Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Parashat Ekev 22 de Av
5768 No
681
Su grandeza
y Su humildad
Rav
Azriel Ariel
Nuestro Rav
Moshé aconseja a Am Israel
(el Pueblo de Israel) aceptar el Yugo Divino: “Y ahora, Israel,
qué es lo
que el Eterno, tu D’s, te pide?. Sólo que temas al Eterno, tu
D’s, andes en
todos Sus caminos y Lo ames, y siervas al Eterno, tu D’s, con todo tu
corazón y
toda tu alma” (Dvarim 10:12). Pero el corazón se niega. D’s
está tan lejano, es
tan espiritual, abstracto, inconcebible… Es tan distinto de los
ídolos - que se
los puede ver y palpar. Es más: D’s creó todos los
mundos, qué le importa de un
pequeño mortal, un insignificante grano de polvo que anda sobre
una migaja que
flota en algún lado del inmenso cosmos?!. Qué le importa
en qué orden ese
mortal se ata los cordones de los zapatos?!.
Nuestro Rav Moshé rebate ese argumento en
dos planos: El plano nacional y el plano moral. Comienza con el aspecto
nacional: “He aquí que del Eterno, tu D’s, son los cielos, la
tierra y todo lo
que en ella hay” (Dvarim 10:14). Pero a pesar de la infinita inmensidad
del
cosmos que está a Su disposición, D’s eligió a Am
Israel: “Sólo en tus
ancestros el Eterno se deleitó para amarlos, y Él
escogió a su descendencia
tras ellos, ustedes…” (Dvarim 10:15). Deben reconocer que a pesar de
toda la
grandeza gigantesca del mundo que D’s creó, justamente los
eligió a “ustedes” -
y eso recalca la importancia de toda acción nuestra, incluso la
más
insignificante. Por ello, ustedes deben circuncidar su corazón,
y no ser
obstinados.
El otro plano, es el moral. Las virtudes
de D’s en su grandeza, son: “Él es el D’s de los dioses, y el
Señor de los
señores, D’s grandioso, poderoso y temible, que no muestra
favoritismo ni
acepta el soborno” (Dvarim 10:17), y no se deja impresionar por
pequeños obsequios.
Y a pesar de ello, Él “hace justicia con el huérfano y la
viuda, y ama al
extranjero para proveerle pan y vestido” (Dvarim 10:18). El mismo D’s
grandioso, poderoso y temible – se preocupa por las personas más
débiles de la
sociedad. Por ello, fuimos ordenados “amaréis al extranjero
(converso)” (Dvarim
10:19). La conclusión de nuestros sabios de esos
versículos – que vinculan la
cima de la grandiosidad con los detalles más insignificantes –
es que “donde
encuentras Su grandiosidad, allí encuentras también Su
humildad”.
Y de la misma forma que eso es válido
tratándose de D’s, también es válido
tratándose de nosotros mismos: Sólo hace
una semana pasamos el ayuno de Tisha VeAv (9 de Av).
Rabí Iojanan nos
enseñó que “bienaventurado sea el que siempre tiene
temor” de hacer algo
inapropiado, incluso tratándose de nimiedades. Porque las
desgracias más
terribles ocurrieron justamente a raíz de incidentes
pequeños, a primera vista:
Ierushalaim fue destruida por la confusión entre Kamtza y Bar
Kamtza. Har
HaMelej fue destruida por el incidente del gallo y la gallina. Betar
fue
destruida por el incidente del eje de una carroza.
Y así nos dice el Rav Kuk: “Toda la
grandiosidad a la que se puede llegar en el mundo no nos exime de
ninguna
exigencia en los detalles - de la misma forma que toda la grandiosidad
que
puede ser alcanzada en el mundo no nos exime de ninguna función
física, ni
siquiera las mas bajas. La grandiosidad le indica a la persona – cuando
la
recibe con pureza – cómo comportarse en todos los aspectos,
incluso los más
insignificativos de forma que también ellos se eleven, y se
transformen en
grandiosos”.
Midreshet
Majón Orá
Centro de
estudios de Torá para chicas en
español y
portugués
Están todas
invitadas!!
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detalles llamar al : 052-4621830
o escribir
a: anachman2@walla.com
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interesadas, hay dormitorios en el lugar
Malos
alumnos
Rav
Shlomó
Aviner
1.
Hubo una vez un estudiante de noveno grado en una Ieshiva Ktana (centro
de estudio de la Torá para muchachos jóvenes)
que le costaba mucho
entender lo que le enseñaban. Con todo lo que el maestro se
esforzaba por
explicarle, él no entendía. Se esforzó mucho –
pero sin éxito. Por ello, el
maestro lo unió a un alumno paciente, para que lo ayude – pero
tampoco eso tuvo
éxito. Al término del año, cuando todos pasaron a
décimo grado, ese alumno tuvo
que quedarse en noveno grado. Se esforzó mucho, pero
lamentablemente no logro
progresar. Era el peor alumno de la clase, y por ello a fin de
año nuevamente
tuvo que repetir noveno grado. Y así continuó durante 7
años!.
