Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Rav
Shlomó Aviner (Tal
Jermón, Torá,
pág. 144)
En la Parashá "Vaiakhel"
se encuentra la cima de la
generalidad: "Y cuando Moshé hubo convocado a toda la
congregación de los
hijos de Israel… tales son las cosas que el Eterno os ha mandado hacer…
y todos
los sabios de corazón de entre vosotros vendrán y ellos
fabricarán todo cuanto
ha mandado el Eterno… el Mishkan (Tabernáculo)" (Shmot
35:1-11).
Todo Am Israel se encuentra reunido para escuchar la orden
Divina de la
construcción del Mishkan, el lugar donde morará
la Shjina
(manifestación de la Presencia Divina) en la tierra. Y en la Parashá
"Pekudei", aparece el pormenorizado más extremo posible, que
llega
hasta la contabilidad de los vintenes de los ganchos de las columnas -
un
detallado insuperable.
Hay dos actitudes: Una de ellas es general, muy abstracta, habla de los
ideales genéricos que vuelan en el cielo - pero le falta la
capacidad de
descender a los detalles. Los ideales no descienden, y no se expresan
en la
realidad terrenal, en forma material. Como aquel cura que amaba a toda
la
humanidad, pero no amaba a ninguna persona!. A esa actitud le falta la
Medida
de la Justicia - es decir, la capacidad de limitar, de descender y
ordenar el
elevado ideal en forma detallada en las circunstancias reales exactas.
Como el
juez que es solicitado para dictaminar la sentencia de un pleito de un
centavo,
y no puede eximirse en nombre del ideal de la bondad, la misericordia y
la
renuncia. Es necesario que el veredicto sea sentenciado en forma
definida y
clara. La halajá, exacta y
pormenorizada, es la expresión de
la firmeza y el coraje de la Torá, que desciende hasta todos los rincones de
la realidad, ordena, corrige y asienta el ideal dentro de ella.
En contraste, puede existir una actitud opuesta:
Una contabilidad de nimiedades sin fe, sin grandeza. Una suma de
detalles
secos, sin raíces ni nutrimento de un origen ideal elevado del
que emana vida.
Ese tipo de contaduría es necesaria - pero es asfixiante. Por
ello, "había
un tejado fuera de Ierushalaim, y todo el que quería hacer
cuentas se dirigía
allí. Por qué? - para que no hagan cuentas en Ierushalaim
y se apenen"
(Shmot Raba 52:5). Ierushalaim es el lugar más alegre en toda la
tierra, no es
el lugar adecuado para hacer cuentas, ni siquiera introspecciones
morales. El
pequeño dolor en el corazón del que no se puede salvar
todo el que rinda sus
cuentas consigo mismo - su lugar adecuado no es en Ierushalaim. Por
supuesto,
es necesario hacer introspecciones, pero no puede ser que toda la vida
espiritual de la persona se limite a buscar sus propios defectos: Es
necesario
también elevar en forma genérica su voluntad, con
grandeza y alegría (Orot
HaTshuvá 16:1).
Nos edificamos de la conjugación de la
generalidad y del detallado. Hay grandeza en la generalidad, pero
también la
hay en la pequeñez. De la misma forma que decimos "cuán
grandiosas son Tus
obras, oh Eterno" (Tehilim 92:6), también decimos "cuán
pormenorizadas
son Tus obras, D's". Es decir, "de la misma forma que nos
maravillamos de la grandiosidad de los astros, de las inmensidades… nos
maravillamos cuando profundizamos en la pequeñez de la
creación, en los
detalles de los miembros de los seres vivientes más
minúsculos" (Orot
HaTorá 3:8). Es semejante al relato de la aguja: En una
exposición industrial
donde habían máquinas enormes, llegó una persona
para exponer una aguja. La
abrió, y dentro de ella había otra aguja, más
pequeña. También esta abrió, y
dentro de ella había una aguja más pequeña. Y
siguió abriendo agujas, una más
minúscula que la anterior. Así es también con la Torá:
"La generalidad de los elevados conceptos… le muestran a la persona un
mundo colmado de grandiosidad… y en forma similar se encontrarán
montañas de
conocimientos nuevos en cada punto y en cada detalle de la Torá" (Ídem.). Todas las mitzvot son una expresión de la
grandiosidad de la
pequeñez, la expresión de los grandes ideales dentro de
las limitaciones de la
realidad.
