Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Parashat Ree 27
de Av 5784 No 1474
La
limosna adecuada
Rav
Ioram Eliahu
La Torá
nos ordena entregarle
limosna al necesitado, “si
hubiera un necesitado en ti, de entre uno de tus hermanos… sino que
ciertamente
abrirás tu mano para él…” (Dvarim
15:7-8).
La Gmará (Brajot 58B) cuenta un
relato del que el Rav Kuk zt”l aprende pautas importantes en cuanto a
la mitzva
de la limosna. Y así cuenta: “Ula y Rav Jisda marchaban por
el camino, y
llegaron al lado de la casa de Rav Jana Bar Janilai que estaba en
ruinas. Rav
Jisda se arrodilló y se lamentó mucho. Le dijo Ula,
¿por qué te lamentas?
¿Acaso no sabes que el lamento daña al cuerpo de la
persona? Le contestó Rav
Jisda: ¿Cómo puedo no lamentarme? En esta casa
había 60 panaderos por el día y
60 panaderos por la noche que horneaban pan para todo necesitado. Y Rav
Jisda
Bar Janilai sostenía todo el tiempo en su mano su monedero para
estar listo a
entregar limosna al necesitado que llegue, no sea que se
avergüence y se marche
hasta que él saque el dinero para darle. Y también en
esta casa había cuatro
puertas a los cuatro vientos para que entren los necesitados enseguida
sin
necesidad de rodear la casa. Y tiraban espigas de trigo y cebada fuera
en los
años de hambre para que el que se avergüence a llegar por
el día venga por la
noche y las recolecte en secreto. Ahora que esta casa ha caído y
se ha
convertido en una ruina, ¿no me lamentaré?”.
Explica el Rav Kuk (Ein Aya) que aprendemos
de ese relato que la limosna debe tener cuatro cualidades:
1. Que sea abundante, cuando muchas
personas se ocupan de ella – eso se aprende de los 60 panaderos del
día y de la
noche.
2. “Se debe prestar atención que el
espíritu del que la recibe no decaiga, de forma que
recibiéndola pierda su
dignidad”. Cuando tu entregas limosna, debes hacer todo lo posible para
que el
que la reciba no se avergüence, que no pierda su dignidad. Si te
demoras en
darle, para el necesitado que espera frente a ti cada momento es como
una
eternidad, le es difícil esa situación. Por ello Rav Jana
Bar Janilai sostenía
en su mano su monedero, para poder entregarle enseguida la limosna al
necesitado y no se avergüence.
3. Dice el Rav que en todo momento y en
toda generación hay controversias entre diferentes fracciones de
la sociedad, y
se debe tener cuidado que “el generoso no debe aprovechar su
mérito para
fortalecer su fracción y añadir consentimiento”. Eso se
logra cuando el
generoso no destina su dinero para una meta sola, “sino que su
generosidad
abunda en toda dirección, esa es la prueba que tiene un alma
generosa
verdaderamente”. Y Rav Jana Bar Janilai era así, y lo
expresó con el hecho que
su casa tenía puertas en todas las cuatro direcciones, como
diciendo que su
limosna es para todos.
4. Dice el Rav – y esa es la cualidad mayor
de todas – “no pretenderá en su entrega y sustento
agradecimiento del que la recibe”.
Una persona que le entrega un regalo a su compañero espera por
lo menos recibir
agradecimiento. Pero el nivel más alto de la limosna es cuando
no es así. Eso
lo aprendemos de Rav Jana Bar Janilai que tiraba fuera de la casa
espigas de
trigo y cebada, y los necesitados las recolectaban en secreto. Rav Jana
Bar
Janilai no recibía ni siquiera agradecimiento por ello. El Rav
profundiza en
ese punto y recalca otro aspecto: Muchos de los generosos en su entrega
se
mezcla cierto deseo “que ellos sean los que entregan”. Les es agradable
sentir
que ellos son los que entregan, por lo menos eso desean sentir y darle
ellos
mismos al necesitado. Pero Rav Jana Bar Janilai nos enseña que
“la profunda
generosidad, que emana de un alma pura, es que tiraba afuera, que no
sea notorio
en absoluto que él es el que entrega. Incluso en la entrega
misma no buscara la
agradable sensación de ser él el que entrega”.
Que seamos merecedores de contarnos entre
esos generosos plenos.
Cándido
Rav
Shlomó Aviner
¿Por
qué fuimos ordenados ser cándidos? ¿Acaso no
debemos utilizar
nuestro raciocinio para saber a D’s y cumplir las mitzvot?
En efecto,
fuimos ordenados: “Cándido serás con el Eterno, tu D’s”
(Dvarim 18:13). Y D’s le ordenó a nuestro patriarca Avraham:
“Marcha delante de
Mí y se cándido” (Bereshit 17:1). Y por supuesto el
Sacrificio de Itzjak es la
cima de la candidez, como es explicado en Ein Aya.
