Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Vaieji     11 de Tevet 5785     No 1492

Como una persona, con un solo corazón

En la actualidad

 

Cuando se acercó el día en que Iaacov morirá, pretendió revelarles a sus hijos qué les sucederá al Fin de los Días, como dice el versículo “Iaacov llamó a sus hijos, y dijo; reúnanse y les declararé lo que sucederá a ustedes al final de los días” (Bereshit 49:1). Iaacov quiso revelarles el final de los tiempos, pero la Shjina (manifestación de la Presencia Divina) se retiró de él.

En contraste, el malvado Bilam, salvando las enormes diferencias, nos revela qué será de Am Israel (el Pueblo de Israel) al Fin de los Días: “Una estrella surgirá de Iaacov y se alzará el cetro de Israel; traspasará a los nobles de Moav y horadará todos los hijos de Shet” (Bamidvar 24:17). Nuestro patriarca Iaacov temió cuando la Shjina se apartó de él, de momento que pensó que quizás hay entre sus hijos alguno que no es merecedor, como fue Ishmael que descendió de Avraham y como Esav que descendió de Itzjak. Pero sus hijos le dijeron: “Escucha Israel, el Eterno es nuestro Señor, el Eterno es uno”. De la misma forma que en tu corazón hay sólo Uno, también en nuestro corazón hay sólo Uno. En ese momento dijo nuestro patriarca Iaacov: “Bendito sea el nombre del Honor de Su reinado para siempre” (Psajim 56). Los hijos de nuestro patriarca Iaacov, cuando recibieron el yugo del Cielo frente a su padre declamaron: Nuestro padre Israel, no te preocupes, tenemos fe en el D’s de Israel que es El Rey, y su reinado reina sobre todo en todo momento y en todo lugar, y la revelación del Fin de los Días no agrega o disminuye nuestra fe en el D’s único.

Pero los pueblos del mundo y los que odian a Am Israel de entre ellos, como los malvados Bilam y Balak, tienen que saber que en el Fin de los Días traspasaremos y horadaremos cuando quieran atacarnos, D’s no lo permita (véase Bamidvar 24:17).

En la actualidad, en nuestros días, los días de la clara señal de regreso de los exilios y la edificación del Estado de Israel, no alcanza con aceptar el yugo del Cielo y rezar para quitar la amenaza de nuestros enemigos que llegan para aniquilarnos, D’s no lo permita. Es imperioso unirnos como una sola persona, con un solo corazón y rebatir la lucha, hasta la victoria. No alcanza con un fuerte ejército. Para vencer se necesita también un gran espíritu y gran fe en nuestra identidad, nuestra meta y nuestro futuro que unirán la nación. La declamación de nuestro patriarca Iaacov “reúnanse” debemos tenerla presente. Y en base a ello veremos con nuestros propios ojos la plasmación del versículo “el Eterno le dará vigor a Su pueblo, el Eterno bendecirá a Su pueblo con el shalom”.

Anhelando la victoria y la salvación plenas

Dov Bigún

Superar la muerte

Rav Shlomó Aviner

 

Pregunta: En nuestra guerra, lamentablemente tenemos muchos caídos. Nos entristece mucho, y nos hace sentir flaqueza. ¿Cómo se puede superar? No es un problema nuevo. ¿Cómo le hizo frente el género humano en general?

Respuesta: El hecho que sientes una gran tristeza por ello, es señal que eres una persona recta y moral.

El temor de la muerte es algo que envuelve al genero humano. Los pensadores gentiles encontraron cuatro soluciones:

1. Epicuro. No hay alma, no hay Mundo Venidero. Por ello, se debe disfrutar todo lo que se puede. Carpe Diem, “cosecha el día”. “Comamos y bebamos, porque mañana moriremos”. Y en su opinión, no se debe temer de la muerte, porque cuando la persona muere ya deja de existir. Por supuesto, no es una solución.

2. Las buenas acciones de la persona subsisten, y en ellas ella vive para la eternidad. Eso es por supuesto cierto, pero no le da una solución al yo personal.

3. La persona es parte del pueblo. Y el pueblo subsiste. Una generación se va, otra llega, y el pueblo siempre continúa existiendo. Es cierto. Pero la pregunta es, ¿qué hay con mi pequeño yo?

4. Hijos e hijas. La biología de la persona se encuentra en ellos, también su alma. Él vive en ellos. También eso es cierto, pero no soluciona el problema del yo particular.

Y nosotros, discípulos de nuestro Rav Moshé sabemos que el alma es eterna, el Mundo Venidero es más vida que este mundo.