Cuando tenía 20 años, ya no pudo soportarlo más, y
le rezó a D’s del
fondo del corazón. A partir de ese momento, su situación
comenzó a mejorar
paulatinamente: Pasó a décimo grado, y continuó
avanzando, llegó a estudiar a
una ieshiva, y continuó estudiando – hasta que
llegó a ser director de
un Kolel (centro de estudio de la Torá para
personas casadas)!
(Sod HaHatzlaja, de Rav Shmueli, 235)
2. Hubo una vez un muchacho joven que llegó del exterior,
entró a
estudiar a una ieshiva – y no entendía nada.
También se avergonzaba y no
preguntaba, porque temía que se burlen de él. Cuando se
animó finalmente a
preguntar, su pregunta resultó ser una tontería. Su Rav
no quiso herirlo, hizo
como si fuese una buena pregunta y se esforzó por contestarle
correctamente.
Ese alumno no se dio por vencido, y finalmente llegó a ser Rosh
Ieshiva
(director de ieshiva)! (Sod HaHatzlaja, 238).
3. El Rav Reuben David Naavi, cuando era joven se esforzó mucho
en sus
estudios, y a pesar de ello no lograba comprender claramente los temas
estudiados. Continuó estudiando con constancia, y le
suplicó a D’s que alumbre
sus ojos – hasta que logró ser un gran estudioso de la Torá,
y
Presidente del Tribunal de Bagdad (Sod HaHatzlaja 248).
4. Rabí Amram Azulai no tenía mucho talento en su
juventud, y a pesar
que se esforzó mucho, no tuvo mucho éxito en sus
estudios. Pero no dejó
quebrantar su espíritu, continuó estudiando, hasta que se
convirtió en un
aplicado y perseverante estudiante maravilloso de la ieshiva “Porat
Iosef” (Sod HaHatzlaja 250).
5. Rabí Menajem Rikanti – discípulo del autor del libro “Sefer
HaRokeaj”, que escribió un comentario a la Torá
– en su juventud era
tonto, pero amaba la Torá, y finalmente se
transformó en uno de los
grandes talmidei jajamim (eruditos del estudio de la Torá)
de
Israel (Shalshelet HaKabala).
6. Hubo una vez un muchacho de unos 18 años de edad que
llegó al Jatam
Soler y le dijo que desea estudiar Torá. En aquel
entonces, esa edad
era considerada muy tarde para comenzar los estudios. Los otros alumnos
se
burlaron, y dijeron que cómo podrá un muchacho tan grande
– que nunca vio la
luz de la Torá – dedicarse a su
estudio?. Pero el Jatam Soler
los reprendió,
y les dijo: “Por qué se burlan?. Todo el que desee,
vendrá y estudiará!”. Lo
trató afectuosamente, y le fijó parejas de estudio cada
hora.
Pero por encima de ser mayor, al
muchacho le costaba mucho entender, y se olvidaba con facilidad de lo
estudiado. Y también si le enseñaban una Mishná cien veces, la olvidaba con facilidad – y al otro
día, era como si
nunca la hubiese estudiado.
Pero su deseo por estudiar no se
debilitó, continuó con perseverancia sus estudios – y
finalmente llegó a ser un
estudiante soberbio, fue nombrado juez, Presidente de Tribunal y Rav de
una
ciudad!.
7. Cuando el Netzi”v (Rabí Naftali Tzvi Iehudá
Berlín)
tenía doce años, no quería estudiar. Lo pasaron de
un maestro a otro, sin
éxito. Un día, escuchó a su padre hablando con su
madre en la cocina muy
preocupado: “Qué haremos con nuestro hijo Naftalí?.
Intenté todo lo que me
aconsejaron, pero él no quiere estudiar!. Quizás hay que
enseñarle algún
oficio?”.
El joven muchacho se estremeció,
entró en la cocina llorando, y les dijo: “Mi padre, yo
estudiaré!”. Y a partir
de ese momento, comenzó a estudiar y estudiar, hasta que
llegó a ser un Gaón (genio del estudio de la Torá) de Israel
(Shaal Abija VeIaguedja 2:14).
8. El Mahara”m Shej en su niñez no
era sagaz ni comprendía rápido. Le resultaba muy
difícil entender, y no
recordaba nada – ni siquiera una página de la Gmará. No
desesperó, continuó estudiando con perseverancia, le
suplicó a D’s,
repasaba lo que estudiaba muchas veces – a pesar que no lo
comprendía totalmente
– hasta que se convirtió en un famoso Gaón, de los
más grandes de su generación (Ashrei Mi SheAmalo 3:56).
Departamento
ibero-americano
Majón Meir
abrió sus
puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y
portugués, y te invita
a tener esta experiencia única de estudiar Torá en
su ambiente tan
especial en la ciudad de Ierushalaim.
El
programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está
destinado para jóvenes
de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad
judía por medio
del estudio de
Para más
información los
invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del
Departamento ibero-americano
Rav Rafael
Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail: espanol@machonmeir.org.il,
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