Y también es así en nuestro caso: De la
construcción del Mishkan genérico, pasamos
a los detalles de la contaduría de las columnas, sus bases y sus
estacas. Y
Moshé, "el hombre de D's" (Dvarim 33:1), poseedor de la
concepción
genérica de todo Am Israel, es el que se encarga
del balance monetario detallado, hasta el último centavo.
Generalidad y
detallado.
Midreshet
Orá
Gueula Najman
Cel: 052-4621830
E-mail: tgueu@hotmail.com
, editorial@alumbrar.org
Rav
Shlomó Aviner
No. Yo no pretendo rebelarme frente a
la formulación del Sidur (libro
de rezos) y cambiarla. Yo rezo como se acostumbra, diciendo "bendito
eres…
que me has hecho de acuerdo con Tu voluntad", y me siento muy bien con
ello - rezando de la misma forma que lo hacía mi culta abuela.
Yo sólo pretendo
expresar lo que siento: Estoy contenta de ser mujer!. Muy contenta!. No
me
falta nada siendo mujer. A mi abuela tampoco le faltaba, ni tampoco a
mí.
Hay algo que está muy claro: No envidio a los hombres ni los
imito, no
intento asemejarme a ellos - y convertirme en un "hombre"
desperdiciado, en vez de una mujer plena consigo misma, y la criatura
más feliz
sobre la tierra. No me siento menos importante frente a los hombres. Yo
se
perfectamente que muchos hombres se sienten más importantes que
yo: No me
importa. Si así quieren - que así sea: Yo no
competiré con ellos. Si ellos
necesitan sentirse superiores, que les plazca. Yo no necesito sentirme
superior, yo siento que yo soy yo, y me es bueno con lo que soy.
Por ello, no comprendo todo tipo de esfuerzos de organizaciones
feministas
que intentan proporcionarnos cargos masculinos: No necesito prendas de
vestir
ni profesión masculina - para rivalizar en la sociedad
competitiva y carrerista
masculina. No necesito un peinado masculino, ni un maquillaje masculino.
No comprendo la pugna de las inglesas, con sus amplios sombreros y sus
largos vestidos - para qué necesito toda esa loca vida
política?.
Yo influyo de otra forma, de una forma más respetable. Mi lema
es: "Gloriosamente
ataviada la hija del rey en el interior" (Tehilim 45:14). Mi fuerza se
encuentra dentro de mí en mi interior. Es una fuerza femenina.
Yo siento que la
Shjina (manifestación de la Presencia Divina) se
encuentra dentro de mí.
También la palabra Shjina es femenina, no es cierto?!.
Yo me dedico a edificar un hogar, a formar una relación de
pareja, a
educar, a entregarme a mis hijos. Yo construyo algo agradable y
comprometedor
al mismo tiempo. Mi esposo se enreda y se complica un poco en ese
aspecto, con
definiciones de todo tipo - pero en mí caso, todo eso surge en
forma natural.
Soy capaz de sonreír, de compartir, hacer partícipe,
amar. Mi fuerza es
interna, oculta. Yo no soy extrovertida, no hago aspavientos - todo se
encuentra dentro de mí.
No digo que siempre me es fácil con mi esposo. Él no
comprende todo lo que
le digo, me ofende y yo lloro… No, no soy susceptible. Cuando otra
persona me
ofende, no lloro - lloro sólo cuando él me ofende, porque
dependo de él. Se lo
expliqué varias veces, y él lo comprendió, pero
más tarde volvió a comportarse
de esa manera. Por lo visto, es más difícil cambiar que
comprender. Pero mi
forma de lucha no es como la suya. Él me habla con un estilo tan
masculino, tan
duro. A veces incluso insulta - y se piensa que eso lo hace más
hombre. Yo no
utilizo armas masculinas, sólo femeninas: Dulzura - con
él y con los niños.
