Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

 Parashat Vaietze     7 de Kislev 5765     No 487

Por mérito de Rajel
Rav Azriel Ariel

A lo largo de todo el libro Bereshit (Génesis) nos acompañan las disputas entre los hermanos. Comenzando con Kain y Evel, siguiendo con Itzjak e Ishmael, Iaacov y Esav, y terminando con Iosef y sus hermanos. Parecería ser que esa es la naturaleza humana, y así es el mundo. A veces se llega a asesinato (Kain) o intento de asesinato (los hermanos de Iosef, Esav, y quizás también Ishmael). A veces se llega sólo a echar alguno de ellos de la casa (Ishmael, Iosef). Pero hay sólo un caso en todo el libro Bereshit - Rajel y Lea - en que el antagonismo entre ellas justamente las llevó a una construcción conjunta de un mismo hogar. En forma natural y corriente, semejante situación tendría que haber terminado con una gran "explosión": Acaso nos podemos imaginar lo que siente una muchacha que espera siete años con ansía a su elegido, y finalmente encuentra a su hermana bajo la jupá tomando su lugar, al que llegó a través de artimañas?.
El relato de Rajel fue descubierto más de mil años más tarde, cuando fue destruida Ierushalaim. Nuestros sabios (al principio de Eija Raba, inciso 24) nos describen a los patriarcas de la nación suplicando misericordia por Am Israel
frente a D's. El midrash nos relata en cuanto a Avraham e Itzjak, Iaacov y Moshé, cuando cada uno llora e implora frente a D's. Avraham e Itzjak mencionan su entrega total a D's, en el episodio del Sacrificio de Itzjak. Iaacov y Moshé hablan de su abnegación por la cría y la educación del pueblo. Pero su petición es denegada de inmediato: No alcanza con todos sus meritos para expiar el pecado del pueblo y redimirlo. Y entonces, relata el midrash:
"En ese momento se presentó nuestra matriarca Rajel frente a D's, y le dijo: Señor del mundo!. Tú sabes que Iaacov, tu siervo, me amo profundamente, y trabajó por mí para mi padre siete años. Y cuando terminaron esos siete años y llegó el momento de nuestro casamiento, mi padre se propuso cambiarme por mi hermana. Y me fue muy difícil cuando supe de sus intenciones, y le conté a mi futuro esposo. Convenimos entonces una señal para que él pueda diferenciar entre nosotras, y de esa forma mi padre no logre cambiarnos. Pero después me arrepentí, y me apiadé de mi hermana que sería avergonzada. Por la noche nos trocaron, y yo le enseñe a mi hermana la señal que convenimos con mi futuro esposo para que él piense que se trata de mí. Y también me acosté bajo la cama en la que él estaba acostado con mi hermana, y cuando él le hablaba ella callaba y yo respondía, para que no reconozca su voz. Todo eso hice por ella, no la envidie y no permití que sea avergonzada".
Luego de su conmovedor relato, Rajel le demanda a D's una exigencia difícil de comprender:
"Y si yo - criatura de carne y hueso, polvo y cenizas - no envidié a mi competidora y no la avergoncé, Tú, Rey vivo y origen de la existencia, misericordioso, por qué envidias a los otros dioses que no son auténticos, y has expulsado a mis hijos, que parte de ellos han sido asesinados a filo de espada y los restantes son subyugados por sus enemigos?".
Y efectivamente, "de inmediato despertó la Misericordia Divina, y le dijo: Por tí, Rajel, los devuelvo a su lugar".
No es sencillo el argumento de Rajel. Acaso por haber renunciado noblemente a ser la única esposa de Iaacov debemos justificar de alguna forma el culto a otros dioses?. Acaso D's debe perpetuar el mal y la maldad que él engendra sólo por las acciones de Rajel?.
Hay dos respuestas, que son dos niveles, uno sobre el otro. La primer respuesta, es que ese
midrash - a pesar que habla de la destrucción del primer Beit HaMikdash (El Templo) - insinúa la destrucción del segundo. El primer Beit HaMikdash fue destruido por el culto a otros dioses, el adulterio y el asesinato. El segundo - por el odio gratuito. El que odia - piensa que en el mundo hay lugar sólo para él. El odiado - debe ser apartado totalmente. La actitud de Rajel nos enseña que se puede comportar de otra forma. En el amplio mundo de Rajel hay lugar también para su hermana; no sólo en su mundo exterior, sino que también dentro de su hogar íntimo. Nuestra matriarca Rajel es la que concibió el cimiento moral que nos permitirá redimirnos de la catástrofe producida por el odio gratuito (así escuché explicar a Ahubia Tabankin).
El
Mahara"l de Praga (Netzaj Israel, Cáp. 34) - como es su costumbre - revela un plano mucho más profundo, que nos hace regresar a la época de la destrucción del primer Beit HaMikdash. El mundo de D's - que "es Uno y no hay Uno como él" - debería ser un mundo unido, uniforme, sin contrastes, oposiciones ni diferencias. Y en efecto, así será en el futuro, "en aquel día" en que "el Eterno será Uno y su nombre Uno" (Zjariá 14:9). Pero el camino a ese mundo ideal pasa por un mundo donde hay dualismo, un mundo colmado de divergencias mentales y diferencia de opinión radicales. También la Casa de Israel fue erigida de manera similar: Dos matriarcas, y no sólo una, doce tribus que se pelean entre ellas, dos reinados (Israel y Iehudá), y muchos otros fuertes contrastes que acompañan a nuestro pueblo a lo largo de toda su historia.
Lo que hizo Rajel por su hermana Lea - es producto de esa concepción. Nuestro mundo actual, es un mundo de dualismo, un mundo de antagonismo. Un mundo como ese aún no es capaz de aceptar el yugo del Reinado del D's Único. Por ello, existe en él también el culto a otros dioses. Por ello, existe en él también el adulterio - que altera la unidad familiar - y el asesinato - que desbarata la unidad de la sociedad humana. La unidad y la plenitud llegarán, pero el camino que conduce a ellas es largo y prolongado, colmado de antagonismos, oposiciones y contrastes. En esta fase intermedia, no habrá plenitud de ninguna fracción por separado. Son necesarias todas las fuerzas: Todas las fuerzas positivas, e incluso las negativas. Todas son partícipes en el avance de ese proceso que conduce a la anhelada meta. Todas las fracciones tienen lugar en la Casa de Israel, incluso si nos es muy difícil. Pero las más grandes dificultades no podrán anular la promesa de D's a nuestra matriarca Rajel:

