Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Shabat Jol HaMoed 17
de Tishrei 5785 Sucot
No 1481
Una
sola atadura
Rav
Ioram Eliahu (reimpresión)
El
Ramba”m (Ramba”m, Hiljot Lulav 7:6) de acuerdo con la Gmará
(Suca) determina: “El cumplimiento de la mitzva de la mejor
forma es
atar el Lulav (palma), Hadas (mirto) y Arava
(sauce), y
hacerlos una sola atadura”. Y cuando la persona bendice, toma
en su mano
derecha esa atadura, y en su mano izquierda el Etrog (cidra) y
los une,
todos juntos.
Y
debemos entender, ¿cuál es la idea que nos quisieron
trasmitir con esa unión de
las cuatro especies?
Es
sabido que las cuatro especies insinúan a cuatro tipo de
personas de Am
Israel (el Pueblo de Israel), y así dice el Midrash:
“El fruto de un
árbol de esplendor – esos son los Hijos de Israel, de la misma
forma que el Etrog
tiene buen gusto y aroma, así también los Hijos de Israel
tienen personas que
tienen Torá y buenas acciones” (Vaikra Rabah 30). El Midrash
continúa y dice que la palma – que tiene buen gusto –
insinúa a las personas
que tienen Torá pero no tienen buenas acciones, el mirto
que tiene buen
aroma insinúa a las personas que tienen buenas acciones pero no
tienen Torá,
mientras que el sauce que no tiene buen gusto ni aroma insinúa a
las personas
que no tienen Torá ni buenas acciones.
¿Qué hace D’s? “Todos juntos
serán atados, y estos purgarán a estos otros, y si
así hacen, en ese momento Yo
me elevo”. El atado de todas las especies juntas expresa la
unión de Am
Israel y el amor de D’s por todas Sus criaturas, y Su voluntad que
nos
unamos todos juntos, que comprendamos que también los que no
tienen buen gusto
ni aroma tienen un papel, y nuestra tarea es ayudarlos a descubrirlo. A
través
de esa unión y vinculación, ellos se elevan y traen su
bendición para con Am
Israel.
El
autor del libro “Netivot Shalom” cita al Mahara”l, que
dice que
la plenitud de la persona es cuando es pleno para con su Creador, pleno
para
con su prójimo, y pleno consigo mismo. Y en todas esas
plenitudes existen esos
cuatro aspectos que fueron mencionados, insinuados por las cuatro
especies. En
cuanto a la plenitud para con su Creador, hay épocas en que D’s
le entrega a la
persona luz, y ella siente gusto y aroma en el culto a D’s. Y hay
situaciones
de gusto sin aroma. Y hay situaciones de aroma sin gusto, y a veces sin
gusto
ni aroma, totalmente cerrado. Y la labor del hombre es coronar a D’s en
todas
las situaciones, ya sea cuando lo alumbra, ya sea cuando se siente en
la
oscuridad. Y así también en cuanto a su prójimo:
Hay personas con buen gusto y
aroma, y hay sin gusto, etc. Como explicamos anteriormente, “porque la
orden de
amarás a tu prójimo como a ti mismo es amar a cada uno de
Am Israel como
a su propio cuerpo”. Y también en cuanto a sí mismo. Hay
distintos humores, hay
situaciones en que la persona no encuentra ningún significado a
su vida,
tiempos sin gusto ni aroma, y debe saber que D’s creó el
día y la noche, la luz
y la oscuridad, “y las cuatro especies le ayudan al judío a
coronar a D’s en
todas las situaciones, ser pleno para con su Creador, pleno con su
prójimo y
pleno consigo mismo” (Netivot Shalom, Sucot).
En
base a la pureza de Iom Kipur (Día del Perdón)
nos hacemos merecedores
de la gran labor de las cuatro especies, vincular las personas de la
nación
juntas, y saber unir dentro nuestro las distintas situaciones en
nuestro culto
a D’s.
Y
es nuestra obligación es enseñarle eso a nuestros hijos:
1.
En el plano general, hay distintos tipos de personas en Am Israel,
y
diferentes fracciones entre los que le rinden culto a D’s, y
también si no
coincidimos con ciertos caminos, no debemos despreciarlos, sino que
comprender
que también ellos tienen un papel en el sistema general, y
debemos respetarlos.
2.
En el plano particular, a veces el joven se encuentra en un
período de
elevación, “con luces”. Y a veces todo está cerrado
delante de él, no hay
ninguna luz y él desespera y piensa que el camino de D’s no es
para él. También
aquí llega la atadura del Lulav y nos enseña que
debemos cumplir “y
harán todos una sola atadura para hacer Tu voluntad, con todo el
corazón” (rezo
de Iom Kipur), y en base a ello se hará merecedor de elevarse de
todas las
situaciones y sentir cercanía a D’s siempre. Jag Sameaj
(fiesta alegre).