Todo lo
racional el sello de la duda se encuentra estampado en él.
¿Quizás hay hechos que no son sabidos, que pueden cambiar
las cosas? ¿Quizás la
interpretación de los hechos no es correcta?
Pero la fe
es absoluta, es certeza. “El que Su nombre es certeza,
así es su alabanza”. La Torá es verdad absoluta,
las mitzvot son
verdad absoluta. Verdad absoluta, y fe absoluta.
Por ello
no se debe ocupar de todo tipo de cuestionamientos a la
fe, como escribe el Ramba”m (Hiljot Avoda Zara, cap. 2). Y a pesar de
que él
mismo se ocupó de demostraciones lógicas de la fe, no lo
hizo porque él lo
necesitaba, sino que por misericordia de los pobres desgraciados que se
encuentran apresados por los cuestionamientos y las aparentes
contradicciones.
Así le respondió y les escribió a sus
discípulos, que le preguntaron por qué se
ocupa de la filosofía: La Torá
es para mí una amable cierva y
una graciosa gacela, sus encantos me embriagarán en todo
momento, pero me he
tomado sirvientas amonitas, moabitas, tzidonitas de cocineras y
horneadoras,
para mostrarle a los pueblos que es muy bella.
Él
mismo no lo necesitaba, solo para los
demás que entienden solo ese idioma. Por ello la primera parte
de su libro, More
Nebujim es Torá, en el medio hay filosofía, y
al final nuevamente Torá.
En el libro HaKuzari la filosofía se encuentra al final,
y en el libro Jovat
HaLevavot al principio.
No somos
mas sabios que el Ramba”m, nuestro
patriarca Avraham y nuestro Rav Moshé. Los cuestionamientos que
hay hoy en día
por supuesto que les eran sabido, y no les molestaron, porque se
condujeron con
candidez. Esa fue su felicidad, y es nuestra felicidad. Bienaventurados
somos
que continuamos y declamamos todas las mañanas y las noches:
Escucha Israel, el
Eterno es nuestro Señor, el Eterno es uno.
Por
supuesto que hay cuestionamientos en
temas de fe. Debe ser así. Si lo comprendiésemos todo eso
indicaría que, D’s no
lo permita, nos encontramos a Su nivel. Pero “Mis pensamientos no son
como
vuestros pensamientos”. Los pensamientos de D’s se encuentran a la
altura de
las estrellas. Así escribe el Ramba”m (Hiljot Tshuvá,
cap. 2) que no hay nada
para D’s que no pueda ser, como un triangulo cuadrado. Y Él lo
sabe todo de
antemano, y a pesar de ello hay libre albedrio, porque Él no
esta sujeto a
nuestras reglas lógicas (véase Orot HaTshuva, cap. 16).
Por el contrario, la
sabiduría es reconocer que no sabemos, lo que es llamado “Docta
Ignorantia”.
Por
supuesto que hay que utilizar nuestro
raciocinio. “Tú le brindas sabiduría a la persona, y le
enseñas al hombre
raciocinio”. Pero en base a la fe integra, en base al reconocimiento
que la fe
integra se encuentra por encima del raciocinio. Por encima del
raciocinio hay
inspiración Divina, hay profecía. Y también en
base a ellos no se puede
entenderlo todo. ¿Acaso se puede analizar a D’s? El Ramba”m en
su carta escribe
que tenemos tres fuentes de conocimiento: El raciocinio, la experiencia
y la
profecía. Distintos niveles. Y por supuesto, no somos mas sabios
que los que
tienen inspiración Divina o profecía.
Así
también en cuanto a las mitzvot.
El Ramba”m escribe (al final de Hiljot Meila e Hiljot Tmura) que los
decretos
como los sacrificios son un profundo secreto elevado. Las explicaciones
que
nosotros les damos a las mitzvot son para acercarlas a nuestro
raciocinio, pero en realidad las mitzvot son decretos Divinos,
se
encuentran muy por encima de nuestras explicaciones. Las mitzvot
son una
acción de creación, como explica el Rav Kuk en Olat
Reaya en cuanto al tzitzit.
Las mitzvot hacen correcciones prodigiosas en los mundos
elevados, como
se explica en Nefesh HaJaim (Shaar Rishon).
Los
grandes sabios de Am Israel (el
Pueblo de Israel) atestiguan que cuando fueron decretadas masacres
judíos
íntegros y sencillos temerosos de D’s entregaron su vida para
santificar el
Nombre de D’s, y no así los que tenían una actitud
racional para con la Torá.
“Verdad y
fe”, verdad totalmente clara y una
fe elevada (véase Olat Reaya).
