Parashat Itro 24 de Shvat 5784

“Partieron de Refidim y llegaron al desierto de Sinai” (Shmot 19:2). Pregunta el Netzi”v (Rav Tzvi Iehudá Naftali Berlín), ¿qué nos quiere enseñar la Torá con ello? Es cierto que en el Midrash (Mejilta) está escrito “de la misma forma que su llegada al desierto de Sinai era para recibir la Torá, así también su partida de Refidim era para recibir la Torá”. Nos dicen nuestros sabios que ya desde su partida de Refidim se encontraban en una gran preparación singular para recibir la Torá. Y todavía cabe preguntar, dice el Netzi”v, ¿qué aprendemos de ello?

El Netzi”v nos dice una idea educativa profunda, “de esto debemos aprender que todo lo que está relacionado con la kdushá (santidad), cuanto más se prepara la persona para ello, así se manifiesta en él más la preparación”. Cuanto más te preparas, te enfocas para eso, con tu pensamiento y con todo tu esfuerzo relativo a lo que tú te diriges, así serás merecedor de recibir de él todo lo que es posible recibir, y te elevarás mucho más en los niveles del kodesh (lo santo).

El Netzi”v cita una demostración de la Gmará (Baba Metzia 85) que dice “son grandiosas las obras de Jia”, que Rabí Jia mismo cuenta. En contraste con Rabí Janina que dijo que si será olvidada la Torá en Am Israel (el Pueblo de Israel) él la devolverá con su estudio y análisis, con la profundidad de su estudio de la Torá, Rabí Jia dijo que él actúa para que la Torá no sea olvidada en Am Israel. La Gmará cuenta lo que hacía Rabí Jia: Sembraba lino, luego del lino hacía redes, con las redes cazaba ciervos, luego los degollaba, de su carne daba de comer a los necesitados, de su cuero hacía pergaminos, escribía los cinco libros de la Torá, se dirigía a una ciudad en la que no había quien enseñe a los niños, les enseñaba la Torá a cinco niños (a cada niño uno de los libros), le enseñaba a seis niños los seis compendios de la Mishná, y les decía que hasta que él vuelva a su ciudad ellos se enseñen unos a otros lo que aprendieron de los libros de la Torá y de la Mishná, y así se multiplica el conocimiento de la Torá y yo hago que no sea olvidada. Pregunta el Netzi”v, a primera vista todo ese esfuerzo de Rabí Jia era innecesario. Se podía comprar directamente cueros, elaborarlos para que sean pergaminos y los escribirá. ¿Por qué se esforzó tanto para preparar pergaminos tan especiales? “Rabí Jia quería agrandar la fuerza de la kdushá de los libros, para que puedan influir en el corazón de los niños con gran abundancia, y por ello comenzó a santificar sus obras para ello mucho antes de lo estrictamente necesario según la halajá”. Rabí Jia nos enseña que no alcanza con que la escritura de los libros sea para esa kdushá, también es importante de dónde llegaron esos pergaminos, qué manos los han tocado, cual fue la intención cuando degollaron y sacaron los cueros.

Esa es una gran enseñanza para la educación de nuestros niños, hasta qué punto los cuidamos de contenidos inadecuados, e incluso si el contenido es correcto, hay que fijarse quién lo escribió, quién lo creó, cuales son sus intenciones en forma general. Rabí Jia no pensaba que sea un esfuerzo innecesario, entendió que es la base de la buena abundancia de la Torá en el alma de los niños. Dice el Netzi”v que Rabí Jia lo aprendió del versículo con el que empezamos hablando y el Midrash, que nos enseñaron que los Hijos de Israel “comenzaron a prepararse para el recibimiento de la Torá desde el principio de la partida de Refidim, para que estén mejor dispuestos para ese gran acontecimiento”. En base a que ya desde la salida de Refidim estaban centrados en la meta del recibimiento de la Torá, fueron merecedores de recibirla con kdushá y pureza, y alumbrar a todo el mundo.

Pregunta: Somos demandados en la Corte Penal Internacional de La Haya según el argumento que Tzaha”l (Ejercito de Defensa de Israel) no se comporta en forma moral. ¿Cuál es la opinión del Rav al respecto?

Respuesta: Mentiras, somos el ejército más moral del mundo. Sólo nos defendemos, y nunca hicimos más que eso. Hay un refrán en latín, Vae Victis, pobre de los vencidos. Los vencedores abusan de su superioridad para matar, violar, torturar. No así Tzaha”l. Somos muy morales.

Respuesta: Es cierto. Así es en toda guerra, de todos los pueblos. No hay remedio, en la guerra como la guerra. Así es la guerra entre pueblos, todo el pueblo se encuentra en la misma situación.

Pregunta: ¿Entonces todo está perfecto en nuestro ejército? ¿No tenemos ningún defecto moral?

Respuesta: En nuestro mundo nada es perfecto. Hay un tema en el que no somos morales, y nos encontramos en una situación peor que todos los pueblos del mundo.

Respuesta: Nosotros ponemos en peligro nuestros soldados para no herir civiles del enemigo. Nos olvidamos de lo principal, que la guerra es para defender nuestra gente. Así acostumbran todos los pueblos del mundo. Y lamentablemente, hacemos algo inmoral espantoso: Para que no mueran mujeres, niños y hombres no relacionados caen soldados nuestros.

