Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Parashat Miketz
28 de Kislev 5768 Shabat
Januca No
645
Rav Azriel
Ariel
En ambos casos la obligación básica se cumple encendiendo
una sola vela
– cuando hay distintas costumbres de cuantas velas agregar: En Shabat se encienden dos
velas – una insinuando "recordarás el Shabat", y la otra
insinuando "cuidarás el Shabat". En Januca - en opinión
del Ramba"m - los que quieren cumplir la mitzva lo mejor posible
encienden una vela por cada persona que habita en la
casa. Si bien es cierto que los ashkenazim (provenientes de
colectividades de Europa) acostumbran que cada
persona de la casa prende sus propias velas, según el Ramba"m es
el padre
de la familia el que las enciende. Esa costumbre – que casi nadie
cumple en Januca – es muy común
tratándose de las velas de Shabat: La madre de la familia
enciende tantas velas como personas hay en la casa. Y en Januca, los más
piadosos encienden cada día una vela más – es decir, de
una
vela a ocho, según los días de la festividad.
Según la costumbre de los ashkenazim cada persona de la
familia, y según la costumbre de los sfaradim (provenientes de
colectividades del Norte de África y otros países
árabes), sólo un candelabro es encendido en cada casa, no
importa cuantas
personas habitan en ella. Y también en las velas de Shabat: Hay familias que
acostumbran
a encender en cada Shabat siete velas – como los
días de la semana – sin relación con el número
de personas que viven en la casa.
Todo eso sugiere una profunda relación entre ambas velas: Las
velas de Shabat y las velas de Januca. Y ese
vínculo también recalca el significado de las diferencias
entre ambas mitzvot.
La vela de Januca
debe ser encendida fuera de la casa, "a la puerta de su casa, por
afuera". Mientras que la vela de Shabat debe ser encendida
justamente dentro de la casa, en donde se cena. La vela de Januca
toda
ella tiene por motivo hacer público el milagro, y "no podemos
utilizarlas,
sólo mirarlas". Mientras que la vela de Shabat tiene por
motivo que
toda la familia pueda disfrutar de su luz. La vela de Shabat la
enciende
la mujer, a pesar que su marido también tiene la
obligación, mientras que la
vela de Januca la acostumbra a encender el hombre, a pesar que
la mujer
también tiene la obligación.
Hay dos luces
que alumbran en el hogar judío. La vela de Shabat – que
alumbra con su
recato femenino hacia adentro – y la vela de Januca – que
alumbra
masculinamente, haciendo público, hacia afuera. Hay dos papeles
en toda casa de
Am Israel: Por un lado, desarrollar dentro de él una vida
de kdushá
(santidad) y pureza, de mitzvot y Torá, que
modelarán la vida de
cada una de las personas que habitan en la casa, como una diadema
Divina sobre sus
cabezas. Y por otro lado, irradiar esos valores hacia afuera. Ambos
papeles son
tan importantes, hasta tal punto que ninguna situación justifica
la renuncia a
alguno de ellos. Y a pesar de ello, un judío que llegó a
una situación tal que
no tiene dinero ni siquiera para adquirir un vaso de vino para hacer Kidush,
y tiene sólo una vela, qué hará?. Al respecto dice
"Dijo
Raba: Es sencillo. Si tiene que elegir entre la vela de su casa (Shabat)
y la vela de Januca – la vela de su casa antecede, porque
gracias a ella
hay paz en el hogar".
Y la potencia
interna del hogar judío se desarrollará, se
engrandecerá, hasta que tenga
suficiente fuerza para alumbrar también a toda la oscuridad que
hay afuera.
Midreshet
Majón Orá
en español y portugués
Están todas invitadas!!
Para más detalles, llamar al 052-4621830
o escribir a anachman2@walla.com , editorial@alumbrar.org
Para las interesadas hay dormitorios en el lugar
Rav
Shlomó
Aviner
Respuesta: Y qué es esa
acción milagrosa, que solucionará todos los problemas?.
Dímelo, y lo discutiremos.
Mira, mi amigo, tú alabas la valentía: Por supuesto,
tienes razón. Sin
valentía, no venceremos.
Y por
supuesto, no sólo tratándose de Eretz Israel,
sino que también otros
temas relacionados con nuestra nación que seguramente te
preocupan no menos: Shabat,
Kashrut, recato, pureza, el estudio de
No hay
revoluciones, y también cuando hubo revoluciones en la historia
fueron
preparadas mucho tiempo antes: Fueron preparados los cerebros y los
corazones,
las acciones y las obras. También hubo algunas revoluciones que
no trajeron
ningún provecho, sino que por el contrario, sólo
sembraron destrucción. Como
los anarquistas, que arruinaron el orden que existía, pero no
lograron edificar
ningún orden en su lugar. No conocían el secreto de la
paciencia.
D's es
paciente: "Hubo diez generaciones desde el Primer Hombre hasta Noaj...
diez generaciones desde Noaj hasta Avraham... para hacernos saber
cuán paciente
es Él" (Avot 5:1). También ahora, D's tiene mucha
paciencia para con el
pueblo que habita en Tzion. No somos tan tzadikim, y a pesar de
ello, el
Redentor de Israel nos redime y nos espera.
También nosotros
debemos ser pacientes, para con nosotros mismos y para con el
prójimo, y
también para con Am Israel
(el
Pueblo de Israel).
Una persona como
individuo particular puede hacer algo de repente. Pero no la
nación, allí todo
lleva tiempo. Puede ser que si hiciese todo solo, podría hacerlo
de inmediato.
Pero para construir un país se necesita un pueblo, y no alcanza
con personas
particulares.
En efecto, la clave de la
valentía continua se encuentra en el pueblo que habita en Tzion,
que carga el
pesado yugo del país ya hace decenas de años. No tienes
elección posible,
tienes que trabajar junto con la nación, ya sea que eso te
moleste o te alegre.
Yo justamente me alegro,
porque quizás hay algunas cosas que podría hacer mejor si
lo hiciese solo, pero
en general, si todos fuesen como yo no podría soportar vivir en
este país. Y de
todas formas, es mi pueblo, y no lo abandonaré.
Y también a ti, te digo
en nombre del anciano Hilel: "No te apartes del público, y no
confíes en
ti mismo hasta el día de tu muerte" (Avot 2:5). Y ambas ideas
están
relacionadas: No te apartes del público, porque no puedes
confiar en ti mismo.
Cuando te encuentras solo, puedes llegar a caer. Solo, eres
débil. Junto con
todos, eres estable y fuerte. Cada uno reforzará a su
prójimo. Y el pueblo
reforzará a todos.
Si estuvieses solo,
podrías correr rápido – o por lo menos así lo
crees. Pero tú marchas con el
pueblo – y el pueblo marcha a su ritmo. Recuerda!: El dueño de
la historia aquí,
es el pueblo – y no tú. Tú no representas a Am Israel:
Nadie te nombró
su representante, sólo eres un representante de ti mismo.
Estamos contentos de ser
partícipes del pueblo, de ser soldados del pueblo, y marchamos
junto con el
pueblo, a su ritmo.
"La senda de los justos es como la luz de
la aurora, que va aumentando
en resplandor hasta que el día es perfecto" (Mishlei 4:18).
Departamento
ibero-americano
Majón Meir
abrió sus
puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y
portugués, y te invita
a tener esta experiencia única de estudiar Torá en
su ambiente tan
especial en la ciudad de Ierushalaim.
El
programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está
destinado para jóvenes
de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad
judía por medio
del estudio de
Para más
información los
invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del
Departamento ibero-americano
Rav Rafael
Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail: espanol@machonmeir.org.il,
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