Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Parashat Truma
3 de Adar Alef 5768 No
654
Eretz
Israel o
territorios ocupados?
Rav
Iaacov
Filver
Una
de las metas de Am Israel (el Pueblo de Israel) es el
establecimiento
de la Shjina
(manifestación de la presencia Divina) en este mundo. Hay varias
formas de
lograr esa meta, cuando una de ellas es la edificación del Mishkan
(El
Tabernáculo), como dice el versículo: “Me harán un
Mishkan, y Yo
habitaré dentro de ellos” (Shmot 25:8). También si
decimos que la edificación principal
del Mishkan no es su construcción física - sino
que la Shjina
que se
establecerá dentro de cada uno de los miembros de Am Israel,
como se puede
concluir del análisis del versículo que dice
“habitaré dentro de ellos”
- no podremos negar que la
Torá
vinculó la kdushá (santidad) a cierto marco de
tiempo y lugar: Momentos
determinados, como shabat y festividades, y un lugar
determinado, que es
la Tierra Santa,
en que sólo en ella puede revelarse la kdushá que
le es entregada a Am
Israel del cielo.
Respecto al Beit HaMikdash (El Templo) dice la Torá:
“El lugar que el
Eterno, vuestro D’s, escogerá para hacer habitar en él Su
nombre” (Dvarim
12:11). No es por azar que Am Israel llegó a Eretz
Israel (la Tierra
de Israel), ella fue
elegida por el Creador del Mundo de entre todas las demás para
ser la tierra
del Pueblo Judío - porque sólo ella es la adecuada para
plasmar el destino y
las metas de ese pueblo. Como escribió el Rav Kuk al principio
de su libro “Orot”:
“Eretz Israel no es algo externo, una adquisición externa
de la nación,
no es sólo un medio para alcanzar alguna meta - como la
unión general de la
nación y el fortalecimiento de su existencia material o
espiritual. Eretz
Israel es una unidad en sí, unida con un vínculo de
vida a la nación,
enraizada a través de sus esencias espirituales internas con la
existencia
misma de ella”.
Ese vínculo entre el Pueblo Judío y su tierra fue puesto
a prueba a lo
largo de toda la historia, desde nuestro patriarca Avraham. No
sólo en aquellos
días en que el pueblo vivió en su tierra, sino que no
menos en todos los años
de la galut (el exilio), cuando la aseveración “el
año que viene, en
Ierushalaim reconstruida” tenía por intención no
sólo expresar el deseo de
regresar a Ierushalaim, sino que a todo Eretz Israel, en su
interpretación más sencilla. No hay dudas que si hoy en
día habitan seis
millones de judíos en Eretz Israel, en el país
que formaron en ella, no es
un logro que podría haberse alcanzado sin la fidelidad absoluta
del pueblo a su
tierra.
Hasta la
Declaración de la Independencia
todo Am Israel tenía bien
claro que todo Eretz Israel es la tierra del Pueblo
Judío. Había quienes
pensaban que hay que conformarse aunque sólo sea con parte de
ella, para
edificar un estado para el Pueblo Judío – pero tampoco ellos
nunca renunciaron
al derecho histórico del pueblo a las demás partes de la
tierra!. En los
últimos tiempos esa fidelidad del pueblo por su tierra
empezó a debilitarse, y
“almas equivocadas” comenzaron a negar todo nuestro pasado y nuestro
futuro, y
llaman a la herencia de nuestros patriarcas “territorios ocupados” –
como si la
tierra no nos perteneciese, y como si nuestros hijos, que asientan los
páramos
de nuestra tierra con valentía al borde de la entrega de su
vida, son
extranjeros que han llegado a despojar los auténticos habitantes
de ella.
Respecto a los que así arguyen y similares, dijo el profeta:
“Tus destructores
y asoladores – de ti saldrán” (Ishaya 49:17). En cuanto a
nuestro derecho por
esta tierra, ya dijo Simón, el Jashmonaita, hace más de
2000 años: “La tierra
que hemos vuelto a tomar posesión de ella es el patrimonio de
nuestros
patriarcas, y ninguna persona ajena tiene ningún derecho sobre
ella. Porque
nuestros enemigos robaron nuestra herencia y la poseyeron injustamente,
y
ahora, cuando D’s nos ha ayudado, volvemos a recuperar el patrimonio de
nuestros antepasados, y asentamos nuestra tierra” (Jashmonaim I,
15:34). Debemos
volver a recordar esas verdades a las almas equivocadas que se han
juntado con
los peores de nuestros enemigos, y claman juntos a coro frente a todo
el mundo
que Eretz Israel – con todas sus zonas históricas – no
sólo que no es la
tierra del Pueblo Judío, sino que hay que desmantelar los
asentamientos judíos
que en ella hemos edificado, con todos sus habitantes, mujeres y
niños, y
exiliar de su tierra habitantes que ya son Segunda o tercera
generación en ese
lugar. Y todo eso por el injusto argumento, que esa tierra donde ellos
habitan
es “territorio ocupado”.
