Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Niveles
Rav
David Landau (reimpresión)
El
pecado que figura en nuestra Parashá es el pecado de la
confusión de los
niveles. Todo borroneado genera destrucciones y peligros espantosos
para todos.
Koraj arguye: “Toda la congregación es santa”, todos son
iguales, hay que ser
democráticos. Pero la realidad es que hay niveles en todos los
campos, también
dentro de Am Israel (el Pueblo de Israel).
El mundo es como un
organismo, donde los miembros no son iguales, sino que hay diferencias
de niveles.
Cada miembro tiene su valor singular, y también una
función singular, y el
cuerpo podrá subsistir plenamente con salud sólo si cada
miembro cumplirá su
función especial. Cuando el rey de los Kuzaros pregunta por
qué no le fue
entregada
También en Am Israel
hay niveles. Es cierto que el Clal (la totalidad
genérica del Pueblo de
Israel) incluye a todos, grandes o chicos, pero hay diferencias y
niveles. De
la misma forma que Am Israel fue elegido de entre los pueblos,
así
también hay sectores elegidos dentro de Am Israel. Hay
un sector dentro
de él que es celestial, que “el Eterno es su heredad”. Los Cohanim
(sacerdotes)
son el nivel más alto dentro de Am Israel, lo que es
detallado en
El pueblo se nutre de sus líderes, y si hay alguna duda en
cuanto a su
liderazgo eso produce también un descenso en el pueblo, que
absorbe de ellos su
fuerza de existencia. Por ello, la aspiración de igualdad es una
actitud destructora,
que aspira a anular el valor central, y de esa forma arruinar el Clal.
Así dicen nuestros sabios: “No fue destruida Ierushalaim hasta
que igualaron el
pequeño y el grande”, no diferenciaron entre los niveles, y la
necesidad de absorber
de los grandes. Hay necesidad que haya niveles, una estructura que
permite la
expresión del kodesh (lo santo) de la vida (según
Sijot HaRav Tzvi
Iehudá, Orot pág. 55-56, Bamidvar pág. 18,
176-178).
Mi
esposa es mejor
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta: Tengo
muchas críticas para con mi esposa. Ella escucha canciones
seculares y otras
cosas, y yo consagro todo mi tiempo al estudio de la Torá.
Cuando yo le
hago observaciones, ella me pide que la deje en paz, que ella le rinde
culto a
D’s a su forma. ¿Qué puedo hacer?
Respuesta:
Primera
regla: No es un tema para SMS.
Amor y hermandad, paz y amistad entre marido y esposa es uno de los
temas
centrales en la vida, y no es posible solucionarlo preguntando por
celular. Se
necesita estudiar mucho, tú sólo y junto con ella.
Segunda
regla: La persona es juzgada según
su mayoría. Así escribe el Ramba”m (Hiljot Tshuvá,
segundo capítulo). Si la mayoría
son méritos, es un tzadik (justo). Si la mayoría
son pecados, es un malvado.
No somos ángeles, y “no hay una persona justa en la tierra que
haga el bien y
no peque” (Kohelet 7:20). Se rige según la mayoría. Y
seguramente tu esposa es
en su mayoría buena, casi en todo, y es una tzadika.
Tercera
regla: “Debes juzgar a la persona
para bien”. Nuestros sabios dicen que se debe ser humilde frente a toda
persona. Se extraña el autor del libro “Tania”:
¿Cómo me sentiré humilde
frente a una persona sin yugo divino y vacía, cuando yo cumplo Torá
y mitzvot?
Y contesta: No juzgues a tu compañero hasta que llegues a su
lugar. Ya sea su
lugar en cuanto a su situación práctica, ya se su lugar
psíquico. ¿Quizás si tú
estuvieses en su condición ya estarías en la
cárcel? ¿Y si él viviese en tus
condiciones de vida, quizás ya sería un gran talmid
jajam (erudito del
estudio de la Torá)? Y también su lugar
psíquico, es decir, el complejo
de pasiones de él. Si tú tuvieses que hacerles frente a
sus pasiones, quizás
hace tiempo que estarías en la cárcel…
Cuarta
regla: ¿Has estado embarazado? ¿Has
dado a luz? ¿Has amamantado? ¿Acaso tú sabes
cuán difícil es estar embarazado,
por lo general? Dolores, náuseas, depresión y más.
¿Acaso has dado a luz? Tienes
idea cuán doloroso puede ser a veces, cuantos temores hay?
¿Acaso has
amamantado, y te has despertado a seguido para amamantar, cuando
estás tan cansado?
¿Acaso has tomado cuidado de un tierno bebe, de un niño?
Y así con todo. Párate
con santo temor frente a tu esposa.
Quinta
regla: Charla diaria. No se puede
solucionar problemas entre los cónyuges con una verdad
“comprada”: Una persona
le pregunta a otra en cuanto a una tercera persona. El amor entre los
cónyuges no
es sólo algo técnico, sino que algo muy profundo, una
purificación interna, una
comprensión mutua. Para ello hay que charlar cada día.
Cada tarde, media hora.
Apagar los celulares, y elegir un momento tranquilo en el que se puede
charlar
juntos. Se comienza con algo bueno: Yo aprecio mucho tu actitud frente
a mí en
cuanto a tal cual tema. Se continua con algo no tan bueno: Me
ofendí mucho
cuando me hablaste respecto a tal tema. Perdón,
¿cómo desearías que te hable?
De tal forma. Bueno, me esforzaré por hacerlo así.
