Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Beaalotja     16 de Sivan 5784     No 1464

Responsabilidad mutua
Rav Eran Tamir
(reimpresión)

 

Cuando Miriam se transforma en leprosa luego de haber hablado Lashón HaRrá (calumnias), Aharon dice: “Por favor, mi señor, no pongas pecado sobre nosotros, pues hemos actuado con insensatez y hemos pecado. Por favor, que no sea como un muerto, que a su salida del vientre de su madre la mitad de su carne está consumida” (Bamidvar 12:11-12). Según la interpretación más sencilla de Rashi se trata de un rezo en el que Aharon se dirige al D’s pidiendo por la cura de su hermana Miriam, que es considerada como “muerta” por haberse enfermado de lepra: “Que no sea como una muerta nuestra hermana (Miriam), porque el leproso es considerado como un muerto…”.

El Rashba”m, en contraste, explica que Aharon no se dirige a D’s en cuanto a Miriam, sino que a Moshé en cuanto a él mismo, y le dice: “No seas tú como un muerto, Moshé, ya que has salido del mismo vientre materno del que salió nuestra hermana, y es como si tu carne fuese consumida”. Es decir, no seas como un muerto, Moshé, ya que tú y tu hermana Miriam han salido del mismo vientre de nuestra madre Iojebed, y por ello, debes sentir el dolor y la lepra como si fuese tú mismo dolor y lepra.

Según ello, si Miriam tiene lepra, tú también tienes lepra, si ella es como una muerta, tú también eres como un muerto, ya que “la mitad de su carne está consumida”: ¡Tu propia carne, a pesar de que no tienes lepra, ya que tú y el otro son parte de una misma cosa, que han llegado de una misma madre, Iojebed!

Así debes sentir, y en base a ello implorar tu rezo a D’s por la cura de tu hermana, como si se tratase de ti mismo.

Cuando Moshé escuchó lo que dijo su hermano Aharon respecto a la profundidad del vínculo y la responsabilidad mutua, enseguida le imploró a D’s – “entonces Moshé clamo al Eterno, para decir; oh D’s, te ruego que la cures, por favor” (Bamidvar 12:13).

Las palabras de Aharon, “no sea como un muerto”, nos enseñan que debemos salir de nuestra indiferencia, de la falta de interés, de la insensibilidad y el egoísmo, en pos de “nuestro hermano, nuestra carne” – Am Israel (el Pueblo de Israel). No ser como muertos en cuanto a las necesidades y problemas, dificultades y dolores de cada persona de Am Israel, y por supuesto de Clal Israel (la totalidad genérica del Pueblo de Israel), ya que todos hemos salido de un mismo vientre, porque todos tenemos un mismo padre – D’s – y nuestra obligación y mérito es sentir en lo profundo y en el corazón su dolor y su pena, y ayudarlos todo lo que podamos, con todas nuestras fuerzas y capacidades, materiales y espirituales.

 

Crisis

Rav Shlomó Aviner (Tal JermónTorá, Pág. 239)

 

Bamidvar” (Números) es el “Libro del Camino”: Desde el comienzo se habla de los preparativos para la marcha. Nos preparamos para andar del Monte de Sinai – el elevado ideal que nos fue entregado con la Torá - a Eretz Israel (la Tierra de Israel) – el lugar donde vivirá el pueblo, en su tierra.

Los preparativos son numerosos y pormenorizados: Comenzaron en Parashat Bamidvar – con la organización del público en forma general, según un orden militar ejemplar – continuaron en Parashat Naso – donde se habla de los diferentes grupos que componen el público, parte de los cuales sobresalen en forma positiva, y otros en forma negativa. Y ahora, en nuestra Parashá continúan los preparativos: Es encendido El Candelabro en el Mishkan (El Tabernáculo) – el resplandor de la sabiduría y la cultura vinculados con el kodesh (santo). Los Levitas – los encargados del plano espiritual, el corazón del pueblo – son iniciados en su servicio. También las personas impuras por haberse ocupado del entierro de algún muerto encuentran su remedio, siendo incluidos junto con todo Am Israel (el Pueblo de Israel) ofreciendo su sacrificio de Pesaj en otra fecha (día 14 del mes de Iyar). La nube que insinúa la Presencia Divina, que cubre al Mishkan, dirige a los hijos de Israel en sus paradas, que son todas dictadas por D’s. Les son entregadas las Trompetas de Plata – para anunciarle al público cuando comenzar a levantar el campamento y marchar, y para ser recordados frente a D’s en la guerra, en momentos de alegría y en las festividades... La cima de los preparativos Divinos para el camino es: “Y el Arca del Pacto del Eterno iba delante de ellos... Y fue así que al partir el Arca, decía Moshé; ¡Levántate, oh Eterno, y sean disipados Tus enemigos, y huyan delante de Ti los que Te aborrecen! Y cuando ella se asentaba, decía; ¡Vuélvete, oh Eterno, a los millares de los millares de Israel!” (Bamidvar 10:33-36). El camino de Am Israel es enderezado y alumbrado por el resplandor de D’s, que los acompaña día y noche.

