Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Vaikrá     8 de Adar Bet 5765     Shabat Zajor     No 504

"De vosotros" y "del ganado"
Rav Itiel Ariel

La Parashá de los korvanot (ofrendas) nos presenta un mundo entero de culto a D's práctico minucioso, que a primera vista es muy falto de "vida". Muchas veces cuando intentamos dilucidar el punto álgido no logramos hacerlo en base a lo que se le hace al animal, e intentamos comprenderlo a través del proceso emocional que experimenta el que ofrece el sacrificio. Ese punto es notorio sobre todo en el comentario del Rambán (Vaikrá 1:9), que explica todo el tema de los korvanot en base a la identificación entre la persona que ofrece el sacrificio y lo que le sucede al animal. Según su explicación la ofrenda es como un alegoría de lo que se merecería la persona que la trae, si no fuera por la Bondad del Creador que le permite sacrificar al animal en vez de sacrificar su vida. Y según esa concepción, nuestros sabios dijeron "cuando alguno de vosotros ofreciere una oblación" (Vaikrá 1:2) - el que trae el sacrificio debe sacrificarse a sí mismo, en forma figurada, "y como oblación le sacrificaré mi alma única" (Baal HaAkeda).
Esa concepción - que tiene un papel central en los comentarios de los Rishonim - coloca el centro de gravedad de los korvanot en el mundo interno del que trae la oblación, y no en las minuciosas tareas prácticas que deben efectuarse. Es más; los profetas recalcaron una y otra vez - para que no haya ningún lugar a dudas - que el sacrificio del animal no es lo principal, sino que la sumisión del corazón, y sin ella éste no tiene ningún valor. Y en cierta forma el profundo sentido del sacrificio no depende del culto práctico - ya que los korvanot cesaron con la destrucción del Beit HaMikdash, pero la sumisión del corazón nunca cesó.
Pero por otro lado, debemos prestar atención a la diferencia radical entre la parábola y su moraleja, y discernir entre el que ofrece una oblación para agradecer a D's, y el que "sacrifica sus bajos instintos y confiesa sus pecados". Ya que el sacrificio del animal no es obligación de este sino del que lo ofrece, mientras que el deber de sacrificarse a sí mismo es de la persona que al mismo tiempo sacrifica al animal y se sacrifica a sí mismo. El que sacrifica al animal debe hacerlo "a su voluntad", pero no necesariamente "a voluntad del animal", mientras que el que sacrifica algo de sí mismo debe tenerlo presente durante todo el sacrificio. Y si volvemos a nuestra Parashá, notaremos que hay otra forma de sacrificio, que no recalca lo que le sucede a la persona y no es sacrificado a su conocimiento, sino que justamente lo que le sucede al animal, en contra de su voluntad.
Y por ejemplo, encontramos dos formas distintas de elevar la ingestión material a un nivel que tiene valor espiritual, y ambas son aprendidas de la Parashá de los korvanot. La primer forma, encuentra que la abstención de comer es una expresión de vinculación con D's, y compara la disminución del sebo y la sangre del que ayuna con el vertido de la sangre y sacrificio del sebo de la oblación. Y en contraste, la segunda forma encuentra la expresión de ese vínculo justamente comiendo seudat mitzva (cenas de ocasiones festivas, que son consideradas mitzva), y compara la mesa de la persona con el altar, y su ingestión a la ingestión de oblaciones. La primera se ocupa del sacrificio personal, y coloca en el centro la difícil renuncia a los placeres mundanos, mientras que la segunda prefiere la alternativa positiva para la elevación de la ingestión, y por ello se enfoca en la transformación que sufre la mesa y la comida que en ella se consume. Esa segunda posición considera el martirio propio de la persona y su continua ocupación en sí mismo como una carencia, y tiende a confiar en la rectitud natural de la persona. Según su forma de ver, el sacrificio que le es exigido a todo judío no depende necesariamente del precio personal que eso infiere, y la elevación de su voluntad que debe expresar en el sacrificio no se mide justamente en el sufrimiento y el martirio que él acepta sobre sí mismo.