Si, soy un poco sicóloga, y también un poco trabajadora
social. Qué gran
papel tengo!. Cuido de mi pareja y de la educación de los
niños, en jornadas de
tres turnos diarios, incluyendo shabat y días de
enfermedad!.
A veces se me terminan las baterías. Entonces, las vuelvo a
cargar. A
veces, por mérito de Sara, Rivka, Rajel y Lea, nuestras
matriarcas que tanto
leí acerca de ellas. A veces, es mi esposo el que carga mis
baterías, a veces
mis amigas. A veces yo misma. Si, me gusta mirarme en el espejo y
sonreírme. Al
principio me maquillaba, pero finalmente llegué a la
conclusión que no tengo lo
que esconder, y no tengo lo qué recalcar. No tengo nada en
contra del
maquillaje - ni tampoco a favor de él. También sin
maquillaje soy hermosa y
especial a mis ojos - y no para caer en gracia a los ojos de otros
hombres.
Ellos no me interesan. Es para sentirme bien: Ropas lindas, velos
hermosos…
Cuando me resulta difícil hablar con mi esposo, yo hablo conmigo
misma
dentro de mí, o a veces con mis amigas, cara a cara o por
teléfono. Tengo
varias "amigas por teléfono". Con las amigas siempre puedo
abrirme,
puedo sentirme mujer. No!. No sustituyen a mi esposo!. Es algo
adicional. Lo
principal para mí - es el hogar. Quiero ser amada y amar. Quiero
estar
enamorada, y que me amen. Quiero ser una madre buena y comprensiva. No
aprendí
nada de eso en ningún lugar, quizás poseo lo que se apoda
"inteligencia
emocional". Yo siento capacidad creativa natural en la casa.
Pero me es muy agradable con mis amigas. El mundo cultural está
pensado
para los hombres: Allí hay todo tipo de elementos que me son
ajenos. No es para
mí. Organizamos a veces un encuentro para cantar con las amigas:
Yo necesito
cantar!. Así expreso mi alma. Hay también quienes tocan
algún instrumento
musical. Yo sólo se tocar la flauta. En esas noches, me siento
natural.
También participo de talleres. Charlamos de todo lo que llevamos
dentro de
nosotras. D's no lo permita! - no hablamos Lashón
HaRrá (calumnias) de
mi esposo o mis hijos - sólo hablo de mí misma.
Realmente, me es muy placentero
estar acompañada de mujeres. Por supuesto, pertenezco a mi
esposo y a mis hijos
- pero también pertenezco a la "tribu" de las mujeres. Todas
nosotras
pertenecemos a esa tribu, sin importar la edad, situación
familiar o profesión.
Nos sentimos contentas juntas, nos reímos juntas sin
límites, una risa pura,
una risa continua, como una campanilla.
Este es mi secreto: Tengo una matriz, en la que envolví a
mí bebe. También
después que nació, yo continúo
envolviéndolo. Yo amo, amo - y deseo que me
amen.
Me amo a mí misma. Siento que poseo una intuición sana
que me alumbra, que
dentro de mí hay sabiduría, que nazco nuevamente todo el
tiempo. Tengo fe en mí
misma, en la gran sabiduría dentro de mí. Por ello, yo
digo con gran alegría:
"Bendito sea que me hizo mujer"!.
Departamento
ibero-americano
Majón Meir
abrió sus
puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y
portugués, y te invita
a tener esta experiencia única de estudiar Torá en
su ambiente tan
especial en la ciudad de Ierushalaim.
El
programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está
destinado para jóvenes
de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad
judía por medio
del estudio de
Para más
información los
invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del
Departamento ibero-americano
Rav Rafael
Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail: espanol@machonmeir.org.il,
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