¿Estás dispuesta a escucharme?
Por supuesto. Entonces… Muy bien, muchas gracias. Y al final, se
termina con
algo bueno. El punto medio es difícil y doloroso, pero cura las
heridas. Y de
día en día disminuirá.
Sexta
regla: Ayuda externa. Si la charla
diaria no es suficiente, se debe buscar ayuda de algún consejero
matrimonial,
no es vergonzoso. Así hizo D’s en su mundo, que todos somos una
misma entidad
general, y todos necesitamos a todos.
Séptima
regla: Recordar que cuando hay
tensión entre los cónyuges, los niños lo salen
pagando. Cuando crezcan,
entenderán exactamente lo que pasó y sufrirán una
crisis. Y cuando son
pequeños, no comprenden cómo puede ser algo así,
pero lo sienten y se derrumban
más aún. Por ello, en el “Sefer HaJinuj”
está escrito que D’s ordenó en
cuanto al que se casa que “libre estará para su casa un
año completo” (Dvarim
24:5), para que puedan hacer las paces y traer al mundo niños
felices.
Pregunta: Ahora
comprendo que mi esposa es mucho más tzadika que yo…
Respuesta:
Bienaventurado
seas.
Meorot
HaShabat
El cometido
de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas
básicas
del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica
en su comunidad
en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot
del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Orden a un
gentil en Shabat
Otros
daños
Los Rishonim
discrepan si lo que permitieron
nuestros sabios en caso de incendio – de decir frente a un gentil “todo
el que
apague el incendio no saldrá perdiendo” – es justamente cuando
se trata de un
incendio[1],
o también otro tipo de daño de las pertenencias de la
persona que pueden ser
salvadas haciendo alguna Melaja prohibida según la Torá
escrita[2].
El Shuljan
Aruj determinó como la opinión de
los que lo permiten[3].
Y
así también los poskim (sabios que determinan la halajá),
que el
que se fía de los que son menos estrictos no sale perdiendo[4].
Por
ejemplo: Una persona que en Shabat un caño
de agua explotó en su casa[5],
y el agua que inunda su casa puede producir mucho daño a sus
muebles y otras
pertenencias está permitido llamar a un gentil que venga a su
casa y decir
frente a él “todo el que salva no saldrá perdiendo”, ya
que también en ese caso
nuestros sabios temieron que de momento que la persona se agita por sus
pertenencias puede llegar a corregir la avería de por sí
mismo.
Y
también si alguien dejó mercancías en su patio
antes
de Shabat, y en Shabat se nubló y está
por comenzar a llover y la
mercancía se echará a perder, puede decir frente a un
gentil “todo el que salva
no saldrá perdiendo”, a pesar de que el gentil para ello
hará Melajot
que están prohibidas según la Torá
escrita. Porque si no le permitirán
decirle algo así al gentil, se teme que de momento que la
persona se agita por
sus pertenencias llegue a salvar él mismo su mercancía[6].
Llamar a un
gentil
También
en opinión de los que prohíben decir frente al
gentil “todo el que salva no saldrá perdiendo” y lo permiten
solo cuando se
trata de un incendio, de todas formas puede llamar a un gentil y
mostrarle lo
que sucede sin decirle nada, y el gentil comprenderá de por
sí mismo lo que
debe hacer y salvará las pertenencias[7].
[1](Así opina el Rashb”a y Sma”g y
HaTruma. Fueron citados por Beit Iosef y Shuljan Aruj, Orej Jaim 307
inciso 19).
[2](Así es la opinión de Baha”g y
Sma”k
y Ro”sh. Fueron citados por Beit Iosef y Shuljan Aruj allí).
[3]El Shuljan Aruj citó a los que lo
permiten,
y la opinión de los que lo prohíben como “hay quien
opina”. Y en 334 inciso 26
determinó como lo que lo permiten.
[4](307, Mishná Brurá inciso 71. Kaf
HaJaim inciso 130 citando Ajaronim).
[5]El Shuljan Aruj (334 inciso 26)
escribió así: “Y también daños similares
que llegan de pronto”. Y se acotó allí
(Mishná Brurá inciso 70) que en Beit Iosef
escribió que “que llegan de pronto”
es lo común, porque si hubiese sabido ayer lo que
ocurrirá ya lo habría
arreglado. Pero si lo sabía antes de Shabat y se demoró y
no corrigió el
desperfecto, también tiene permitido decir “todo el que salva no
saldrá
perdiendo”. Pero los Ajaronim no citaron sus palabras, y tal parece que
no les
es sencillo que así es. Y Kaf HaJaim (allí, inciso 126)
citó al Beit Iosef que
lo permite incluso si sabía antes de Shabat respecto a la
avería y se demoró y
no la corrigió.
[6](307 inciso 19).
[7](Allí, Mishná Brurá inciso
71. Kaf
HaJaim inciso 130). O sea, justamente cuando se trata de una perdida
que llega
de pronto, como un incendio [que cabe decir “la persona se agita por
sus
pertenencias”]. Pero si no se genera por ello una gran perdida,
está prohibido
insinuar en absoluto (Pri Megadim allí, Eshel Avraham inciso 27).
Y véase anteriormente
que si se trata de una gran pérdida está permitido
decirle directamente al
gentil que haga Melajot prohibidas según nuestros sabios. Y
está prohibido
hacerlo sólo cuando se teme que de momento que la persona se
agita por sus
pertenencias llegue a hacerlo él mismo (véase
anteriormente).
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