Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Deberás
hacer un barandal
Rav
Ziv Rave
“Cuando
edifiques una casa nueva deberás hacer un barandal para tu
techo, para que no
pongas sangre sobre tu casa si se cae el caído” (Dvarim 22:8).
Cuando
un talmid jajam (erudito del estudio de la Torá)
imparte una idea
elevada, Torá interna, uno de los secretos de la Torá,
debe
cumplir con “deberás hacer un barandal”. Es cierto que él
trepó al techo con su
comprensión espiritual, pero cuando desea hacer subir alguna
otra persona con
él debe preocuparse por la baranda, para que no caiga el
caído. El enseñado de
una idea elevada y profunda necesita mucho cuidado, necesita
límites. Un
resplandor que es muy superior al recipiente del que lo recibe puede
llegar a
quebrarlo. Siempre se debe aspirar a trepar alto, pero se debe tomar en
cuenta
la capacidad de trepado del que escucha, y se debe verificar que hay
una
baranda, para que lo apoye y lo detenga, para que limite y obstaculice.
De otra
forma ese techo que podría ser un punto de vista elevado se
transformará en un
peligro, un desmoronado espiritual y una terrible caída. Por
supuesto que es
cierta la interpretación “sabios, cuídense de sus
palabras” (Avot 1:11) –
introduzcan el Zohar en sus palabras (Tzavaat HaRiba”sh), pero
la
interpretación sencilla continúa siendo válida
siempre – cuídense del peligro,
presten atención cómo y a quién, y en qué
momento.
En
nuestra generación hay un gran anhelo de ocuparse de los
secretos de la Torá.
Por supuesto que es algo positivo vincularse con el aspecto interno,
los
conceptos profundos, la comprensión de las cosas más
genéricas y la vinculación
con todos los aspectos de la Torá. Nuestra
generación es una generación
grande, y el estudio del aspecto esotérico de la Torá
es una fase necesaria
del camino al regreso de la profecía a la que anhela tanto Am
Israel (el
Pueblo de Israel). Ese es el resplandor que saca a Am Israel de
la galut
(el exilio), espiritual y física. El anhelo de una
espiritualidad interna es el
corregido de las pasiones materiales (Even Shlema, del Gr”a). Pero las
condiciones para adquirir los secretos de la Torá que
nos indicaron
nuestros sabios en todas las generaciones no han cambiado. El trepado
al alto techo
debe hacerse escalón tras escalón, agotando cada nivel
antes de pasar al próximo,
y con el acompañamiento de talmidei jajamim. Hay muchos
libros que son prólogos
a ese aspecto de la Torá, y su estudio es necesario. Los
conceptos
profundos se van desarrollando en el alma en forma gradual, junto con
el
elevado de la personalidad en los grados de la moralidad, corregimiento
de las
virtudes, ocupación de las necesidades del publico y abarcado
del aspecto sencillo
de la Torá. Cuanto más crece en la persona la
piedad y la pureza, la persona
es más afín con la pureza de los conceptos elevados que
se van revelando en el
paseo por el Pardes [campo de árboles frutales, que
insinúa los estudios
esotéricos]. Sin la preparación adecuada, la persona
puede llegar a ser dañada
de diferentes formas. Nuestros sabios lo insinuaron cuando nos contaron
en
cuanto a grandes talmidei jajamim – y no personas sencillas:
“Cuatro
entraron al Pardes… Ben Azai atisbó y murió.
Respecto a él dice el versículo
‘es penosa a los ojos del Eterno la muerte de Sus piadosos’ (Tehilim
116:15).
Ben Zoma atisbó y fue dañado, al respecto dice el
versículo ‘miel has hallado,
come sólo cuanto te baste, no sea que te hartes de ella y la
vomites’ (Mishlei
25:16). Uno cortó las raíces. Rabí Akiva
salió pleno” (Jaguiga 14B). Una
entrada precipitada o cuando la persona todavía no está
preparada para ello es
como saltar del techo, D’s no lo permita. Toda la personalidad se
entrevera, y
lo que es provechoso se transforma en dañino. Ese campo exige
humildad, como
nuestro Rav Moshé que temía mirar a la zarza ardiente.
