobre todo en los últimos años, somos testigos de las dificultades y el sufrimiento de nuestros hermanos, nuestra propia carne – Am Israel (el Pueblo de Israel). Ya sea tratándose de asuntos particulares – como alguna enfermedad y similares – o asuntos generales – como la guerra en Sderot y en los asentamientos alrededor de Aza. Y el pedido de Aharon, “por favor, no sea como un muerto” nos habla a todos. Debemos dejar nuestra indiferencia, debemos abandonar el “no me importa”, la falta de sensibilidad, nuestro egoísmo, no ser como muertos en relación a las penas de nuestros hermanos, nuestra propia carne, Am Israel: Salimos del mismo vientre materno, una misma madre es la nuestra. Y por ello, si hay alguna persona o algún grupo dentro de Am Israel cuya "carne" está siendo "consumida", debemos comprenderlo, sentirlo y actuar por ellos, ayudarlos todo lo que podamos, porque la carne de la persona viva está siendo comida – la nuestra. Quizás no siempre somos concientes de lo que le pasa y lo que siente nuestro amigo que se encuentra en la vereda del frente, y a veces en la puerta contigua…
Continuaremos fortificándonos y fortaleciéndonos juntos los unos con los otros, y de esa forma seremos merecedores de una vida plena y correcta, para la generalidad y para los particulares, en los asuntos espirituales y los asuntos materiales, hasta nuestra gueulá (Redención) plena y cercana, Amén.

Yo recuerdo – yo estuve allí
Rav Iosef Jaikin
(reimpresión)

 Tengo algo que decirles a ustedes, los que nos “juzgan” en La Haya. Ustedes son los que ya nos “juzgaron” en Jenin, que quisieron “comprobar” si no hicimos allí una carnicería de desgraciados. Todo el tiempo ustedes nos “juzgan” desde lo alto del trono de “la justicia y la moral”, y nos apuntan con un índice acusador, muy rozado y puro.
Yo justamente estuve allí, en Jenin. Yo vi a los muchachos que disparaban y lloraban. No lloraban por ellos, ni por una matanza innecesaria. Lloraban por la bajeza a la que puede llegar el espíritu humano, por la degradación de la imagen y semejanza Divina. Lloraban porque el niño que acababa de ser tranquilizado en brazos de su madre, quizás explote sobre ellos en la próxima oportunidad.
Pero yo no estuve sólo allí, también estuve en hotel “Park”, en la noche del Seder de Pesaj. Llegué con mi arma, para salvar. Pero allí, entre la oscuridad y las ruinas, a la luz de los faroles de los bomberos, sólo vi al anciano, que miraba el vacío, sentado en una silla, y a su lado… un cuerpo… sólo un cuerpo sentado… y la muchacha que jadeaba en la esquina… y traté de hacerle respiración artificial… y quizás… y la sangre, la sangre, la sangre. Pero a ustedes, no los vi allí.
También estuve en Atzmona, en el manchado Beit HaMidrash (centro del estudio de la Torá), perforado, con las manchas de las granadas en el piso y los libros de estudio, y los jóvenes perplejos, buscando algún amigo, buscando algún hombro donde apoyar su cabeza. Pero a ustedes, no los vi allí.
Tampoco los vi en el café “Moment”. Tampoco en el ómnibus 14A, y en el 19, y en el 2, y en el… ya no recuerdo…
También estuve en Maalot, y en el “Country-Club” del camino de la costa, y en Entebe. Y en Munich. Si, allí, en la olimpíada, con los once deportistas, ustedes recuerdan?. No?. Es cierto, ustedes tampoco llegaron allí para “comprobar”. Sólo prendieron algunas velas, y continuaron con las competencias como si nada hubiese ocurrido.
Estuve también en el 5708, cuando cinco ejércitos pretendieron aplastar a mi pequeño país que acababa de nacer. Y ustedes no estuvieron allí. Sólo enviaron uno como ustedes, para ver si es posible descuartizar otro poco de mi pequeño país para repartirlo.
Si, estuve también en Auschwitz, Treblinka, Sobibors y Maidanek… pero ustedes no estaban allí. Pero, quizás sí, acaso no fueron ustedes los que permanecieron a un lado, en las más obscuras noches, cuando me empujaron a los carrones de los trenes de la muerte?.
Si, yo recuerdo, estuve también en España de Torquemada, y en Italia, y Francia. Y sus Cruzados quemaron en la hoguera a mi esposa y a mis hijos. Y mataron, mataron, y mataron.
Y ustedes… allí si estaban!. Yo recuerdo, entre las llamaradas, y la sangre de los niños, y los clamores de “Shma Israel”!.
Esos son ustedes.
Yo los desprecio. 

