Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Jol HaMoed 19
de Nisan
5767 No
611
Rav
Azriel
Ariel
La partición
del Iam Suf – con toda su singular grandiosidad – no fue la
única
oportunidad en que las aguas fueron divididas. Así
también ocurrió cuando fue
cruzado el Yardén (Jordán) en la época de Ioshua,
y también con Eliahu y
Elisha. Hay un relato singular en
"Rabí
Pinjas Ben Iair fue a liberar cautivos. Llegó hasta el
río Guinai. Le dijo:
Guinai, separa tus aguas para que pueda pasar!. Le contestó el
río: Tú te
diriges a cumplir con la voluntad de tu Creador, y yo también
cumplo con la
voluntad de mi Creador. Tú – quizás lograrás tu
propósito, quizás no. Pero yo,
cumplo con seguridad. Le dijo Rabí Pinjas: Si no separas tus
aguas, yo
decretaré que nunca más tengas aguas!. Entonces, el
río se abrió".
Hay una dura
confrontación entre Rabí Pinjas y el río. El
río - simboliza la naturaleza, que
cumple con la voluntad de su Creador, actuando en forma fija
según las leyes
que fueron determinadas en los seis días de la creación.
El tzadik,
simboliza lo que se encuentra por encima de la naturaleza - la fuerza
del
hombre que cumple con las mitzvot en base a su libre
albedrío, y de esa
forma se eleva por encima de la naturaleza, y pretende "liberar" al kodesh
(lo santo), que se encuentra cautivo en las limitaciones de ella. La
virtud de
la naturaleza es su constancia: El río surca y surca, sin cesar.
El ciclo
natural del agua todo el tiempo lo provee de nuevas aguas. "Todos los
ríos
van al mar, y el mar no se llena, al lugar donde van los ríos,
allí mismo
vuelven a correr" (Kohelet 1:7). También la fuerza de
crecimiento del
jardín es estable. El hombre - en contraste - no es estable. No
hay ninguna ley
natural que lo obligue a cumplir las mitzvot - ni esforzarse
por cruzar
ríos para liberar cautivos. Por ello, el río le dice a
Rabí Pinjas: "Tú –
quizás lograrás tu propósito, quizás no.
Pero yo, cumplo con seguridad".
La respuesta de Rabí Pinjas es tajante: Justamente el libre
albedrío humano –
que le permite apartarse del marco esclavizante de la naturaleza y
elevarse por
encima de ella – es el que le confiere su superioridad. Un mundo
estático,
preso por leyes de acero, que no puede avanzar en ningún
sentido, no tiene
valor. El derecho de existencia del mundo, emana del ser humano - que
fue
creado a imagen y semejanza Divina, que es capaz de vivir la
dimensión
sobrenatural de su esencia y doblegar la naturaleza. Y así dicen
en
El hombre
que vive la dimensión Divina sobrenatural, es capaz de vencer la
naturaleza y
obligar al río que corre a abrirse frente a él. Y no
solamente eso, sino que
también es capaz de elevar a los que lo acompañan y
revelar en ellos la dimensión
sobrenatural de su personalidad:
"Andaba
con él una persona que llevaba trigo para que los pobres tengan
alimento en Pesaj.
Le dijo al río: Separa tus aguas también para él,
porque se dirige a cumplir
una mitzva. Y el río se partió. Andaba con
él también un comerciante
Ishmaelita. Le dijo: Separa tus aguas también para él,
para que no digan; así
se le hace a los acompañantes?!. Y el río se
partió también para él".
Rabí Pinjas
Ben Iair es semejante a nuestro Rav Moshé y Am Israel,
frente a los
cuales tampoco el mar fue capaz de oponerse. "Cuando salió
Israel de
Egipto... la mar lo vio, y huyó, el Yardén se
volvió atrás" (Tehilim
114:1-3). Y por qué?. Por la dimensión de la kdushá
(santidad)
sobrenatural que se reveló en ellos, que subyuga la naturaleza
material de
ellos mismos y del mundo: "Iehudá vino a ser Su santuario, e
Israel Su
dominio" (Tehilim 114:2).
Pero el
cuento de Rabí Pinjas Ben Iair continúa:
"Llegó
a un hospedaje. Pusieron cebada frente a su burro – y él no
comió. La trillaron
– y no comió. Les dijo Rabí Pinjas: Quizás no
habéis donado los diezmos de
ella?. Tomaron los diezmos – y comió. Les dijo: Este pobre
animal se dirige a
cumplir con la voluntad de su Creador, y ustedes pretenden alimentarlo
con
cebada de la que no separaron los diezmos?!".
El burro
simboliza el mundo material. Y también el burro se eleva por
encima de su
naturaleza, y se niega a comer cebada mientras no han sido tomados los
diezmos
de ella. Los diezmos no simbolizan la kdushá
sobrenatural, sino que la kdushá
que se encuentra oculta en la naturaleza misma. La producción
agrícola de Eretz
Israel (
Esa parte
del cuento, nivela la primera parte. El objetivo de los tzadikim
no es
quebrantar la naturaleza, sino que revelar la dimensión de la kdushá
que
se encuentra dentro de ella. No hay una oposición total entre la
naturaleza y
lo que se encuentra por encima de ella, sino que se trata de distintos
niveles
y nada más. Y la naturaleza, que se encuentra en un nivel
inferior, puede
elevarse al nivel más alto. Ese es el título de todo ese
cuento en
La partición
del Iam Suf es similar al relato de Rabí Pinjas Ben
Iair: Expresa el
quebrantamiento total de la naturaleza, que huye frente al milagro.
