Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Ki-Tisa     18 de Adar 5769     Shabat Para     No 709

"Ningún ser humano puede verme y vivir"
Rav Azriel Ariel

A primera vista, Moshé pidió algo extraño: Ver a D's. Así parece cuando leemos los versículos de la Torá. Y en efecto, todos los pensadores judíos – que sabían que nuestro D's "no tiene similitud de cuerpo" – explicaron extensamente que Moshé no pidió ver con los ojos, sino que "ver" con el raciocinio. Y le contestó D's que el ser humano no puede concebir a D's ni entender Sus caminos, "porque ningún ser humano puede verme y vivir" (Shmot 33:20).
No es por azar que la capacidad de concebir fue asemejada al "ver". El ojo que ve, no es capaz de ver las cosas en sí: Sólo puede ver le envoltura exterior. No se puede ver a la persona en sí, sólo se puede ver la piel de su rostro (o la "luz" que él refleja). Así también es la capacidad del raciocinio: La comprensión humana, sólo es capaz de formular definiciones. A través de esas definiciones la persona se encuentra con los marcos externos de las cosas en sí, cuando la esencia en sí no podrá comprender. Porque la persona no es capaz de entender las cosas a fondo, a lo sumo solo puede encontrarse con los fenómenos que estimulan sus sentidos. Y si así es hablando de las cosas mundanas, mucho más cuando se habla de la concepción de D's.
Y si así son las cosas - si los "ojos" de la razón no son capaces de concebir a D's y entender Sus caminos - cómo podrá la persona de Am Israel (el Pueblo de Israel) vincularse con D's?. Al respecto nos contesta la Torá en otro lado: "Escucha Israel". El encuentro de la persona con El Creador no es a través de los ojos de la razón – que pretenden definir lo que no puede ser definido. La persona tiene otra facultad: El oído. El oído no es estimulado por la envoltura, sino que por la cosa en sí. No pretende comprender, sino que sentir su existencia. Esa es la actitud del miembro de Am Israel frente a Su Creador: Él no lo comprende, pero siente su existencia día a día, en cada momento.
Por ello, recalca nuestro Rav Moshé en su descripción del Episodio del Monte de Sinai que el sentido principal a través del cual se encontró Am Israel con D's no fue la vista, sino que el oído. "Sonido de palabras ustedes escuchaban, pero no veían imagen, sólo sonido" (Dvarim 4:12).
También el Pecado del Becerro de Oro está relacionado con ese punto. Am Israel pidió que le fuese presentado un dios que puede ser visto, y se lo puede comprender. No sabían que su sentido principal no era el de la vista: Eso puede decirse respecto a los demás pueblos. El punto álgido de Am Israel es el llamado eterno de "escucha Israel, el Eterno es nuestro D's, el Eterno es uno" (Dvarim 6:4). 

Midreshet Majón Orá

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No andan con el rebaño
Rav Shlomó Aviner