Finalmente, son terminados todos los preparativos y se puede comenzar a marchar: “Y aconteció que en el año segundo, en el mes segundo, a los veinte del mes, se alzó la nube de encima del Tabernáculo del Testimonio. Entonces, los hijos de Israel se pusieron en marcha, conforma a sus jornadas, del desierto de Sinai” (Bamidvar 10:11-12). ¡Gracias a D’s, comienzan a marchar! Pero sólo empiezan el camino – y surgen las complicaciones: “Mas sucedió que el pueblo empezó a lamentarse” (Bamidvar 11:1). A pesar de todos los grandes y maravillosos preparativos...

Pero es que no puede ser de otra forma: Las crisis son forzosas, en la vida pública y en la vida privada. Cuentan que una vez llegó un judío del exterior y se le quejó al Rav Kuk: Aquí en Eretz Israel hay problemas y dificultades, no se respeta el Shabat, no hay recato, hay problemas económicos, etc. Le preguntó el Rav: ¡¿Y en el exterior no hay problemas?! ¡Por supuesto que sí! La diferencia, es que en nuestra tierra los problemas son dolores de parto - ¡mientras que en el exterior son dolores de agonía!

Pregunta: ¿Acaso es cierto que en la vida del hombre forzosamente habrá crisis? ¿Quizás todos esos problemas son consecuencia del avance del conocimiento y la cultura? ¿Acaso el hombre primitivo sufría crisis?

Respuesta: Todos pasan crisis cuando sus expectativas no son alcanzadas. El tema y las causas son distintos, pero toda persona siente la vivencia sicológica de la crisis. Cuando el individuo tiene ciertas expectativas, que no llegan a plasmarse en la práctica, sufre una crisis, siente frustración. La persona siente como si le hubiesen quitado algo de sí mismo, como que le fue robado algo. También el hombre primitivo que se sube al árbol para arrancar un coco, y a último momento llega un mono que lo toma primero se siente frustrado, pasa por una crisis.

En la vida siempre hay frustraciones. La pregunta es: ¿Cómo reacciona la persona frente a ellas? Es en ese aspecto que la persona es puesta a prueba; ¿acaso es fuerte o débil? Hay varias formas de reacción posibles:

1.       Amargura. La persona no reacciona por fuera, muerde sus labios, pero por dentro se “come a sí mismo”.

2.       Escape. El individuo se “escapa” de la realidad, calla y trata de continuar como si nada hubiese pasado.

3.       Agresividad. La persona reacciona agresivamente contra las causas de su frustración – ya sea agresividad física, o verbal. Reacciona con ira y ataca.

4.       Transferencia. También ella es una reacción agresiva, pero en vez de dirigir su agresividad contra las causas de la frustración, la dirige contra inocentes – que son más fáciles de atacar.

5.       Compensación. El individuo intenta sobreponerse del sentimiento de frustración encontrando algún sustituto que le proporcione cierta compensación por la pérdida sufrida.

6.       Adaptación. La persona intenta encontrar lo positivo y lo bueno en la nueva realidad que surgió en contra de sus expectativas. Comprendiendo la importancia positiva del acontecimiento, logra sobreponerse y asimilarlo, y se siente en paz consigo mismo.

A veces, en la realidad existen circunstancias tales que generan una sobrecarga emocional, una sensación de angustia y tensión sobre toda persona normal – cuando la persona debe reaccionar en forma correcta, a pesar de las dificultades objetivas. Pero a veces hay situaciones que desde el punto de vista objetivo no son tan difíciles, y realmente no es justificable que la persona se sienta tensionada por ellas – y a pesar de ello, la persona se siente tensionada. Él se hace ver frente a los demás y frente a sí mismo como un desgraciado, un pobrecito que sufre - sin ninguna proporción con las dificultades prácticas que debe enfrentar. Y no solo eso, sino que en vez de descubrir en él fuerzas que le permitan sobreponerse a las dificultades objetivas, frente a cualquier pequeña dificultad él siente angustia, y la pequeña dificultad se transforma para él en una amenaza a su bienestar. Esa es una situación muy complicada: La sensación de angustia no es sólo una reacción de debilidad frente a la situación, sino que es algo subjetivo, que no tiene ningún asidero en la realidad.

También el Estado de Israel pasa por crisis de valores, económicas, políticas y otras. ¿Cómo reaccionan los ciudadanos del país frente a las dificultades que encuentran? Los estudios revelan que el ciudadano israelí se siente tensionado. Y vean qué extraño: Lamentablemente, cuanto más se fortaleció el país desde todo punto de vista - ¡la reacción del ciudadano frente a las dificultades que todavía existen se fue debilitando! Es decir: A pesar de que las condiciones objetivas mejoraron, la sensación subjetiva de tensión fue en aumento. El israelí se siente más y más tensionado. Se ve a sí mismo como una persona que le es difícil su vida. ¡Su reacción psicológica frente a las dificultades es exagerada, en proporción inversa a la dimensión de las dificultades!