La
Suca del Leviatan
Rav
Shlomó Aviner
Rezamos
que seamos merecedores de sentarnos en la Suca del Leviatan
(animal marino muy grande), y debemos entender de qué se
trata.
El Leviatan
es un animal enorme, simboliza la cima de la
potencia animal y el materialismo. A primera vista, no tenemos nada que
ver con
él. Nuestra aspiración es elevarnos por encima de los
asuntos de este mundo, y
ser merecedores del resplandor Divino.
Y
aquí llega la gran innovación: No hay antagonismo entre
el kodesh
(lo santo) y lo material, incluso lo material con todo su vigor. Es
cierto que
“el kodesh común” es “enemigo de la naturaleza”, “se
arma de toda su
fuerza para luchar contra la naturaleza” (Orot HaKodesh Bet 317), no
entiende
que de la misma forma que lo material sin el kodesh es como un
cuerpo
sin alma, así también el kodesh sin lo material
es como un alma sin
cuerpo. No comprende que luchando contra la naturaleza, lucha contra su
propia
esencia.
Pero
nuestra aspiración es no desconectarnos de la naturaleza sino
que elevarla, lo que es posible solamente cuando el resplandor Divino
la
envuelve. Por ello, esa elevación es recalcada justamente en la
fiesta de Sucot,
en la que las nubes de honor nos envuelven y la Shjina
(manifestación de
la presencia Divina) se revela dentro nuestro. Y en base a la kdushá
(santidad) de Sucot, que es la kdushá de este
mundo y su
elevación, los tzadikim (justos) serán
merecedores de participar del
banquete del Leviatan.
Meorot
HaShabat
El cometido
de esta sección es familiarizar a los
lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno
debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las
numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no
limitarse a lo
escrito en esta sección.
Encendido
de las velas
Encendido
de las velas para la paz del hogar
Aparte
de las velas que se encienden donde se cenará, también en
el resto de los
cuartos de la casa que serán utilizados en Shabat hay
que encender
velas, para la paz del hogar[1].
Es
decir, para que la casa esté en paz y bien arreglada. Porque
cuando los cuartos
están alumbrados los habitantes de la casa no se
tropezarán con obstáculos u
objetos, y de esa forma estarán apaciblemente en la casa[2].
Un
lugar alumbrado
Cuando
encendieron velas en el lugar donde cenarán o en uno de los
cuartos de la casa
que serán utilizados, ya cumplieron con la mitzva del
encendido de las
velas de Shabat. Por lo tanto, si la luz de las velas alumbra
también el
resto de los cuartos, no es necesario encender velas en cada cuarto,
porque no
hay peligro que se tropiecen con obstáculos y la mitzva
del encendido de
las velas que cada uno tiene obligación ya la cumplieron[3].
También
cuando los cuartos de la casa son alumbrados por la luz de la calle o
similar -
y por supuesto cuando hay en ellos alguna otra luz prendida - alcanza
con esa
luz y no es necesario encender en ellos velas.
Pero
la reglamentación de nuestros sabios que cada persona tenga una
vela prendida
en su casa (cuando lo principal es el encendido de velas en el lugar
donde se
cenará) hay que cumplir de todas formas, y también cuando
toda la casa está
alumbrada se debe encender en ella velas de Shabat[4].
[1]“Y sabrás que habrá paz en tu tienda” (Iyov
5:24) – ese es el
encendido de las velas de Shabat, porque no hay paz sin vela (Shabat
34A,
comentario de Rabeinu Jananel allí).
[2](Shuljan Aruj 263, Mishná Brurá inciso 2).
Y en los cuartos en los
que no se come, alcanza con una sola vela.
Esas velas permanecerán encendidas por lo menos hasta
que las personas de la casa se vayan a dormir (Sidur Beit Iaakov, Dinei
Erev
Shabat inciso 30). Y hay quienes escribieron que es más honroso
que las velas
permanezcan encendidas toda la noche, porque muchas veces alguna
persona se
levanta en medio de la noche (Shu”t Majane Jaim 3, Orej Jaim inciso 19.
Shu”t
Rav Poalim 4, inciso 30 citando Divrei HaHalajot Ktanot inciso 247,
véase allí).
[3](Ktzot HaShuljan al Badei HaShuljan 74 inciso 1).
[4](Allí, Ktzot HaShuljan. Y véase Kaf HaJaim
allí, inciso 17 citando
Ben Ish Jai).
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