Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Vaieshev     23 de Kislev 5766     No 544

A mis hermanos estoy buscando
Rav Shlomó Aviner (reimpresión)

 “Y andando él errante por el campo, lo halló un hombre; y le preguntó aquel hombre diciendo: Qué estas buscando?” (Bereshit 37:15).
El campo confunde, es amenazante. No hay en él árboles que den sombra para cobijarse del calor, no hay en él ningún manantial para saciar la sed. No hay direcciones, ni señales, ni tampoco quien pueda guiar e indicar el camino. Hay muchos caminos, muchísimos. Muchos deseos y anhelos, muchos sentimientos y muchos pensamientos. La persona se extravía en el campo, no se halla, sufre.
“Lo halló un hombre”. Tu no estas perdido. Si tú no encontrarás al guía, él te encontrará a ti. En cualquier lugar que te encuentres, llegará el emisario, el ángel, llegará la persona que sabe preguntar.
“Y le preguntó, diciendo”. El sabio pregunta, y su pregunta ya es media respuesta.
“Qué estas buscando?”. El campo es tan vasto, este mundo está colmado de matices y colores, qué buscas?. Buscas riqueza, o felicidad?. Buscas Torá y mitzvot, o quizás sensaciones y placer?. Quizás paz, o guerra?. Qué votarás, derecha o izquierda, ashkenazi (proveniente de colectividades de Europa) o sfaradi (proveniente de colectividades en el Norte de África y otros países árabes)?. Qué prefieres, la libertad del soltero, o el pacto del matrimonio?. Amarás hijos, o padres?. Qué anhelas, poesía o ciencia, naturaleza o tecnología?. Dime, qué buscas?. Dímelo pronto; en qué fracción te separarás, en qué sección te clasificarás, en qué casilla te encasillarás?. Qué buscas?. Dímelo, no lo ocultes!. Y si buscas a D’s, hay muchas corrientes, muchas ieshivot, una contra otra, y también hay quien está contra todos. Dime pronto, qué buscas?. Vestir una kipa o no vestirla?. Y si buscas kipa, qué kipa?. No intentes eludir la pregunta, decide a quién perteneces; eres un aliado o nuestro enemigo?. “Qué buscas?” (Ídem., 16).
Yo busco hermandad, busco amor y fraternidad. Busco a mi pueblo, todo mi pueblo. Parte de él, no me saciará: Solo el pueblo de D’s en su totalidad y su entereza me saciará. Todos son mis hermanos. A todos los amo. Todos juntos son mi nación, y no prestaré atención a quienes declaman: “Partid al niño vivo en dos, divididlo!”.
“Ruegote me digas, donde están apacentando” (Ídem., 16). Te lo ruego, dímelo!. Hay tantos pastores, y cada uno se enorgullece diciendo: “Yo soy el pastor!”. Y el rebaño está confundido. Me has preguntado cuál es mi partido: Yo soy del partido del rebaño. Pero los pastores lo llevaron cada uno por su camino, y él está disperso y disgregado entre los pastores. Por favor, dímelo, te lo ruego, “donde están apacentando”, los abrazaré y besaré. Lo que yo busco es hermandad. Solo eso, y nada más.
“Y dijo el hombre: Se han ido de aquí” (Ídem., 17). Eso, ya no encontrarás. “Se han ido – han quitado la hermandad” (Rashi, Ídem.). Tú también eres culpable, porque los calumniaste. No viste la luz, solo la oscuridad, viste los defectos, y no las virtudes. Tú fuiste quien comenzó a quitar la hermandad. “Como en el agua se refleja el rostro, así es el corazón de un hombre a otro” (Mishlei 27:19). “Como el agua, en la que uno ve reflejado su propio rostro; si ríe, también su reflejo, y si él se ve enojado, también el rostro en el agua se enoja. De la misma forma sucede con el corazón del prójimo: Si uno lo ama, también el otro, y si lo odia, él también lo odiará” (Iebamot 117A, Rashi). Ellos se han alejado de la hermandad.
“Iosef, pues, fue tras sus hermanos” (Ídem., 17). A pesar de eso, yo busco a mis hermanos. Es mi anhelo más profundo, sin ello, mi vida no tiene sentido.
No, no vayas tras ellos!. Has desperdiciado la oportunidad. Ahora, se ha abierto una gran brecha entre ustedes. Demasiado tarde. Ellos te matarán, te echarán a un pozo en el que hay víboras y escorpiones, te venderán como esclavo a los Ishmaelitas!.
A pesar de eso, yo iré. Es mi anhelo, y el de mi padre: “Ruegote vayas y veas cómo están tus hermanos, y cómo está el ganado” (Ídem., 14). Es la voluntad de mi padre, la voluntad del Padre en el cielo, ver cómo están mis hermanos y el ganado. “A mis hermanos estoy buscando”.
“Mas ellos lo vieron de lejos” (Ídem., 18). Te lo dije, ellos están lejos de ti!. Ellos te ven lejano. Te diré la verdad: Tú también aún te encuentras lejos de ellos. Buscas a tus hermanos, pero tu corazón aún no está con ellos. Primero, debes encontrarlos en tu corazón. Solo entonces lograrás encontrarlos, en carne y hueso, en alma y espíritu, en pensamiento y sentimiento, en voluntad e imaginación. Si lograrás seguir siendo hermano incluso después que te vendan como esclavo, entonces podrás decir con todo tu corazón: “A mis hermanos estoy buscando”. Pero debes saber que el camino es largo y duro.
“Dijo entonces Iosef a sus hermanos: Os ruego que os acerquéis a mí” (Bereshit 45:4). Cuán terrible y lejana es esa persona, el cruel virrey!. “Y les dijo: Yo soy Iosef, vuestro hermano, a quien vendisteis a Egipto” (Ídem.). Para siempre ustedes son mis hermanos. A pesar que me vendisteis como esclavo, y estuve 12 años en la cárcel, en mi corazón ustedes continúan siendo mis hermanos. Solo un anhelo profundo me dio fuerzas: “A mis hermanos estoy buscando”. Ahora, los he encontrado, es el gran día de mi vida, el día de mi regocijo. “Ahora, pues, no os aflijáis” (Ídem.,5), porque yo soy vuestro hermano.
“Y ahora, pues, no temáis” (Bereshit 50:21), no me teman. Yo los amo. “Así los consoló, hablándoles cariñosamente” (Ídem.). Yo los amo!.