También el que ya estudia
el aspecto esotérico de la Torá debe verificarse
todo el tiempo, si
realmente es meritorio de ello, y de todas formas toda su vida debe
ocuparse del
arrepentimiento.
Cuando
se trasmiten los conceptos, es bueno que sean vestidos con
alegorías. Así hicieron
el Mahara”l y el Rav Kuk zt”l. Esos dos grandes gigantes
tomaron sin
duda sus profundas ideas del aspecto esotérico, pero sus
escritos son secretos vestidos
del idioma apropiado para ser revelados. Ellos no presentan en sus
libros la
idea original en su lenguaje esotérico, que solo es comprensible
para los pocos
elegidos y es como un techo sin baranda, sino que hablan en el lenguaje
sencillo. Los secretos son vestidos con indicaciones comprensibles,
acompañados
de interpretaciones y comparaciones de los Midrashim de
nuestros sabios.
La
Torá es una fuente de vida. En el aspecto
esotérico se esconde una elevada
vida que no se puede encontrar en ningún otro campo. Ese
potencial de vida
necesita de cuidado, de ocultado. “Gloria es del Señor el
ocultado” (Mishlei 25:2)
– explica el Malbi”m que “en los temas Divinos el honor es el
ocultado y
escondido, porque el raciocinio alcanza solo las cosas que se
encuentran bajo
el tiempo y el lugar y son tangibles, y no cosas que se encuentran por
encima
de las leyes del alcance humano, y todo lo que se habla en ellos es
sólo en
forma alegórica y vestida, cuando el contenido es oculto y
escondido. Por ello,
no se enseña en publico Maase Bereshit y Maase
Merkava [profundos
temas], y los sabios vistieron las cosas y las escondieron con
adivinanzas e
insinuaciones, como el brillo del relámpago que brilla y se
esconde enseguida”
(Malbi”m, allí).
Nuestra
generación se merece escuchar conceptos profundos, pero en forma
comprensible,
gradual y acompañada como lo hace el Rav Kuk. En una
generación en la que todo
es instantáneo, las excitaciones materiales más grandes
son ofrecidas enseguida
y directamente a las venas, se debe recalcar la idea que en la alta
espiritualidad se necesita un tremendo esfuerzo y una
preparación de las
virtudes y los conocimientos de la Torá que lleva muchos
años. Como “las
aguas del Shiloaj que corren lentamente” (Ishaya 8:6. Véase
Israel UTjiato 24).
Ladrones
- márchense
Rav
Shlomó Aviner
Conozcan a
los cristianos:
1. Tienen
una obligación religiosa de
primera importancia de cristianizar a todo el género humano.
2. Pero
sobre todo judíos, ya que los
cristianos arguyen que ellos son el verdadero Pueblo de Israel, “Verus
Israel”
según la doctrina del cambio, y por ello deben deshacerse del
Pueblo de Israel “falso”.
3. Ellos
lo hicieron en el pasado con
amenazas, atemorizado y asesinatos en masa, de cientos de miles:
Conviértete al
cristianismo o te tiraremos a la hoguera. Hubo judíos que
entregaron su vida,
sufrieron torturas espantosas, y fueron tirados a la hoguera gritando “Shma
Israel”.
4. De
momento que no les sirvió, la
inquisición decretó la expulsión de los
judíos de España y otros decenas de
lugares.
5. De
momento que no les sirvió, nos
obligaron a sentarnos en las iglesias y escuchar sus sermones.
6. Pero
tampoco eso sirvió, y en nuestros días
ya no es posible, entonces cambiaron el método: Se presentan
como una religión de
piedad, agradable, ayudando a los enfermos y los desgraciados – todo
eso para
romper el hielo y actuar como misioneros. Por supuesto, los misioneros
lo
disimulan y esconden su identidad.
7. Hay en
Israel unas 170 organizaciones
cristianas y ellas gozan de un presupuesto de millares para su
actividad
misionera.