O – Me llamo O. Ya en cuarto grado de escuela no tenía amigos, ni tampoco estaba vinculado con la escuela. Así fui creciendo salvaje. Las personas que se llaman a sí mismas "educadores" en vez de tratar de darme lo que me faltaba, mis necesidades que eran un poco distintas que las de los demás, temieron de mi por ser diferente, y me alejaron de todos los marcos: De una clase normal, de mis amigos en mi lugar y de Bney Akiva. En resumen, me tiraron a la banquilla. Yo quería vincularme con amigos, y con algún marco – pero no me dejaron, todas esas personas que no se avergüenzan de llamarse a sí mismas "educadores"!. Ningún niño quiere crecer salvaje!.
S – Mi nombre es S. Mis padres se divorciaron cuando yo tenía tres años. Crecí sin padre. Mi madre se enfermó cuando yo era una niña, de forma que tuve que tomar el papel de la mama en casa, y no pude tener una infancia.
O – Los maestros de la escuela y los habitantes de mi lugar, en vez de entender que soy un niño con problemas afectivos, en vez de tratar de acercarme, me tiraron a un rincón. Entonces, me vincule con las personas que viven en esos rincones, con la Plaza Tzion, con personas como yo, con las que podía pasear... y muy rápido llegue a las drogas.
S – Cuando estaba en octavo grado empezó a resquebrajarse el hielo. Empecé a comportarme mal, siempre tenía como alfileres y no podía quedarme sentada en la clase como un robot, escribiendo en el cuaderno. Tenía sed de libertad, esa libertad que me fue robada cuando fui niña. Me fui desbarrancando. Me peleaba con mi madre, y me escapaba de la casa. Le robé plata a mi madre para comprarme bobadas. Fui expulsada de la escuela, y empecé a vagabundear. Cuando tenía 13 años fui sentenciada por un jurado, y me mandaron a un instituto pupilo para delincuentes juveniles – encerrada con candado y rejas. Era un lugar espantoso, con narcómanas que traficaban con drogas y casi todos los días vendían su cuerpo. También había intentos de suicidio. Una población muy dura (junto con un imperio de cucarachas enormes, como un puño, que nos caminaban por encima por las noches). Fui expuesta a todos esas cosas terribles, junto con el sentimiento que me robaron mi infancia. Me encontré con el alcoholismo, las drogas y la falta de límites total.
O – Me sumergí en el fumado, en las drogas, en las fiestas del norte del Banias. Durante meses nos reíamos, nos bañábamos en el Banias, y tocábamos guitarra.
S – Le escribí una carta al juez, que me muero de miedo por las cucarachas por las noches y las muchachas terribles que me rodean. A fin de cuentas, qué había hecho?. Al final, empecé a pensar que realmente soy culpable, que hice algo muy terrible. Hablaba una vez por semana por teléfono con mi madre, y me visitaba una vez cada dos semanas.
O – Empecé con drogas "leves", y pasé a las más "duras". Use todo lo que caía en mis manos, todo lo que se puede conseguir en este país.
S – Después de haber salido de allí – con diploma en delincuencia – me sumergí en la bebida. Pasaba mi tiempo en los Pubes y perdí la cabeza. Bebía y bebía, y me iba desarmando... y no sabía ni dónde estaba. Entonces, llegó el turno de las drogas.
O – No me importaba nada, sólo de mis padres, a los que no quería causar sufrimiento. Por ello me escapé de mi casa, para no ver sus ojos llenos de dolor.
S – Cada noche me encontraba con personas nuevas, y tenía nuevas aventuras. Fue entonces cuando me encontré con O – una personalidad conocida, que entró en mi vida. Nos encontramos muchas veces.
O – Conocí muchas muchachas, pero S era especial. Ella es como yo, y habla como yo.
S – De pronto, O se desapareció. Nadie sabía dónde estaba.
O – Fui detenido por la policía: Posesión de drogas, tráfico de drogas, obstaculización de investigación, ataque de policía, amenaza de testigos, destrucción de pruebas. Lo hice todo. Me metieron en una pequeña celda de detención, en la sección de menores. Una celda repulsiva, con gente asquerosa. En mi celda había uno que fue detenido por cosas mucho más serías. Ese apreciado judío me propuso que leamos Tehilim (Salmos), y por mérito de ello seremos liberados. Me sonó muy cómico, porque no pensé que teníamos ninguna probabilidad de salir de eso. Aparte de ello, estaba en un ataque que sufren los narcómanos que utilizan heroína: Es algo espantoso, fisiológicamente y sicológicamente. La persona se siente terriblemente enferma, con dolores terribles, al borde de la locura. Pero, qué teníamos para perder, en esa celda de detención?.