"Así dice el Eterno: Reprime tu voz del llanto, y tus ojos de lágrimas, porque será premiada tu labor... hay esperanza para tu porvenir, dice el Eterno, y volverán los hijos a su tierra propia" (Irmya 31:15-16).

Busca tu pertenencia
Rav Shlomó Aviner

Busca a tu esposa, busca tu pertenencia, busca al principio, busca al final,
búscala cada día, porque si no la buscas, la perderás.
Siempre recuerda lo que dijeron nuestros sabios kdoshim (santos):
El hombre busca a la mujer, y no la mujer al hombre.
Como una persona que perdió su pertenencia; quién busca a quien?.
Acaso no es el dueño el que la busca? (Kidushin 2B).
Buscar, es algo que siempre construye, y nunca destruye.
Buscar, es la forma de vida dentro del hogar, y también fuera de él,
buscar es una actitud, y no justamente cantidad.
Buscar, es tu labor, el hombre, y te es adecuado.
Si no la buscas, la perderás -
físicamente se encontrará en la casa, pero su alma no estará allí. Su corazón se marchitará, como un resorte que se ha quebrado.
Buscar, es una buena palabra, es una llamada telefónica sin ninguna razón,
buscar, es un regalo y una espera
buscar, es una conversación, es escuchar
buscar, es una mirada, una sonrisa, una buena cara
buscar, es humor, es un chiste, es una risa de alegría
buscar, es una galantería, es valorar.
Busca a tu esposa, no sea que la pierdas - porque es necesario buscarla
no es por ninguna causa, y por ello es tan necesario
es tan sabio y tan bueno
y no es ninguna ciencia exacta.
Es sólo un vínculo, un buen vínculo, tan necesario, tan imperioso.
Buscar, es entrar en casa y decir:
Tu vestido es hermoso, y tú lo eres más aún. Para mí, tú eres la más bella.
No te sonrojes, esa es la verdad, te extrañé tanto.
Buscar, es el gran remedio -
el remedio contra la tensión, contra la riña que está por estallar,
es el remedio maravilloso para criar niños felices
que también ellos sabrán buscar y dejarse hallar
niños alegres, niños valientes, niños delicados.
Me has escuchado tú, hombre?. Esa es tú labor - una labor muy agradable.
"Y por qué yo, el hombre, debo buscarla?. Quizás mi esposa es la que debe buscarme?".
Porque así dijeron nuestros sabios, no le discutas.
Ellos nos dijeron su razón: Porque la has perdido!.
Tantas veces la has perdido, que la has olvidado;
la has despreciado, la has ofendido, la has amonestado, la has herido,
la has repelido, la has anulado -
y a pesar de ello, permaneció fiel a ti.
Tu pequeña trabajadora social
que espera que la busques, como el sol que brilla detrás de las nubes
y cuando la buscas, ella se derrite y se funde
y se te entrega totalmente.
Buscar, es también dinero y ayuda
pero por sobre todo, buscar es buscar, una dulce búsqueda.
Recordar un día de cumpleaños, un aniversario de casados
recordar evocaciones emocionantes, como el día en que nació uno de los niños,
con dolor, con alegría, con llanto y risas,
bienaventurado eres tú, hombre, que esa es tú agradable labor.
Hubo una vez un alumno que se escondió en la casa de su anciano Rav, porque quería aprender Torá,
y escuchó cómo busca a su esposa, como si se hubiesen casado ayer,
y aún no se ha saciado de ella.
Bienaventurado eres tú, hombre, que tienes una mitzva tan dulce.
Y al mismo tiempo tan necesaria y tan importante,
tan imprescindible para tu esposa, como el aire para los pulmones -
más que el alimento, más que la salud, más que cualquier otra cosa
bienaventurado eres, que has encontrado tu pertenencia.
No la pierdas día a día, por tontas discusiones y mal entendidos
búscala día a día.
Busca cada día en tu bondad por tus primeras acciones
y recuerda: Buscar, no es una ciencia exacta.
Cuando brota del corazón, también entra en él
si tienes un corazón torcido -  de esa forma se enderezará y se purificará
de esa forma será bueno para tu esposa y para ti.
Qué suerte tienes tú, que tienes a quien buscar día a día!.

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail:
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