La fe se
encuentra en el interior de la
persona, por su alma, que es un destello Divino, “y sopló en su
nariz un
espíritu de vida”. El niño pequeño tiene fe, solo
se debe esforzar en no
estropearla. Esa es la ventaja de la niñez: La candidez, como es
aclarado en el
articulo respecto a la educación en Maamarei HaReaya.
Pero cuando se
crece, no se debe borrar esa candidez, sino que edificar sobre ella un
nuevo
nivel de valentía: “De la boca de los niños
pequeños has basado el vigor”.
Y
nosotros, los discípulos de nuestro Rav
Moshé, andamos con candidez y sencilles.
Meorot
HaShabat
El cometido
de esta sección es familiarizar a los
lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno
debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las
numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no
limitarse a lo
escrito en esta sección.
Luego de
varios años, comenzamos nuevamente desde el
principio:
Preparativos
del Shabat
Se
debe levantar temprano el viernes para preparar lo que
necesitará en Shabat.
Eso lo aprendieron nuestros sabios del versículo que habla de la
recolección
del Man (el pan milagroso que comieron los Hijos de Israel en
el
desierto): “Será que en el día sexto, cuando preparen
lo que traerán”
(Shmot 16:5) – la preparación de lo que se necesitará en Shabat
comienza
en el momento en que se recolectaba el Man. Y de momento que la
recolección del Man era por la mañana temprano,
como dice el versículo
“lo recogían temprano por las mañanas” (Shmot 16:21),
también los preparativos
hay que comenzarlos temprano por la mañana[1].
Compras
para Shabat después del rezo
Por
ello, cuando se levanta temprano el viernes por la mañana, luego
de haber
rezado, se ocupará de los preparativos del Shabat. Pero una
persona que estudia
algo fijo y bien determinado luego del rezo, y no hay dudas que no
continuará
su estudio por muchas horas sin darse cuenta[2], no debe
renunciar a su
estudio[3], y
aplazará los
preparativos del Shabat hasta que concluya su estudio[4].
A
pesar de que preparó lo que necesitará por la
mañana, es una mitzva que
agregue preparativos también antes de la entrada del Shabat.
Y está
insinuado en la continuación del versículo
“resultará el doble” (Shmot 16:5),
es decir, que preparen doblemente[5].
Cada
artículo que compra para Shabat, es bueno que diga “esto
es en honor del
Shabat”, porque a través de las palabras que son dichas
la kdushá
(santidad) del Shabat recae sobre lo que compra[6].
Horneado
de Jalot
Es
acostumbrado en todas las comunidades amasar y hornear pan para Shabat,
y es parte del honor del Shabat. Eso está insinuado en
el versículo
“sucedió que en el día sexto… lo que habéis de
hornear horneen” (Shmot
16:22-23)[7]. Y se
acostumbra a
amasar una cantidad de la que se debe separar Jala (semejante
al diezmo
en los productos agrícolas), para que la mujer cumpla esa mitzva
en
vísperas de Shabat[8].
[1] Shabat 117B. Rashi, comienza “ve hajinu
et asher iabiu”. Tur 250. Shuljan Aruj 250:1. Mishná
Brurá inciso 1.
El Beit Iosef allí cita el Midrash Tanjuma, que eso se
aprende del versículo “y fue en el sexto día”
(Shmot 16:5), quiere decir
enseguida (véase Biur Halajá allí, comienza
“iashkim baboker” al respecto).
En opinión de varios poskim, la mitzva de los
preparativos del Shabat tiene vigor de
Es preferible comprar lo que necesita para Shabat el
viernes, porque es notorio que lo compra para honrar el Shabat. Y si es
algo
que necesita mucha preparación, como carne, hay que comprarlo el
jueves (Mishná
Brurá allí inciso 2). También si estima que
quizás no lo encontrará en venta el
viernes, es preferible comprarlo el jueves (allí, Shaarei
Tshuvá inciso 1
citando a Birkei Iosef). Y cuando los días son cortos, es
preferible comprar ya
desde el jueves (allí, Mishná Brurá).
[2] Por ejemplo, estudia el comentario de
Rashi a
[3] (Shuljan
Aruj 250, Mishná Brurá inciso 1). Ar”i z”l acostumbraba a
leer
[4] (Mishná
Brurá inciso 1. Biur Halajá allí).
[5] (Mishná
Brurá inciso 2. Kaf HaJaim inciso 4).
[6] (Mishná
Brurá inciso 2. Kaf Hajaim inciso 2, citando al Maguen Avraham.
Majatzit
HaShekel allí).
[7] (Darkei
Moshé 203 citando
[8] (Allí,
Ram”a. Mishná Brurá inciso 6. Kaf HaJaim inciso 23). La
idea es que de la misma
forma que la masa se la puede comer sólo después de haber
separado de ella
Se acostumbra que a los panes de Shabat se los llama
“Jala”, y según el Eshel Avraham la razón es para que de
esa forma no se
olviden de separar de ellos
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