Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Pinjas     21 de Tamuz 5767     No 624

El profeta Irmyau
Rav Azriel Ariel

El profeta Irmyau es una figura muy trágica. Él no eligió “hacer carrera” como profeta: Su papel le fue impuesto por orden Divina. No le resultaba agradable ser portavoz de la furia Divina, criticar y reprobar, amenazar y advertir, vaticinar las tinieblas y ver el mal. Como uno de los descendientes del Cohen (sacerdote) Aharon – que amaba y perseguía la paz – seguramente quería acariciar y alentar, mirar desde un punto de vista de bondad a la realidad y decir que “un poco de luz rechaza mucha oscuridad” (Maamarei HaReaya Alef, Pág. 99). Seguramente hubiese preferido vaticinar profecías de consuelo, de reconstrucción, de bondad, de gueulá (Redención). Y la verdad, es que él no quería hablar en absoluto: “Ah, Señor Eterno, he aquí que no se hablar, porque soy niño” (Irmya 1:6). Pero D’s lo obligó. A diferencia de Moshé – que durante una semana entera D’s trata de convencerlo para que acepte su misión – el profeta Irmyau recibe de inmediato una orden Divina: “No digas soy niño, sino anda a dondequiera que te envíe, y habla todo cuanto Yo te ordene” (Irmya 1:7).
Y todavía late en el corazón del profeta Irmyau la esperanza que será merecedor de vaticinar el bien para su pueblo. Su misión, es para con Am Israel y también para con las demás naciones, “para desarraigar y para derribar, para arruinar y para destruir” (Irmya 1:10) y también “Para edificar y plantar” (Irmya 1:10). Quizás las profecías de destrucción serán sólo para las demás naciones, y las profecías de construcción para su pueblo?. Pero no fue así. Nuestros sabios nos cuentan: “Es como una mujer Sota (sospechosa de haber cometido adulterio) que fue traída para tomar de las aguas amargas [que producirán su muerte si realmente ha cometido adulterio. N. del T.]. El Cohen se acerca para darle de beber, y cuando la mira se da cuenta que es su madre!... Así le pasó al profeta Irmyau cuando D’s le dijo que le de de beber las aguas amargas a Ierushalaim. Dijo Irmyau: D’s, acaso no me habías dicho ‘te puse por profeta para las naciones’ (Irmya 1:5)?. Y ahora, debo comenzar por mi propia nación?!..” (Midrash Zuta, Eija 1:7).
Tampoco es fácil andar contra la corriente, vaticinar profecías que nadie está dispuesto a escuchar, pelearse con toda la familia, con los vecinos y los amigos, ser el “enemigo del pueblo”, ser tirado al pozo como un traidor, estar preso en el patio de la cárcel por sospechoso de colaboración con el enemigo, y salvarse por milagro de un intento de asesinato de sus vecinos, los habitantes de Anatot. Su vida es tan difícil, hasta el punto que él se hastía de ella y grita: “Ay de mí, madre mía!. Pues me pariste, hombre de contención y discordia para toda la tierra. No he dado ni tomado en préstamo, y sin embargo cada uno de ellos me maldice” (Irmya 15:10). Y luego le dice a D’s: “No me he sentado para gozarme, en el círculo de los que pasan alegre vida, a causa de Tu mano me he sentado solo, pues que me has llenado de indignación. Por qué es perpetuo mi dolor, y mi herida desahuciada rehúsa ser curada?” (Irmya 15:17-18). Pero la respuesta de D’s le produce más dolor aún: “No tomes para ti mujer, ni tengas hijos ni hijas en este lugar”(Irmya 16:2). No tienes futuro como individuo particular!. Y no sólo eso, sino que tampoco tendrás un continuador espiritual!. Baruj Ben Neria - tu fiel discípulo - no será merecedor de la profecía, y no continuará tus obras!.
La realidad – personal y nacional – era más dura aún que la profecía. Para su gran pesar, ninguna de sus profecías dejó de cumplirse. Todas las profecías de destrucción, de ruina y matanza, se cumplieron en su totalidad. Y todavía latía en su corazón la esperanza que los pocos sobrevivientes se quedasen en la tierra – hasta que fue asesinado Guedalia. A pesar de sus enérgicas protestas, los que quedaron escaparon a Egipto y lo llevaron con ellos a la galut
(el exilio). Y todavía había esperanzas que la destrucción y la galut tengan su efecto positivo y haya un arrepentimiento – pero tampoco eso sucedió, y el pueblo se afianza más aún en el culto a otros dioses. Irmyau muere solo, en el exilio, en la galut, con la destrucción. Un final trágico de una vida trágica.