 

Editorial Shavei Israel
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que invita a la reflexión sobre los conceptos centrales de la fe
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"En el lugar del juicio, allí mismo se encuentra la maldad"

Rav Iaacov Filver

"Gracias a tres cosas el mundo existe: Gracias a la justicia, la verdad y el Shalom, como dice el versículo 'hablad cada cual verdad, juzgad según lo recto, y hagan lo adecuado al Shalom en sus portones' (Zjariá 8:16)" (Avot 1:18). La justicia es una de las dos metas de la educación de nuestro patriarca Avraham, como dice el versículo: "Porque Yo lo conozco, a fin de que mande a sus hijos y a su casa después de él, que guarden el camino del Eterno, haciendo rectitud y justicia" (Bereshit 18:19). Y por ello nos ordenó la Torá: "Jueces y magistrados pondrás para ti en todas tus ciudades" (Dvarim 16:18). Y nuestros sabios nos dijeron: "Reza por el bien del gobierno, porque si no fuese por su temor las personas se comerían vivas las unas a las otras" (Avot 3:2). Por ello, toda sociedad que pretende subsistir debe respetar y velar por el bien de su sistema judicial. Pero al mismo tiempo, no se pude marchar como ciegos tras los veredictos de los magistrados. La historia está colmada de ejemplos de utilización del sistema judicial para respaldar decisiones corruptas. En el libro "Kohelet" (Eclesiastés) el rey Shlomó nota el vínculo entre la maldad y la justicia. Si hubiese escrito: "En el lugar de la maldad, se encuentra la justicia", sería algo positivo, cuando deberíamos interpretar que los recursos para combatir la maldad, son la disuasión y el castigo, como dice el versículo citado anteriormente "jueces y magistrados pondrás para ti en todas tus ciudades". O como se expresaron nuestros sabios "si no fuese por su temor las personas se comerían vivas las unas a las otras". Donde hay maldad, se debe instituir un sistema judicial que la combata. Pero el rey Shlomó habla de otra realidad, y dice: "En el lugar del juicio, allí mismo se encuentra la maldad, y en el lugar de la justicia, allí mismo se encuentra la iniquidad" (Kohelet 3:16), que es una expresión opuesta, cuando el tribunal respalda la maldad y la malicia. La utilización del sistema judicial para hacer el mal ya la encontramos en Sdom, donde sus habitantes eran "malos y pecadores" (Bereshit 13:13). Pero su principal pecado no era la maldad en sí, sino que principalmente su respaldo por parte de las leyes e instituciones que fueron aceptadas en un proceso democrático, con la aprobación de la mayoría de sus habitantes. Y el sistema judicial de Sdom no sólo que no protegió a los presionados y los perseguidos, sino que respaldó al gobierno de Sdom y se transformó en el poder ejecutivo de sus perversas decisiones. Y de esa forma, las víctimas no tenían a quién recurrir, ya que argüían que todo es legal. Por ello, la gente de Sdom se encargaba que los jueces fuesen escogidos escrupulosamente, y así cuenta el midrash respecto al nombramiento de Lot como juez principal de Sdom por parte de los abogados: "Cuando les decía algo que les parecía bueno, le decían 'márchate adelante' (Bereshit 19:9) [es decir, continúa escalando posiciones], y cuando les decía algo que no les parecía bueno le decían 'este tal vino a morar como extranjero, y quiere juzgar como juez?!' (Ídem.) - un veredicto que ya fue emitido por tus anteriores tú pretendes revocar?" (Bereshit Raba 50).
