Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Parashat Vaigash 9
de Tevet
5767 No
597
Rav
Azriel
Ariel
“Sólo por la
necesidad se vio obligado a comportarse de una forma que
parecería ser que los
fastidiaba sin ningún sentido... En primer lugar, se vio
obligado a cambiar dos
cosas: Su opinión respecto a sus hermanos, y sobre todo la
opinión de ellos
respecto a él. Ambas deben cambiar totalmente, para que pueda
edificarse una
relación estrecha de afecto... Si sólo hubiese vuelto
físicamente a su familia
- ellos lo habrían perdido, y él habría perdido a
su familia. En esa situación
sería natural que continuase sintiendo rencor, recordando
cómo endurecieron
ellos su corazón cuando él les imploró y no le
escucharon, ni tampoco tomaron
en cuenta el dolor que eso provocará a su padre”.
Para entender
cómo nos indica el Entregador de
En primer lugar, él exige que el que lo
hirió sea
conciente del dolor que le causó. Pero no alcanza con ello.
Él pretende del que
lo agredió que vuelva a revivir el incidente, viéndolo
desde el punto de vista
del perjudicado. En segundo lugar, él quiere que el agresor
asuma la
responsabilidad de sus actos, sin esconderse bajo todo tipo de excusas.
Es más:
Debe reconocer que es culpable de lo que ocurrió. El tercer
punto, es la
humillación: Lo que más duele de todo lo ocurrido, es la
sensación de
humillación que acompañó la agresión. Por
ello, es necesario para el herido -
desde el punto de vista sentimental - que el agresor se rebaje frente a
él, y
para ello él pretende que confiese su culpa en su presencia, con
su propia
boca, y le pida perdón. Ese proceso es el que le
devolverá su honor perdido. El
cuarto punto, es la certeza que la personalidad del agresor ha cambiado
realmente en gran manera, hasta tal punto que no cabe duda que no
volverá a
herirlo, y se puede confiar en que las relaciones volverán a ser
correctas como
lo eran antes. Si falta alguno de esos componentes en el proceso de la
conciliación, quedará un gusto amargo en el
corazón del que fue atacado, y la
conciliación será sólo de la boca para afuera.
La necesidad
del maltratado de esa corrección doble, triple y
cuádruple no es una expresión
de su debilidad, sino que es una exigencia Divina para la
corrección del mundo:
No hay una expiación completa sin un arrepentimiento pleno. La
necesidad que siente el agredido, expresa la exigencia Divina de la
corrección
completa. Tratándose de nimiedades, lo correcto es que la
víctima renuncie por
lo menos a parte de ese proceso y perdone, con misericordia. Pero
cuando se
trata de algo serio, y sobre todo cuando fue acompañado de
severos pecados –
hasta tal punto que fue profanado el Nombre de D’s – esa
pretensión no proviene
de la debilidad en absoluto. Por el contrario, un talmid jajam
(erudito
del estudio de
Eso es lo que dirige a Iosef, como dice el Rav
Shimshón
Refael Hirsh: “Ese recuerdo podrá borrarse de su corazón
sólo cuando tenga la
certeza que realmente han cambiado totalmente. Por ello, era
estrictamente
necesario ponerlos a prueba, para comprobar si son capaces de hacer
algo así
nuevamente... arrancar un hijo del regazo paterno... esa prueba era
necesaria
para Iosef. Sólo cuando la hayan pasado exitosamente
podrá borrar de su corazón
el resto de la amargura... Esa era la razón por la cual Iosef se
abstuvo de
hacerle saber a su padre de la suerte que corrió, cuando ya
había llegado a sus
años de felicidad. Qué hubiese ganado Iaacov si hubiese
vuelto uno de sus
hijos, y hubiese perdido los otros diez, y hubiese visto la
tensión y el rencor
entre ellos?...”.
