Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
La
herencia de la comunidad
Rav
Itiel Ariel (reimpresión)
El día de Simjat Torá - en el que se
culmina el ciclo anual de
la lectura de la Torá – es también el día
de “la Comunidad de Iaacov”
(Dvarim 33:4), y se caracteriza por la alegría conjunta de la
colectividad,
cuando en el centro se encuentra la Torá. Por parte de
la persona
particular que tuvo el mérito de estudiar la Torá
con perseverancia, y
completa su estudio junto con el público – por supuesto que es
una gran alegría,
para él y para todo el público. Pero tal parece que no
hay otra festividad como
esta, en la que todo gira alrededor de la congregación como una
unidad en sí:
Ya sea en las ieshivot (centros de estudio de la Torá)
- que son
grupos consistentes de personas que se dedican al estudio perpetuamente
- o ya
sea en las otras congregaciones de Israel - en las que se lee la Torá
a
lo largo del año, y también en ellas se fijan clases para
el público general.
En efecto, el término “Comunidad de Iaacov” no es común
en la Torá:
Por lo general, estamos acostumbrados a encontrar términos como
“la Casa de
Iaacov”, o “la descendencia de Iaacov”. Y hay quienes propusieron
interpretar
ese término como insinuación de los muchos conversos que
en el futuro se
congregarán y se unirán a Am Israel (el Pueblo
de Israel), como comenta
el Ramba”n. Pero justamente la interpretación moderna del
término “comunidad”
parece más afín al versículo en su totalidad – “la
Torá que nos encargó
Moshé, herencia será de la Comunidad de Iaacov”: Es
decir, la pertenencia de la
Torá del judío necesariamente surca a
través de la comunidad, y sólo en
un marco como ese la herencia de la Torá y su patrimonio
son trasmitidos
de generación en generación.
En ese día recalcamos el aspecto colectivo de todos los detalles
de la Torá
y sus mitzvot, que estudiamos con esfuerzo diario a
través de nuestros
maestros, trasmitidos de generación en generación hasta
nuestro Rav Moshé. Y
ello acentúa necesariamente el lugar de la comunidad, en la que
se determina
la forma
de ser de la vida pública - alrededor de la Torá y
su estudio.
En esencia, el estudio de la Torá pertenece al plano
particular
del individuo: Es él el que tiene que determinar su capacidad de
estudio
personal y crear un marco de tiempo y estudio adecuados. Pero esos
logros
personales – con toda su importancia – no pueden ser recibidos o
trasmitidos
por herencia. El estudio y conocimiento de la Torá de
nuestro Rav Moshé,
no se puede comparar al estudio y conocimiento de Rabí Akiva – a
pesar de que
“todo lo que algún discípulo innovará en el
futuro, ya le fue dicho a Moshé en
el Monte Sinai”. Y sólo en donde se consolida un grupo que estudia y
cumple la Torá
como comunidad, sólo allí puede surgir una profundo
sentido de pertenencia, que
continúa pasando a lo largo de las generaciones.
Y por ello – dicen en la Jasidut (corrientes jasídicas)
–
bailamos con los libros de la Torá cerrados y
tapados con sus
mejores vestiduras, para recalcar que la Torá le
pertenece a todo judío en
forma genérica - por la esencia colectiva común, de la
que él es parte -
incluso antes de haber sido merecedor de profundizar en el contenido de
las
letras que en ella están escritas.
El
que se merece limosna
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta: ¿Hay
acaso diferencia entre darle
limosna a un necesitado que no tiene dinero a pesar de que trabaja, o
que no
puede trabajar por alguna razón, y un pobre que decide no
trabajar por holgazanería?
¿Y acaso una persona que decide no trabajar y estudiar Torá
es
considerado un pobre? ¡Él decide no trabajar!
Respuesta: ¿Acaso
un estudiante decide no trabajar?
Pero el país desea solventarle los gastos a los estudiantes para
que estudien y
sean ingenieros y similar, y de esa forma le devolverán al
país su donación.
Así también los estudiantes de la Torá.
Les ayudamos, para añadir Torá
y buenas virtudes en ellos e irradien pureza y kdushá
(santidad) y
espiritualidad en la nación. Las universidades que el
país mantiene cuestan en
promedio 600 veces más por estudiante que los estudiantes de ieshivot
(centros de estudio de la Torá). Los profesores en las
universidades
tienen que trabajar cuatro horas por semana. Y tienen seis meses de
vacaciones.
Y ganan un alto sueldo, y todo eso lo paga el país. Un talmid
ieshiva (estudiante
de ieshiva) cuesta mucho menos, es muy necesario para
la nación y
trae una gran bendición, ya sea que continua sus estudios para
ser Rav, ya sea
que estudia varios años y luego continua por otro camino.
