Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Shmot     18 de Tevet 5785     No 1493
 

Las parteras hebreas
Rav Oren Tavelsi

 

Antes que Paró (El Faraón) ordene a su pueblo tirar al río los niños de Am Israel (el Pueblo de Israel), intenta eliminarlos en secreto, con la colaboración de las parteras. “El rey de Egipto habló a las parteras hebreas… cuando asistan en el parto a las hebreas y miren el asiento del parto, si es niño mátenlo, y si es niña, que viva” (Shmot 1:16). A primera vista, la orden de Paró es muy extraña. ¿Cómo se le ocurrió que las parteras hebreas le acatarán y consentirán matar los niños de su pueblo? Y en efecto, esa dificultad condujo a parte de los comentaristas a explicar que Shifra y Pua (las parteras) eran egipcias. “Parteras hebreas”, según ellos, quiere decir las parteras que asistían a las hebreas en sus partos, pero ellas mismas no eran hebreas sino que egipcias. Según ello podemos entender que Paró pensó que las egipcias colaborarán con su cruel plan, como dice el Abarbanel: “Y no eran hebreas, porque ¿cómo podría confiar en mujeres hebreas que maten sus hijos? Sino que eran egipcias que asistían a las hebreas en el parto” (Abarbanel, versículos 1 a 22). Y Ialkut Shimoni agrega que finalmente las parteras se convirtieron, y se unieron a Am Israel. Según esa interpretación, las parteras fueron las primeras piadosas de las naciones, y la Torá nos enseña a través de ellas las potentes fuerzas que se esconden en la persona para hacerle frente a las fuertes presiones externas. Egipto era una nación que esclavizó con una violencia sin misericordia ni salvación alguna. Dentro de esa oscuridad y maldad hubo mujeres que se negaron marchar según la malvada concepción del publico egipcio. Ellas se hicieron una espina dorsal moral vigorosa. Eso por un lado nos alienta en la comprensión de las fuerzas escondidas en la persona, y por otro lado de ello emana una exigencia que la persona no podrá excusar sus malas acciones arguyendo normas sociales que la rodean.

Pero la opinión más aceptada por nuestros sabios es que Shifra y Pua eran hebreas – Iojebed y Miriam (o Iojebed y Elisheva. Sota 11A). Y entonces, volvemos a preguntar, ¿cómo pensó Paró que le obedecerán? La Gmará nos ayuda un poco a entender con una idea que a primera vista es extraña. “Dijo Rabí Iosi, Paró les reclamó hacer un pecado con él (relaciones prohibidas), y no aceptaron”. Y nuevamente, preguntamos ¿cómo pensó Paró que Iojebed y Miriam, las tzadikot (justas) de esa generación, aceptarán hacer algo semejante?

Paró en su decreto no solamente ordenó matar los niños, sino que agregó “y si es niña, que viva”. En eso se revela el profundo plan de Paró. No solamente quería exterminar a Am Israel, sino que deseaba reemplazarlos. Si las hijas de Am Israel quedarán sin hijos, eso quiere decir que los hombres que se casen con ellas serán egipcios. Y así nacerá una descendencia nueva, compuesta del pueblo egipcio y la familia de Iaacov. Las parteras desean el éxito de Am Israel y su redención. Pero la realidad es dura. Am Israel es esclavizado, subyugado y sometido. Desamparado, sin horizonte de salvación. Paró les propone algo que es difícil no aceptar: Esperanza. Un futuro y una salvación para ellas y todas las hijas de Am Israel. Paró señala a los varones egipcios, fuertes, subyugantes, en contraste con los hijos de Israel que son débiles, desgraciados, y le dice a Iojebed y Miriam: Ustedes serán las salvadoras de su pueblo. Eliminen los niños, y de esa forma les permitirán a las hijas de Am Israel casarse con el pueblo egipcio, cuyos genes son mucho más superiores que los que se encuentran en su pueblo débil y sumiso. La descendencia de Iaacov continuará a través de las hijas de Am Israel y el pueblo egipcio selecto, y esa será la salvación de su pueblo.

Ese es el profundo sentido de nuestros sabios cuando dicen que Paró les propuso hacer un pecado con él. Es una proposición general, a todas las mujeres de Am Israel de unirse con los egipcios. Y las parteras comprendieron la intención, y se negaron. Iojebed y Miriam observaron con una mirada clara la dificultad y desesperación de Am Israel en Egipto, pero a pesar de ello tuvieron fe en la redención y en la Sgulá (esencia espiritual intrínseca) de Am Israel. Los egipcios realmente se veían fuertes y exitosos, mucho más que los hebreos golpeados y abatidos. Pero en las almas de esos sometidos se esconde un gran y potente resplandor, que surgirá en el futuro y superará todo lo que se encuentra en Egipto. Y a pesar de que ahora se ven desamparados, son ellos los que en el futuro serán redimidos y se convertirán en el Pueblo de D’s. Y por merito de ese profundo punto de vista de Iojebed y Miriam en cuanto a la redención y la Sgulá de Am Israel son ellas las que fueron meritorias de hacer nacer a Moshé, el redentor de Am Israel. La mirada de las parteras es la mirada que debemos adoptar para con Am Israel, también cuando la realidad se ve alejada y difícil. Una gran fe en la Sgulá de Am Israel que se esconde en las almas, y un anhelo autentico y sincero por la redención de Am Israel, que va surgiendo de todas las dificultades.