Semejante negación no supo el Pueblo Judío nunca en su
historia, desde
que surgió en el escenario histórico. Debemos rechazar
ese argumento, y expulsarlo
más allá del límite del consenso. Porque sin
entrar en el tema de los pactos de
paz y la entrega de territorios a cambio, el que niega el derecho del
Pueblo
Judío por parte de la tierra, en realidad – incluso si no lo
quiere – está
negando el derecho moral de todo asentamiento judío en
todo Eretz
Israel, de ambos lados de la “línea verde”.
“Eretz Israel es más kdoshá (santa) que
todas las
tierras” (Kelim 1:6) dice la Mishná
- y nosotros debemos asimilar esa verdad, en todos los sectores de la
sociedad
israelí.
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Majón
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Información
secreta
Rav
Shlomó
Aviner
Les
presento información del Shaba"k (Servicio de
Seguridad).
Faltan muchos detalles, y también la información fue
resumida y elaborada -
pero en líneas generales, las cosas están claras:
"Tema tratado: Recibimos órdenes de alto rango de preparar el
próximo desmantelamiento. Todavía no hay fecha ni ninguna
resolución, pero la
opción está abierta.
El desmantelamiento de los asentamientos de la Franja de Gaza
cobró un
elevado precio - a nivel del ejército, sentimental y monetario.
Por ello, el
programa del que se está hablando no se trata de un
desmantelamiento, sino que
la idea es dejar a los colonos en su lugar, dentro del territorio bajo
gobierno
palestino – sin autoridad de Israel, y sin protección del
ejército. Según la
información en nuestras manos, el día que las fuerzas del
Hamas efectúen
atentados asesinos, los colonos escaparán al territorio del
país.
Una de las condiciones imprescindibles para que el programa tenga
éxito, es que cuente con el apoyo de la opinión
pública. Para ello, es
necesario que los colonos sean presentados como personas
extrañas y violentas,
que buscan peleas y amenazan la paz pública – y que con su
conducta trajeron
sobre sí mismos su destrucción. Ellos lo querían,
y no hay que tenerles
compasión. Por ello, en esta etapa del programa, debemos tomar
en cuenta la
posibilidad de infiltrar provocadores entre los colonos, que se
encarguen de
incitar a los jóvenes y eleven el nivel de violencia – verbal y
práctica.
Reseña: Los colonos en Iesh"a (Iehudá,
Shomrón y Aza) no
cuentan con el apoyo y la simpatía del público general.
Durante el desmantelamiento
de los asentamientos de la
Franja de Gaza, no hubo ninguna conmoción
pública, las cosas
continuaron como si nada. El mismo día del desmantelamiento,
hubo pocas
personas que miraron la televisión. Ese público
continúa siendo conceptuado
como extravagante y extremista. Los acontecimientos en Amona reforzaron
esa
opinión. Y también los colonos que se asientan en todo
tipo de puntos, son
conceptuados como irascibles, que toda su vida sólo buscan hacer
problemas al
país. Si bien el sector extremista es muy pequeño, y no
llega ni a un 1% de la
población del país, es muy bullanguero, y toda
expresión agresiva de él goza de
una amplia cobertura periodística. Por ahora no cometen ninguna
acción agresiva,
sólo utilizan continuamente expresiones violentas: "Sobre
nuestros
cadáveres!", "si vendrán a expulsarnos habrá una
guerra, que
empalidecerá lo que sucedió en Amona", "por Eretz
Israel (la Tierra
de Israel) hay matar
o dejarse matar", "lucharemos contra el ejército traidor", etc.
Pero
suponemos que varios jóvenes pasarán de las palabras a
las manos, y harán algo
contra las fuerzas de seguridad, o incluso contra los líderes
moderados. En
cuanto a esos líderes, no son escuchados y no gozan de cobertura
periodística.
También callan porque temen que si hablarán en contra de
esas expresiones
agresivas, debilitaran la contienda por Eretz Israel.