Midreshet Majón Orá

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La buena mirada y la mala
Rav Shlomó Aviner

En el año 5608 se desató una epidemia de cólera en Viena. Comenzaron a buscar por cuál pecado eso recayó, y por culpa de quien. Llegó una persona – un importante miembro de la "Asamblea Para la Búsqueda de los Defectos de los Demás" – al Rav Israel Salant zt"l, y le contó que en la casa de fulano las cosas no son tan correctas. Le dijo Rabí Israel: La razón por la cual la Torá castigo al que cuenta Lashón HaRrá (calumnias), no es porque dice mentiras. La razón, es que critica a su prójimo. Por ello, le dice D's a esa persona: Si tú eres tan experto en la búsqueda de defectos, permanece fuera del campamento y busca tus propios defectos…
Se puede verificar en todos los Sidurim (libros de oración): El Vidui (confesión de pecado) siempre está escrito en primera persona – "hemos obrado culpablemente, agresiva y calumniosamente…" – y no en tercera persona – "ellos han obrado…". D's no ama a los que critican a sus prójimos.
En la carta "Kidush Hashem" el Ramba"m amonesta a un talmid jajam (erudito del estudio de la Torá) que criticó judíos, y le recuerda que cuando nuestro Rav Moshé dijo respecto a Am Israel (el Pueblo de Israel) "y ellos no me creerán" (Shmot 4:1), D's le contestó que ellos son creyentes, hijos de creyentes. Pero tú, Moshé, al final no creerás. Y fue castigado enseguida: "Su mano estaba leprosa como la nieve" (Shmot 4:6).
Lo mismo le pasó al profeta Eliahu, que criticó a Am Israel – "los hijos de Israel han abandonado Tu pacto" (Melajim Alef 19:10). D's le dijo: En vez de criticar a Am Israel, deberías criticar a los demás pueblos. También el profeta Ishaya – que dijo "dentro de un pueblo de labios inmundos habito" (Ishaya 6:5) – fue castigado y le quemaron sus labios.
En efecto, D's odia a los que critican sus hijos – incluso si ese criticón es una persona kdoshá (santa). Así escribe el Gaón (genio del estudio de la Torá) de Vilna en su comentario a "Tikunei HaZoar" (57:2), comentando el versículo "mas a Esav lo he aborrecido" (Malaji 1:3).
Me ocurrió una vez que encontré una persona de esa secta que busca los defectos de los demás, y comenzó a exponer su arsenal inagotable de argumentos contra el país y contra partes de la nación.
Le contesté: "Eso es lo que usted ve, yo veo otras cosas. Yo veo tantas cosas buenas que D's nos hace en el país, tantos muchachos con buen corazón e idealistas, tantos judíos que cumplen la Torá y las
mitzvot, tanta juventud maravillosa. Cada uno ve otra cosa. Usted ve lo malo, y yo veo lo bueno".
Me interrumpió: "Bueno, yo también veo lo bueno –
¡pero tú debes ver también lo malo!".
Le dije: "Tranquilícese, mi señor. Yo bien conozco la realidad, y trabajo en mi humildad para agregar luz…".
Agregó con una sonrisa victoriosa: "
¡Entonces, tú reconoces que esta no es la gueulá (Redención)…!". (Hasta hoy en día no comprendo por qué le es tan placentero decir que no es la gueulá…).
Le dije: "Todo lo que usted dijo sólo demuestra que no se trata de la
gueulá plena. No todo es blanco-negro. O galut (exilio), o gueulá plena. Hay situaciones intermedias".
Para resumir, citaremos a nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk: "La culpación genérica del contrincante, también cuando se hace por la buena causa, está relacionada en gran medida con la pereza espiritual de un grupo, que tiende a verse a sí mismo y todos los que están relacionados con él como la fuente de todo lo bueno, lo auténtico y lo justo. Y en base a ello, ve en el prójimo que se le opone todo lo malo, la mentira y la perversidad" (LeNetivot Israel Bet 227).
Por ello, nos esforzaremos por ver nuestros propios defectos y las virtudes de nuestros prójimos, y trabajar todos juntos para enaltecer a D's.

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail:
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