La tensión continua entre esas dos posiciones es semejante a la relación entre Purim e Iom Kipur. A primera vista, se trata de dos polos opuestos de la kdushá (santidad) que se revela en el tiempo. Por un lado un día cuya meta es "afligiréis vuestras almas" (Vaikrá 23:32), y por otro lado un día de "banquete y alegría" que llega a su máxima expresión bebiendo en exceso hasta perder la claridad de pensamiento. Pero ya dijeron los sabios que "Kipurim - Ke Purim" (como Purim), ya que ambos complementan uno al otro en su contenido. La elevación espiritual del que ayuna en Iom Kipur llega a su plenitud justamente cuando es capaz de santificar el banquete y la alegría de Purim.

El momento de abrazar
Rav Shlomó Aviner

"Hay momento de abrazar, y hay momento de rechazar los abrazos" (Kohelet 3:5). Cuando todo se complica y hay tensiones - es el "momento de abrazar". Cuando un niño se enloquece y se enfurece e insulta - es el momento de abrazar. Abrazar fuerte, y más fuerte aún.
No has escuchado hablar de Ahavat Israel (amor por todo Am Israel)?. Por supuesto has oído hablar de ello!. Pero tú arguyes: "Ahavat Israel?. Seguro, pero no amar a 'esos'!". Si así tú dices, no has comprendido nada!. Porque a los judíos cuya boca es la dulzura misma, y son todo amables - yo los amo también sin necesidad de ningún versículo. El versículo fue escrito justamente para "esos", para los que danzan alrededor del Becerro de Oro, el Becerro de Oro de la comodidad y los bajos y groseros placeres de la vida pasajera. Justamente cuando el pueblo danzaba alrededor del Becerro de Oro fue cuando se reveló la capacidad de sacrificio total de nuestro Rav Moshé, que dijo: "Y ahora, si perdonares su pecado", está bien, "mas si no, bórrame a mí, Te lo ruego, de Tu libro que has escrito" (Shmot 32:32) - el libro del Olam HaBa (Mundo Venidero), como comenta el Rav Kuk (Igueret 555). En su último año de vida, nuestro Rav el Rav Tzvi Iehudá citaba ese episodio al finalizar cada shabat, y recalcaba que para no perder los estribos en semejante situación nuestro Rav Moshé necesitó nervios de acero. Se trataba de su testamento espiritual; llegarán días en los que nos serán necesarios nervios de acero para continuar con Ahavat Israel.
Ocurrió una vez que - como acostumbraba hacer - nuestro Rav habló de Ahavat Israel, una y otra vez, y explicó que no es comparable el que estudia algo cien veces, que el que lo estudia ciento una. Un discípulo - que ya en ese entonces era un gran Rav - acotó: "Por qué habla el Rav todo el tiempo de Ahavat Israel?", como diciendo "ya hemos comprendido el principio, no somos tontos". Nuestro Rav golpeó con su puño en la mesa, se levantó y declamó elevando su voz: "Yo hablaré al respecto sin cesar, y ojala que les quede algo de eso cuando llegue el momento de prueba!". Ya que según la dimensión de la crisis, debe ser la fuerza del abrazo.
Por ejemplo: En el episodio del barco "Altalena", cuando judíos le impidieron a otros judíos llegar a Eretz Israel, cuando judíos le dispararon a judíos, cuando judíos mataron judíos, cuando judíos que empuñaban las armas para luchar por la tierra asesinaron judíos que también empuñaban las armas para luchar por la tierra - algo espantoso, lo más terrible!. Y qué escribió en ese entonces nuestro Rav en su artículo "MiMaamakim" (Le Netivot Israel Alef 128)?.