Pero en el
fondo no es así: Después de la partición, dice el
versículo "volvióse el
mar a su estado de fuerza" (Shmot 14:27) – a su estado inicial.
Después de
haber terminado ese episodio, la naturaleza volvió a la
situación anterior
exactamente. El milagro no quebrantó la naturaleza totalmente,
sino que reveló
la condición inicial que D's estipuló desde un principio,
que se encontraba escondida
desde los seis días de la creación.
"Cuando
se llega a ese elevado conocimiento – que la kdushá de
la naturaleza,
plena, incluye en ella también la kdushá que se
encuentra por encima de
la naturaleza, que es contraria a ella – la lucha cesa totalmente.
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Shlomó
Aviner
Respuesta: El Meshiaj está
llegando!. Todo el tiempo avanzamos!. Por qué todas esas
preguntas?. Por qué esa ceguedad?. Por qué no ven todo lo
que D's hace?. Por
qué exigen que todos los problemas se solucionen en un momento?.
Por qué esa
impaciencia?. Por qué esa ingratitud para con D's, sin prestar
atención a todo
lo que Él hace por nosotros?. Por qué?.
Acaso no sabes que el Meshiaj es "humilde y cabalgando sobre un burro" (Zjaria
9:9)?. Él
llega lentamente. Si fuésemos merecedores, llegaría
rápidamente, como montado
en una nube (Daniel 7:13-14. Ver Sanhedrin 98A). Pero no fuimos
merecedores.
Si deseamos que llegue prontamente,
podemos ser merecedores de ello: Cuanto más merecedores lo
seamos, más rápido
llegará. Depende de nosotros, no podemos enojarnos y gritar,
exigir que todo
sea rápido como nosotros queremos. Si nos arrepentiremos
sinceramente – cada uno
en su campo – lo podremos apresurar.
El versículo "en su momento, lo
apresuraré" (Ishaya 60:22) lo comentan nuestros sabios: "Si son
merecedores, 'lo apresuraré'. Y si no lo son, 'en su momento'"
(Sanhedrin
98A). Pero según la interpretación sencilla, no se trata
de dos posibilidades
excluyentes: También si la gueulá (Redención) llega en su momento, es
posible apresurarla (Kol HaTor).
Pero debemos apreciar las obras de D's:
El Meshiaj llega lentamente, cabalgando sobre un
burro, con humildad – y por ello,
hay quienes no lo ven. El que vive sólo el momento - conectado a
la radio y a
la televisión como si fuesen una infusión, y cada
día vive las noticias
cotidianas - pierde la perspectiva amplia de la realidad. Él no
se da cuenta de
cuál era la situación en la que estábamos hace dos
mil años. Tampoco ve lo que
comenzó a ocurrir hace 120 años, ni lo que ocurrió
en vísperas de
El Meshiaj avanza constantemente. El burro -
somos nosotros, la generación del Meshiaj. El burro avanza con obstinación, sin
detenerse: La economía avanza,
la agricultura avanza, la industria avanza,
El burro es un animal obstinado – para
bien, y para mal. Él es capaz de hacer lo que otros no hacen –
ni el caballo,
ni el buey. Él carga un gran peso sin protestar – a
condición que lo ames. Si
lo amas, él te amará también. Dale alimento,
trátalo como corresponde, "el
buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su amo" (Ishaya 1:3).
Él lo
hará todo por ti, con sacrificio. También los estudiantes
de
Acaso tú amas a ese burro, a ese
pueblo, que carga en su lomo a la gueulá?. Si así es, él vendrá
contigo y avanzará más y más. Pero si
intentarás hacerlo avanzar por la fuerza – no lo lograrás
de ninguna forma. Si
lo empujarás, él no se moverá. Si lo
golpearás, finalmente te devolverá los
golpes. El burro es paciente: Si lo hieres o lo ofendes, él no
reaccionará.
Pero en realidad se ha ofendido, y finalmente se vengará –
porque lo has
ofendido en vez de apreciarlo. No pienses que puedes hacer con
él lo que te
plazca, incluso castigarlo – él es el que carga sobre su lomo la
gueulá, él lleva al Meshiaj!.
Debemos sentir santo temor frente a ese
burro, debemos apreciarlo y admirarlo. El Mahara"l de Praga en su libro "Netzaj
Israel" canta un himno
al burro (Cáp.
2). El buey es disciplinado, cumple con las órdenes
meticulosamente, sin
problemas de obediencia. Su medida, es
Departamento
ibero-americano
Majón Meir
abrió sus
puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y
portugués, y te invita
a tener esta experiencia única de estudiar Torá en
su ambiente tan
especial en la ciudad de Ierushalaim.
El
programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está
destinado para jóvenes
de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad
judía por medio
del estudio de
Para más
información los
invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del
Departamento ibero-americano
Rav Rafael
Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail: espanol@machonmeir.org.il,
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