8. Como
hemos dicho, ellos se encuentran
sobre todo en los barrios pobres, reparten material informativo y
difunden sus
ideas en las redes sociales. Y también organizan actividades
culturales.
9. Gracias
a D’s somos un pueblo bueno y vigoroso
y normal, y solo unos pocos caen en sus trampas – pero no debemos
dormirnos en
la guardia. Y también los pocos que caen – es una terrible
tragedia.
10. Desde
el año 5764 ellos participan de
la Marcha de Ierushalaim en la fiesta de Sucot, y también del
encuentro en Binianei
HaUma.
11. En el
año 5767 la Rabanut HaRashit
(Supremo Rabinato) determinó por ello que está prohibido
participar de esa
marcha.
12. Ahora
ellos declararon “La Década de
la Misión” – 5783 – 5793. Se prepararon para ello durante dos
años.
13. Por
supuesto, ellos niegan ser misioneros,
pero no lograrán embaucarnos. Los conocemos ya dos mil
años.
14.
Ocurrió una vez que un amigo me dijo:
- Yo tengo
relaciones con la organización “Cristianos
que Aman a Israel”. ¿Estás dispuesto a encontrarte con
ellos?
- No. No
me encuentro con misioneros.
- Ellos no
son misioneros. No conoces las
personas de esa organización.
- Yo los
conozco ya dos mil años.
Pero de
momento que mi amigo me insistió
mucho, me dije que debo hacer una bondad con él y me
encontré con ellos. Les
pregunté:
-
¿Ustedes son misioneros?
- No (en
efecto, tienen permitido mentir para
esa meta santa).
Les
pasé una hoja, y les pedí: Por favor, que
cada uno escriba que no es un misionero. La hoja volvió en
blanco (porque tienen
prohibido escribir que no son misioneros). Mi amigo abandonó el
cuarto enfadado.
15. Por lo
tanto, les decimos: Ya han asesinado
suficiente. Ya se han apropiado de nuestras pertenencias suficiente. Ya
han
molestado suficiente. ¡Váyanse, ladrones de judíos!
¡Misioneros, afuera!
16. Dicho
sea de paso, tengo una idea para
ellos. Si ustedes desean a pesar de ello un poco de Gan Eden,
hagan
firmar a dos millares de cristianos: “Nosotros pedimos perdón
que asesinamos,
expulsamos, secuestramos, cristianizamos”. Lamentablemente, tal parece
que no
hay mucha probabilidad que eso ocurra.
Meorot
HaShabat
El cometido
de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas
básicas
del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica
en su comunidad
en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot
del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Melaja de un
niño
pequeño
Necesario
para el pequeño
Está
prohibido darle a un niño pequeño de comer algo
prohibido, u ordenarle hacer alguna Melaja prohibida en Shabat,
también si es necesario para el pequeño y la persona
mayor no tiene ningún
provecho de ello[1].
Se le da o
le ordena
La
prohibición de Sfia LeKatan cabe ya sea
cuando la persona mayor le da en la boca algún alimento
prohibido a un niño, o
cuando se lo da en la mano y el pequeño lo come él mismo[2].
E incluso darle algún alimento prohibido para que juegue con
él está prohibido,
no sea que lo coma y será como si lo alimentase[3].
Así
también el que le ordena a un pequeño comer o
hacer alguna acción prohibida en Shabat o similar,
está incluido en la
prohibición de Sfia LeKatan[4].
Colocarlo
al lado de lo prohibido
Cuando hay
en la vía pública objetos y se desea
introducirlos en el espacio particular [y no hay Eruv], se
puede colocar
al lado de los objetos niños pequeños que no han llegado
a la edad de la
educación[5],
para que ellos entren los objetos de por sí mismos dentro del
espacio
particular[6].
A pesar de
que introducir los objetos de la vía pública
al espacio particular está prohibido según la Torá,
de todas formas de
momento que la persona mayor no le ordena al pequeño que lo
haga, y lo hace de
por sí mismo, está permitido[7].
