Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Parashat Lej-Leja
10 de Jeshvan
5766 No
538
Rav Itiel
Ariel
El Rambán (Rabí
Moshé Ben Najman) recalca una y otra vez el principio
que "lo que le ocurrió a los patriarcas, insinúa lo
que le sucederá a
sus descendientes" (Bereshit 12:6, Rambán) a lo largo de
toda
De esa forma él explica que la marcha de Avraham a Egipto es una
preparación para el exilio de Am Israel allí, y
nos muestra hasta qué
punto los detalles de ese episodio son maravillosamente similares: Un
exilio y
una esclavización, castigos milagrosos y salvación, y
salida con gran riqueza.
Hasta tal punto, que al final de su comentario el Rambán
sostiene que fueron
castigados con el exilio en Egipto por el pecado de Avraham - que no
confió
suficiente en D's. En ese episodio,
En cuanto a la toma de Sara, los versículos recalcan las
numerosas preparaciones
de Avraham antes de llegar a Egipto, sabiendo que ese es el lugar
más corrupto
del mundo, todos sus habitantes son indecentes y pervertidos en el
plano de las
relaciones sexuales - desde el rey y sus ministros hasta el más
simple del
pueblo. Ese ambiente de libertinaje exige una posición
defensiva, y
tiene una influencia inmediata en el mundo de conceptos
de pareja
entre Avraham y Sara. Si hasta ese entonces el recato entre ellos era
tan
grandioso, hasta tal punto que la belleza les era un concepto
ajeno,
ahora ellos lo reconocen como un factor significativo, que puede
dañarlos y
debe ser tomado en cuenta. El midrash (Bereshit Raba, 40:4)
habla de la
estratagema de la que se valió Avraham - y su significativa
connotación también
en el plano del recato - que exige definir la relación entre
ellos. Avraham le
exige a Sara verse a sí misma secundaria frente a
él, "ruegote
digas que eres mi hermana" (Bereshit 12:13), mientras que
finalmente él termina siendo secundario, "trató
bien a Avraham por
causa de ella" (Bereshit 12:16).
El tema del recato es muy amplio, y mi intención no es
más que recalcar
sólo un punto, de acuerdo a nuestra Parashá. El midrash
(Bereshit
Raba, 41:7) establece un vínculo entre el valor del recato
y la actitud
correcta frente a la opulencia, y por otro lado entre la
corrupción - a la
que Lot se ve expuesto - y la codicia por la riqueza que llegó a
sus manos de
las indemnizaciones de Sara - que casi terminó siendo
víctima de la pasión
sexual de Paró. Esa es la opulencia que produjo el
altercado entre
Avraham y Lot y su separación, y es también lo que le
hizo elegir a Sdom como
el lugar donde habitar. "'Lot entonces alzó sus ojos…' - todo
el
versículo está escrito con términos de
pasión", y el midrash
explica la connotación sexual de cada verbo que figura en ese
episodio.
El intento de encontrar alguna equivalencia monetaria de la falta de
respeto por Sara, los valores del recato y la santidad del marco
familiar en
los que ella cree, ya es problemático y contrario en forma
esencial al concepto
del recato en sí. El cuerpo y la riqueza pueden ser medios
para los
valores en los que la persona tiene fe y se anula a sí mismo en
su favor,
pero también pueden dar la sensación de potencia
que le posibilita su realización
personal egoísta. Avraham entiende que la riqueza que recibe
es una razón
para ser secundario frente a Sara, sin abrumarse por el "fulgor
de
las monedas", mientras que Lot entiende que se trata de un medio
ilimitado
para satisfacer todas sus pasiones. Sólo después
de esa aclaración,
entre él y Lot, podía Avraham recibir la palabra de D's y
ser merecedor del
Pacto de
Y "lo que le ocurrió a los patriarcas, insinúa lo que le
sucederá a
sus descendientes". Los valores del recato enhebran las normas de la
modestia
en lo que respecta a la opulencia, y el pudor corporal en el plano
sexual,
porque entendemos que ellos son medios necesarios, y no metas en
sí.
