Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Vaieshev     25 de Kislev 5767     Januca     No 595

Busco a mis hermanos
Rav Azriel Ariel

Una de las desgracias que acompañan a Am Israel (el Pueblo de Israel) a lo largo de toda la historia, es el pecado del odio entre hermanos – comenzando por el episodio de la venta de Iosef, continuando con la separación del reinado en la época del rey Ierovam, más tarde con Sinat Jinam (odio gratuito) y guerras fraticidas que destruyeron el segundo Beit HaMikdash (El Templo), y hasta nuestros días (y es curioso que la mayoría de esos incidentes ocurren justamente en el Norte del Shomrón…).
Nuestro Rav Bejaiei en su comentario – utilizando términos cortantes – hace recaer parte de la responsabilidad de la tragedia de la venta sobre Iosef mismo. Y así escribe (en su comentario a Bereshit 37:31, 38:1): “Y el pecado de ellos – como fue dicho explícitamente respecto a los Diez Ejecutados - es que fueron los que ocasionaron la venta de Iosef. Y tratándose de grandes personas como ellas se merecen semejante castigo… y la razón por la que fueron ejecutados diez grandes sabios - mientras que los que vendieron a Iosef fueron sólo nueve, ya que Reuven no estaba de acuerdo – es que también Iosef pecó, porque el pecado de los hermanos fue motivado por su conducta, cuando se enseñoreó sobre sus hermanos, que se merecían más respeto y eran mayores que él…”.
Es sabida la diferencia entre “culpable” y “responsable”. El “culpable”, es el que cometió una acción prohibida y provocó un daño. Pero al lado del “culpable”, puede encontrarse también un “responsable”: El “responsable” no hizo nada prohibido, pero de momento que tiene libre albedrío podría haber hecho algo para cambiar el rumbo de los acontecimientos. No podrá culparse a sí mismo por haber cometido algún pecado, y a veces ni siquiera es conciente en el momento de los acontecimientos que él puede cambiar las cosas si así lo decide, pero cuando él toma responsabilidad de sus actos, puede aprender algo de ello e influir por lo menos en el futuro: “Si tú crees que se puede dañar, cree también que se puede corregir”. Y nosotros, intentaremos estudiar ese episodio desde ese punto de vista: La responsabilidad de Iosef de la degradación de las relaciones familiares.
“Iosef, siendo de edad de diecisiete años, apacentaba el ganado con sus hermanos” (Bereshit 37:2). No está escrito “im ejav” (junto a sus hermanos, en hebreo) – un término que expresa unión e identificación con ellos, sino que “et ejav” (con sus hermanos, en hebreo): Se encuentran cercanos físicamente, pero no hay una cercanía afectiva. “Y era un muchacho, con los hijos de Bilhá y con los hijos de Zilpá, mujeres de su padre” (Bereshit 37:2): En contraste con los hijos de Lea – que alejaban a los hijos de las sirvientas – él los acercaba. Le dolían las “diferencias sociales” dentro de la familia. Mientras que los hijos de Lea veían a Bilhá y Zilpá como “sirvientas”, para él son “mujeres de su padre”. Pero su actitud no fue bien recibida: Para con los hijos de las sirvientas, se trataba solamente de una relación práctica (nuevamente, la expresión “con”), que no acarreó un vínculo afectivo profundo (que sería expresado como “junto”). Y para con los hijos de Lea, su actitud era interpretada como una crítica a ellos. Tanto estos como aquellos pensaron que era un vanidoso.
La sensibilidad moral de Iosef lo incitó a criticar a sus hermanos en oídos de su padre, e interpretar para mal su conducta, “y llevó Iosef noticia de la mala conducta de ellos a su padre” (Bereshit 37:2). Y de esa forma la brecha dentro de la familia se ensanchó.
Iaacov supo valorar las virtudes excepcionales de Iosef, y lo amó más que todos los demás. Los hermanos – que todavía lo veían como un hermano más, “viendo, pues, sus hermanos... lo amaba más que a todos los hermanos...” (Bereshit 37:4) - comenzaron a tomar una actitud más negativa, hasta tal punto que todos los intentos de Iosef de acercarse a ellos se toparon con un recelo creciente: “Y no podían hablarle pacíficamente” (Bereshit 37:4).
Así explica el Rav Shimshón Refael Hirsh: “No podían soportar cuando les hablaba amistosamente. Cuando hay amistad, no hay enfados. Pero cuando hay tensión todo provoca enfado, y se interpreta para mal justamente actitudes amistosas”.
Iosef no renuncia a la hermandad, e intenta otro medio. Cuando tiene el primer sueño, se apresura a contárselo a sus hermanos: Por su parte, era una expresión de un vínculo íntimo que existe sólo entre hermanos cercanos. Pero en la atmósfera de recelo que había, logró justo lo contrario incluso antes de haber detallado su sueño: “Y ellos por esto lo odiaron más todavía” (Bereshit 37:5). Iosef no desiste, y solicita su atención: “Oíd, os ruego, este sueño que he soñado” (Bereshit 47:6). Y en efecto, el contenido del sueño comienza con cooperación y unión entre los hermanos: “He aquí, que estábamos atando gavillas en medio del campo” (Bereshit 37:7). Y así lo explica el Rav Shimshón Refael Hirsh: “En el sueño, no estábamos tan distanciados, nos encontrábamos unidos trabajando... yo también estaba dispuesto a aportar mi pequeña gavilla a la montaña de todos. Pero lo que ocurrió después - dice Iosef a sus hermanos – no fue porque yo quise que así sea, sino que esa es la realidad: La realidad me llama a dirigir y liderar, a pesar que si fuese por mí, estaría dispuesto a renunciar a ello con alegría. Pero mi gavilla se levantó derecha, se negó a ser agregada a la montaña. Y como si ello fuese poco, también sus gavillas se acercaron a ella, y parándose alrededor se le arrodillaron”.
Los hermanos interpretan todo el cuento según su forma de pensar: “Reinarás tú sobre nosotros?. O te enseñorearás tú de nosotros?!” (Bereshit 37:8). La gavilla que se para derecha es para ellos una muda expresión de enseñoreo y un deseo amenazador: Algo que se dice al principio sin palabras, y finalmente provocará violencia. Y en consecuencia – “y lo aborrecieron todavía más, a causa de sus sueños y sus palabras” (Bereshit 37:8).
Más adelante en el relato, Iosef clama: “Yo busco a mis hermanos!” (Bereshit 37:16). Pero los hermanos ya no le esperaron: “Se han ido de aquí” (Bereshit 37:17) – “han abandonado la hermandad” (Rashi). En esa situación, todos los intentos de acercamiento y todas las expresiones de hermandad de Iosef sólo fueron interpretados como un engaño: “Conspiraron contra él para hacerle morir” (Bereshit 37:18).
La primera fase del remedio llegará en las Parashot Miketz y Vaigash. La Segunda fase – con la espantosa muerte de los Diez Ejecutados. Y la última fase – en nuestra generación, como dijo el Rav Kuk: “Y si fuimos destruidos - y todo el mundo junto con nosotros - por el pecado de Sinat Jinam, volveremos a reconstruirnos - y todo el mundo será reconstruido - por mérito de Ahavat Jinam (amor gratuito)” (Orot HaKodesh Guimel, Pág. 324). 