La reacción correcta depende de la madurez psicológica de la persona. Cuanto más adulto y maduro se es, se aprende a adaptar a las nuevas situaciones con más facilidad, se ve las cosas desde un punto de vista de bondad, se asimilan las dificultades y se eleva por encima de ellas, gracias a ellas...

Hay que engrandecer el espíritu, hay que añadir luz en todos los niveles, de todas las formas posibles. El socorro de la nación no llegará sólo a través de algún nuevo programa político o económico – que sustituirá el programa presente. O cierto partido que sustituirá a otro. También eso es importante, pero no es lo principal. Junto con todos los distintos programas, se debe aumentar la luz, se debe elevar el espíritu. Y a través de la elevación por encima de las nimiedades, llegará la solución de raíz de las dificultades, y la capacidad de hacerle frente a las crisis en el camino de la vida de la nación.

 

Meorot HaShabat

 

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.

Utilizado de plantas y del jardín

Frutas que cayeron del árbol en Shabat

Frutas que cayeron del árbol en Shabat está prohibido comerlas o moverlas en Shabat[1], y sólo a la salida del Shabat está permitido comerlas[2].

La razón es que nuestros sabios temieron que si frutas que cayeron solas del árbol en Shabat estarán permitidas, llegarán a arrancarlas del árbol en Shabat, trasgrediendo la prohibición de arrancado[3].

Otra razón para prohibir las frutas que cayeron del árbol en Shabat es porque son Muktze, de momento que en vísperas de Shabat estaban unidas al árbol, y la persona no pensó utilizarlas en Shabat, ya que está prohibido arrancarlas en Shabat. Y de momento que Bein HaShmashot en vísperas de Shabat no pensó utilizarlas, están prohibidas para todo el Shabat[4].

Frutas que se encuentran a los pies del árbol, y no se sabe si cayeron de él antes de la llegada del Shabat o después, está prohibido moverlas o comerlas en Shabat[5].

Frutas que cayeron del árbol antes del Shabat

Frutas que se sabe que cayeron del árbol antes del Shabat, o también frutas resecadas que se encuentran a los pies del árbol y es evidente que cayeron de él antes del Shabat, está permitido moverlas o comerlas en Shabat[6].

Pero también cuando sabe que las frutas cayeron del árbol antes del Shabat, está prohibido recolectar y juntar varias frutas, porque el recolectado y juntado de las frutas donde crecen está prohibido por ser considerado Meamer (hacer haces de gravilla) [que es una de las 39 Melajot tipo prohibidas en Shabat según la Torá escrita][7].

Por lo tanto, el que desea comer esas frutas debe tomarlas una a una y comerlas, y no recolectarlas[8].



[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 322 inciso 3).
[2]Y no es necesario esperar suficiente tiempo como para hacerlo (allí, Mishná Brurá inciso 8). Y si cae Iom Tov a la salida del Shabat, está prohibido comer las frutas que cayeron del árbol en Shabat hasta la salida de Iom Tov [en Eretz Israel, la noche del lunes] (como es explicado en 507 inciso 2, 513 inciso 5, 515 inciso 1. Fue citado por Kaf HaJaim 322 inciso 9).
[3](Allí, Mishná Brurá inciso 7. Kaf HaJaim inciso 7).
[4](Allí).
Y en Tosafot (Beitza 3A, comienza gzera shema iaale ve itloshs) explico por qué se necesitan ambas razones: A veces no es Muktze, por ejemplo si el árbol se encuentra en su patio y los cuervos acostumbran a arrancar frutos, y pensó en vísperas de Shabat que si arrancaran en Shabat los utilizará – y no es Muktze. Y a veces no se teme que arranque, ya que ese decreto habla de un árbol que en un momento puede arrancar y olvidar que es Shabat, pero frutos que están enterrados en la tierra, como verduras de una huerta que se necesitan herramientas para excavar y sacarlas, no cabe temer que lo haga en Shabat, ya que le demora y le cuesta trabajo, y no se olvidara que hoy es Shabat, por lo que se necesita también la razón que es Muktze.

[5](Allí, Mishná Brurá inciso 5. Shaar HaTziun inciso 8. Kaf HaJaim allí).
[6](Allí, Mishná Brurá inciso 6. Kaf HaJaim inciso 7).
Y eso es cuando no debe separar diezmos [por ejemplo, si son frutos que no tienen dueños]. Pero si debe separar, no puede comerlos porque no se separan diezmos en Shabat.

[7](Allí, Mishná Brurá y Kaf HaJaim. 340 inciso 9. Mishná Brurá inciso 37. Kaf HaJaim inciso 76).
Y los cuidadores de huertas y campos deben cuidarse mucho de no juntar los frutos en Shabat, incluso si cayeron antes de su llegada, porque es una prohibición de la Torá escrita. Porque la cantidad mínima es muy pequeña, como escribió el Ramba”m: El que junta comestibles, si es para comerlos la cantidad es como un higo, y si es para darle de comer a algún animal es como la boca de un cabrito, y si es para encender fuego, lo necesario para cocinar un huevo (340, Mishná Brurá y Kaf HaJaim allí).

[8](322, Mishná Brurá allí).

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