Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Cumple
con tu palabra
Rav
Ioram Eliahu
“Moshé
habló a los jefes de las tribus de los Hijos de Israel… si un
hombre hace un voto
al Eterno… no profanará su palabra, conforme a todo lo que sale
de su boca
deberá hacer” (Bamidvar 30:2-3). Nuestros sabios nos
enseñan en varios lugares
que un voto es algo severo, y si una persona hace un voto debe cumplir
con lo
que dijo. A pesar de la severidad de los votos, dijeron que un voto
para
incentivarse a hacer algo positivo está permitido, por ejemplo
si una persona desea
fijar un horario de estudio de la Torá y teme que el mal
instinto lo
haga desistir, “tiene permitido incentivarse a sí mismo con un
voto o un
juramento”. Eso se aprende del versículo “he jurado y lo
cumpliré, que cuidaré
de Tus justos juicios” (Tehilim 119:116). Y a pesar de ello,
escribió el Kitzur
Shuljan Aruj (67) “debe cuidarse cuando dice que hará
alguna mitzva
que agregue ‘sin voto’”.
En el Midrash (Midrash
Rabah) al principio de nuestra Parashá dicen “‘Y
juré, vive el Eterno…’ les
dijo D’s a Am Israel (el Pueblo de Israel), no piensen que
tienen
permitido jurar utilizando Mi nombre… sino que cuando ustedes tienen
esas
virtudes, y sean como los que fueron llamados temerosos de D’s, como
Avraham e
Iyov”. Y el Midrash enumera las virtudes de las que debe estar
colmada la
persona para que pueda jurar y hacer votos. El Sfat Emet
explica: “Porque
la fuerza de Am Israel es solo en su boca, porque está
escrito ‘e imbuyó
en él alma, espíritu de vida’ (Bereshit 2:7), y por ello
la persona es capaz a
través de la Torá que emite con su boca de
acercarse a sí mismo a D’s”
(Sfat Emet, Matot, 634). Pero la condición para ello, dice el Sfat
Emet,
es que la persona cumple con su palabra, como dice el versículo
“no profanará
su palabra” – no transformará su palabra en laica. “Y de ello
aprendemos que su
palabra es santa, a través de la kdushá que D’s
le entregó a toda persona
de Am Israel”. Y agrega el Sfat Emet que según
cuanto la persona
cuida su boca, así también se hace merecedor de que lo
que dice se cumple, es
decir, D’s escuchará y recibirá su rezo, y colmará
sus pedidos.
¿Por qué tiene la persona semejante
fuerza en su boca? Hasta tal punto que todo lo que dice o lo que
consagra,
recae sobre ese objeto kdushá, por ejemplo cuando
consagra una oveja
para ser sacrificada en el Beit HaMikdash (El Templo), o todo
otro
objeto en el que recae kdushá. Explica Netivot Shalom
según lo
que mencionó Rabeinu Iona (el Or HaJaim lo citó
en la Parashá Pinjas,
hablando de los hijos de Isajar, comienza “escribieron los piadosos de
Israel”,
véase allí) que la boca de la persona de Am Israel
es como un utensilio
santo, que es utilizado en el Beit HaMikdash, y un utensilio
santo en el
que introducen algo (como sémola, agua o similar) es
santificado, “así también
a través del habla que el judío emite de su boca que es
un utensilio santo, se
genera una situación nueva de kdushá”. Y la boca
es singular en ello,
porque la esencia y el papel de Am Israel es “este pueblo que
Me he creado
para que cuenten Mis alabanzas” (Ishaya 43:21) y de momento que la meta
del
culto a D’s de la persona es contar Sus alabanzas, y se cumple con la
boca,
esta es semejante a un utensilio santo, cuya función es
participar en el culto
a D’s.
Nuestra habla es singular, y
somos capaces de influir mucho con ella. Toda la edificación de
la persona es a
través de la labor de la boca y el estudio de la Torá.
Todo el
acercamiento a D’s, la vinculación y el temor a D’s, es a
través de la boca y
el rezo. Toda la relación correcta y buena entre las personas,
entre los cónyuges,
entre el padre y sus hijos, depende mucho de lo que se dice, se habla.
Debemos
recordarlo y cumplir con lo que decimos, con las obligaciones que
aceptamos, ya
sea entre nosotros y D’s, ya sea en las relaciones con nuestros amigos
y
nuestro hogar. No se debe decir o prometer cosas que no somos capaces o
no
pretendemos cumplir. Y si ya nos comprometimos, debemos cumplir con lo
que
dijimos, y recordaremos la mitzva de la Torá “no
profanará su palabra”,
y seremos merecedores que también D’s escuche nuestros rezos y
ruegos.
¿Qué
culpa tiene el pueblo?
Rav
Shlomó Aviner
Hay
quienes no están satisfechos de las
resoluciones del gobierno y el Kneset (Parlamento). Es
legítimo. A veces
pasa. Pasa casi todo el tiempo, en todos los países
democráticos. La pregunta es,
¿cómo se lucha contra esas resoluciones?