Él escribió "y si en el proceso de nuestros sufrimientos en el camino de nuestra elevación regresando a nuestro lugar, en el proceso de nuestra gueulá (Redención) y salvación de nuestras almas, teníamos que pasar también por esta inconcebible parada, también este terrible oscurecimiento del peldaño del asesinato de un hermano por otro, en nuestra tierra misma y por ella, debemos saber y reconocer el valor de estos suplicios que no hacen purgar". Ya que la cultura actual está basada en la herejía y el odio, mientras que "la Torá es amor" (Orot, Orot HaTjia ,Cáp. 17). Por ello, hay que abrir los almacenes de emergencia del amor y la hermandad. "Los almacenes del vigor de nuestra unión israelita arraizada... rechazaran con fuerza la decadencia de la herejía y la debilidad del odio". Haremos despertar "nuestra valentía espiritual de la comprensión y el perdón mutuo", llegará "el Kidush HaShem (santificación del nombre de D's) de la auténtica hermandad, que nos incluye a todos y con su pureza echará a toda la niebla del odio mezquino". Ahora "el renacimiento... fulgura el gran resplandor, que se renueva para Tzion y seremos merecedores de la bendición del shalom" (allí, 128-129).
Cuando la tensión aumenta, no intentes tener razón, intenta ser inteligente, ser amador, y de esa forma tú tienes más razón que todos. Nuestro gran Rav, el Rav Tzvi Iehudá se oponía a cualquier disputa dentro de la nación. Ya escribió el Rav Kuk que la profanación más grande del Nombre de D's es la lucha entre hermanos (Maamarei HaReayá 365). Cuando ocurrió la primera evacuación de Elon Moré nuestro Rav lloró, y explicó que llora por dos causas: Porque evacuan judíos de Eretz Israel, y porque hacen que judíos peleen entre ellos. Él se oponía a todo tipo de conflictos y tensiones. A lo sumo estaba dispuesto a llegar a "un pequeño disgusto", y sólo dentro de un mar de amor.
Es semejante a lo que sucedió con un discípulo muy querido que nuestro Rav quería amonestar por algo indebido que hizo. Lo abrazó fuertemente con su mano derecha, y al mismo tiempo le dio una bofetada con su mano izquierda. Si no eres capaz de abrazar, tampoco puedes dar bofetadas.
Los talmidei jajamim (eruditos del estudio de la Torá) son los caballeros del abrazo, sobre todo los grandes talmidei jajamim. Ellos se esfuerzan y trabajan para cuidar la unión de la nación por encima de todo, y ellos nos enseñan cómo debemos luchar por Eretz Israel sin utilizar la fuerza, D's no lo permita. Recordamos la terrible y espantosa evacuación de Iamit, cuando fueron llevados en helicóptero por Tzahal (Ejercito de Defensa de Israel) dos de los más grandes talmidei jajamim de esa generación para hablarnos, a nuestras cabezas y nuestros corazones, para que no comencemos una lucha. Cuando el helicóptero se elevó para devolver a esos talmidei jajamim, algunos jóvenes cuya hirviente sangre aún no se había enfriado les gritaron: "Traidores!". Por supuesto que no eran traidores, D's no lo permita, sino que amadores, responsables, genios, caballeros del abrazo. Por supuesto que también esos jóvenes eran partidarios del abrazo, pero hay niveles de abrazos.
Escribió alguien en relación al Pecado del Becerro de Oro y nuestra situación actual: "No debemos caer en el pecado de Aharón, el Cohen Gadol (Sumo Sacerdote), que ama el shalom y lo persigue". Y nosotros repetimos y declamamos: "Sean de los discípulos de Aharón, ama el shalom y lo persigue, ama a las criaturas y las acerca a la Torá" (Avot 1:12).
Nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá recalcó que no está escrito "ama a las criaturas para acercarlas a la Torá" - lo que no es amor auténtico - sino que ama, por amar. Y también recalco: De qué criaturas se trata, de quienes están vinculados con la Torá o los que no?. Es evidente de que se habla de los que están desvinculados, ya que los que están vinculados no es necesario acercarlos!. Entonces, aprendemos de ello que también a los que están alejados de la Torá debemos amar - por el amor en sí.
"El momento de amar" (Kohelet 3:8).
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
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