Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Vaieshev     20 de Kislev 5785     No 1489
 

¿Sin importancia?
Rav Eran Tamir
(reimpresión)

 

Los tres temas centrales en nuestra Parashá – la venta de Iosef, el episodio de Iehudá con Tamar y los sueños de los ministros de Paró (el Faraón) y su interpretación según Iosef – según la interpretación sencilla parecen a primera vista producto de circunstancias laterales, cosas sin importancia central. La venta de Iosef fue a consecuencia de la túnica que le hizo Iaacov, el episodio de Iehudá y Tamar fue a consecuencia del descenso de Iehudá a la esquila de su ganado en Timna, y la interpretación de los sueños de Iosef fue a consecuencia del hecho que por casualidad se encontraba en la cárcel.

A primera vista son relatos casuales - como los aprendimos en la jardinera y desde ese entonces fueron grabados en nuestra conciencia como cuentos de la vida, sin importancia especial. Pero cuando analizamos un poco, enseguida identificamos que esos cuentos pequeños son los cuentos que condujeron a las cosas más importantes de nuestra historia. La túnica nos condujo al exilio en Egipto, y cuando salimos de allí surgió Am Israel (el Pueblo de Israel) en la historia. La trasquila del ganado y todo lo que ocurrió por ello con Iehudá y Tamar condujo al nacimiento del Meshiaj (Mesías) y el surgimiento del reinado del linaje de David. Y el cuento de los sueños y su interpretación condujo a la transformación de Iosef en virrey de Egipto – donde se encuentra insinuado el papel del Meshiaj Ben Iosef (Meshiaj del linaje de Iosef) en nuestra última gueulá (Redención).

Y así escribió el Rav Kuk (Olat Reaya Alef, Pág. 306): “Cuando la persona analice todas los giros de la conducción de nuestros patriarcas, y todas las pequeñas cosas que fueron la preparación para la salida de Egipto y el florecimiento del reinado del linaje de David – la túnica de Iosef, Iehudá que se dirige a trasquilar su ganado y los sueños de Paró, el ministro de la bebida y del pan… debemos prestar atención a los caminos de la elevada Providencia Divina y sus acciones, que en su momento nadie se imaginaría que tienen un cometido tan elevado”.

De ello aprendemos un gran principio. A pesar de que según un punto de vista humano común nosotros diferenciamos entre cosas grandes y cosas pequeñas, entre acciones importantes y las que nos parecen sin importancia, según la elevada conducción Divina es un gran error, porque en todo lo “pequeño” se esconde una gran profundidad, cuya influencia es tremenda a lo largo de muchas generaciones. Y así continúa el Rav Kuk (allí): “El conocimiento de los caminos de la Providencia Divina… cuando la persona investiga la meta de las acciones, que también las acciones laterales que pensó eran casualidades y nada más, todas fueron y serán bases para la preparación del bien elevado, y comprendiendo de los detalles a la generalidad, la mano de D’s gobierna todas nuestras acciones para conducir a la suprema meta y el bien elevado… porque también las cosas que se ven lejanas, y las acciones que surgen por resoluciones humanas, a veces incluso por algún capricho, también ellas son la obra de D’s, para que su resultado llegue a la elevada meta…”.

Entonces, nuestro deber es doble: Reconocer con nuestro raciocinio y educarnos a nosotros mismos a que la conducción Divina, la grandeza Divina se expresa también en los detalles de nuestra vida “pequeños y laterales”, ya sea la vida del individuo particular y la familia, ya sea de la nación. Porque todo “pequeño” en realidad es muy grande, porque “den grandeza a nuestro D’s” (Dvarim 32:3). Y en segundo lugar, no solo debemos reconocerlo y tenerlo presente y permanecer pasivos, sino que debemos actuar con D’s, y también o quizás justamente en los pequeños detalles de la vida, porque en ellos se esconde un gran resplandor, que espera salir y ser plasmado, y con las “pequeñas” acciones los “ayudamos” a ser descubiertos, y al respecto fue dicho “exaltad al Eterno conmigo” (Tehilim 34:4). ¡Amén!

 

¿Creyente o filosofo?

Rav Shlomó Aviner

 

Pregunta: El autor del libro “Maimónides, un filósofo religioso radical” (Maimonides, A Radical Religious Philosopher) arguye que el Ramba”m era un filósofo radical, que no creía en lo sobrenatural, en la creación del mundo ni en los milagros. Sostiene que el Ramba”m conceptuó la religión sobre todo como una creación humana, para orientar a las personas a una vida moral y comprender la verdad filosófica. Según él, el Ramba”m habla en su libro a dos tipos de personas: La persona confundida, que tiene cierta concepción filosófica y piensa que esta en contradicción con la Torá. Para ella fue escrita el libro, para que pueda leer su concepción dentro de él y dentro de la Torá, y pueda continuar cuidando de las mitvzot. Y el segundo tipo es el discípulo que no está confundido, que quiere entender más la concepción filosófica correcta y profundizar en sus conocimientos de la Torá. Junto con ello, el libro habla también de la Providencia y el libre albedrio en la concepción del Ramba”m.

Respuesta: Los argumentos en cuanto al Ramba”m como un filósofo radical que se opuso a lo sobrenatural se desentienden de varias fuentes centrales:

1. Fe en la creación del mundo

El Ramba”m escribe en forma explícita en su libro “More Nebujim” (Segunda parte, cap. 25): “Debes saber que no nos escabullimos de decir que hubo una creación del mundo por los versículos que indican que el mundo fue creado… sino que si fuese aclarado que el mundo es eterno… interpretaríamos los versículos de forma que coincidan con esa idea. Pero no fue aclarado en forma clara que el mundo es eterno, y por ello no es correcto inclinarse por esa idea”.