Por ello, le
era importante para Iosef ponerlos en una situación en la que
sientan lo que él
sintió cuando lo vendieron a los Ishmaelitas. Y por ello los
encarceló por
tiempo indeterminado, y continuó probándolos una y otra
vez. Y la última prueba
– fue la más difícil. El hermano más joven, el
más amado por su padre –
complicó a todos los demás robando la copa de plata!.
Acaso lo dejarán como
esclavo en Egipto, o harán todo lo posible por su hermano y por
su padre?.
No sabemos
cuál era todo el plan de Iosef – ya que no logró llevarlo
a cabo hasta el
final. El proceso fue cortado en su punto álgido. Pero podemos
notar que algo
primordial faltó: Que le pidan perdón!. Iosef se dio a
conocer a sus hermanos,
no porque es capaz de hablar, sino porque ya no tiene fuerzas para
seguir callando:
“Iosef entonces, no pudiendo contenerse... lloró en alta
voz... y dijo Iosef a sus hermanos: Yo soy Iosef!...” (Bereshit
45:1-3). De
momento que no llegaron al punto en que los hermanos son capaces de
mirarle a
los ojos y pedirle perdón, Iosef se ve obligado a consolarlos y
limpiar su
conciencia él mismo, diciéndoles: “Ahora, pues, no os
aflijáis ni os pese por
haberme vendido acá, porque para preservar vida me envió
D’s delante de
vosotros... Así que ya no fuisteis vosotros quienes me
enviasteis acá, sino
D’s...” (Bereshit 45:5-8).
Pero de momento que el proceso no culminó, podemos notar que las
relaciones
entre ellos no fueron corregidas totalmente. Enseguida después
de la muerte de Iaacov
los hermanos comenzaron a temer: “Quizás nos aborrecerá
Iosef y nos devolverá
todo el mal que nosotros le hicimos” (Bereshit 50:15). Hay
comentaristas que
dicen que tampoco el perdón de Iosef fue pleno (Or HaJaim). Por
ello, las
generaciones futuras tendrán lo que reparar, hasta que se plasme
el vaticinio
del profeta Iejezkel: “Y haré de ellos una nación en la
tierra, sobre las
montañas de Israel, y un rey será rey de ellos, y no
serán más dos naciones, ni
estarán más divididos en dos reinos" (Iejezkel 37:22).
Midreshet
Majón
Orá
Centro de estudios
de Torá para chicas en
español y portugués
Están todas
invitadas!!
Para mas detalles
llamar al : 052-4621830
o escribir a: anachman2@walla.com
, editorial@alumbrar.org
Para las interesadas,
hay dormitorios en el lugar
Rav
Shlomó
Aviner
Y eso es sólo un ejemplo: En vez de agradecer con alegría
por la
comida que disfruto, me complico con toda una enciclopedia de
bendiciones –
hasta que ya no puedo sentir satisfacción. Ya no tengo ganas de
comer pan – por
la larga Birkat HaMazon que hay que recitar después de
haberlo comido.
Todo así!. Las halajot de shabat - son como un
laberinto sin salida: El que entre en Borer, Kosher y Metir,
no saldrá sano de allí!.
Perdón por el tono de mi pregunta, pero me han ahogado el
entusiasmo natural espontáneo frente a mi Creador!.
Respuesta: Todo depende del punto de partida - para
qué
nos encontramos en este mundo?. La respuesta se encuentra en el
libro “Sefer
HaGan” de Rabí Itzjak Ben Eliezer, uno de los sabios de la
zona de Ashkenaz
(en Europa) en los años 5500: “Fui creado sólo para ser
un sirviente del
Creador, bendito sea, con todo el corazón, como dice el
versículo ‘y Le
servirás con todo tu corazón’” (Sefer HaGan, Iom Rishon).
Este mundo es un
mundo donde se trabaja - y no un parque de entretenimientos. Su libro
se llama
“Sefer HaGan”, porque “todo el que se ocupa del Temor a D’s,
será
merecedor del Gan Eden
(Paraíso)”. Bienaventurados
somos que tenemos una tarea – y el resto, son vanidades.