Respuesta: Una casa donde se encuentran terroristas que nos disparan, en vez de bombardear la casa, de momento que hay en ella mujeres y niños, nuestros soldados acometen y entran y muchas veces caen en la batalla.

Pregunta: ¡Entonces es justo al revés, y poner en peligro soldados en esa situación es un crimen de guerra!

Respuesta: Lamentablemente, es cierto. Esa conducta no es moral, sino que evidentemente inmoral.

Respuesta: No. Incluso si no los apoyan en absoluto. De momento que debemos cuidar todo lo posible la vida de nuestros soldados. Es inconcebible que un soldado sacrifique su vida para salvar al enemigo. Eso no existe en ningún ejercito del mundo.

Respuesta: Lavado de cerebros de todo tipo de factores hostiles del mundo. Pero no es nuestro tema. Está prohibido poner en peligro ni un pelo de la vida de nuestros soldados, o un ciudadano nuestro en las carreteras de Israel. En general, hay muchos árabes que llaman a asesinar judíos y exterminación del país, y nosotros nos sentamos tranquilos, los toleramos, a cuestas de la vida de judíos. Por supuesto, todo debe ser juzgado según la mayoría, y a fin de cuentas nuestro ejército es un ejército maravilloso, pero eso no nos exime de corregir lo que debe ser corregido.

Respuesta: Es un fenómeno general. Por supuesto, como en todo pueblo, hay tzadikim (justos) entre los gentiles, pero casi todos esperan el momento en que puedan hacer como hizo Hamas.

Respuesta: Si. 82% apoyan la masacre. Los conocemos de hace mucho tiempo. Ya los conocemos de las revueltas del 5689, las mismas acciones de asesinato, amputado de miembros, violación de mujeres y torturas.

Respuesta: De Mahoma. Él era así. Así está escrito en el Corán y sus libros. Ellos lo citan para justificar sus acciones. El ideal es marchar por sus caminos. Porque es considerado la persona más plena del mundo.

Respuesta: Es cierto. Más de lo que ellos nos dañan, se dañan a sí mismos, arruinan toda su moralidad. Pero por supuesto, no nos exime de proteger la vida de nuestro pueblo.

Respuesta: Por supuesto. Cuando se cumpla “y se colmará la tierra conocimiento de D’s”. Paciencia.

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.

Documentos de deudas y boletas, está prohibido leerlos en Shabat[1]. Esos documentos son llamados por nuestros sabios “Shitrei Ediotot”.

Encontramos en los Rishonim dos razones por las cuales prohibieron leer Shitrei Ediotot:

1. Fue dicho por el profeta “sin hacer tus quehaceres en Mi día santo”, y nuestros sabios aprendieron de ese versículo que la persona no debe ocuparse de sus asuntos como lo hace en días corrientes, e incluso el leído de esos documentos está incluido en ello[2].

2. Nuestros sabios temieron que si la persona leerá en Shabat esos documentos como en días corrientes, puede llegar a borrar de ellos algo, y trasgredir la prohibición de borrado según la Torá escrita[3].

Documentos que la persona cuida y los coloca en algún lugar específico para que no se le pierdan o ensucien, son Muktze y está prohibido moverlos en Shabat[4].

Está prohibido leer en Shabat cartas que recibió de un amigo que lo saluda y le cuenta de su vida, o tarjetas de felicitaciones para el nuevo año donde le bendicen para el comienzo del año y similares[5]. Y a pesar de que en esas cartas no hay asuntos de negocios en absoluto, de todas formas nuestros sabios prohibieron leerlas, no sea que por ello llegue a leer Shitrei Ediotot[6].

La prohibición de nuestros sabios de leer los documentos de deudas y cartas de saludo es válida ya sea que lo lee pronunciando las palabras, o sólo con los ojos, cuando sólo los mira[7]. Y a pesar de que fue aclarado anteriormente que la persona tiene permitido pensar en sus negocios en Shabat [sin hablar de ello], de todas formas tratándose de Shitrei Ediotot nuestros sabios prohibieron incluso leer con los ojos, porque cuando los lee seguramente llegará a hablar de lo que está escrito en ellos[8].

[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 307, inciso 13).
[2](Así dice el Ro”sh citando a R”i. Fue citado por Mishná Brurá allí, inciso 51. Kaf HaJaim allí, inciso 95 citando a Lebush).
[3](Así dice el Ramba”m, Hiljot Shabat 23:19. Fue citado por Mishná Brurá y Kaf HaJaim allí).
[4](Allí, Mishná Brurá inciso 56. Kaf HaJaim inciso 105, citando a Ro”sh).
[5](Allí, Shuljan Aruj).
[6](Allí, Mishná Brurá inciso 52).
[7](Allí, Shuljan Aruj).
[8](Allí, Mishná Brurá inciso 53. Kaf HaJaim inciso 97, citando a Lebush).
Y en el Shuljan Aruj (allí, inciso 14) escribió que una persona que le enviaron una carta y no sabe qué está escrito en ella, está permitido leerla con los ojos. Y la razón, es porque quizás está escrito en ella algo que es importante para su cuerpo, y no es similar a Shitrei Ediotot que son sólo para su riqueza (allí, Mishná Brurá inciso 54. Shaar HaTziun inciso 60. Kaf HaJaim inciso 98).

Es posible leer la publicación de esta semana y las anteriores en www.alumbrar.org. Para recibirla directamente a su casilla de correo electrónico, escríbanos a suscribame@alumbrar.org