Parashat Koraj 30 de Sivan 5784

Tres tipos distintos de personas participaron en la controversia de Koraj y su congregación: Koraj, Datan y Aviram, y los 250 hombres que ofrecieron incienso. Sus acciones y sus castigos también fueron distintos.

Explica el Netzi”v (Rav Tzvi Iehudá Naftali Berlín) que en efecto, no tenían la misma meta en esa controversia. Porque el ofrecido del incienso lo hicieron solo Koraj y los 250 hombres, pero no Datan y Aviram. La muerte de los 250 hombres fue honrosa, en comparación con la muerte de Koraj y su congregación que fueron tragados por la tierra. Por ello, dice el Netzi”v, “hay que entender que esos 250 hombres realmente eran grandes personas ejemplares en todos los detalles, también en el temor a D’s. Y de momento que el sacerdocio que les fue negado ardía como un fuego dentro de ellos, por la vinculación y amor a D’s que eso genera, no persiguiendo honor o una encumbrada posición, sino que deseando santificarse y elevarse a ese nivel con la labor del culto…”. Ellos sabían que Moshe dice la verdad, trasmite la palabra de D’s y no se debe oponer a él, “solo se opusieron en su corazón a la voluntad Divina, y se entregaron con sacrificio y estaban dispuestos a morir por el amor a D’s, porque era muy fuerte su amor”. Toda su meta era ofrecer incienso y vincularse con D’s de esa forma, y a pesar de que sabían que serán castigados, de todas formas pensaban que vale la pena incluso morir para recibir un vínculo con D’s, y eso estará bien visto a ojos de D’s. Pero no podían ofrecer incienso, ya que los Leviitas cuidaban que ninguna persona ajena se acerque al Mishkan (Tabernáculo), y por ello se vieron obligados a oponerse a Moshe y Aharon. De esa forma recibieron incensarios para ofrecer incienso. Pero ese no es un camino correcto, y por ello la Torá los llama “estos que pecaron contra sus almas” (Bamidvar 17:3), “porque prefirieron perder sus almas para ser merecedores de elevarse al nivel del amor y la piedad, de una forma que no es la voluntad de D’s”. Y de momento que a fin de cuentas su intención era por el Cielo, murieron siendo quemados, por un fuego que salió del Kodesh HaKodashim (Sacrosanctorum), una forma más honrosa de morir. No así la intención de Datan y Aviram, ellos se encontraban muy lejos de esas aspiraciones, en su naturaleza buscaban la pelea y odiaban a Moshe ya desde Egipto. Y ahora más cuando fue decretado que morirán en el desierto. Por ello, fueron castigados severamente cuando la tierra los tragó, como los animales, y el resto del pueblo se alegró con ello. Koraj realmente era una gran persona, dice el Netzi”v, y se merecía sentir el ardor de los 250 hombres, y así parecía a primera vista, que es eso lo que persigue. Pero en realidad por dentro la envidia lo devoraba, por ello hizo como los 250 hombres y ofreció incienso, pero fue castigado como Datan y Aviram siendo tragado por la tierra.

Luego de la muerte de los 250 hombres D’s ordena tomar sus incensarios y “hacerlos laminas aplanadas para revestimiento del Altar, puesto que los ofrecieron delante del Eterno y se consagraron, y será un signo para los Hijos de Israel” (Bamidvar 17:3). El Netzi”v dice que es un signo que “la persona no debe pensarse santificarse elevándose por encima de la voluntad de D’s”. D’s no acepta un soborno como ese, cuando la persona hace algo como le parece correcto para vincularse con D’s. La forma correcta es solamente según la dirección de la Torá. Y por ello antecede a este episodio la sección donde se habla del Tzitzit, donde está escrito “no exploren tras de sus corazones y tras de sus ojos” (Bamidvar 15:39). Explica el Netzi”v que explorar, la intención es buscar, “que no busquen mitzvot nuevas, no según la Torá, que no son parte de las 613 que están simbolizadas en los hilos del Tzitzit” (véase en extensión el comentario del Netzi”v al final de la Parashá anterior).