Rav
Iaacov
Filver
Lo que escribí en mi
artículo, "acaso seremos capaces de
comportarnos como Iosef, que a pesar de no haber olvidado lo que le
hicieron
sus hermanos, finalmente los perdonó?. No olvidó - pero
perdonó" (Beahava Ubeemuna
No536) desató una polémica en nuestro Beit
HaMidrash
(centro de estudio de
Antes de exponer las dos posiciones contrarias, deseo hacer una
aclaración necesaria: Incluso si decimos que Iosef
perdonó a sus hermanos,
tampoco se puede hablar de perdonar e indultar sin ningun gesto de
arrepentimiento
ni petición de indulgencia, y por ello agregué antes del
perdón de Iosef la
palabra "finalmente", para insinuar que también si
opinamos
que Iosef los perdonó, lo hizo después que ellos no
sólo se arrepintieron -
diciendo "somos culpables" (Bereshit 42:21) - sino que también
le
pidieron perdón cuando le dijeron: "perdona, te rogamos, el
delito de los
siervos del D's de tu padre" (Bereshit 50:17). Y sólo
después de todo eso,
se pude hablar de perdón.
Cuando dije que Iosef los perdonó, yo me basé en la
interpretación
sencilla de las palabras de Iosef a sus hermanos: "Ahora, pues, no
temáis,
yo os sustentaré a vosotros y a vuestras familias, así
los consoló hablándoles
cariñosamente" (Bereshit 50:21). Y en ese sentido lo comentaron
nuestros
sabios (Psikata de Rav Cahana 17): "'Oh, si tú fueras como un
hermano mío'
(Shir HaShirim 8:1) - no como los hermanos de Iosef, que lo odiaban,
sino como
Iosef, que después de todas las maldades que ellos le hicieron,
dice el
versículo 'ahora, pues, no temáis, yo os
sustentaré a vosotros y a vuestras
familias, así los consoló hablándoles
cariñosamente' (Bereshit 50:21)". Y
en efecto, Iosef se comportó como corresponde según la halajá,
como
determina el Rambam (Hiljot Tshuvá, 2:9-10): "Los pecados entre
la persona
y su prójimo - como el que hiere su prójimo, o lo
maldice, o le roba y
similares - no le son perdonados nunca, hasta que lo indemnice y haga
las
paces. Y a pesar que le reembolsó el dinero que le debe, debe
amigarse
nuevamente con él y pedirle que lo perdone… la persona no debe
ser cruel, sino
que debe amigarse con facilidad y enojarse difícilmente. Y
cuando el que
cometió una falta para con él le pide perdón, debe
perdonarlo de todo corazón. Incluso
si lo hizo sufrir mucho y le faltó en gran manera, no
intentará vengarse ni le
guardará rencor. Y ese es el comportamiento correcto de la
descendencia de
Israel. Pero los gentiles no son así, y su rencor es eterno. Y
por ello está
escrito respecto a los Guivonitas - que no perdonaron ni se amigaron -
'es de
saber que los Guivonitas no eran de los hijos de Israel' (Shmuel Bet
21:2)".
Pero Rabeinu Vejaiei en su comentario (Bereshit 50:17) discrepa:
"Los hermanos le pidieron perdón, y los versículos no
dicen que él los
perdonó. Y ya nos dijeron nuestros sabios: Todo el que
pecó para con su prójimo
y se arrepintió, no le es perdonado nunca hasta que haga las
paces con él. Y a
pesar que el versículo dice: 'Los consoló
hablándoles cariñosamente' - y tal
parecería ser a primera vista que se amigo con ellos - de todas
formas no
encontramos escrito explícitamente que Iosef los perdonó,
o consintió en
perdonarles". Y agrega allí: "Por lo tanto, ellos murieron sin
haber
sido perdonados por Iosef, y su pecado no puede ser purgado sin ello. Y
por
ello el castigo llegó sólo en la época de los diez
sabios que fueron ejecutados
por el imperio Romano". Y en efecto, la tradición según
la cual esos diez
sabios murieron por la venta de Iosef cimienta la opinión que
ese pecado nunca les
fue perdonado a sus hermanos.
De una forma u otra, podemos deducir dos conclusiones: La primera, es
que también si los hermanos se arrepintieron y pidieron
perdón por sus
acciones, e incluso Iosef los perdonó por todo lo que le
hicieron, la
injusticia no fue borrada totalmente, y
Departamento
ibero-americano
El
programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está
destinado para jóvenes
de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad
judía por medio
del estudio de
Para más
información los
invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del
Departamento ibero-americano
Rav Rafael
Spangenthal
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