Por ello “debe acostumbrarse a ser humilde y modesto...
y de esa forma llegará a la sumisión” (allí). Y
quién puede compararse al rey
David, que con toda su grandeza dijo: “Mas yo soy un gusano, y no un
hombre”
(Tehilim 22:7)?. No debemos ser holgazanes - debemos ser diligentes en
nuestra
labor.
La regla es: “Oigamos, pues, la conclusión de todo el asunto” –
después de haberlo estudiado todo, después de haber
analizado todo, “teme a D’s
y guarda Sus mandamientos, pues ese es el deber humano” (Kohelet 12:13).
Tu anhelo de una agradable alegría en el Culto a D’s es algo muy
auténtico - pero se necesita ser humilde y reconocer que
aún no hemos llegado a
ese nivel, el camino es largo. El Ramja”l (Rabí Moshé
Jaim Luzato) comienza a
hablar de la dulzura del Culto a D’s sólo en el capítulo
19 de su libro “Mesilat
Iesharim”: Sólo en ese nivel se empieza a sentir un poco de
“aroma” de Gan
Eden. Por supuesto, eso no quiere decir que siempre estaremos
tristes: Nos
alegramos rindiéndole culto a D’s, como dice el Ramba”m “la
alegría que siente
la persona cuando cumple la mitzva y ama al D’s que la
ordenó, es un
culto elevado a D’s” (Hiljot Suca y Lulav, al final).
Es un duro trabajo, y al mismo tiempo es una tarea que nos alegra,
como dice allí el comentarista Maguid Mishné: “No
es correcto que la
persona cumpla las mitzvot porque son su obligación – y
no tiene más
remedio que cumplirlas – sino que debe alegrarse con su cumplimiento. Y
hará lo
bueno porque es bueno. Y elegirá hacer lo auténtico,
porque es cierto. Y de esa
forma todo el esfuerzo en su cumplimiento le será
fácil, y comprenderá
que para eso fue creado, para servir a su Creador. Y cuando cumple con
su
papel, se alegra mucho”.
Por supuesto, la condición previa es tener fe en D’s y amarlo.
Cuanto más se ama a D’s, más alegría se siente en
el cumplimiento de Sus mitzvot:
“Cuánto amo Tu Torá” – cuánto amo Tus mitzvot.
Incluso si es
difícil. En general, todo lo valioso es difícil, y es
adquirido con anhelo y
con labor. Cuando se desea algo, se está dispuesto a trabajar
por ello con
alegría. Estudiar Torá – con deseo y
alegría. Eretz Israel (
Cuanto más se ama a D’s, más se aman sus mitzvot,
como dice Rabí Iehudá HaLevi: Me cuesta despedirme de Ti,
porque amo el fruto
de Tu religión.
También en el ejército, se participa con
deseo y alegría. Como un oficial de infantería, que sale
a combatir con
alegría: “Como un valeroso oficial en el ejército, que
siempre elige el frente
donde se encuentra la lucha más difícil, para mostrar su
vigor venciéndola”
(Mesilat Iesharim, Cáp. 19).
Bienaventurados somos.
Departamento
ibero-americano
Majón Meir
abrió sus
puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y
portugués, y te invita
a tener esta experiencia única de estudiar Torá en
su ambiente tan
especial en la ciudad de Ierushalaim.
El
programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está
destinado para jóvenes
de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad
judía por medio
del estudio de
Para más
información los
invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del
Departamento ibero-americano
Rav Rafael
Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail: espanol@machonmeir.org.il,
editorial@alumbrar.org
Es posible leer
la publicación de esta semana y las anteriores en www.alumbrar.org. Para recibirla
directamente a
su casilla
de correo electrónico, escríbanos a suscribame@alumbrar.org