Parashat Lej Leja     13 de Jeshvan 5784     N^o 1431 

Frente a la guerra
Rav Shimon Man

“Mira, Yo pongo hoy delante de ustedes la bendición y la maldición…” (Dvarim 11:26), “pongo hoy por testigos ante ustedes al cielo y a la tierra, he puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición, deberás escoger la vida, para que vivas tú y tu descendencia” (Dvarim 30:19).
Nos dice nuestro Rav Moshé en nombre de D’s: Delante de ustedes hay dos caminos: La vida y la bendición, el bien y la alegría, el amor y la misericordia - y en frente, lo contrario. Esa es nuestra guerra hoy.
Deseamos la vida, estamos colmados de amor para con todo – lo mineral, vegetal y vivo, y por supuesto que para con todo hombre. Deseamos una vida plena de bendición y alegría. Desde que nos constituimos como pueblo ese es nuestro camino – amor y entrega, alegría y bondad. Miles de años hacemos esa labor. Desde nuestros apreciados patriarcas, Avraham, Itzjak e Iaacov, como le fue dicho a Avraham: “Vete por ti… a la tierra que Yo te mostraré… y serás bendición” (Bereshit 12:1-2). Una bendición para todo el mundo, también para las naciones del mundo. Esa es nuestra esencia.
Y Moshé, luego de haber presentado los dos caminos, las dos posibilidades, nos aconseja: “Y elegirás la vida”. Esa es nuestra elección, la vida y el bien, la alegría y la luz.
Y nuestros enemigos - eligen distinto, eligen lo contrario.
Hace varios años en un paseo con mi familia nos encontrábamos en Brejat HaKtzinim en el Golan, me encontraba sentado en el auto cuando mis pequeños hijos llegan corriendo: “¡Papa, haz algo, diles que cesen!” No entendí, no podía entender, no me podía imaginar algo así. Descendí, y al lado de la piscina había algunos muchachos árabes de Natzrat que trajeron de la casa una tortuga, la atraparon con piedras para que no pueda escapar, y la estaban quemando. Así nomás, para divertirse. No es concebible, semejante cultura, semejante pasatiempos.
Y el que le hace cosas como esas a una tortuga cuando es un muchacho joven, esa es la cultura en la que crece, de crueldad, más tarde saldrán de él atrocidades de muerte, de maldición, de oscuridad, como todos hemos visto.
Esta es una guerra entre la vida y el bien por un lado, y la muerte y el mal por el otro lado. Nosotros luchamos por la santificación de la vida, el bien y el amor, y ellos luchan por lo contrario. Lo debemos tener bien claro.
Cuando nuestro rey David sale a luchar, él lucha justamente por eso. Cuando los Macabim luchan contra los griegos, ellos luchan justamente por eso. Y así también Bar Kojva y todos los valientes de Am Israel (el Pueblo de Israel). Para ellos estaba muy claro, es una guerra de vida o muerte, porque nuestra vida no tiene sentido sin el bien y la moral. No deseamos un país en el que hay maldad y crueldad. También la Guerra de la Independencia era esa lucha. La edificación de un país para Am Israel (el Pueblo de Israel), un país de bien y luz, un país que agregará bendición en el mundo, un país de amor. Y por ello se debe luchar, por ello se sacrificaron en esa guerra la vida y también en las guerras que la siguieron.
Una lucha inflexible, sin cuartel, para cortar el brazo de la maldad. Una guerra de santificación del Nombre de D’s, del bien y la luz.
La luz, en contraste con la oscuridad.
“Para que vivas tú y tu descendencia” (Dvarim 30:19), nos dice el Eterno, Señor de Israel en boca de nuestro Rav Moshé: Si elegirás la vida, si elegirás la bendición, tendrás continuación, tendrás descendencia, tendrás vida.
Para eso necesitamos vigor – y tenemos vigor. Para eso necesitamos valentía – y tenemos valentía. Para eso necesitamos ser inflexibles – y somos inflexibles.
Y en base a ese vigor brotará la paz, partiendo de la gran desgracia que vivimos – se elevará y se fortalecerá nuestro querido país, que sabe dolor, que sabe sufrimiento y muchas perdidas, que sabe pena. Y sabe también valentía de luchadores, amor de luchadores y sacrificio.
Bienaventurados somos que somos participes de una gran cosa como esa, y con la ayuda de D’s haremos y triunfaremos.
“El Eterno dará fortaleza a Su pueblo, el Eterno bendecirá a Su pueblo con el Shalom” (Tehilim 29:11). 