Conclusión: No se necesitan provocadores, el sector extremista
nos es
muy favorable para nuestros fines. Nuestros agentes – que se encuentran
en
todos lados – continúan fortaleciendo y provocando en forma
continua
expresiones agresivas.
No se debe impedir los asentamientos de los colonos en nuevos puntos:
Eso no proporciona ningún resultado práctico, y nos son
muy favorables para
nuestros fines. El público general no comprende cuál es
su intención, y
reacciona con indiferencia y desprecio". Hasta aquí la cita.
Pero yo no estoy de acuerdo con esa evaluación, que presenta al
pueblo
como si no le importase. Es cierto que hay confusión, pero en
todo lugar hay
una poderosa sed de escuchar, escuchar la Torá,
escuchar sobre el pueblo y la
tierra. Y todo es un mismo asunto. Desde la creación del
país hay en el pueblo
confusión respecto al límite de nuestra tierra, y ella
misma es una confusión
respecto al límite del pueblo: El pueblo no conoce los
límites de su tierra,
porque no sabe cuál es su esencia y su identidad, no se conoce a
sí mismo ni a
su naturaleza.
Cuando se tiene miedo, se comporta en forma agresiva – pero no hay de
qué temer. Deja de temer, abre tu boca y comienza a hablar.
Comienza a consolar
a la generación. El Rav Kuk, en su artículo "Nejamat
Israel"
(El Consuelo de Israel), dice que esa es la mitzva más
grande: Consolar
a Am Israel (el Pueblo de Israel) y explicarle cuán
grandiosa es la
generación. Habla con toda persona, encuéntrate con
cualquiera, estudia Torá
con todos. Ese es el remedio. Habla con todos: Con datiim
(religiosos) y
jilonim (seculares), con derechistas e izquierdistas, con
enfermos y
sanos, con jóvenes y ancianos, con nuevos inmigrantes de Etiopia
y con nuevos
inmigrantes de Rusia, con delincuentes y con israelíes, con
soldados y con policías.
Habla con todos!. Habla con el familiar cercano, y con el vecino, con
el que
levantaste en el camino y con el chofer, con el compañero de
trabajo y con el
amigo del ejército. Habla. No seas humilde, no seas miedoso, no
seas holgazán.
Es fácil, sólo se necesita un poco de sacrificio.
Habla de todo tema, y no sólo de Eretz Israel. Y
enséñalo todo,
sobre la Torá
y sobre la nación, sobre el pan y la desocupación, sobre
la juventud y la
educación, sobre la delincuencia y las drogas. Habla con la
gente de Sderot y
con la gente del Galil, las personas del Golán y del Neguev,
gente de Tel-Aviv
y de Jaifa. Habla y enseña.
Dijo un Brigadier General reservista jiloni, Comandante de
División: "Ustedes, el público nacionalista religioso,
tienen prohibido
atrincherarse y ser conceptuados como un sector. Ustedes deben ser
realmente
nacionalistas y sionistas - y ser la vanguardia de procesos a largo
plazo.
También si parte de esos procesos les parecen en forma puntual
como injustos,
ustedes deben dirigir la corriente principal, y no corrientes
marginales.
Ustedes tienen el entusiasmo y el sionismo… una concepción
general del todo.
Eso es un gran valor y un logro fabuloso, esa orientación a
favor del todo, no
sólo ahora, sino que como parte de una elevada concepción
de la nación futura.
Ustedes deben irradiar fe, entusiasmo y optimismo en todos los campos,
darle
expresión a la Torá
en todos los campos".
En efecto, nuestro pueblo ya está preparado, nuestro pueblo
está
sediento - y está esperando.
Departamento
ibero-americano
Majón Meir
abrió sus
puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y
portugués, y te invita
a tener esta experiencia única de estudiar Torá en
su ambiente tan
especial en la ciudad de Ierushalaim.
El
programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está
destinado para jóvenes
de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad
judía por medio
del estudio de la Torá en un marco
agradable, que enfatiza el
valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá
y la Tierra
de Israel. Para aquellos que lo deseen,
existe
también en el Majón un ulpán de hebreo
bajo la órbita del Ministerio de
Educación.
Para más
información los
invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del
Departamento ibero-americano
Rav Rafael
Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail: espanol@machonmeir.org.il,
editorial@alumbrar.org
Es posible leer
la publicación de esta semana y las anteriores en www.alumbrar.org. Para recibirla
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