Hice un trato con D's: Yo empiezo un camino nuevo, y me comprometo a algo – como cuidar shabat, o ponerme tfilin (filactelias) – y Él me saca de esa situación. En el juicio lo negué todo, y argüí que las drogas que encontraron alguien me las puso. Pero estaba en esa terrible crisis de la heroína!. La fiscal todo el tiempo agregó más y más cargos – que todos eran ciertos. Mi abogado defensor – que tenía que defenderme – todo el tiempo estaba ocupado hablando por su celular. En resumen, tal parecía que todo estaba perdido y me esperan varios años en la cárcel. Pero D's se apiadó de mí, y a pesar del circo que había allí – el juez me decretó sólo un corto período de detención a domicilio. No podía creerlo!. Fue realmente un milagro, sobrenatural e irracional.
Debo recalcar que un poco antes de mi detención me encontré por primera vez con S. Ella también estaba perdida, todos los días fumaba drogas, vagabundeaba como si no tuviese ningún lugar en el mundo. El encuentro fue el principio del regreso al camino correcto, el camino dorado que conduce del infierno, a D's y Su Torá.
S – Nuevamente nos encontramos. Casi todo shabat fui a visitar a su casa. Sus padres no estaban acostumbrados a huéspedes como yo, pero me recibieron bien.
O – Hubo otras audiencias en el jurado, en relación a otros cargos de mi expediente. Antes de toda audiencia, me comprometí frente a D's a otra cosa más – y otro cargo fue borrado. De esa forma, poco a poco me fui liberando de todos los cargos en mi expediente – hasta que fueron borrados todos. Increíble. Mi madre nunca me sermoneó, ni me dio órdenes. Sólo me dijo: Vamos a pensar, qué provecho tendrás de ello?.
S – Nos acostumbramos a una vida vacía, a jugar con estupideces, con drogas y alcohol, andar con quien te plazca y hacer lo que se te ocurra. Pero se puede salir de ello. O logró terminar con la heroína, llamada "la droga de la muerte", de la que 90% mueren y el 10% salen dañados para toda la vida.
O – Toda esa forma de vivir anterior me parece despreciable, infantil. Por supuesto, tuve ascensos y descensos, pero me dije a mí mismo: Continúa, continúa. Renuncié a las imaginaciones. Sí, imaginaciones: No son nada, sólo imaginaciones. Cuando el efecto de las drogas termina, se vuelve a la dura realidad. Es como un niño pequeño que se entusiasma de cada pequeña cosa, y cada vez busca algo nuevo.
S – De pronto, me di cuenta que no soy judía. También lo sabía antes, pero no me preocupaba – hasta que comencé mi regreso a D's. Los estudios de conversión duraron un año. En Rosh Jodesh (principio del mes) de Jeshvan 5767 me convertí al judaísmo. Esa noche me festejaron mi Bat-Mitzva. Tenía 17 años. Nos comprometimos a cuidar el recato y los límites entre nosotros. Pasamos de un mundo sin límites al mundo de la Torá.
O – Mi madre me decía cada día: Tú eres un tzadik (justo), y muy inteligente, tú saldrás de ello. Me fue muy difícil, pero no renuncie: No!. Está prohibido!.
Llegué a la Mejina (centro de estudio de la Torá y preparación para el ejército), y me reforcé allí. Mi Rav me recibió con amor, me acompañó a todas las audiencias del jurado, y me salvó de varios años de cárcel que me esperaban. Me explicaba todo con amabilidad, y me arrepentí sinceramente.
En el ejército no quisieron ni saber de mí, y me eximieron con perfil médico de 21 – por todos mis prontuarios policiales. Empezamos una lucha: Gracias a la Mejina y otras buenas personas, después de dos años y medio de lucha consintieron en enrolarme en las Fuerzas Blindadas.
S – Entonces, nos comprometimos y nos casamos.
O – Todo depende si realmente te importa de ti mismo. No hagas una idealización de las drogas, como si ellas te elevan y te hacen mejor. Los que así dicen, ni ellos mismo lo creen. Todos saben que es malo – como robar o matar. Hay que saber renunciar.
S – Ser un siervo de D's, y no solamente cuidar la ley.
O – Entusiasmarse de la Torá y las mitzvot, y no de logros materiales.
S – Comenzamos una vida hermosa. Comenzamos a brotar. Con la ayuda de D's, lo haremos y triunfaremos.

El relato es verídico, con todos los detalles. Es posible recibir el CD a través del Rav Shlomó Aviner. 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
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