La
principal regla: No a cuestas del
pueblo. El pueblo no tiene la culpa. El pueblo no es parte de la
contienda.
No se
dice: Nosotros, los pilotos, no nos
presentaremos a cumplir nuestras tareas. Nosotros, los médicos
militares, no nos
presentaremos a cumplir nuestras tareas. De esa forma se daña al
ejército y al
pueblo.
Es como
una persona que no está satisfecha
de su esposa porque ella no consiente con todas sus exigencias, y
entonces toma
a los hijos como rehenes.
No se
lucha diciéndole a todo el mundo que
no somos una democracia, y de esa forma se perjudica al pueblo. No se
lucha diciéndole
a todo el mundo que nuestra economía se desmoronará,
porque de esa forma realmente
se daña la economía.
No se
lucha diciéndole a todo el mundo que
hay dentro nuestro una brecha, y entonces nuestros enemigos se frotan
las manos
con placer, aumentan sus ataques y asesinan judíos.
No se
lucha creando embotellamientos en
los caminos, mortificando judíos inocentes que desean llegar a
su destino.
Es
legítimo que haya discusiones en cuanto
a cómo equilibrar entre los distintos poderes. Cada país
y su equilibrio. Y
también cambia con el tiempo en un mismo país. A pesar de
que el equilibrio propuesto
actualmente es el que existe casi en todos los países del OCDE,
pero es legítimo
exigir otro tipo de equilibrio. La cuestión es cómo se lo
exige.
¿Con
manifestaciones? ¿Manifestaciones
salvajes en las que queman neumáticos? ¿Somos el Estado
de las Manifestaciones,
o somos el Estado de Israel? ¿Acaso encerraremos a nuestro
país con
manifestaciones en pro y en contra? ¿Acaso todo el que
añade manifestaciones –
porque tiene más dinero, más tiempo, más
disponibilidad – es el que determinará?
No. Hay
otra solución: Democracia
representativa. El pueblo tiene representantes en el parlamento, y
ellos
deciden. Si la decisión no le parece correcta a ciertas
personas, es legítimo,
se puede hacer nuevas elecciones. No es agradable hacer elecciones una
y otra
vez, pero ocurre en muchos países, y es uno de los precios de la
democracia.
Muchos
judíos en nuestro país no estaban
satisfechos de un gobierno que se basaba en los representantes de los
árabes –
que como es sabido no aman a Israel, no aman a Am Israel (el
Pueblo de
Israel) ni al Estado de Israel – a cambio de grandes presupuestos y
muchas
concesiones, pero esos judíos no se vengaron en nuestro pueblo
querido.
Recordar
lo principal: Somos hermanos,
somos un mismo pueblo. No solucionaremos problemas desbarrancando al
pueblo con
un dialogo venenoso. Amor gratuito, y más amor gratuito.
Meorot
HaShabat
El cometido
de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas
básicas
del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica
en su comunidad
en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot
del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Orden en Shabat
para un día común
Un
judío tiene prohibido ordenarle a un gentil en Shabat
que le haga alguna Melaja prohibida, incluso si le dice hacerla
en un día
común[1].
A pesar de
que de esa forma no está prohibido por ser
considerado que el gentil lo hace como emisario del judío, ya
que también el judío
tiene permitido hacer esa Melaja en un día corriente, de
todas formas
está prohibido porque el versículo dice “lo
honrarás… ni hablando palabras
ociosas” (Ishaya 58:13) – que no sea tu forma de hablar en Shabat
como
un día corriente[2].
Insinuación
Pero un
judío tiene permitido insinuarle a un gentil
que haga para él alguna Melaja en un día corriente[3],
porque de esa forma no habla de asuntos seculares en Shabat,
sólo piensa
en ello [ya que con sus palabras insinúa alguna necesidad de un
día corriente],
y dijeron nuestros sabios[4]:
“Hablar está prohibido, pensar está permitido”
[5].
Por
ejemplo: Si un judío tiene algún desperfecto en la
instalación sanitaria de su casa, tiene prohibido decirle al
gentil en Shabat
que venga a su casa luego del Shabat para arreglarlo, porque de
esa
forma habla de asuntos seculares en Shabat.
Pero tiene
permitido insinuarle al gentil diciendo “¿te
parece que podrás venir a mi casa luego del Shabat?” [6],
a pesar de que el gentil comprende que quiere que venga a su casa luego
del Shabat
para hacer alguna Melaja. De todas formas no está
prohibido, porque no
habló de asuntos seculares en Shabat.
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 307 inciso 9.
Kaf HaJaim inciso 14).
[2](Shuljan Aruj HaRav, allí inciso 7.
Shu”t Avnei Nezer 43 inciso 6).
[3](Ram”a, allí inciso 22).
[4](Shabat 113B).
[5](Allí, Mishná Brurá inciso
29. Shuljan
Aruj HaRav allí).
[6](Allí, inciso 7. Mishná
Brurá inciso
28). Y véase Shuljan Aruj (allí) que puede decirle de esa
forma también a su
compañero judío.
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