2. Fe en los milagros

En More Nebujim (Segunda parte, cap. 29) el Ramba”m explica: “Porque toda maravilla que hizo un profeta… lo hizo solo para indicar que su profecía es autentica… y nosotros no creemos que alguien que arguya ser profeta y haga alguna maravilla es profeta, sino que hasta que sepamos que le es adecuado ser profeta, en sus virtudes y acciones”.

3. La Torá es divina

En Hiljot Isodei HaTorá (cap. 8): “El Pueblo de Israel no le creyó a nuestro Rav Moshé por las maravillas que hizo… ¿y por qué le creyeron? Por el episodio del Monte de Sinai, cuando nuestros ojos vieron y no ajenos y nuestros oídos escucharon y no otros”.

4. En cuanto a dos tipos de lectores

En efecto, el Ramba”m escribe para distintos tipos de lectores, pero su meta es llevar a todos al profundo entendimiento de la verdad Divina, y no legitimar la negación de lo sobrenatural. Como escribe en el prólogo al More Nebujim: “Y mi intención con este escrito es hacer despertar al hombre religioso que ya le es clara la verdad de nuestra Torá… y completaron el estudio de la filosofía”.

5. El tema del libre albedrio

El Ramba”m recalca en Hiljot Tshuvá (cap. 5): “Toda persona es libre de inclinarse al buen camino y ser tzadik (justo) si así quiere… es lo que D’s nos hace saber a través de nuestro Rav Moshé, diciendo ‘ve que he puesto delante de ti hoy la vida’”.

En resumen: Esos argumentos ignoran un conjunto de escritos del Ramba”m. Mientras que el Ramba”m conjugó la filosofía y la religión, lo hizo en base a la fe absoluta en la Torá escrita y la Torá oral. Un estudio profundo de sus escritos muestra que vio la Torá como algo Divino, creyó en la creación del mundo y la Providencia, pero lo explicó con herramientas de la filosofía. 

Meorot HaShabat

 

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.

Encendido de las velas

Recibido del Shabat con el encendido de las velas

Los Rishonim (sabios de hace unos 500 años) discrepan en cuanto si se recibe el Shabat con el encendido de las velas o no.

En opinión del autor del libro “Baal Halajot Gdolot” con el encendido de las velas se recibe el Shabat y de aquí en más está prohibido hace melajot. Pero hay otros Rishonim que opinan que el recibimiento del Shabat no depende del encendido de las velas[1].

El Shuljan Aruj (libro de halajá por excelencia) citó ambas opiniones[2]. El Ram”a escribió que la costumbre es que la mujer que enciende las velas recibe de esa forma el Shabat, y de aquí en más tiene prohibido hace melaja[3] y por ello ella debe terminar todas las melajot y preparativos del Shabat antes de encenderlas.

Decirle a otro que haga alguna Melaja

Una mujer que recibe el Shabat con el encendido de las velas, cuando todavía hay mucho tiempo hasta Bein HaShmashot (es decir, hasta la puesta del sol), puede pedirle a su esposo u otra persona que aún no ha recibido el Shabat que hagan alguna melaja para ella: De momento que ellos todavía tienen permitido hacer melajot, no hay prohibición de pedirlo[4]. Por ello, si alguna de las velas se apagó, la mujer puede pedirle a alguna persona que todavía no recibió el Shabat que vuelva a encenderla[5].



[1](Tur 263, inciso 10.  Shuljan Aruj). Y en opinión de los que dicen que el recibimiento del Shabat no depende del encendido de las velas, el recibimiento del Shabat es cuando el público dice en el rezo de Arvit “Barju”, o el salmo “Mizmor Shir LeIom HaShabat” (Shuljan Aruj allí). Y véase en Shu”t Lev Jaim (parte 3, inciso 49) que escribió que también según esas opiniones se refieren justamente cuando el público reza cuando todavía el día no terminó, antes de la puesta del sol, pero si ellos rezan después de la puesta del sol, por supuesto que no se puede decir que el recibimiento del Shabat es en el rezo, y tienen prohibido hace melaja antes de la puesta del sol.
[2](Allí)
Hay quienes escribieron que el Shuljan Aruj determina que la mujer no recibe el Shabat con el encendido de las velas, véase Shuljan Gavoa (al final del inciso679). Y de todas formas hay quienes escribieron que en un principio la mujer debe recibir el Shabat con el encendido de las velas. Pero el Ben Ish Jai (segundo año, Noaj inciso 8) y Kaf HaJaim (inciso 34-35) explican que la costumbre es que la mujer recibe el Shabat con el encendido de las velas.

[3](Allí, Ram”a)
Pero el esposo y el resto de las personas en la casa no reciben el Shabat
con el encendido de la mujer (allí, Ram”a). También ellos deben cuidarse de terminar todos los preparativos y melajot a tiempo, y no demorarse. Véase más adelante, en cuanto a posibilidad de hacer condicionamiento.
[4]A pesar de que toda melaja que está prohibido hace en Shabat también está prohibido pedirle a algún gentil que la haga, de todas formas el que recibió el Shabat tiene permitido pedirle a su compañero que todavía no lo recibió hacer melaja, porque de momento que para su compañero no hay ninguna prohibición de hacerlo, no está prohibido que se lo pida, porque lo que está prohibido es pedir algo que está prohibido para todo Israel (allí, Ta”z inciso 3). Y el Maguen Avraham (inciso 30) escribió que la razón es porque también el que recibió el Shabat podría elegir no recibirlo todavía. Y todo lo que está permitido de alguna forma, se lo puede pedir a otro que lo haga para él – fue citado por Kaf HaJaim (inciso 101).
[5](Véase allí inciso 17. Mishná Brurá inciso 4. Kaf HaJaim inciso 100).

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