Ese fue el pecado de los 250 hombres, y no es esa la voluntad de D’s. Pero de momento que su intención era buena, también sus incensarios fueron hechos revestimiento del Altar, para enseñarle a los Hijos de Israel:

2. A pesar de ello, el que comete esa trasgresión, dice el Netzi”v, no debe ser despreciado ni ser llamado apikores (hereje), luego de haber recibido el castigo, D’s los honró.

Todo eso nos enseña D’s con los incensarios de los 250 hombres, el camino correcto para vincularse con Él auténticamente.

Fecha par: Hay que elegir para el casamiento una fecha par, para que haya bendición. Un día par – pareja.

No ver el vestido: El novio tiene prohibido ver el vestido de la novia antes del casamiento.

No comer de una olla directamente, porque el día del casamiento será llovioso: Esa superstición es la gran pesadilla de muchos que se casan. Porque, ¿quién quiere casarse en un día lluvioso? La razón de esa superstición es que la olla es algo conjunto, y el que come directamente de ella es como si no le permitiese a los demás participar de la comida, y entonces no será meritorio que haya muchos participes de su casamiento.

Un numero impar de flores: Incluso un hermoso gesto romántico como traer flores al cónyuge puede traer mala suerte. Se debe traer un numero impar de flores, porque un numero par de flores es utilizado solamente en velorios, y traerá mala suerte a la pareja.

Tirar flores: Después de la jupa la novia tira su ramo de flores al público, y la que logre atraparlo se casará en cuestión de un año.

No comprar zapatos, cartera ni reloj a la pareja: Zapatos, cartera y reloj simbolizan todo lo que no se quiere que pase en la pareja. Los zapatos simbolizan abandonado, cartera simboliza empacado de las pertenencias y abandonado, y el reloj simboliza que el tiempo juntos será limitado.

No comprar prendas rojas: La novia no debe vestir ningún elemento rojo el día de su casamiento, de lo contrario su cónyuge morirá antes que ella. El origen de esa superstición es en las comunidades de oriente. Pero de todas formas, en el judaísmo prendas blancas para el casamiento simbolizan pureza, y el rojo no es un color popular, sobre todo entre las novias.

Una pelea entre la familia del novio y la novia en el casamiento acelera el divorcio: Hay que esmerarse en las relaciones de las familias, porque según esa superstición esas relaciones tienen una gran influencia para el futuro de su matrimonio. La explicación de esa superstición es que cada familia inclinará al novio o la novia a su lado en contra de la otra familia, y de esa forma habrá una crisis de la pareja que los conducirá al divorcio. Por supuesto, tiene que haber amor entre ellos.

Tirado de monedas y donación a necesitados: La novia y el novio deben tirar monedas, luego juntarlas y donarlas a necesitados, lo que asegurará su abundancia y estabilidad durante su matrimonio.

Perlas en el casamiento: No es bueno vestir joyas con perlas en el casamiento, porque las perlas se parecen a las lágrimas e indican sufrimiento y dolor, que no deseamos que haya en el día del casamiento.

No romper la copa a la primera vez augura un matrimonio estable: Se quiebra una copa en el casamiento, en recuerdo de la destrucción del Beit HaMikdash (El Templo). Si el novio no logró romperla en el primer intento, eso simboliza una casa fuerte y estable, un matrimonio largo y bueno. Por supuesto, no se vale simular. Y si no lo logra a propósito, esa superstición es anulada.

Romper la copa al primer intento: El novio debe romper la copa con su pie al primer intento. Y es una superstición opuesta a la anterior.

Zapatos atados al auto: Parejas nuevas atan zapatos al caño de escape del auto. La razón: En la época de la Dinastía de Tudor en Inglaterra, hace unos cientos de años, se acostumbraba a tirarle zapatos a la carroza del novio y la novia. Y si lograban pegarle a la pareja o a la carroza, se consideraba señal de Buena suerte.

Novia en otro casamiento: La novia nueva no debe participar del casamiento de alguna amiga. Eso tiene consecuencias nefastas para la fertilidad. A no ser que intercambien entre ellas alfiler de gancho.

Pisar al otro: La novia o el novio deben pisar el pie de su cónyuge, y el que así hace será el que mandará.

El amuleto autentico para un matrimonio feliz: Amor, hermandad, paz y compañerismo.

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.