Pero en la Torá de Am Israel no hay “Tragedias”. No hay cuentos con un final malo: Todo conduce finalmente a lo bueno – incluso si el camino es muy largo, y muy difícil de llevar. Irmyau nunca se vio a sí mismo como una figura trágica, y nunca fue una persona trágica. En los momentos más difíciles de la destrucción, del desaliento – brotan de su boca las profecías de consuelo más elevadas. Cuando sus ojos ven que “he aquí que los terraplenes ya llega a la ciudad para tomarla, y la ciudad está ya entregada en mano de los Kasditas que pelean contra ella, a causa de la espada y del hambre y de la peste” (Irmya 32:24), compra el campo de su primo Janamel en Anatot, prometiendo que “se comprarán campos por dinero, y se firmarán escrituras, y se les pondrá sello, y se confirmará lo hecho con testigos, en la tierra de Binyamin y en los alrededores de Ierushalaim, y en las ciudades de Iehudá... porque haré tornar el cautiverio de ellos, dice el Eterno” (Irmya 32:44). Y al mismo tiempo que vaticina que dejará de escucharse en las ciudades de Iehudá y las afueras de Ierushalaim “la voz de gozo y la voz de alegría, la voz del novio y la voz de la novia” (Irmya 7:34), promete que “todavía se oirá en este lugar... la voz de gozo y la voz de alegría, la voz del novio y la voz de la novia” (Irmya 33:10-11). Y no hay ningún casamiento judío en el que no se repite esa alegre promesa. Y justamente la voz de Rajel que llora por sus hijos, cuando ella “rehúsa ser consolada por sus hijos, porque no se encuentran” (Irmya 31:14), él mismo es el que nos comunica la promesa “será premiada tu labor, dice el Eterno, pues ellos volverán de la tierra del enemigo, de modo que hay esperanza para tu porvenir, dice el Eterno, y volverán los hijos a su propia tierra” (Irmya 31:15-16).
Justamente la profundidad del dolor de la destrucción, es el que permite mirar la gueulá (Redención) con una mirada clara: “Y sucederá que de la manera que Yo velaba sobre ellos para arrancar, y derribar, y para demoler, y para destruir, y para afligir - así velaré sobre ellos para edificar y para plantar, dice el Eterno” (Irmya 31:27). 

Midreshet Majón Orá

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Los límites
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Yo también soy partidario del amor y la fe, para toda persona de Am Israel (el Pueblo de Israel). Pero quizás ya pasamos el límite, a partir del cual no debemos escondernos y decir con valentía y vigor la verdad que encierra la Torá: “Esta persona corrupta no es parte de nosotros!. ‘Fuera del campamento será su morada’ (Vaikra 13:46)”?.
Respuesta: Por supuesto!. Y no sólo ahora ha llegado el momento, sino que ya en tiempos de nuestro Rav Moshé, cuando fue ordenado “manda a los Hijos de Israel que hagan salir fuera del campamento a todo leproso, y a todo aquel que padece de flujo, así como a todo impurificado a causa de un muerto” (Bamidvar 5:2). Pero ya Rashi cita a nuestros sabios, que aclaran que cada una de esas personas impuras es diferente: Hay quien es alejado de uno de los campamentos, y hay quien lo es de dos campamentos, y hay quien es alejado de los tres campamentos [El campamento del Pueblo de Israel en el desierto se divide en tres zonas: El Campamento de la Shjina, el Campamento de los Levitas, y el Campamento de Israel. Cada uno tiene un nivel distinto de santidad. N. del T.].
El Admo”r de Isbitza comenta que se trata de tres problemas distintos: El que padece de flujo, es una persona que se deja llevar por su pasión – y por ello, es alejado del Campamento de la Shjina (manifestación de la Presencia Divina) y del Campamento de los Levitas que le rinden culto a D’s. Pero no es alejado del Campamento de Israel: Que una persona se deje llevar por sus bajas pasiones es algo espantoso, y por supuesto que no puede estar junto a los que su tarea es rendirle culto a D’s – pero a pesar de ello el todavía queda dentro del Campamento de Israel.