Espadas de Hierro – oscuridad y luz
Rav Shlomó Aviner

1. Un pogromo espantoso. Degollado, violado, bebes, mujeres, ancianos, atrocidades horripilantes, heridos, secuestrados.
2. Error político. Pensamos que el cálculo político correcto era que haya un gobierno de Hamas en la Franja de Gaza, que es la posibilidad menos mala, y eso evitará la edificación de un estado palestino. Tranquilidad será correspondida con tranquilidad. Un error básico. Por supuesto, no culpes, porque no sabes qué habrías hecho en su lugar.
3. Error en la evaluación bélica. Frente a todos los preparativos del Hamas, que eran conocidos, nos fiamos en la defensa muy buena de la frontera que construimos, evaluamos que el Hamas está persuadido, y decidimos que una intervención militar dañará desde el punto de vista diplomático en los esfuerzos de concretar pactos de paz con ciertos países árabes. Un error básico. Pero también respecto a ello, no juzgues.
Y ahora, los puntos de luz.
4. Tzaha”l (Ejercito de Defensa de Israel). Bienaventurados somos que tenemos un ejército. No más pogromos como en la galut (el exilio), no otro Holocausto, no somos unos desdichados, sino que tenemos un ejército que devuelve los golpes muy fuerte. Un ejército que va hasta el fondo, destruir las infraestructuras del terror. Yo me defiendo, por eso existo.
5 Valentía e inteligencia. ¡Qué ejercito valiente tenemos! ¡Qué ejercito inteligente! Hay cuentos de valentía sin número. Esperamos que sean escritos en gruesos libros. Uno contra diez. Diez contra cien. Equipos de defensa civil que salvan poblados enteros. ¡Un pueblo de valientes!
6. Sacrificio. Un sinfín de cuentos de sacrificio. Heridos que volvieron para luchar, soldados que se expusieron al peligro para salvar otros, soldados que murieron defendiendo a otros. Ese es el alto nivel de la santificación del Nombre de D’s. ¡Tan idealistas! ¡Tan tzadikim (justos)!
7. Servicio de reservistas. El enrolado más grande de reservistas desde la Declaración de la Independencia. Se presentaron más del cien por ciento. También muchos llegaron antes que los llamen. También los que amenazaron con no presentarse, llegaron a enrolarse. También el que se casa al otro día se presentó.
8. Ayuda de todos los judíos. Todos los judíos se enrolaron para ayudar a Tzaha”l, con donaciones, equipamiento, comida, largas colas para donar sangre. Todos, izquierda y derecha, religiosos y seculares, ultraortodoxos y sionistas. Todos.
9. Los gentiles entenderán. Quizás finalmente los gentiles entenderán con quién estamos luchando, con fieras salvajes, y nos apoyarán. Por supuesto, no lo harán por la buena causa sino que en base a intereses, pero quizás con todo, eso ayudará un poco.
10. Unión. Fue aclarado de una vez por todas lo que siempre sabíamos: Somos un mismo pueblo. Tenemos discusiones, pero somos un mismo pueblo, “quién como Tu pueblo, un pueblo único en la tierra”. Todos para uno, y uno para todos.
Y mirando al futuro.
No deprimirse, no culpar, no temer.
Perdimos una batalla, pero triunfamos en la guerra.
Atacar al enemigo con mano de hierro, con espadas de hierro.
Estar unidos para siempre.
No mirar atrás, sino que adelante. 

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
El honrado del Shabat
Pensar
Está permitido en Shabat pensar en sus negocios. Es decir, está permitido pensar en su corazón en los asuntos de sus negocios, qué labores deberá hacer en los próximos días, y también está permitido calcular cuentas pensando relacionadas con sus quehaceres diarios, planear y calcular sus acciones[1].
Eso lo aprendieron nuestros sabios del versículo que dice “hablar” – hablar está prohibido, pensar está permitido.
Todo está hecho
A pesar de que la persona tiene permitido pensar en sus negocios en Shabat de todas formas por la obligación de deleitarse en Shabat tiene la mitzva de no pensar en sus quehaceres diarios en Shabat, y sentir que todo está ya hecho. Y por supuesto que cuidarse cuando pensando en ello se preocupa y aflige[2].
En el Midrash es interpretado el versículo: “Seis días trabajarás, y harás todas tus labores”[3] - ¿acaso la persona puede hacer todas sus labores en una sola semana? No, pero cuando llega Shabat debe sentir como si toda su labor ya fue hecha, y ese es el más grande deleite[4].
El que se cuida de ello su recompensa es muy grande, e incluso en este mundo recibe recompensa en su sustento. Y en la Gmará dicen: Hubo una vez un piadoso que se paseó por su viñedo en Shabat, y vio una brecha en la verja, y pensó tapiarla a la salida del Shabat. Se dijo: De momento que pensé tapiarla en Shabat, no la cerraré nunca. Y le ocurrió un milagro, cuando un árbol caparra creció en la brecha tapándola, e incluso tuvo ganancias de los frutos del árbol toda su vida[5].