Esa anomalía - utilización del sistema judicial para patrocinar la injusticia y la maldad - acompaña a la humanidad desde los comienzos de su niñez: Ya la encontramos en la época del Diluvio, cuando
los hijos de los jueces (Bereshit 6:2, Rashi) comenzaron con la corrupción, y de ellos aprendieron toda la gente de su generación (Sifri, Beahalotja). Y la corrupción se difundió hasta tal punto que D's dijo: "No demoraré para siempre el veredicto del hombre" (Bereshit 6:3). Rabeinu Bejaiei explica su pecado, en su comentario a la Torá: "…Y dice el versículo que esos hijos de los jueces - que deberían juzgar sus pleitos - tomaban por la fuerza las hijas de los demás, con su consentimiento o en contra de su voluntad". Según su comentario, ya en la época del Diluvio el sistema judicial no sólo que no ayudó a detener la corrupción, sino que la iniciaba y de ella aprendieron la multitud, y así dice Rabí Shimón Bar Iojai en el midrash (Bereshit Raba 26): "Toda trasgresión que no comienza de los más encumbrados, no es trasgresión". Y de esa forma continúa el sistema judicial pervirtiendo su meta, como en la época de los Shoftim. Y dice el midrash: "'Y aconteció en los días en que juzgaban los jueces' (Rut 1:1). Era una generación que juzgaba a sus propios jueces. El juez le decía a alguien: 'Quita esa astilla de entre tus dientes', y él le contesta: 'Quita esa viga de entre tus ojos'. Los jueces hacían más abominaciones que el resto del pueblo". La utilización del sistema judicial para cometer injusticias se repite también en la época de los Reyes, con el rey Ajav. Cuando él deseó el viñedo de Navot, a pesar que podía arrebatárselo por la fuerza, prefirió utilizar el consejo de su mujer: "Y los hombres de su ciudad, los ancianos [los jueces] y los nobles [los ministros] que habitaban en su ciudad, hicieron según lo que Izevel les había enviado a decir" (Melajim Alef 21:11). Y son ellos los que le prestan un apoyo "legal" que le permite a Ajav llevar a la práctica su intención. Nuestros sabios también nos hacen notar esa misma actitud más tarde, en la época del Imperio Romano, cuando explican por qué el versículo lo compara con el cerdo (Bereshit Raba 65): "Por qué es comparado con el cerdo?. El cerdo cuando se tiende muestra sus pezuñas - como diciendo que es un animal puro - y en forma semejante ese malvado imperio cuando roba y arrebata pone un estrado". Y explicaron el midrash de esta forma: "Así acostumbra el Imperio Romano; roba y arrebata, y aparenta hacer justicia - envuelve el robo y el arrebato con una envoltura de justicia judicial. 'Pone un estrado' - un tribunal". Por ello, con toda la importancia del sistema judicial, las personas no deben consentir con todo veredicto en forma ciega, sino que deben evaluar cómo se comporta el sistema judicial y hasta qué punto los jueces son honestos. Y la prueba, debe ser las consecuencias del veredicto: Acaso son justas, o - D's no lo permita - provocan injusticias?.