El que fue impurificado a causa de un muerto, es una persona que está triste por un querido que falleció – y su lugar no es en el Campamento de la Shjina. Como es sabido, la Shjina no se rebela sino que a través de la alegría. A pesar de ello, puede estar en el Campamento de los Levitas que le rinden culto a D’s. Hay muchas personas tristes, descontentas, deprimidas, que se sienten desgraciadas – y a pesar de ello continúan rindiéndole culto a D’s con sacrificio. Pero su lugar no es en el Campamento de la Shjina, donde “fortaleza y alegría en Su morada” (Divrei HaIamim Alef 16:27).
El peor de todos es el leproso, que habla Lashón HaRrá (calumnias) - y es expulsado de todos los campamentos. Al respecto, dice el versículo: “Habitará solo, fuera del campamento será su morada” (Vaikra 13:46). Por qué?. En el año 5608 se desató una epidemia en Rusia. Los judíos comenzaron a buscar e investigar, por qué pecado son castigados?. Llegó uno de esos judíos a Rabí Israel de Salant y delató a un judío, que se comporta de tal y cual manera. Le contestó el Rav: “La razón por la que se expulsa al leproso fuera de los tres campamentos (Arajin 16), no es porque dijo alguna mentira. Incluso si lo que dijo es verdad, se convierte en leproso y es expulsado!. Se le dice a ese investigador de los pecados de los demás: Tú eres tan exitoso en la búsqueda de defectos!. Vete fuera del campamento, quédate sólo contigo mismo – y encuentra tus propios defectos, y tus propios pecados!”.
De ello aprendemos que los que quieren expulsar a otros del campamento, se expulsan a sí mismos de él!. Y el que apoda a su hermano judío Erev Rav [gente entremezclada. Un apodo de personas que se unieron al Pueblo de Israel sin haber llegado a formar parte integral de él. N. del T.] – quizás él mismo es Erev Rav!. Como escribió el Gaón (genio del estudio de la Torá) de Vilna: “Hay cinco tipos de Erev Rav en Am Israel. El primero – son los que provocan discordia y hablan Lashón HaRrá... y los que provocan discordia son los peores, y son llamados ‘Amalekitas’” (Even Shlema 11:8). Y que D’s nos salve de esa terrible trampa!.
No debemos olvidar cuán severo es Lashón HaRrá. Respecto al Pecado de los Espías hay una Mishna explícita, que dice: “Entonces, el que habla algo incorrecto es más severo que el que lo hace. Ya que el veredicto de nuestros antepasados en el desierto fue sellado porque hablaron Lashón HaRrá” (Arajin 15A). Nuestros sabios dicen que es más severo el que miente y dice que una muchacha comprometida cometió adulterio, que el que la viola (Arajin 15A)!. En efecto, violar una muchacha es algo espantoso, horrible, que le produce un dolor y una herida psicológica terrible – pero ella no tiene culpa alguna. Pero el que la difama - incluso si después es aclarado que es mentira – es peor: Quizás no todos le crean a la pobre muchacha, y dirán que “no hay humo sin fuego” – y cómo podrá continuar viviendo sobrellevando esa vergüenza?!.
Aprende de nuestro Rav Moshé: “Cuando D’s le dijo ‘baja en seguida, porque se ha corrompido tu pueblo’ (Shmot 32:7), Moshé sostenía las Tabla de la Ley y no podía creer que Am Israel pecó. Dijo: Si no lo veo con mis propios ojos, no lo creo. Como dice el versículo ‘y fue así que cuando se acercó al campamento y vio el becerro y las danzas, se encendió la ira de Moshé y arrojó de sus manos las Tablas, y las quebró al pie del monte’ (Shmot 32:19): No las quebró hasta que lo vio con sus propios ojos. Pobre de las personas, que atestiguan lo que no vieron!. Acaso Moshé no le creyó a D’s cuando este le dijo ‘porque se ha corrompido tu pueblo’?!. Es que de esa forma nuestro Rav Moshé le enseñó a Am Israel: Incluso si la persona escucha algo de una persona singular, en la que tiene fe absoluta – lo tiene prohibido creer por cierto y resolver hacer alguna acción en base a ello” (Shmot Rabah 46:1).
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
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