Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Ekev     20 de Av 5784     No 1473

La conducción especial de Eretz Israel
Rav Iaacov Ariel
(reimpresión)

“Porque la tierra a la cual tú te diriges para tomarla en posesión no es como la tierra de Egipto, de la que ustedes han salido, donde sembrabas semilla y la regabas a pie, como un huerto de vegetales. La tierra hacia la cual ustedes cruzan para tomarla en posesión es tierra de montañas y valles, de la lluvia del cielo beberás agua” (Dvarim 11:11).
Es cierto que Eretz Israel (la Tierra de Israel) tiene una ventaja respecto a la tierra de Egipto, porque en ella no es necesario trabajar duro para baldear agua de los lugares bajos a los altos, sino que “tú duermes en tu cama, y D’s riega los lugares altos y bajos”. Pero por otro lado, es una desventaja nada pequeña: En esta tierra no se puede planificar la agricultura. Nunca podrás saber cuántas lluvias habrá. Hay años donde hay sequía, y al año siguiente llueve el doble del promedio anual. No hay una ley natural fija: La lluvia depende únicamente de la voluntad de D’s, en forma directa. Los habitantes de Eretz Israel se sienten dependientes de la conducción Divina.
“Una tierra que el Eterno, tu D's, se preocupa por ella, los ojos del Eterno se encuentran siempre sobre ella, desde el principio del año hasta su término” (Dvarim 11:12). La lluvia es sólo una de las características de la conducción Divina especial de Eretz Israel. Pero hay otros campos en los que se ve en forma directa su influencia: Así es en el plano de la seguridad, la economía, y también la Aliá (inmigración). Este es el lugar donde la relación viva entre D’s y la persona es más sensible. Por ello, es necesario cuidarse más que en todo lugar en el cumplimiento de las mitzvot, “y será que a causa de haber escuchado estas leyes… el Eterno, tu D's, guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres… y te amará, y te bendecirá, y te multiplicará, pues bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra…” (Dvarim 7:12-13). También las cosas sencillas, que por lo general la persona no les presta suficiente atención, en Eretz Israel son consideradas severas – por su sensibilidad especial. No se trata de un condicionamiento de provecho – nos conviene respetar las mitzvot en Eretz Israel para que seamos bendecidos en la simiente y la producción agrícola. Se está recalcando un condicionamiento de valores, que se expresa en una sensible y delicada relación especial de Eretz Israel. Todo comportamiento de sus habitantes apareja una actitud adecuada por parte de D’s. Porque esta tierra no es nuestra, es la Tierra de D’s, Eretz HaKodesh (la Tierra de lo Santo).

¿Desafiar a las naciones?

Rav Shlomó Aviner

 

Pregunta: ¿Cuál debe ser nuestra actitud frente a lo que dijo cierto Rav, que hoy en día debemos aprender de lo que dijo el profeta Irmya al pueblo en la época del primer Beit HaMikdash (El Templo), que tenemos prohibido luchar contra Babilonia, porque perderemos en la guerra? El pueblo no escucho al profeta, se rebeló frente a Babilonia y eso condujo a la destrucción. Y también hoy en día, según su opinión, no debemos desafiar a la naciones, ni a Irán, ni EE. UU. ni a la ONU. Y el que habla de guerra es un extremista, un mesiánico, nos llevara a la destrucción.

Respuesta: Es cierto que en la época del rey Tzidkiahu, luego que las diez tribus fueron exiliadas, cuando Babilonia conquisto a la tribu de Iehudá el profeta Irmya llamó en nombre de D’s a no rebelarse ni luchar. Y en efecto, la rebelión condujo a la destrucción (Irmya, cap. 29 – 33). Pero justamente de ello debemos aprender lo contrario: ¡Esa es la demostración que hoy en día debemos luchar con valentía y vigor! En la época del profeta Irmya se trataba de algo excepcional. D’s ordenó a través de Su profeta que esta prohibido luchar. Pero cuando no hay semejante orden, es una mitzva luchar. La mitzva de luchar con sacrificio contra las naciones enemigas, sin temor, de conquistar la tierra, cuidarla y cuidar de nuestro pueblo, figura muchas veces: En la Torá, en los profetas y los escritos, y en la Torá oral. Por ello, la regla es que se debe luchar contra el enemigo, también si nos parece temeroso y es complicado. Pero en situaciones excepcionales, D’s nos dice que no debemos luchar.