 
Has oído hablar del respeto por los padres?
Rav Shlomó Aviner

Seguramente habrás oído hablar de la mitzva del asentamiento en Eretz Israel. Es una mitzva con prestigio. Pero la mitzva del respeto por los padres, es una mitzva lateral, abandonada, una mitzva que no tiene fortuna. No es así la mitzva del asentamiento de Eretz Israel, una urgente e importante mitzva - por ella, la gente se enrola sin hacer cálculos. Pero te tengo una novedad: También el respeto por los padres es bueno para Eretz Israel. Presta atención a la finalización del versículo: "Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que el Eterno, tu D's, te entrega" (Shmot 20:12). Entonces, el respeto por los padres es sin duda una mitzva nacional-religiosa!.
No me refiero a lo que hiciste cuando eras niño - cuando gritaste y te comportaste atrevidamente. Me refiero a la situación actual, cuando ya tienes tus propios hijos. Tenía la esperanza que a partir de ese momento comiences a comprender a tus padres. Tú eres una persona seria, inteligente, temerosa de D's, cumples escrupulosamente las mitzvot y estudias la Torá. Entonces, por qué no visitas a tus padres?.
Por qué no los invitas a tu casa?. Por qué cuando ellos se invitan a si mismos o los invitan a ustedes, se escabullen con todo tipo de pretextos - "no es cómodo en shabat" y similares?. Hasta tal punto, que a ellos ya no les resulta agradable pedirles!.
Yo comprendo perfectamente que a veces el abuelo y la abuela molestan, que hacen acotaciones, que critican, que discuten, que no respeten su privacidad. Pero acaso no has escuchado hablar del agradecimiento?. También si invertirás toda tu vida en devolverles lo que te han entregado, no lo lograrás!. Entonces, alégrate que tienes una oportunidad de devolverles un poco.
El mal agradecimiento comienza con los padres, y termina con D's (ver Ramban, Sefer HaJinuj), ya que hay tres socios en la creación del niño.
El agradecimiento es la base primordial de todo, dice Rabeinu Bejaiei en su libro "Jovat HaLebavot".
Realmente, no has recibido nada de tus padres?. No has aprendido nada de ellos?. No les debes nada?. Ellos son culpables de todo?. Quizás encontrarás en ellos algún punto bueno, en el pasado o actualmente?. O quizás debes pensar de otra forma?. Cuando tú niegas sus virtudes, cuando no los aprecias en su totalidad, sólo un pequeño trozo - te hace enojar. Si los apreciases en su totalidad, toda su historia, todas las desgracias que pasaron, todos sus sueños y todos sus esfuerzos - te comportarías de otra forma.
Si tú niegas, tus hijos te devolverán con la misma moneda - porque eso es lo que han aprendido de ti.
Pero también en el presente, cuando tú niegas las virtudes de los demás te debilitas a ti mismo, tú pierdes tu alegría de vivir y tu buen humor. Si tú eres negativo para con tus padres, en cierta forma eres negativo para con ti mismo, y no podrás ser feliz. Tú no cambiarás a tus padres - por favor, cámbiate a ti mismo, cambia tu actitud, piensa de otra forma, y así te comportarás de otra manera. Lo que tú decidas ver, es lo que verás. Cuando tomes una actitud positiva para con ellos, serás feliz. En efecto, la recompensa del cumplimiento de esa mitzva es también en este mundo.
Es un desafío!. Como escribió el Rav Kuk: "El respeto por los padres… está muy arraigado en el corazón de las personas, y muchas veces tiene un efecto ablandador en los corazones endurecidos. De dónde proviene ese sentimiento?. Sólo del agradecimiento, que está muy arraigado en el corazón" (Ein HaYa Shabat 21:14). Es un desafío!. Sentirás pureza. Sentirás que te elevas.

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail:
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