Midreshet Majón Orá

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Un alumno sin futuro
Rav Shlomó Aviner

“No entiende nada, y nunca entenderá nada en matemáticas” – así escribió el profesor en su carné de calificaciones. Y también en las demás materias: Un alumno pobre, holgazán, etc. Cuando el promedio de sus notas era 4 o 4.5 en una escala de 10. Y hoy en día, mi amigo de la juventud, mi compañero en el movimiento juvenil – Jaim Barzis – es Profesor en Matemáticas a nivel internacional, miembro de la Academia de Ciencias en EE.UU. y Francia.
Mi amigo, el Rav Moshé Higuer – director de la Mejina Kdam Tzvait (marco de estudio de Torá como preparación para el ejército) en Iatir – era el peor soldado de la división en el entrenamiento básico. Cuando desarmaba su arma, sus comandantes tenían que buscar después las piezas que había perdido. Estaba profundamente traumado, y dormía con las botas puestas. Al final del entrenamiento básico, cuando fue aceptado en el Curso de Comandante de Pelotón, su comandante le dijo con desprecio: “Higuer, tú serás comandante?!. Tú eres una nulidad!”. Y hoy en día, es Coronel, vice-comandante de brigada.

La Doctora Orit Alfi – profesora de Sicología en la Universidad del Neguev – les entrega a sus estudiantes un carné de calificaciones de escuela bastante pésimo – sin datos personales – y les pide que predigan el futuro de ese alumno. Y en efecto, ellos presagian un panorama deplorable. Luego, ella les revela que es su propio carné.
Se pueden encontrar muchos casos como esos. Por ejemplo: Albert Einshtein no habló hasta la edad de 4 años, y no sabía leer hasta la edad de 7 años. Fue descrito por sus maestros como una persona lenta de razonamiento, flojo de intelecto y soñador de cosas sin sentido. Tampoco fue admitido en el Politécnico de Zurich.
Charles Darwin – el padre de la Teoría de la Evolución – era conceptuado por todos sus maestros y su padre como un joven sumamente simple, por debajo del nivel de inteligencia promedio. Ellos pensaban que perdía su tiempo coleccionando animales y observando la naturaleza – en vez de estudiar!. También en la universidad no se destacó, ya que amaba coleccionar insectos y leer libros que describían la naturaleza.
Luis Pasteur era un alumno promedio, y en química se encontraba en el 15avo lugar entre 22 alumnos!. Tampoco en la universidad tuvo grandes logros – pero hubo pocos investigadores cuya labor fue de tanto provecho para toda la humanidad.
Isaac Newton – el genio de la física de todos los tiempos – era un pésimo alumno.
El escultor Rodain fue apodado por su padre como “idiota”, por su tío como “imposible de educar”, como “pésimo alumno” por sus maestros, y fue aplazado tres veces en los exámenes de ingreso de la Escuela de Artes.
Los maestros de Liev Tolstói – el gran escritor ruso – determinaron que es un holgazán y carece de aptitud. En la universidad aplazó sus exámenes, y fue descrito como “un alumno que no es capaz - ni quiere - estudiar”.
Thomas Alva Edison – el físico que hizo tantos inventos – fue definido por sus maestros como “demasiado tonto para estudiar”.
Walt Disney fue echado de su trabajo en el diario por... falta de inventiva!.
Beethoven – el compositor genial – no tocaba bien su violín, y su maestro dijo que no hay ninguna esperanza que sea compositor alguna vez.
Henry Ford no tuvo éxito en sus estudios por ser disléxico, y también entró en bancarrota cinco veces hasta que logró convertirse en un millonario.
Winston Churchill era disléxico y también depresivo, comenzó con sus fracasos en sexto año de escuela, y después de una carrera de fracasos uno tras otro, fue Presidente de Inglaterra a la edad de 62 años.