En la Parashá Dvarim figura varias veces la mitzva de luchar y fortalecimiento en ese tema. Algunos ejemplos:

“Mira, Yo he puesto la tierra delante de ustedes, vengan y tomen posesión de la tierra que el Eterno juró a sus ancestros, a Avraham, Itzjak e Iaacov, para entregarla a ellos y a su descendencia después de ellos” (Dvarim 18).

“Entonces yo les dije: No se quebranten ni tengan miedo de ellos. El Eterno, su D’s, que marcha delante de ustedes, peleará por ustedes, así como todo lo que Él hizo con ustedes en Egipto antes sus ojos” (Dvarim 1:29-30).

“En ese momento yo ordené a ustedes, diciendo: El Eterno, su D’s, les ha entregado esta tierra para heredarla, armados cruzarán delante de sus hermanos los Hijos de Israel, todos los varones valerosos” (Dvarim 3:18).

“Y el Eterno los entregue delante de ti y tú los derrotes, los aniquilarás completamente, no harás ningún pacto con ellos ni les concederás gracia” (Dvarim 7:2).

Por supuesto, hay muchos otros ejemplos, como la definición que todo varón de 20 años y más sale a la lucha, la guerra contra Midian, las guerras de conquista de Ioshua, las guerras en la época de los Jueces, de Shaul, de David, Shlomo y el resto de los reyes. Y véase en extensión en el Ramba”m, Hiljot Melajim UMiljamoteheim. Por supuesto que no amamos la guerra, no deseamos luchar, pero queremos vivir en paz en nuestra tierra, y entonces no tenemos más remedio que luchar. Es cierto que si D’s ordena no luchar no se lucha, como sucedió después del Pecado de los Espías: “El Eterno me dijo, di a ellos, no deberán ascender ni hacer la guerra, pues Yo no estoy entre ustedes, para que no sean abatidos por sus enemigos” (Dvarim 1:42). Ellos querían subir a luchar luego del pecado, tenían gran sacrificio, personas rectas y tzadikim (justos), y su intención era buena. Pero a pesar de ello, D’s ordenó que en ese caso no se debe luchar, y por ello cayeron en la batalla. Pero debemos tener en cuenta que esa no fue la orden original de D’s, esa orden llegó solo después del Pecado de los Espías, cuando D’s ordenó heredar la tierra y el pueblo temió y no quiso hacerlo – y por ello fueron castigados.

Cuando nos encontramos en la gueulá (Redención), en nuestra tierra, con nuestro ejército, por supuesto que debemos luchar. Pero cuando nos encontrábamos en la galut (el exilio), la orden era: No desafíen a las naciones. En la Gmará dicen: “¿Esos tres juramentos cuales son? Uno de ellos, que Am Israel (el Pueblo de Israel) no suba como una muralla. Y otro que D’s los juró a Am Israel que no se rebelen frente a las naciones. Y otro que D’s juró a las naciones que no esclavicen a Am Israel demasiado” (Ktuvot 111A). ¿Acaso tenemos cómo luchar en la galut? Les imploramos a los gentiles que tengan misericordia de nosotros, y no nos hagan pogromos. No teníamos otro remedio. También en la época de Irmya, ya estábamos medio en la galut. Diez tribus ya habían sido exiliadas, y Babilonia ya conquistó Eretz Israel (la Tierra de Israel). Por ello, la instrucción excepcional era que en ese momento no se debe luchar, no hay probabilidad de vencer.

Hoy en día, esos argumentos no caben. Hay una mitzva de la Torá de luchar. Véase en extensión en todo el libro Em HaBanim Smeja, una cantidad de demostraciones que hoy en día fue anulada la orden de no desafiar a las naciones. ¿Cual es la alternativa? ¿Que les permitamos a los gentiles asesinarnos? ¿Que le imploremos al Hamas que tenga misericordia de nosotros, y no hagan otra masacre? Lamentablemente hay judíos piadosos y tzadikim que arguyen que todavía estamos en la galut, pero no se dieron cuenta que hemos vuelto a nuestra tierra. En ese tema con ciegos, y nosotros tenemos esperanzas que pronto vean con sus propios ojos que D’s retorna Su cautiverio a Tzion.