En cuanto a los soldados que cayeron en la lucha, definimos cuatro niveles en cuanto a las personas que fueron matadas:

1. Una persona que fue asesinada por ladrones. Purga sus pecados (Shu”t Jatam Sofer).

2. La persona fue asesinada por ser judía. Es considerado Kadosh (santo. Shu”t Mahari”l).

3. La persona fue asesinada porque se negó a cometer asesinato, idolatría o relaciones prohibidas, o cuando es considerado un momento de decretos en contra del judaísmo. Es considerado que esa persona santificó el Nombre de D’s.

4. Una persona decide poner en peligro su vida como soldado. Nadie puede acercarse al encumbrado lugar donde se encuentra su alma. 

Meorot HaShabat

 

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.

Encendido de las velas

Bendición del encendido

Con el encendido de las velas se bendice “bendito seas Tú… que nos santificó con sus mitzvot y nos ordenó encender la vela de Shabat [1]. E incluso cuando se encienden varias velas, es preferible decir “vela” (en singular) y no “velas”, porque la obligación básica es encender una vela[2].

Cuándo se bendice

Hay quienes opinan que la mujer debe bendecir antes de encender las velas, como la regla general en el cumplimiento de toda mitzva, que se bendice enseguida antes de cumplirla[3].

Y hay quienes opinan que debe bendecir solo después de haber encendido, porque en su opinión con la bendición de la mujer es como si recibiese ya el Shabat en forma explícita, y si bendecirá antes de encender, tendrá prohibido hacer Melaja y no podrá encender las velas. Por ello, debe encender las velas y luego bendecir, y escribió el Ram”a que así se acostumbra[4].

Cubrir la cara

Según las opiniones que la mujer bendice luego de encender las velas, para que sea considerada una bendición enseguida antes del cumplimiento de la mitzva, la mujer colocará sus manos frente a su cara luego de encenderlas, para que no vea las velas encendidas[5], y bendecirá por el encendido, y solo después descubrirá su rostro. Porque de esa forma recita la bendición antes de disfrutar de la luz de las velas, y es considerado como si fuese enseguida antes de su encendido[6].



[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 263 inciso 5).
[2](Allí, Mishná Brurá inciso 22). Y si ya lo hizo, el que bendice “encender velas” (en plural) cumplió con la obligación, incluso si encendió solo una vela (allí, Kaf HaJaim inciso 38).
La mujer que tiene dudas si bendijo o no [eso puede suceder cuando en la casa hay algo que la preocupa y no prestó suficiente atención durante el encendido de las velas], no tiene que volver a bendecir, porque la regla es que si se tiene dudas en cuanto a alguna bendición no se vuelve a bendecir, por temor al mencionado del nombre de D’s en vano. Y también suponemos que seguramente bendijo, como acostumbra todas las veces (allí, Biur Halajá, comienza kesheiadlik ibarej). Pero si sabe con certeza que no bendijo, mientras todavía está permitido encender velas [poco antes de la puesta del sol], puede bendecir. Pero si ya ha llegado el momento en que está prohibido, no puede bendecir (allí, Biur Halajá).

[3](Allí, Ram”a. Mishná Brurá inciso 26).
[4](Allí, Ram”a. Mishná Brurá inciso 27. Ben Ish Jai, segundo año, Noaj inciso 8). Y en Iom Tov, que está permitido encender velas de algún fuego que está ardiendo, bendecirá primero y luego encenderá las velas, de momento que incluso si bendice por el encendido de las velas y recibe el Iom Tov, todavía tiene permitido encender las velas de un fuego que arde. Y la opinión del Maguen Avraham es que para no hacer diferencias [entre Shabat e Iom Tov], también en Iom Tov encenderá solo después de la bendición. Pero muchos Ajaronim opinan que en Iom Tov bendecirá y luego encenderá (allí, Mishná Brurá).
Y cuando el que enciende las velas de Shabat es un hombre, que se acostumbra que no recibe el Shabat con ello, o también una mujer que hizo una condición [cuando es necesario] que no recibe el Shabat con el encendido, los Poskim dicen que de momento que no reciben el Shabat con el encendido, pueden bendecir antes, como es la regla con toda mitzva. En Derej Jaim tal parece que opina como el Maguen Avraham, que incluso de esa forma debe bendecir luego del encendido para no hacer diferencias. Pero de lo que escribió Rabí Akiva Iguer y Jaiei Adam es evidente que opinan que se debe bendecir y luego encender (allí, Biur Halajá, comienza ajar haadlaka).

[5]Ben Ish Jai (segundo año, Noaj inciso 8) agregó que así también según lo esotérico, es correcto cerrar los ojos en ese momento.
Hay quienes acostumbran también a circunvalar las velas con las manos antes de cubrir el rostro (véase Noheg KaTzon Iosef, libro antiguo que fue impreso en el 5075).

[6](Allí, Ram”a. Kitzur Shuljan Aruj 75, inciso 4).

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