Todo eso se
refiere cuando el pequeño lo hace para sí
mismo, y no sabe que la persona mayor lo puso allí para que lo
haga, por
ejemplo cuando el pequeño piensa que encontró
algún objeto en la calle y lo
entra para sí mismo. Pero si el pequeño sabe que es la
voluntad del mayor que
entre el objeto al espacio particular, está prohibido colocar
allí al pequeño
al lado de los objetos, e incluso la persona mayor tiene
obligación de amonestarlo
para que no lo haga [como fue aclarado anteriormente] [8].
[1]El Shuljan Aruj (343 inciso 1) determinó
que está prohibido también para el provecho del
pequeño, incluso tratándose de prohibiciones
de nuestros sabios (allí, Biur Halajá comienza midivrei
sofrim). Y en Biur Halajá
(allí) citó la opinión del Rashb”a y Ra”n que
tratándose de prohibiciones de
nuestros sabios está permitido cuando es para el provecho del
pequeño. Y véase
allí lo que citó de Rabí Akiva Iguer que
también en opinión del Rashb”a está
permitido sólo cuando es necesario para el pequeño y no
para el mayor, y por
ello está prohibido darle a un pequeño un Sidur o Jumash
para que lo cargue para
el mayor donde no hay Eruv, incluso cuando la prohibición de
cargar es sólo de
nuestros sabios. Pero se le puede dar el Sidur o Jumash para que lo
cargue para
sí mismo, y después el mayor rezará junto con
él del Sidur o leerá junto con él
del Jumash. Y véase más en Biur Halajá (266 inciso
6, al final de donde
comienza ag”a).
[2]Toda persona tiene prohibido darle
de comer alimentos [que deben ser comidos en la Suca] fuera de la Suca
a un niño
pequeño que no necesita de su madre, es decir, cuando le da de
comer
directamente en la boca o le ordena. E incluso si esa persona no tiene
obligación
de educarlo, de todas formas está prohibido (640 Mishná
Brurá inciso 5. Kaf
HaJaim inciso 11). Pero cuando pone delante de él los alimentos,
y el pequeño
los come de por sí mismo fuera de la Suca, las otras personas no
tienen
obligación de evitarle hacerlo. Pero su padre que tiene la
mitzva de educarlo tiene
obligación de evitarle hacerlo (allí, Shaar HaTziun
inciso 8. Kaf HaJaim allí).
[3](343 inciso 1. Mishná Brurá al
final
del inciso 4 citando Maguen Avraham).
El Ram”a (340 inciso 3)
escribió: “Está prohibido cortar una torta sobre la que
están escritas letras, a
pesar de que toda su intención es comerla, porque es considerado
borrado”. Y en
Mishná Brurá (allí, inciso 14) y Kaf HaJaim
(inciso 29) escribió citando a
Mordejai que se puede dar esa torta a un niño pequeño. Y
escribió Kaf HaJaim (allí)
citando a Majatzit HaShekel que según lo que explica Maguen
Avraham que no se
debe darle a un niño pequeño alimentos prohibidos,
debemos decir que se trata de
que no se lo amonesta si toma esa torta y la come, pero darle en la
mano está prohibido.
Y véase Shuljan Aruj HaRav (343 inciso 9 10) lo que
escribió al respecto.
[4](343, Mishná Brurá inciso 4).
[5](Pero niños pequeños que ya han
llegado
a la edad de la educación, su padre tiene prohibido ponerlos
allí, e incluso si
el pequeño llegó allí de por sí mismo para
entras los objetos para él [y no
para su padre] tiene la obligación de amonestarlo y evitar que
lo haga, ya que
tiene obligación de educarlo y evitar que cometa trasgresiones.
Y también una
persona que no es el padre del niño debe evitarle hacerlo, como
fue aclarado
anteriormente, que tratándose de prohibiciones de la Torá
escrita se debe ser más
estricto como la opinión que incluso quien no es su padre debe
evitarle
hacerlo.
[6](362, Beit Iosef y Ram”a inciso 7).
[7](Allí, Mishná Brurá inciso
44. Kaf
HaJaim inciso 66 67).
[8](Allí).
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