Nuestros sabios prohibieron bañar todo el cuerpo o la mayoría del cuerpo en Shabat con agua caliente, incluso agua que fue calentada antes del Shabat. Y esa prohibición es válida ya sea que la persona entra en una bañera con agua caliente, o vuelca sobre su cuerpo agua caliente[1].

Antes de ese decreto de nuestros sabios, estaba permitido bañar todo el cuerpo con agua que fue calentada antes del Shabat, ya que está permitido utilizar esa agua porque no fue calentada en forma prohibida. De momento que nuestros sabios vieron que los encargados de los baños comenzaron a calentar el agua en Shabat mismo, y decían que la calentaron antes del Shabat, decretaron que esté prohibido para toda persona bañar todo el cuerpo o la mayoría, también con agua que fue calentada antes del Shabat en forma permitida, para que no lleguen a calentar el agua en Shabat[2].

La prohibición de nuestros sabios de bañarse con agua caliente en Shabat es válida solo cuando baña todo su cuerpo o la mayoría [incluso cuando baña cada miembro de por sí, y no todos juntos], pero está permitido lavar el rostro, las manos y los pies con agua caliente que fue calentada antes del Shabat[3]. Y también otras partes del cuerpo está permitido lavar en Shabat con agua caliente que fue calentada antes del Shabat [y no solamente el rostro, las manos y los pies], porque mientras no bañe la mayoría de su cuerpo no está trasgrediendo el decreto de nuestros sabios[4].

También escribieron los poskim (sabios que determinan la halajá) que el que sufre por ello, y desea bañar su cuerpo para aliviar su sufrimiento, a pesar de que no ha llegado a un punto en que es definido como que está enfermo, de todas formas tiene permitido bañar su cuerpo en Shabat con agua que fue calentada antes del Shabat[5], y por supuesto que una persona enferma tiene permitido bañar todo su cuerpo para aliviar su sufrimiento.

Y se debe saber que también de las formas en que está permitido bañarse en Shabat, debe cuidarse de no trasgredir la prohibición de escurrido de su pelo o la toalla húmeda, como será aclarado más adelante.

En nuestros días hay distinto tipo de calentadores de agua que se encuentran en las casas, más adelante será aclarado el uso del agua que fue calentada en ellos antes del Shabat y en el Shabat mismo.

[1](Shabat 40A. Shuljan Aruj, Orej Jaim 326 inciso 1).
Bañado es considerado cuando introduce su cuerpo en agua caliente y se lava allí. Pero cuando vuelca agua sobre su cuerpo, no es considerado bañado, sino que lavado. Y de todas formas, nuestros sabios prohibieron también el lavado. Y escribió el Ra”n para explicarlo que así acostumbraban los que se bañaban, que luego de haber sudado tomaban agua en un recipiente y la volcaban sobre su cuerpo. Y Por ello está prohibido hacerlo en Shabat, porque el que así hace sospecharan que calentó el agua en Shabat, porque si calentó el agua antes de Shabat no estaría calientes ahora (allí, Kaf HaJaim inciso 6).
[2](Allí, Gmará y Mishná Brurá allí, inciso 1. Kaf HaJaim inciso 1).
Y en Shuljan Aruj HaRav (allí, inciso 1) escribió que a pesar de que los Hijos de Israel no son sospechosos de trasgredir el Shabat intencionalmente, de todas formas los encargados de los baños ponían troncos bajo el agua fría cerca de la entrada del Shabat, y las brasas ardían en Shabat y calentaban el agua, lo que está prohibido, no sea que se olvide que es Shabat y llegue a avivar las brasas. Y por ello les prohibieron a todas las personas incluso si no se trata de un baño público.
[3](Allí, Shuljan Aruj).
[4](Allí, Beit Iosef y Ram”a. Y véase Maamar Mordeji allí, inciso 1).
[5](Allí, Biur Halajá, comienza bemaim. Kaf HaJaim inciso 3 citando Rabí Akiva Iguer). Y así dice Rabí Akiva Iguer (307, inciso 5): “Tal parece que el que sufre tiene permitido bañar todo el cuerpo con agua que fue calentada antes del Shabat, y es menos severo que las otras prohibiciones de nuestros sabios, porque es sólo un decreto para que no llegue a cometer una trasgresión”.

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