También el que
estudia en una Mejina (marco de estudio de Torá
como preparación para
el servicio militar) es una gran bendición para la
nación, porque será un
soldado bueno y de valores, y un ciudadano recto y bueno para con D’s y
para
con las criaturas. Por ello, los talmidei jajamim (eruditos del
estudio
de la Torá) que reciben ayuda no son “parásitos”
como arguyen algunos,
sino que ellos actúan para la nación y para su bien,
incluso más que los
estudiantes que harán bien para la nación cuando terminen
sus estudios. El país
gana personas con buenas virtudes, con Torá y mitzvot.
Los talmidei
ieshiva viven una vida difícil, cuentan cada vintén,
y se sacrifican ellos
y sus familias por el estudio de la Torá con
empeño, a pesar de que podrían
trabajar y recibir mucho más dinero. Bienaventurados sean.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar a los lectores
con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con
la autoridad rabínica
en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces
complejas halajot
del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
El honrado del Shabat
Cuentas
La persona tiene prohibido calcular
cuentas con su boca en Shabat, para saber cuánto debe
pagar. Por
ejemplo, una persona que se comprometió a regalarle a su hijo o
hija que se casan
una suma, tiene prohibido calcular hablando cuánto dinero ya
entregó y cuanto todavía
tiene que entregar[1], porque también eso es incluido en
la prohibición de “palabras ociosas” – que tu forma de hablar en
Shabat
no sea como tu forma de hablar en días comunes[2] [pero pensar en las cuentas está
permitido, como será aclarado más adelante].
Cuentas que no son necesarias está
permitido calcular en Shabat[3]. Por lo tanto, la persona tiene
permitido calcular en Shabat cuánto dinero pago por
alguna fiesta familiar
que hizo, y también tiene permitido calcular la cantidad de
alimento que consume
en cierto periodo de tiempo [sin que tenga ningún provecho de
ello en el
futuro], porque de momento que esos cálculos no son necesarios
en absoluto, no está
incluido en la prohibición de “palabras ociosas” [4].
Escribieron los poskim (sabios que determinan la halajá)
que a pesar de que esos cálculos no están prohibidos en Shabat,
de todas
formas son consideradas palabras vanas, y es correcto que los temerosos
del
pecado lo eviten[5],
como será
aclarado más adelante.
Provecho para otro
También cálculos que no le
son necesarios a la persona, si su compañero tendrá
provecho de ellos, está prohibido calcularlos para el provecho
de su compañero[6].
Por ejemplo: Una persona que hizo reformas en su casa, tiene prohibido
calcular cuánto pagó cuando su compañero
tendrá provecho de ello ya que también
él desea hacer reformas en su casa. Y a pesar de que la persona
que hace las
cuentas ya terminó con sus reformas y no tiene provecho en
absoluto de ellas, de
todas formas de momento que esas cuentas le son provechosas para su
compañero
son incluidas en la prohibición de palabras seculares en Shabat.
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 307 inciso 6). Y
está
permitido pensar en las cuentas en Shabat, ya que solo hablar fue
prohibido, y el
pensado fue permitido [como será aclarado más adelante]
(Shuljan Aruj HaRav
allí, inciso 13. Kaf HaJaim inciso 57).
[2](Allí, Mishná Brurá inciso
25). Y véase Ramba”m
(Hiljot Shabat 23:18) que escribió que la prohibición de
calcular cuentas es
porque se teme que llegue a escribir, y así también en
Shuljan Aruj HaRav
(allí). Y véase Pri Megadim (allí, Mishbetzot Zaav
inciso 5) lo que cuestionó a
ello.
[3](Allí, Shuljan Aruj).
[4](Allí, Mishná Brurá inciso
27. Kaf HaJaim
inciso 60).
[5](Allí, Mishná Brurá citando
a Magid Mishne, que
así insinuó el Ramba”m. Y también Kaf HaJaim
allí, inciso 59 60).
Y en el comentario del
Rasha”l escribió que incluso en días comunes no es bueno
para un talmid jajam,
ya que es como un lugar de asentado de bufones y desperdicia su tiempo
de
estudio de la Torá (allí, Mishná Brurá).
[6](Allí, Mishná Brurá citando
a Maguid Mishne según
la opinión del Ta”z, no como Eliah Rabah). Y Kaf HaJaim
(allí, inciso 59) citó
al Eliah Rabah que permite cuando solo su compañero tiene
provecho, y no él
mismo. Pero escribió que Tosafot Shabat coincidió con el
Ta”z que prohíbe también
cuando el provecho es solo de su compañero.
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