“Fortalézcanse y anímense, no tengan miedo ni se quebranten ante ellos, pues es el Eterno el que ira contigo, Él no dejara que te debilites ni te abandonará” (Dvarim 31:6). 

Meorot HaShabat

 

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.

Preparación del Shabat para un día corriente

Preparación en Shabat para Iom Tov

Si Iom Tov cae a la salida del Shabat, está prohibido hacer en Shabat alguna acción para Iom Tov.

Por ejemplo: Está prohibido enrollar los rollos de la Torá en Shabat al lugar donde se debe leer al otro día en Iom Tov, porque no se prepara de Shabat para Iom Tov[1].

Así también no se debe tender las camas en Shabat para dormir en ellas en la noche de Iom Tov, y no se debe acomodar la mesa en Shabat para la cena de Iom Tov, porque no se prepara de Shabat para Iom Tov[2].

Preparación de Shabat para Shabat

Escribieron los poskim (sabios que determinan la halajá) que la prohibición de preparar en Shabat para otro día no se refiere solamente cuando prepara para un día corriente [o Iom Tov], sino que incluso si prepara algo en Shabat para otro Shabat está prohibido, y lo que fue aclarado que se puede preparar en Shabat para Shabat se refiere a ese mismo Shabat solamente[3].

Por lo tanto, está prohibido lavar en Sabat los utensilios que no serán utilizados en este Shabat, a pesar de que son utensilios que utilizan solamente en Shabat, y su lavado es para ser utilizados el próximo Shabat, porque también eso es incluido en la prohibición de preparar en Shabat. Así también no se debe doblar y ordenar las prendas de Shabat [de la forma en que está permitido en Shabat] incluso si lo hace para ser usadas el próximo Shabat.

Así también está prohibido en Shabat enrollar los rollos de la Torá al lugar donde leerán el próximo Shabat, por ejemplo cuando cae Rosh Jodesh en Shabat y terminaron de leer la sección de Rosh Jodesh en la Parashá Pinjas por la mañana, está prohibido enrollar los rollos de la Torá al lugar de la Parashá de la semana para que esté listo a ser leído el próximo Shabat, porque prepara de Shabat para otro Shabat [y solamente si se lee de esos rollos de la Torá ese Shabat en el rezo de Minja pueden enrollarlo a ese lugar, porque es necesario para la lectura en este Shabat].



[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 667, Mishná Brurá inciso 5. Kaf HaJaim inciso 12).
Y véase Shaar HaTziun (allí, inciso 7) citando a Shaarei Tshuvá que tampoco se debe preparar los rollos de la Torá de Iom Tov para Shabat. Y envió a leer en Rabí Akiva Iguer. Y en las acotaciones de Rabí Akiva Iguer allí escribió que si prepararon Eruv Tavshilin [para poder cocinar en Iom Tov para Shabat] eso también permite preparar los rollos de la Torá de Iom Tov para Shabat. Y agregó Rabí Akiva Iguer que según Maguen Avraham (en 528) que Eruv Tavshilin permite solamente las necesidades de la comida, incluso si hicieron Eruv Tavshilin no se debe preparar los rollos de la Torá de Iom Tov para Shabat. Y así también Kaf HaJaim (allí) citando a Majzik Braja, que Eruv Tavshilin no permite preparar los rollos de la Torá de Iom Tov para Shabat.

[2](302, acotaciones de Rabí Akiva Iguer a Maguen Avraham inciso 6).
[3](Tehila LeDavid 302 inciso 6). Y véase Shuljan Aruj (334 inciso 4) en cuanto al apagado de incendio, que no se salva en este Shabat para otro Shabat.

Es posible leer la publicación de esta semana y las anteriores en www.alumbrar.org. Para recibirla directamente a su casilla de correo electrónico, escríbanos a suscribame@alumbrar.org