 

El Islam – luces y sombras

Rav Shlomó Aviner

 

Pregunta: ¿El Islam es luz o sombra?

Respuesta: Como muchas cosas en nuestro mundo, hay en él luces y sombras. Por supuesto, hay muchas corrientes dentro del Islam, por lo tanto hablaremos de las corrientes centrales:

Luces:

1. Fe en un D’s único. Tampoco hay estatuas.

2. El significado de la palabra “Islam” es sumisión a D’s. Por supuesto que es bueno.

3. Hay cinco pilares en el Islam:

a. Fe en D’s.

b. Limosna.

c. Rezo (dicho sea de paso, por lo general el rezo no tiene muchas palabras sino que gestos y posturas).

d. Ayuno.

e. Peregrinación a La Meca.

4. En el Corán hay muchas frases plenas de delicadeza.

Sombras:

1. No hay libre albedrio. Todo es determinado por el dios.

2. Hay obligación de apoderarse de todo el mundo, también a través de Guerra Santa – Yihad.

3. Nuestra Torá fue abolida, el fundador del Islam es el último profeta.

4. En el Corán hay muchas frases llenas de violencia – muchas mas que las frases delicadas.

5. Todo es según la Medida de la Justicia. El dios no tiene misericordia, en contraste con el cristianismo en el que todo es según la Medida de la Misericordia (Orot 153). Dicho sea de paso, podemos entenderlo ya que los primeros musulmanes eran tribus salvajes del desierto, y era necesario mantenerlos a correa corta. “Y él será hombre salvaje” (Bereshit 17:12).

6. Muchos asesinatos, desde ese entonces hasta nuestros días.

El éxito del Islam:

De acuerdo con ello, podemos entender por qué el Islam es la segunda religión en el mundo:

1. Fe en un D’s único.

2. Legitimación de muchos tipos de violencia.

3. Un lenguaje hermoso en el Corán (HaKuzari).

Conclusión:

1. Desde el punto de vista moral, habla mucho y hace poco.

2. Las equivocaciones de fe en esa religión no son el principal problema, sino que las acciones corruptas (Shmona Kvatzim).

3. La idolatría legitima e incluso santifica muchas depravaciones. Desde ese punto de vista, el Islam “no hay entre él y la idolatría una separación lógica” (Orot, allí).

“Corregir el mundo con el Reinado de D’s, y todos los seres declamarán Tu Nombre”. 

Meorot HaShabat

 

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.

Encendido de las velas

Encendido de las velas donde serán utilizadas

La mitzva del encendido de las velas se cumple cuando se las enciende en un lugar que será utilizado en Shabat cuando las velas aún están prendidas, pero si se las enciende en un lugar que no será utilizado, no se cumple la mitzva.

El encendido cumple la mitzva

“El encendido cumple la mitzva”, es decir, lo principal en esa mitzva es cuando se las enciende. Por lo tanto, cuando se encienden las velas ellas tienen que encontrarse en el lugar que corresponde según la obligación, porque con el encendido se cumple la mitzva[1]. Y no se debe encender las velas en un lugar que no será utilizado, y luego llevarlas al lugar donde se utilizará, porque de momento que fueron encendidas en el lugar que no corresponde [un lugar que no es utilizado] no ayuda para nada su encendido. E incluso después cuando las velas son llevadas al lugar que corresponde [que es utilizado], no ayuda nada[2].

Si encendieron las velas en un lugar que no es utilizado, de momento que no se cumple la mitzva, si todavía hay tiempo se debe apagar las velas y volverlas a encender nuevamente en el lugar correcto[3].



[1]Semejante a lo que es explicado en la Gmará (Shabat 22B) en cuanto a las velas de Janucá, respecto a las cuales también es válida la regla de “el encendido cumple la mitzva” y no la regla de “el colocado cumple la mitzva”, porque si con el colocado se cumpliese la mitzva sería posible encenderlas en un lugar donde no hay obligación y luego llevarlas al lugar que corresponde (véase Jaiei Adam, Klal 154 inciso 22).
[2]Shuljan Aruj 263:10 Ram”a, y Mishná Brurá inciso 48. E incluso si condiciona en forma explícita que no recibe el Shabat hasta que lleve las velas al lugar que corresponde, y sean colocadas en el lugar que es utilizado en Shabat, se debe encenderlas en el lugar que corresponde (allí, Mishná Brurá inciso 47).
[3]Allí, Mishná Brurá inciso 48. Ya que en la Gmará es explicado que no cumplió la mitzva con el primer encendido (allí, Shaar HaTziun inciso 54).
Pero en cuanto a la mujer que recibe el Shabat con el encendido de las velas, no está claro si podrá volver a encender ella misma, o tiene que pedirle a otra persona que todavía no recibió el Shabat que las encienda (véase Shuljan Aruj 263:14 en cuanto al encendido de las velas de Shabat por error).

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