Y muchos otros que presentaron grandes dificultades de aprendizaje en su infancia, y después tuvieron gran éxito: El escritor Hans C. Andersen, el físico Graham Bell, el artista Leonardo Da Vinci, el general Patton, el millonario Nelson Rockefeller, el presidente de EE.UU. Thomas Wilson.
Y salvando las grandes diferencias, también en el campo de la Torá: El Netzi”b (Rav Naftali Tzvi Iehudá Berlín) de Voloshin cuando estudió en su infancia en el Jeder  (marco de estudio de Torá para niños pequeños) no veía fruto de sus esfuerzos, y decidieron enviarlo a estudiar algún oficio. Pero él irrumpió en amargo llanto, y pidió que le den otra oportunidad (Gdolei HaDoroto Bet 801, del Rav Shtern).
El Gaón
(genio del estudio de la Torá) Rav Iosef de Lutzk era un niño travieso que no quería estudiar en absoluto, y fue echado de todos los marcos de estudio de la Torá (Shaal Abija VeIaguedja Alef 127, del Rav Shalom Mordejai Shbedron. Y ver también mi libro Ani Lo Shave 125).
El Admo”r Rav Tzvi Hirsh de Mirmenov era un niño muy flojo en sus estudios, y sólo con gran esfuerzo logró escalar hasta la cumbre (Sarei HaMea Dalet 113-129 del Rav Maimon. Ani Lo Shave 225).
Al Gaón Mahara”m Sheik en su niñez le era muy difícil entender incluso una hoja de Gmará. Pero hizo caso omiso, estudio con perseverancia, y lentamente fue merecedor de su sabiduría (Gdolei HaDorot Bet 718).
Rabí Najum de Oronda – el Rav del autor del libro “Jafetz Jaim” – por haberse mudado a otra ciudad y haber cambiado de marco de estudios a la edad de diez años, no tenía éxito en el estudio de la Torá. Finalmente, perdió el interés por el estudio, decidió que no es capaz de estudiar, se juntó con jóvenes insolentes y vagabundeaba por las afueras de la ciudad. Decidieron alejarlo - temiendo que influya negativamente sobre otros jóvenes. Él abandonó el Beit HaMidrash (centro de estudio de la Torá), volvió a su casa, dejó de estudiar y se dedicó a recolectar gravilla en el bosque para venderla y ayudar de esa forma a sus padres. Sólo después de mucho tiempo regreso lentamente al camino del estudio.
“El Ramba”m tenía serias dificultades de entendimiento, y muy poca voluntad de estudio” (Seder HaDorot 91, Ramba”m).
Y por encima de todos, a Rabí Akiva le era muy difícil estudiar, y era un ignorante hasta la edad de 40 años. Sólo entonces fue a estudiar Torá con su hijo – y se convirtió en el gran farol de Am Israel (el Pueblo de Israel).
Y también el hijo de Rabí Elazar Ben Rabí Shimón Bar Iojai se descarrió totalmente y cometió abominables pecados. Rabí Iehudá – nuestro santo Rav – le otorgó autorización para ser Rav y le adjuntó un talmid jajam (erudito del estudio de la Torá) para que le enseñe. Pero él no quería estudiar, y todos los días decía que quería volver a su antigua ocupación – pero ese talmid jajam lo alentaba, diciéndole: “Hemos hecho de ti un Rav, y tú quieres volver allí?!. No te es adecuado!”. Finalmente, él abandonó el mal camino, decidió estudiar, y fue creciendo hasta que se hizo un talmid jajam (Baba Metzia 95A). Debemos acotar al margen que Rabí Iehudá le otorgó el título de “Rav” en base a su estimación que se arrepentirá de su mala conducta.
Y también el nieto de Rabí Tarfón se descarrió totalmente, y le dijo Rabí Iehudá: “Si tú te arrepientes sinceramente, te casarás con mi hija”. Él se arrepintió, y se convirtió en un gran talmid jajam (Baba Metzia 95A).
Y seguramente ustedes, queridos lectores, saben de otros casos similares…

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail:
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